Meses atrás, antes de la noche de bodas.
En la Villa de la familia Domale Dapane.
En uno de los suburbios más lujosos se encontraba la Villa de unas de las
familias más prestantes. El clima era caluroso, pero eso no impedía que se
respirara un ambiente fresco en aquella villa.
La servidumbre estaba alborotada con los arreglos de la cena que se iba a
llevar a cabo. El invitado de honor seguía siendo una incógnita, según los
empleados, quienes no paraban de murmurar unos a otros, especulando con el nombre de quien se trataba, todo para haber puesto aquella villa en un caos total como para que los dueños y señores de la gran casa, que siempre se mantenían calmados y sonrientes, en ésta ocasión se encontraran muy ansiosos y nerviosos a la vez, tendría que tratarse de alguien muy especial. Se rumoraba que sería el hombre más poderoso del país quien los visitaría. Éstos eran algunos de los murmullos que corrían por toda la enorme y lujosa casa, pasando por cada uno de los muchos empleados.
...
Ajenos de la situación que se vivía afuera en los pasillos, en el gran estudio se encontraba una pareja de esposos de media edad nerviosos. Ambos no
dejaban de caminar de un lado a otro, sus mentes estaban hechas un caos,
tratando de pensar cómo podrían resolver el problema que se les avecinaba como un huracán sin control.
–¿Dónde está Tanying? –preguntó de repente Marc a su esposa,
deteniendo sus pasos.
Alice, apenas escuchó la pregunta de su esposo, quedó en seco sin saber qué responder. Su hija había salido desde muy temprano sin haber dicho palabra alguna por lo que no tenía ni la más mínima idea de donde se encontraba, también estuvo intentando llamarla muchas veces al celular, pero siempre la mandaba al buzón de voz.
–Ya sabes cómo es Tanying… –respondió mientras daba un largo suspiro cansado.
El hombre, frunció el ceño. Claro, el mejor que nadie conocía a su traviesa hija púes había estado con ella durante todo su crecimiento; desde que había nacido lo único que le había traído eran muchos dolores de
cabeza fuera que estuviera bien o mal de salud, donde solía ir Tanying Domale Dapane solían haber problemas, ella era un problema deambulante con vida. No hubo día en que no le hiciera salir más canas y constante arrugas incluso podría decir que cada arruga que tenía habían salido gracias a su hija; a pesar de todo no importaba en los miles de problemas que causara, Marc siempre estaría dispuesto como un superhéroe listo para resolver cualquier caos que fuera ocasionado por su pequeña, el hombre era tan débil cuando se trataba de su bella hija, que no le importaba lo mucho que lo hiciera radiar de furia ya que jamás se atrevía ponerle una mano encima. Para sus ojos su hija era un tesoro muy preciado. Al recordar el rostro sonriente de su hija una leve sonrisa se dibujó en sus finos labios, pero, así como llegó desapareció. El hombre no pudo evitar sentir un dolor agudo en su corazón cuando pensó en la cena que se llevaría a cabo en la noche, su respiración se hizo pesada mientras que un nudo en la garganta se le formaba.
Alice notó el estado de su esposo, por lo que decidió acercarse ayudarlo a tomar asiento. Una vez ambos estuvieron sentados, uno junto al otro, con sus manos entrelazadas no pudo evitar soltar un par de lágrimas; la situación se tornaba muy nublada para ellos más que todo para su hija por lo que la tristeza en su corazón era inevitable en imaginar una vida sin su bella hija alrededor de ellos, aunque normalmente estuviera más tiempo en la universidad tenía cierto presentimiento de que todo cambiaría y nada volvería a ser igual. Sus manos no demoraron en temblar, lo que inmediatamente fue percibido por su esposo, quien apretó con fuerzas las manos de su esposa en un intento de consolación.
(......)
