VICTOR —¡Joder estoy tan cansado de esto esto!. Explotó teniendo a papá, mamá y Cameron en mi oficina no solo mirándome con asombro si no también reprobando mi actitud pero no es aprobación lo que busco si no que me dejen en paz. Las cosas con Gabriela ya han estado bastante tensas como para tolerar el interrogatorio que tengo aquí y la cabeza me revienta de la peor manera. —!¡Cállate!— me estreso gritando a mi ex que solo insulta a mi novia y eso hace que papá me reprenda— no soy un niño. —Pero te comportas como tal al dejar que esté par— señala a las mujeres— se meten una y otra vez en tu vida, yo también estoy harto porque mientras que ustedes— se dirige a ellas— lo único que hacen es aumentar insultos hacia esa muchacha, yo me tengo que encargar de controlar las locuras de Rodrigo y su arrogancia. —Una cosa no tiene que ver con la otra papá. Mamá odia a Gabriela y ese es un problema, lo del negocio no fue la mejor manera pero Rodrigo lo ha hecho muy bien. —No puedo creer qu
GABRIELA —!Maldita sea!— Reniego sin dejar de temblar y eso hace que no pueda hacer algo tan simple como abrochar mi brasier— Diablos, que porquería— me quejo— !Auch!— chillo cuando siento que el me jala sin el más mínimo cuidado haciendo que mi espalda choque con su dorso que aún está desnudo. —Me retracto— habla haciéndome sentir su calor y abrocha mi sostén pasando sus manos por mi espalda. — ¿Te retractas?— preguntó incapaz de mirarlo, sin entender, asumiendo que se refiere a toda esa locura de Italia y lo que dijo. —Si— masajea mis hombros y me voltea para quedar frente a él viendo los muchos centímetros que me saca de estatura, lo corpulento que es, el tatuaje del brazo que me hace escocer el cuerpo y sus ojos, esos jodidos témpanos de hielo haciéndome recordar que el hielo, también quema— te he dicho muchas veces lo odiosa y fastidiosa que puedes ser porque estaba, estoy— me mira los pechos sin una pizca de disimulo— estoy esperando tus arrepentimientos, tu llanto y todo el
RODRIGO —No sé de qué hablas— digo agitado aparentando la tranquilidad que por supuesto no tengo — ¿Que pasa, porque entras así? Preguntó con el cinismo que me sorprende porque uno debe aprender a conocerse, yo sé que soy una mierda, admito que lo de mi ex novia me volvió peor pero aún así esto es algo que me rebasa porque se trata de un amigo, uno muy querido para mí.Me alejo rápido por un vaso con agua mientras el ingresa a la oficina, mi oficina que tiene la alfombra desordenada, a Gabriela temblando pálida y alguno de los dos debe ser lo suficientemente fuerte o hipócrita para “encarar” al amigo que ha estado apoyándome en muchos momentos complicados y al que yo le estoy viendo la cara de imbécil.Me siento en la silla ocultando lo mejor que puedo la erección que su novia, la mujer que no dice una sola palabra me causa, a la que me acabo de coger y con la que quiero repetir estúpidamente hablándole de Italia y cosas que no debería pero no evito hacer.—¿Pasa algo?— vuelvo a pre
GABRIELA El es tan hipócrita como yo, sin embargo, engañarse a uno mismo duele, yo me estoy engañando porque siento mucho por el guapo hombre que saca lo peor de mi, pero escuchar lo que dice duele. —Te felicito, lograste lo que querías cuando fuiste tu el que la trajo hasta— habla Rodrigo— cuando la dejaste sin trabajo para que regrese a ser tu dócil secretaria. —¿que?.—Amor escucha, nada que ver— Victor se ríe nervioso— Rodrigo entendió mal, está jugando.A estás alturas no solo siento el pecho oprimido si no también la cabeza, proceso lo que estoy escuchando y no tiene nada de sentido, el malo es el, el me lo ha dicho y si el lo tiene claro yo aún más, desde que el mismo me dijo que me cerró todas las opciones de trabajo para regresar aquí no lo ha negado escudándose en la hipocresía de decir que lo hace por su amigo, es insoportable, pedante y está sentado satisfecho con lo que ha comentado mientras yo espero que Victor reaccione por primera vez como el hombre que yo creo que
