Inicio / Fantasía / La ofrenda / XXXVIII Gris como las cenizas
XXXVIII Gris como las cenizas
Reino de Nuante, aldea Kabora

Muy temprano en la mañana, la princesa salió del humilde lecho que ocupaba en casa de Arua. La joven se había despertado antes del alba e hilaba lana sentada fuera de su hogar.

—¿El rey aún duerme? —preguntó al ver a Lis.

La princesa asintió. Desz estaba extenuado y no deseaba despertarlo.

—Es un honor que él esté descansando bajo mi techo. El señor Oak debe estar muriendo de la envidia.

Ambas rieron, sabiendo de la ferviente admiración del hombre por Desz y sus incansables deseos de complacerlo.

—Tú también debes sentirte honrada por servirlo tan de cerca.

Lis no supo qué decir.

—El rey Desz es muy guapo —agregó sonriente Arua.

—No digas eso, él podría oírte —susurró Lis.

—Dijiste que estaba dormido.

—Sí, pero tiene el más excepcional de los oídos. A veces creo que puede oír hasta el latir de mi corazón.

Arua la miró con incredulidad, sin dejar de sonreír.

—¿También te parece guapo? —insistió.

—Deja de decir esas cosas, insensata —la regañó Lis.
NatsZ

Un mensajero que no logró llegar a su destino será el inicio del caos. ¡Gracias por leer!

| 20
Capítulos gratis disponibles en la App >

Capítulos relacionados

Último capítulo