Sentada en un escritorio fuera de la oficina del jefe, aun me siento en shock, sin poder creer lo que está pasando.
Cualquier otra persona en mi posición probablemente estaría llorando de la felicidad por haber recibido esta oportunidad, pero yo no podía sentirme más que confundida, cada vez más convencida de que estoy soñando o en algún tipo de realidad alternativa, porque estas cosas no me pasan a mí, yo siempre tengo mala suerte, ¿Qué rayos es esto?
Según lo que el señor Baker me explicó, mi nuevo trabajo es simple, solo tengo que recibir a las personas que vengan a ver al señor Casady, pasarle sus llamadas a mi jefe, y hacer algunos mandados como buscar documentos en otros pisos o llevarle café. No parecía algo muy complicado, pero sonaba como una tarea que debía hacer el señor Baker, que era su asistente personal, no entiendo por qué necesitan otra secretaria en este piso cuando ya está él.
Además, ¿No se supone que la gente estudia para esto? Suena como algo simple, pero yo no estoy calificada, a penas termine la preparatoria, ¿Cómo demonios termine sentada fuera de la oficina de uno de los billonarios más ricos del mundo trabajando personalmente para él? Se suponía que yo debía limpiar su baño, no atender sus llamadas.
—Puede sonar algo confuso ahora, pero descuida, yo te ayudaré con todo —me dijo el señor Alan cuando terminó de explicarme todo.
—Sí, bueno… Yo creo que puedo habituarme, me esforzare en ello —respondí lo más confiada que pude—. Pero respecto al uniforme… Yo no tengo ropa elegante como faldas de tela o camisas blancas.
Y no estaba mintiendo, no creo haberme puesto un traje de sastre jamás en mi vida, no tengo dinero para esto. Hoy estoy usando una sudadera y unos pantalones de mezclilla gastados, esa es la ropa de trabajo que tengo.
—Descuida, pediré que te den un adelanto de tu sueldo para que puedas ampliar tu guardarropa, seguramente el señor Casady lo entenderá.
—Y hablando de mi sueldo… ¿Puedo saber cuánto voy a recibir? —pregunto tímidamente.
—Puedes verlo por ti misma, aquí tienes el contrato para tu nuevo puesto de trabajo, léelo con cuidado y dime si tienes alguna petición para un cambio.
Tomando un par de papeles de las manos de Alan, me quedo con la boca abierta, ya que el sueldo de este empleo es casi cinco veces más de lo que recibía como empleada de la limpieza en la compañía, ¡Esto es una fortuna!
Casi sin dudarlo firmo los papeles, no tengo ninguna petición o sugerencia, todo es malditamente bueno, casi increíble. Un contrato por un año, con un sueldo enorme, con seguro de salud completo, y la posibilidad de un nuevo contrato el próximo año si lo deseo. Creo que son las mejores condiciones que cualquiera podría pedir, en serio, esto es un maldito sueño.
Creo que ahora voy a volver a los lobos mis animales de la suerte…
—Muchas gracias señor Baker —digo tímidamente después de firmar el contrato, aun incrédula de que esto me esté pasando a mí.
—No me llames señor Baker, puedes decirme Alan, somos amigos después de todo. ¿Quieres que te traiga algo de beber?
—Yo… ¿No son esas mis funciones? Creí que debía ser la encargada del café.
—Solo con el señor Casady, yo soy tu subordinado porque eres mi Luna… Es decir, mi querida compañera de oficina, eso eres —dice él rápidamente, luciendo nervioso por primera vez en la mañana.
—¿Luna?
¿Dónde escuche eso antes? ¿Acaso fue anoche?
No estoy segura, pero me siento confundida, creí que solo era una secretaria, ¿Acaso ese es otro puesto dentro de la compañía?
Por un instante puedo ver la duda en el rostro de Alan, pero antes de que pueda responder mi pregunta, ambos escuchamos un sonido desde el teléfono en la oficina, la señal que nos indica que el señor Casady quiere algo.
—Vaya, es la hora del café matutino del señor Casady —dice Alan viendo su reloj de pulsera.
—De acuerdo, yo lo hago.
—¿Estas segura? ¿Quieres ayuda?
—Tranquilo, puede que no sepa mucho de contestar llamadas o usar una computadora, pero si se servir café.
