Capítulo Cuarenta y tres.

– Metete conmigo –le ordené.

– No creo que sea lo más prudente, Elena.

Ryan me restregaba el cuerpo con la esponja en la bañera, él estaba aún vestido, se negaba a tomar el baño conmigo. Aunque sus ojos me decían que se moría por el roce de nuestros cuerpos mojados y no precisamente por el agua.

– Es una orden –lo miré divertida.

En su rostro se veía la lucha interna de sus voluntades y razones. 

– Por favor, Ryan –le supliqué, necesitaba de su tacto ahora más que nunca. No solo el de la esponja.

Se empezó a desvestir despacio, como de costumbre, no me quitaba la mirada de encima, ni yo a él. Cuando terminó de desvestirse me fijé que no solo yo sentía la tensión, algo lo delataba a él y ese algo me encantaba. Agaché la cabeza y sonreí por lo bajo, mis mejillas ardieron.

– Me encanta verte sonreír – dijo mientras se metía en la bañera, detrás de mí. El agua se rebosó p

Capítulos gratis disponibles en la App >

Capítulos relacionados

Último capítulo