En unos de los grandes y lujosos centros comerciales, en el estacionamiento subterráneo, se encontraba una joven mirando para todos lados infraganti como un sigiloso ladrón, asegurándose de que nadie la viera. A simple
vista, parecía una joven universitaria: su vestimenta era casual; pantalón y
camiseta sencilla con unos tenis que, hacia una combinación perfecta, lo que la hacía ver como cualquier otra chica. Sin embargo, si se detenían a ver sus rasgos faciales, cualquiera quedaría sin aliento y dudaría si aquella joven era real o un simple espejismo producido por su imaginación ya que su belleza era única, su cabello largo que había sido tinturado de color lila recientemente le daban un toque especial.
Sus pies se movieron a toda prisa cuando se percató de que su objetivo estaba cerca, se acercó con sigilo y empezó a escribir con un lápiz labial en letras grandes y claras en el parabrisas del Bugatti de lujo. Minutos antes, cuando la chica trataba de estacionar su BMW, había dado tantas vueltas por el estacionamiento para encontrar un lugar para estacionarse y cuando al fin encontró un lugar, aquel automóvil había pasado cerca de ella, rebasándola y robando su lugar de estacionamiento. Furiosa, salió de su automóvil con la intención de tratar de ser lo más educada posible con la persona que había robado su lugar.
Pero fue inútil, apena salió el hombre quien se suponía que era el dueño del
automóvil por un momento había quedado distorsionada, en todas sus facetas se podía decir que estaba viendo al individuo más guapo que hasta momento había visto. sin embargo, al instante recupero su sentido común al ver que ni siquiera se voltio a mirarla apenas intento replicar sus palabras quedaron en nada.
—Quítate de mi camino, ¿acaso no ves que estas estorbando? ¿O piensas fingir que estas ciegas? — Inquirió cortante.
—¡Estás loco!, acabas de robarme mí puesto de estacionamiento cuando claramente encendí la direccional de mi vehículo, y ahora me estás insultando ¿a mí se me hace que el ciego es otro? — replicó la joven con ironía, mientras rodaba los ojos.
El rostro frío del hombre miró donde estaba estacionado su automóvil y volvió a mirar a la chica que tenía frente sus ojos como si se tratara de una desquiciada—No veo que exclusivamente especifique que ese sitio le pertenece a alguien, así que deja de actuar como una loca que busca llamar mi atención— dicho esto el hombre siguió su camino, sin ganas de seguir perdiendo su tiempo.
—Lo que tiene de guapo, lo tiene de imbécil— murmuró molesta con su rostro teñido de rojo de la rabia. No solo había tomado el lugar en el que se iba a estacionar pues si fuera poco la había tratado como una loca que solo quería llamar su atención. Frustrada de aquella situación, a la chica se le ocurrió darle una lección a aquel hombre, para que, en el resto de su vida, no volviese a ser tan arrogante y grosero. Cuando el parabrisas quedó totalmente rayado con lápiz labial rojo sonrió victoriosa y se sintió
orgullosa de su trabajo, aunque era algo infantil. Cuando estaba a punto de irse dé el lugar del crimen, escuchó voces a lo lejos que gritaban:
–¡Hey!, ¡¿qué rayos crees que haces?!—
Cuando vio que era aquel hombre quien había abierto la puerta, al arrogante narcisista de unos minutos atrás, comenzó a correr como un animalito salvaje para llegar a su automóvil mientras se quejaba mentalmente: ¿” A qué persona se le ocurre entrar a un centro comercial, ¿tan solo por unos pocos minutos?”. Apena estuvo dentro de su coche, se apresuró a encenderlo, ya para cuando el asistente del hombre estaba a punto de llegar al automóvil de la chica ya era muy tarde; la joven había sido más rápida y se había dado a la fuga.
“Maldito psicópata narcisista” eras las palabras que adornaban el parabrisa del coche, si aquello no hubiera sido poco, una enorme cara dibujada le sacaba la lengua. La respiración de Maximiliano se distorsiono, era la primera vez que conducía aquel automóvil desde que lo había comprado pero ahora simplemente había sido rayado con palabras vulgares como cualquier basura.