Trabajé toda mi vida en una pastelería, es obvio que se usar una máquina de café. Ante la sonrisa aun nerviosa de Alan, me pongo de pie de mi escritorio y voy a una de las habitaciones cercanas, donde hay una pequeña cocina solo para este piso, que tiene una máquina de café muy moderna.
No sé qué clase de café le gusta al señor Casady, pero le preparo mi café favorito, un capuchino con mucha crema y esencia de caramelo. Quiero esforzarme en este trabajo, aun si es la tarea más simple como servir café, voy a dar todo de mi para hacerlo perfecto. Esta es una oportunidad única en la vida, y si puedo mantener este empleo hasta pagar todas las deudas de mi familia y asegurar la universidad de mis dos hermanos menores, entonces me romperé la espalda para hacerlo todo bien.
Poniendo la taza de café en una bandeja, con servilletas y un poco de pan tostado en un plato, salgo de la cocina algo temblorosa, caminando a la oficina de mi jefe, ante la atenta mirada de Alan, quien sigue nervioso por alguna razón.
Sosteniendo la bandeja con una mano con mucha habilidad, toco la puerta con suavidad, escuchando su voz al otro lado:
—Puedes pasar…
Trago un poco de saliva, mientras abro la puerta y entro en la oficina.
Antes estaba aterrorizada de mi jefe, me parecía un monstruo por más tonto que parezca. Pero ahora lo veo como un gran hombre, el tipo impresionante que siempre mencionan las noticias cuando hablan de él. Lo de la noche anterior seguramente fue un desliz, es un gran jefe, y estoy contenta de poder trabajar a su lado.
—Buenos días señor Casady, vine a traerle su café —digo abriendo la puerta y entrando en la oficina con una sonrisa.
El señor Casady está parado al lado de la ventana detrás de su escritorio, en una posición similar a la de anoche, cuando tuve que salvarle la vida… Así que por un momento me quedo estática, perdiéndome en mis memorias de la noche anterior.
Pero cuando me repongo, sigo avanzando en su dirección, dejando la bandeja sobre su escritorio y tratando de ser amable.
—No sabía qué tipo de café era su favorito, pero le traje el que más me gusta a mí, con un poco de pan tostado para acompañarlo —le explico con rapidez—. Puede pedirme el tipo de café que quiera, lo prepararé para usted con gusto.
Aun en silencio, él camina de regreso a su escritorio con lentitud, haciéndome sentir muy expectante, pues lo veo tomar la taza de café y beber un sorbo, ¿Le gustará este tipo de café?
—Muy dulce —dice él, con su voz gruesa y calmada—, podría acostumbrarme a tenerlo todos los días…
—Vaya, que alivio, temía que no le gustara —con una sonrisa, pensé que él estaba hablando del café, a pesar de que me estaba mirando fijamente—, entonces prepararé un capuchino con caramelo todos los días a esta hora para usted.
Nuevamente él no me responde, así que yo pienso que quiere estar solo, no espero que mi jefe esté interesado en ser mi amigo. Cuidadosamente dejo el plato con pan en su escritorio y tomo la bandeja, lista para irme.
—Quería hablar contigo sobre lo que pasó anoche. Lo que hice y lo que viste… —ahí estaba, la conversación que no quería tener, ¿Por qué el señor Casady insiste con eso ahora?
—Señor Casady, no es necesario —lo interrumpo sintiéndome incomoda—, no recuerdo bien lo que pasó la noche anterior, así que no debe sentirse avergonzado o pedirme disculpas, todo está bien.
No lo avergüences, finge demencia, ese será mi lema para mantener este trabajo.
—Yo debería ser quien le agradezca por esta gran oportunidad, no lo decepcionaré y me esforzaré mucho en ser una gran secretaria.
—No me llames así, dime Jonah —me pide mi jefe de pronto.
Esto me toma un poco por sorpresa, pero supongo que mi jefe solo es un poco peculiar, así que accedo a su petición.
—Jonah —repito con calma.
Él no dice nada, solo me mira fijamente mientras yo me giro y salgo de su oficina. Es solo ahora que me doy cuenta de que mi jefe es muy silencioso, solo me mira de forma fija, como si quisiera decirme algo…
Jonah es un poco aterrador… A veces.
