Narrado por AnyaEl viento frío me azota el rostro mientras camino por los senderos de esta aldea que, por un tiempo, había llegado a sentir como mi refugio. Lejos de Aiden, lejos de la guerra, lejos de mi pasado. Pero la paz que busqué nunca fue completa. Siempre estuvo incompleta. Siempre supe, en lo más profundo, que no podría escapar para siempre.Aquí, en este lugar remoto, intenté esconderme de todo. De mis recuerdos, de mi destino, y sobre todo, de él. Pero ahora, mientras me detengo a la orilla del río que bordea el pueblo, no puedo dejar de sentir que el pasado ha venido por mí. El eco del lazo que compartimos es más fuerte hoy, más tangible. Mis manos tiemblan levemente mientras froto mis brazos, buscando calidez. Pero no es el frío lo que me afecta. Es la idea de volver. La idea de enfrentar a Aiden.El mensajero llegó hace solo unos días, trayendo noticias de Silver Creek. Noticias de una guerra inminente, de un conflicto que crece cada día más. Pero lo que más me perturbó
Narrado por AidenEl aire en Silver Creek tenía un peso distinto aquella noche. La luna llena brillaba sobre los árboles, pero no sentía su fuerza en mi piel como antes. Mis sentidos estaban adormecidos por el dolor y la incertidumbre. Sin Anya, todo había perdido su color. Ella era mi Luna, mi ancla, y sin ella, aunque intentara mantener la fachada de un Alfa fuerte, sabía que todo se estaba desmoronando.Mientras caminaba hacia el campamento, los susurros del viento traían recuerdos que me atormentaban. La última vez que vi a Anya, nuestras palabras habían sido duras, llenas de resentimiento. Mi frustración la había empujado lejos, y mi orgullo la había dejado ir. Desde entonces, me maldigo cada día por no haber corrido tras ella. Su ausencia me estaba matando lentamente, y con cada día que pasaba, la manada lo sentía. Los lazos entre nosotros, una vez tan firmes, ahora parecían frágiles, tensados al máximo.Hoy, sin embargo, algo era diferente. Una chispa de esperanza había surgido
Narrado por AnyaEl aire en Silver Creek era fresco, cargado de un olor a tierra húmeda y pinos, un recordatorio de todo lo que había dejado atrás. A medida que me acercaba, la familiaridad del paisaje me envolvía, pero en lugar de la calidez que una vez había sentido, me invadía una fría sensación de desasosiego. La manada había sido mi hogar, un lugar donde pertenecía, pero ahora parecía distante, como un sueño que se desvanecía al despertar.El camino serpenteante se extendía frente a mí, cubierto de hojas caídas que crujían bajo mis pies. Las sombras de los árboles se alargaban con el sol bajo, y aunque la belleza del entorno era indiscutible, mi corazón estaba dividido. Había tomado la decisión de regresar por el bienestar de la manada, al menos eso me decía a mí misma, pero el resentimiento hacia Aiden me consumía como una llama. Las palabras hirientes de nuestra última discusión resonaban en mi mente como un eco constante, recordándome el dolor que había sufrido.Al llegar al c
Narrado por AidenLa luna llena se alzaba sobre Silver Creek, proyectando una luz fría que parecía penetrar hasta el alma. Esa misma luna que en otro tiempo había sido testigo de momentos de fuerza y unión en la manada, ahora parecía un recordatorio constante de lo que había perdido. La ausencia de Anya se sentía como una herida abierta que nunca terminaba de cicatrizar, y cada día que pasaba sin ella, esa herida se hacía más profunda.Los árboles, ennegrecidos por la oscuridad, se alzaban como sombras amenazantes a mi alrededor mientras recorría el límite de nuestro territorio. Había una tensión palpable en el aire, como si incluso la naturaleza supiera que algo estaba a punto de romperse. Jax, el Alfa de la manada rival, había estado incrementando su presión, y nuestros recursos comenzaban a agotarse. Sabía que tenía que actuar rápido, pero la constante sombra de Anya dificultaba mi enfoque.Marcus, mi beta y mano derecha, se acercó a mi lado en silencio. Había estado conmigo desde