—Señor la joven ... yo no, no pude alcanzarla— balbuceo Paul con evidente nerviosismo y con un poco de cansancio.
Maximiliano le lanzó una mirada fría a su asistente—¿Quieres que yo vaya a alcanzarla por ti’’’’? — Inquirió con molestia.
—No, yo jamás quise decir tal cosa— Negó con rapidez e inquietud.
—¿Entonces que supones que aré con un no pude alcanzarla? —
Paul sabía que significaba la molestia de su jefe, tanto así que él no quería pagar los platos rotos del causante de su irá—Tendré toda la información de aquella mujer a más tardar mañana a primera hora encima de su escritorio— Afirmó con algo de temor.
—Mas te vale, ya que últimamente tu insuficiencia cada día me sorprende más, hasta el punto de considerar en darte unas muy lindas vacaciones, tal vez los países bajos sería una buena opción para ti. He escuchado que en una de las sedes de mi empresa se está necesitando personal de limpieza para ….
—¡NO! — interrumpió con rapidez Paul, negándose a cualquier tipo de las llamadas vacaciones que su jefe le quería dar.
Maximiliano lo fulmino con la mirada, por lo que Paul vaciló por unos segundos armando las palabras correctas en su mente para decir a continuación.
—Lo que quise decir fue que es muy amable de su parte, pero la verdad no necesito vacaciones—
—Eso esperó— dijo de manera cortante dando por terminada aquella conversación.
Ya dentro del automóvil Paul miro a su jefe de reojo, dudando si decirle que el anciano Cash le había encargado de hacerle acuerdo sobre la cena que se llevaría acabo en la casa de los Domale Dapane donde Maximiliano sería el invitado principal.
Su presencia era importante ya que si optaba por no asistir estaría desafiando de todas las maneras la autoridad del anciano Cash, y el como asistente personal seria arrastrado en medio de una guerra fría entre abuelo y nieto.
— Señor, su abuelo me pidió que le recordará que debe asistir a la cena de esta noche que se llevará acabo en la casa de los Domale Dapane— dijo Paul con algo de inseguridad ya que no savia como reaccionaria su jefe después, porque se notaba que aún seguía molesto con el incidente de su automóvil y o quería las vacaciones ya antes mencionadas.
Maximiliano le lanzo una mirada furiosa a su asistente como respuesta, esto fue suficiente para que Paul se mordiera la lengua y guardara silencio el resto del camino. Por otro lado, Maximiliano pensó en su amarga situación al recordar aquella alianza familiar que su abuelo había sellado con su viejo amigo cuando eran jóvenes y aún tenían el dominio de la ciudad, dado que ambas familias habían tenido hijos varones el acuerdo pasó para sus nietos. La suerte no estuvo de su lado esta vez la familia Cash había tenido un varón como primogénito, luego siete años después la familia Domale Dapane fue bendecida con una niña cómo primogénita, aquel día su destino quedo pactado en un contrato matrimonial entre ambas familias.
Todo esto fue confesado recientemente por su abuelo durante el desayuno de esta mañana, el anciano lo había dicho como si el fuera un tipo de mercancía la cual estaba disponible en ser negociada al mejor postor lo cual hizo que se enfureciera negándose a cumplir dicho contrató. Pero como hombre de negocios y ambicioso que era sabía que una alianza mediante un matrimonio con la familia Domale Dapane sería un Jake mate, ese era el mejor pase que tenia para lograr su cometido, el terminaría por convertirse en unos de los hombres más ricos del mundo y con un poco de suerte seria uno de los primero en aquella lista. Una vez que lo lograra encontraría la manera de deshacerse de cualquier lazo que lo uniera a la familia Domale Dapane y la dichosa alianza.