Creo que mi jefe es un poco… Raro.Ya casi ha pasado un mes desde que comencé a trabajar en las industrias Casady, y aunque mi trabajo es ridículamente sencillo, he comenzado a notar un par de cosas raras por aquí.Para empezar, el señor Casady es una persona increíblemente exigente y malhumorada, desde mi lugar afuera de su oficina puedo escuchar como reprende a sus empleados y es extremadamente duro con ellos, siendo un jefe déspota en muchos de los casos.Y aunque cualquiera pensaría que con un jefe de ese tipo todos los empleados lo detestarían… Creo que nadie odia al señor Casady, todos en la empresa lo tratan como si fuera de la “realeza”, haciendo reverencias para él y tratándolo con el sumo respeto. Yo he trabajado en otras empresas antes, pero nunca había visto que los empleados se comporten de esa forma con sus jefes.Estoy comenzando a sospechar… Que de verdad hay algo muy raro con mi jefe.—Bien, tengo todo listo —digo contenta, terminando de preparar mi bolso para el trab
No entiendo la razón, pero cuando veo al señor Casady sonriendo de esa forma, mi corazón comienza a palpitar muy rápido, ¡El maldito es muy guapo!Las revistas del corazón que hablan de famosos no se equivocan, el señor Casady es el soltero más guapo de la ciudad, es una maldita locura que me haya besado…—Mi Luna es feroz, muy interesante —dice él, tocando su labio el cual sangra ligeramente.—Señor Casady discúlpeme, aquí tiene, no manche su traje por favor —lo más rápido que puedo le doy un pañuelo de papel, intentando detener el sangrado de su labio.¿Qué me pasa? ¿Cómo me atreví a golpearlo? ¡Soy una idiota!—En verdad lo lamento, señor. Yo no… Solo me sorprendí demasiado cuando usted…—Eres graciosa, ¿Acaso no recuerdas lo que hicimos juntos en mi oficina esa noche? —pregunta él.Yo me quedo en silencio, ¿Acaso está hablando de esa noche en su oficina cuando él y yo nos encontramos por primer vez? ¡Creí que él estaba tan ebrio que no lo recordaba!En medio de la sorpresa que sie
Creo que debería volver a hablar con mi jefe.Lo pensé mucho durante la noche, y creo que lo mejor para mí en este punto, es dejar todo claro con Jonah Casady antes de seguir cometiendo “errores”. Nunca antes me había pasado algo como esto en alguno de mis empleos, así que incluso consideré la idea de renunciar para evitar la situación. Sin embargo no puedo hacerlo, no con el sueldo tan bueno que Jonah me paga en la empresa, así que como sea tengo que cuidar este trabajo.Por lo que tomé una importante decisión, hoy aclararé todo el asunto con mi jefe antes de permitir que vaya más lejos.Tomando una gran bocanada de aire, mientras traigo conmigo su café matutino, toco suavemente la puerta de la oficina del jefe, sintiéndome algo nerviosa por lo que está a punto de ocurrir.—Puedes entrar —la voz calmada del señor Casady llega dese el interior, asustándome un poco, pero también dándome la señal para continuar caminando al interior de su oficina.—Señor… Jonah, traigo su café —digo tím
No pude cumplir mi objetivo, y por el contrario, he comenzado a besar a Jonah cada día desde hace como un mes.No entiendo cómo pueden ocurrirme estas cosas, pero cada día de la semana en la oficina, cuando veo a Jonah, de una u otra manera termino sobre él besándolo. Me gustaría decir que él lo provoca, y aunque a veces si hace “cosas” para perturbar mi paz, como ponerse ropa que me gusta o pedirme que me siente en su regazo para “castigarme”, el 90% del tiempo soy yo quien salta sobre mi jefe para besarlo.Un ejemplo es lo que pasó el otro día, cuando lo encontré a solas en el ascensor del edificio después del almuerzo. Jonah ni siquiera me habló, estaba distraído viendo su móvil, y en el momento que las puertas del ascensor se cerraron, yo me abalancé sobre él como un animal en celo, dándole besos apasionados hasta que llegamos a la oficina. Estaba tan avergonzada por mi comportamiento que me negué a llevarle el café esa tarde, y el pobre de Alan tuvo que cubrir mis funciones.No
