Me quedo en silencio, mientras mi jefe con una evidente cara llena de disgusto me suelta y se separa de mí, regresando a sentarse en su asiento del coche.

—¿Jonah? —llamo su nombre muy confundida— ¿Qué ocurre?

—¿Cuál crees que es nuestra relación? —pregunta él, apoyado contra el volante de su coche, sin mirarme.

—Bueno… Usted es mi jefe.

—Tu jefe… —Jonah suena divertido por un momento— ¿No significo nada más para ti?

¿Qué debería responderle ahora? Todo este tiempo me he estado esforzando por ver a Jonah solo como mi jefe, ya que no quiero un romance, y por qué… De cierta forma dudo que alguien tan rico y poderoso como él pueda llegar a amarme.

Así que a pesar de que ahora yo ya no estoy segura de lo que siento por él, me he esforzado tanto en poner ese límite entre nosotros, que… no puedo verlo como otra cosa que el señor Casady, mi jefe. Y sin querer mentirle, bajo la mirada y me mantengo en silencio.

—Tal vez es mi culpa… —dice Jonah de pronto.

—¿Qué? No, en realidad soy yo —intent