Sin saber que su tranquila vida está a punto de dar un giro inesperado inocentemente Tanying no dejaba de sonreír alegremente mientras conducía su coche; pensando que se había salido con la suya, le había dado su merecido a aquel hombre arrogante no tanto de lo que realmente se merecía a su parecer, pero le bastaba con saber que al menos había hecho algo y que no lo volvería a ver por el resto de su vida. Ahora, tenía que ver a donde compraría el obsequio que quería comprar en aquel centro comercial para el cumpleaños de su mejor amiga y compañera de clases. De repente el celular sonó atrayendo la atención de la joven quien al ver el nombre de su madre en el identificador de llamada hizo una mueca con sus labios y volteo su atención en conducir. Lo que restaba de la mañana Tanying era consciente de que había ignorado al propósito todas las llamadas de su madre, ya que esta segura que su único propósito era convencerla a como diera lugar para que asistiera a la cena de hoy; sin embarg
–¡Tang! –Gritó Emily mientras observaba desde la puerta– ¡Estuviste increíble, nena! – dijo orgullosa dándole unos golpecitos a su amiga en la espalda. Respirando de manera entrecortada después de haberse escapado, Tanying soltó un gran suspiro de alivio ya que logro cumplir el reto. Mientras tanto después del sorpresivo beso, Maximiliano se quedó petrificado en su asiento mientras que su rostro se oscureció como la noche, mientras veía a la chica salir de la sala 510 a toda velocidad. —Paul— rugió, furioso. —Si señor— —La dejas escapar esta vez, te iras de vacaciones sin retorno— Paul fue lo suficiente audaz para salir inmediatamente de la sala y comenzar a buscar aquella chica que había sido demasiado valiente como para desafiar a su jefe dos veces en el mismo día. Por otro lado, los otros dos hombres hicieron como si nada hubiera sucedido y siguieron jugando póker ya que ninguno de los dos estaba preparado para enfrentar la furia de Maximiliano Cash. De pronto un teléfono ce
En el pasillo……. —¿Estación de policía?, acaso estás loco idiota, acabo de besarte no de cometer un delito, ni siquiera podría llamarse a eso besar ya que simplemente fue un rose inocente así que suéltame— grito mientras intentaba zafarse de su fuerte agarré. “Vaya hasta que al fin dejo de fingir y saco sus garras como la gata callejera que es”, pensó para sí mismo Maximiliano arrastrándola con el al ascensor. Paul presionó el botón del primer pisó con rapidez. —Que no me escuchaste, te dije que me soltaras idiota— Maximiliano le lanzo una mirada fría, sin previo aviso la tomo por el cuello de su blusa y la azoto en el frío metal del ascensor. —¡Angh! — gimió Tanying ante el dolor en su espalda ocasionado por el golpe, por primera vez en su vida comenzó a sentir cierto temor por su vida. Paul miro horrorizado la escena que se estaba llevando a cabo frente a sus ojos, sin saber cómo detener aquella situación. —¿Idiota? ¡Ja!, sabes a quien estas insultando su mocosa de mierda—
—¡Tang! ¡Tanying! — Una ligera voz llamaba a Tanying mientras está cerraba con fuerza los parpados y se quejumbrosamente se negaba a despertar, sintió que la jalaban de la manga de su abrigo constantemente, pero entre más ignoraba más fuerte era la voz y el tirón. Esto hizo que finalmente se rindiera y que medio se despertará. Aunque estaba claro que todavía estaba media dormida, giro su cabeza hacia Emily; — Carajos, Emi…. Es mejor que tengas una muy buena razón para insistir tanto y no dejarme dormir. La única repuesta de Emily fue apuntar con su dedo índice, a lo que Tanying giró su cabeza y siguiendo la dirección apuntada vio al profesor Mauricio enfurecido. El solo hecho de presenciar aquel rostro de lucifer que se traía el profesor guapo de física era igual que ser arrojada de un enorme precipicio en opinión de ella. ¡Oh M****a!, luchando por incorporarse rápido como un soldado listo para la guerra, Tanying sacudió la cabeza violentamente al igual que su cabello que estaba ech