Narrado por AnyaEl frío de la mañana en Silver Creek me despertó antes del amanecer, envolviendo mi cuerpo en un manto helado que contrastaba con el calor del lugar que una vez había sido mi hogar. Habían pasado días desde que regresé a la aldea, y aunque todo aquí parecía igual, yo sabía que nada lo era. El peso de las decisiones no tomadas y de las palabras no dichas se acumulaba sobre mí, volviéndose insoportable. Mi conexión con Aiden, ese lazo que alguna vez fue tan fuerte y que me había mantenido atada a él en cuerpo y alma, ahora parecía un eco distante, un murmullo apenas audible en la vastedad de mi mente.Caminé hacia el bosque, siguiendo un sendero que solía recorrer cuando necesitaba estar sola, cuando las responsabilidades de ser la Luna de la manada se volvían demasiado abrumadoras. Aquí, entre los árboles, podía escuchar mis propios pensamientos, aunque últimamente eran más confusos que nunca. Cada paso crujía bajo mis pies, el sonido amplificado en la quietud del aman
Narrado por AidenEl sol apenas comenzaba a despuntar en el horizonte, bañando el paisaje de Silver Creek en un resplandor dorado, cuando me encontré de pie en la cima de la colina que dominaba nuestro territorio. El aire fresco de la mañana llenaba mis pulmones, pero en lugar de ser un bálsamo, sentía como si estuviera inhalando cuchillas. El enfrentamiento con Ethan era inminente, y cada segundo que pasaba me acercaba a una batalla que definiría el destino de mi manada.Desde el día en que Anya se fue, había sentido que algo en mí se había roto, como si el núcleo mismo de mi ser estuviera fragmentado. Sin ella, la seguridad con la que siempre había liderado a mi manada se tambaleaba. Mi espíritu, una vez indomable, ahora estaba plagado de dudas y fantasmas. Los guerreros de Silver Creek, que alguna vez me miraron con total devoción, ahora observaban cada uno de mis movimientos con una mezcla de incertidumbre y temor.Mi mente se desvió hacia Anya, una vez más, como había sucedido ta
Narrado por AnyaEl aire en Silver Creek estaba cargado de tensión, como si la misma tierra supiera que algo monumental estaba por suceder. Después de semanas de esconderme en las sombras, evitando cualquier confrontación directa, había llegado el momento de enfrentar la realidad. No podía seguir huyendo de él, de nosotros. Mis pasos me llevaban con firmeza hacia la cabaña donde sabía que Aiden se encontraba. Mi corazón latía con fuerza, un ritmo acelerado que apenas podía controlar.No había visto a Aiden desde que lo dejé, desde que decidí que el dolor era demasiado para soportarlo y huí para salvarme. Pero ahora, aquí estaba, a punto de enfrentar al hombre que había sido mi todo, el hombre cuyo lazo con el mío estaba roto, colgando de un hilo tan fino que apenas lo sentía. Sabía que esta conversación sería difícil, dolorosa, pero también sabía que era necesaria.La cabaña estaba al borde del bosque, aislada de la manada. Era un lugar de retiro para Aiden, un espacio donde podía pen
Narrado por AidenEl aire en Silver Creek estaba cargado de la tensión antes de una tormenta. Era palpable, casi asfixiante, y no provenía únicamente del inminente conflicto que se avecinaba. Anya había regresado, pero nuestro vínculo estaba lejos de ser el mismo. Había un abismo entre nosotros, uno que parecía ensancharse con cada mirada, con cada palabra no dicha.Desde que habíamos acordado trabajar juntos para proteger la manada, nuestra relación se había convertido en una danza cuidadosa, llena de pasos medidos y precaución. No éramos los mismos de antes, y aunque ambos lo sabíamos, ninguno estaba dispuesto a admitir cuánto nos afectaba. Había demasiado en juego: nuestras vidas, la seguridad de Silver Creek, y la posible destrucción de todo lo que alguna vez habíamos construido juntos.Esa mañana, el cielo estaba cubierto de nubes grises, pesadas, que amenazaban con descargar una lluvia torrencial. Me encontraba en el centro del campamento, rodeado por mis guerreros, mientras les