Sigo besando de forma apasionada a mi jefe, mientras él consigue quítame el saco de mi traje y abrir mi camisa, dejándome en sujetador frente a él.—Tan suave, me encanta tu cuerpo —dice él contra mis labios, llevando una de sus manos a mi pecho.Me cuesta lograr comprender lo que está ocurriendo, ya que el olor de su perfume y lo adictivos de sus besos me nublan la mente. Sin embargo disfruto de la forma en la que él comienza a tocarme, sacando jadeos de placer de mis labios, mientras que sus suaves dedos comienzan a acariciar mis pechos y mis pezones con mucha suavidad.Jonah levanta completamente la falda de mi traje, comenzando a acariciar mis piernas con mucha suavidad. Como es obvio yo no me niego a sus suaves toques, y cuando él comienza a empujarme en dirección al sofá de su despacho, yo me siento en este mientras el cuerpo de mi jefe se pone sobre el mío y no dejamos de besarnos.Jonah solo sube mi sujetador, y antes de que pueda darme cuenta, sus labios bajan por mi cuello d
Cuando pienso en mi infancia, la única persona que me hacia sonreír, era mi padrastro.Mi madre nunca me dijo quién era su padre biológico, lo único que me dijo fue que se quedó embarazada de mí siendo muy joven, y debido a eso su familia la repudió, por eso nunca he conocido a nadie de la familia de mi madre y mucho menos a la familia de mi padre.Con mi mamá vinimos a vivir a Colorado Springs cuando yo era apenas una recién nacida, así que no se mucho de mi pasado, pero siempre preferí no preguntar nada, ya que comprendo que es un tema sensible para mi madre, y nunca quise herirla. Aun así yo nunca me he hecho preguntas sobre mi pasado, no creo que saber sobre el padre que me abandonó o la familia que me rechazó me sirva de algo, yo sé quién soy y estoy feliz con la familia que me ama.Así que cuando cumplí 7 años y mi madre se casó con un nuevo hombre, yo lo recibí en mi vida como mi verdadero padre, y para mi buena fortuna él también me aceptó como su hija.Donnan Ryder era el mej
Y la respuesta correcta es si, mi tonto e irracional jefe pagó por toda la reparación de la pastelería.Me gustaría decir que estoy sorprendida pero… En realidad no, después de asimilarlo, supuse que Jonah haría algo tan loco como esto solo para “conquistarme”. Ahora en verdad me siento culpable por como lo traté anoche en el parque.—¿Entonces eres un príncipe? —pregunta Alina, mirando fijamente a mi jefe.—No, soy el jefe de tu hermana —responde Jonah con calma, siendo muy paciente con mi hermana.—Pareces un príncipe…Si, comprendo que Jonah puede ser un poco impresionante cuando lo miras por primera vez, con su metro ochenta de atura, su cabello perfecto, y su rostro guapo de facciones masculinas. Tiene apariencia de modelo, pero además una actitud imponente, típica de un CEO rico y poderoso. Así que comprendo a mi hermana, mi jefe parece un príncipe.Ya era media tarde, y en mi humilde hogar que quedaba en un departamento sobre la pastelería, todos esperábamos pacientemente que l
Me quedo en blanco y en silencio cuando mi jefe termina de hablar, y sin poder evitarlo, me acerco a él poniendo una de mis manos en su frente con suavidad.—¿Qué haces? —pregunta Jonah confundido.—Estoy intentando comprobar que no tenga fiebre que le haga decir locuras, ¿Acaso tiene alguna enfermedad psiquiátrica?Jonah rueda los ojos y se aparta de mí, haciéndome reír nuevamente. ¿En verdad estaba esperando que me crea que es un hombre lobo? ¿Por quién rayos me toma?—Fue una broma divertida, me hizo reír, en serio que gracioso… —digo intentando calmar mi risa.¿Hombres lobo? Si, por supuesto, ahora mismo empezaré a creer en hombres lobo, hadas, vampiros, duendes… Me parece tan lógico, lo hare por supuesto.Cuando dejo de reírme, Jonah me toma suavemente de la mano, alejándome un poco de la pastelería.—Yo ya te dije mi secreto, así que ahora quiero saber la verdad, ¿Qué fue lo que pasó aquí? ¿Cómo destruyeron todo? —pregunta Jonah con seriedad.Cuando hace esa pregunta en específi