GABRIELA —¿Me acabas de llamar idiota?Escucho a Víctor claramente confundido porque es verdad, yo a él jamás le he puesto ni siquiera un adjetivo calificativo incorrecto pero no me arrepiento, estoy descubriendo que para algunas cosas no tengo voluntad ni moral suficiente pero este no es el caso, no me pienso martirizar en este instante ni siquiera con mis propios errores porque para bien o para mal, ambiciones tengo pero no de las que la madre de este piensa. Yo si me enamore de su hijo no de su fortuna, yo sé que gracias a mi suegro he tenido oportunidades y puentes que me han hecho todo más fácil, pero con mi trabajo y lo mucho que he sacrificado por el, he pagado bien la inversión que han hecho en mi y quiero seguir haciéndolo por mi y mi familia. ¿Soy egoísta?, quizá si pero la decepción duele tanto como la traición, yo estoy haciendo lo mismo de diferente manera pero es así. —Estas loca Gabriela, tu no te vas a ir a hacer algo que simplemente— Victor interrumpe sus palabras
VICTOR —¿Un tiempo?— me pregunto a mi mismo mientras la voz de mi novia resuena en mi cabeza— un tiempo— sigo sin poder creerlo cayendo como mierda en la silla de la oficina de Rodrigo. El mundo acaba de tomar un rumbo diferente y desconocido para mí, Gabriela ha estado toda la vida para mí y en el camino yo para ella, no me enamore de ella con solo verla, esas pasiones no existen, fue su cariño por mi, la necesidad de que yo la ame me hizo hacerla mía y ahora un tiempo significa... ¿Que ya no ama?. —Es tu culpa— digo en un susurro de voz mientras Rodrigo se toma un trago sin respirar— tu jodida culpa— repito sin reclamar porque me siento sin fuerzas— ¿Que diablos pasó? ¿En qué momento todo cambio?, ella no me puede dejar de amar, yo siempre he Sido el hombre de su vida. Las interrogantes llegan a mi cabeza, a mi consciencia por una respuesta que no encuentro porque no le encuentro sentido a esto, nunca, jamás había pensado llegar a un momento como este, yo sin mi novia y aunque
GABRIELA —Entonces, dame un minuto para comprender… ¿Le pediste un tiempo a Víctor?¿tu? ¿La mujer que lo ama más que su madre le ha pedido un tiempo?. Escucho a Laura que aunque diga que necesita un minuto para comprender han pasado casi tres horas desde que llegó a mí casa para escuchar lo que ha pasado y todavía no lo supera. A decir verdad yo tampoco y es que todavía me tiembla el cuerpo por la decisión que he tomado y mucho más por mis actos, me estoy sintiendo en el limbo con una sensación extraña de saber que el hombre que creía inalcanzable se volvió mi pareja y ahora está planeando un viaje con su ex mientras yo floto sabiendo que voy a conocer Italia, con su mejor amigo, el hombre que es todo lo prohibido para mí, al que he intentado pero no he podido resistir y tengo mucho miedo, me estoy portando como una inconsciente adolescente, inestable, egoísta y estúpida pero de verdad no lo puedo evitar. —Creí que al menos me ibas a ayudar a empacar— le digo cuando veo que no dej
RODRIGO —¡Ya relájate animal!, solo quiero conocer mejor a tu mujer.—Dejame en paz. —¿Señor?Escucho la voz del capitán del avión mientras los oídos me zumban por la estupidez que es esto, un absoluto error idiota de mi parte que no puedo seguir permitiendo, estoy traicionando a mi mejor amigo por no poder calmar mis jodidas hormonas, claro que tenemos trabajo pero se que me la traje con otras intenciones. Victor me ha dicho que la cuide, que cuide de su tesoro y yo se que esta mal, claro que lo está pero su mejor tesoro puede ser tan sucia como yo cuando quiere y es lo que también quiero, follarla en mas de un lugar sabiendo los compromisos e ideales que tiene la hace mas excitante para mi, lo prohibido que representa la pesada mujer con los ojos más verdes que he visto en mi vida me desespera y es peor cuando el corazón me da una punzada al ver que llega riendo con papá en una escena absurda que se siente familiar. —¿Les mando tarjeta de invitación?— hablo acercándome a ellos