Alguien toco la puerta del estudio. — ¡Adelante! — dijo una voz ya algo cansada. La persona que se encontraba afuera, abrió la puerta. —¿Quieres hablar conmigo? —dijo el hombre más joven. Antes de entrar Maximiliano había recibido un mensaje de texto del anciano de su abuelo, especificándole que si no iba no le temblaría la mano en arruinar la carrera y vida de aquella mujer ordinaria. Antes del que el joven pudiera tomar asiento, el viejo Damon fue al grano. —No permitiré, que una mujer tan ordinaria y huérfana forme parte de esta familia así que es mejor que te olvides de aquella idea absurda ¡Qué vergüenza! Que agás estupideces por esa mujer, tanto que estás dispuesto a deshacer la alianza familiar con los Domale Dapane que tanto me costó hacer para el futuro de esta familia “Tu futuro”, debí de deshacerme de ella años atrás cuando me imploraste que la acogiéramos. El viejo Damon, pensaba que Maximiliano, aunque sintiera cualquier tipo de apego asía aquella mujer tenía que
De inmediato se tapó la boca con las manos, pero fue en vano, todos los presentes la habían escuchado. Entonces Marc miró a su hija y le preguntó: —Tanying, ¿se conocen ustedes dos? —No le parecía posible que fuera así. Por lo que tenía entendido, Maximiliano siempre estaba ocupado y su hija no era la clase de persona a quien le gustara tratar con tipos aburridos que solo ocupaban su tiempo en trabajar. “¿Qué si lo conozco?, claro que lo conozco este tipo es quien trato a tu preciada hija de gata callejera, después de haberse ofendido con un rose de labios inocente; pensó para sí misma con las manos todavía cubriéndole la boca, Tanying negó con la cabeza a la pregunta de su padre, y no quiso decir ni una sola palabra más. Sin embargo, Maximiliano rio sarcásticamente entre dientes y la contradijo: —Así que te llamas Tanying… La reacción de ambos jóvenes hizo que, para los demás presentes en la sala, fuera evidente que ese par ya se conocían; en ese momento el viejo Damon preguntó a
Solo así, durante la cena, la familia Domale Dapane y el mayor de la familia Cash decidieron que el contrato matrimonial se iba a cumplir. No le importaba que ella no quisiera o que ambos jóvenes se opusieran no había nada que se pudiera hacer. La decisión ya había sido tomada. En dos días, las dos familias celebraron una gran fiesta de compromiso en el hotel más prestigioso de la ciudad. Y La boda estaba programada para los primeros días de septiembre. Todo sucedió muy rápido. Para Tanying parecía todo sacado de una pesadilla. Recia ante toda la situación que se estaba dando, había sido maquillada y vestida por las manos de los mejores profesionales del país por lo que la chica lucía hermosa y radiante. Con una copa de vino en su mano mirando como sus amigos y familiares iban y venían de un lado a otro, alzó la copa llevándosela a sus labios tomándose de un solo trago el líquido. De repente Emily grito de la emoción. —¡Esto debe ser el destino! te vas a casar con él con Maximilia
—¡Que…!, fue la única palabra que a tuno en el cerebro de Tanying cuando vio que el rostro de Maximiliano se acercaba con la intención de besarla. Justo cuando estaba a punto de besarla en los labios, ella giro la cabeza de repente. El beso cayó sobre su cabello. Las luces en el escenario estaban atunadas, y esto dio la ilusión de que la pareja se había besado. Los invitados no tenían idea de que el beso cayó distorsionado. Solo el presentador a su lado vio esta escena claramente. Reprimió su propia vergüenza sin poder creer que había una mujer que se resistía a los encantos de Maximiliano Cash, pero fingió no ver nada. Una mujer quien miraba desde una esquina la escena con ojos lleno de ira, agitando un vaso de vino tinto en su mano. Sus celos estallaron en su interior como fuegos artificiales en noche de año nuevo. —Admítelo, no serás más que una simple amante de ahora en adelante— Se burló Emily quien se encontraba a una distancia prudente de Alison Su, su voz era alta más de lo n