Quien piense que estudiar en la universidad y aprobar cada una de las materias es algo difícil, definitivamente no tiene ni idea de lo complicado que resulta encontrar un puesto de trabajo decente.
Llevo ya dos meses buscando y presentándome a entrevistas de trabajo, pero nada me funciona. En las corporaciones solo quieren contratar personal con experiencia ¡¿Cómo voy a tener experiencia si me acabo de graduar?! Me parece algo sumamente injusto.
Ahora estoy aquí corriendo y tratando de arreglarme lo más pronto posible para llegar a otra entrevista. Esta es la cuarta que hago en el día de hoy, ya estoy exhausta, pero no me queda de otra.
Después de tantas semanas buscando algo relacionado con el marketing, me he dado por vencida. El puesto para el que quiero aplicar es de recepcionista. Supongo que por algo se empieza. Necesito este trabajo, o cualquier otro, ya mis ahorros se me están agotando.
Por lo menos, teniendo un puesto fijo en esta empresa, podré luego intentar ir subiendo de puesto, poco a poco. Esta es una de las empresas financieras más importantes de Seattle, estoy segura de que aquí mi carrera se impulsará. Tengo que creerlo.
Después de un pequeño paseo en taxi, al fin llego ¡Wow! Nunca pensé que sería tan enorme e impresionante. Las demás empresas a las que había ido no se pueden comparar con esta.
Estoy segura de que, cualquier trabajo aquí podrá darle un vuelco a mi vida y eso es justamente lo que necesito. Ajusto mi chaqueta y me dirijo con firmeza hacia la chica de la recepción.
- Hola, mi nombre es Nerea, estoy aquí para la entrevista de… -de inmediato la chica me interrumpe para completar la frase
- Por el puesto de recepcionista ¿no? –yo asiento con mi cabeza ante la sorpresa- Tienes que ver a la jefa de recursos humanos, ella se encargará de tu entrevista, piso 26, oficina 207, justo en el pasillo que te quedará en frente
- Muchas gracias
- Solo una cosa más, la oficina de nuestro CEO se encuentra ahí también y no le gusta el ruido –me dice mientras me regala una sonrisa
- Perfecto, muchas gracias por el aviso
Salgo caminando con determinación y mucha emoción sobre todo. A partir de este momento mi vida puede cambiar por completo. Tengo una buena sensación sobre esto. Todavía no me puedo creer que esté en la corporación Black.
Toco a la puerta de la oficina 207 de forma delicada, pero nadie responde. Parece que voy a tener que esperar un rato. Tomo asiento en una de las sillas del pasillo y espero mientras leo una de las revistas que estaban en la mesita de al lado.
Alex Black está considerado como uno de los millonarios más jóvenes de la ciudad. Comenzó su negocio solo con veintitrés años en su propio apartamento ¿Quién diría que ahora es dueño de todo esto?
Cuando más emocionada estaba leyendo, un fuerte ruido al final del pasillo me distrae. La curiosidad me llama, pero temo que me vaya de aquí y llegue la jefa de recursos humanos.
De repente, la risa inconfundible de un bebé hace que vuelva a girar mi atención hacia el final del pasillo. No uno, sino dos bebés vienen hacia mi dirección gateando por el suelo. Lucen adorables.
Miro hacia todas las direcciones en busca de alguien que esté al pendiente de ellos pero no logro ver a nadie ¿Cómo se puede ser tan irresponsables como para dejar s dos bebés solos por ahí?
Inmediatamente me arrodillo en el suelo para poder verlos de más cerca. Al verme comienzan a reír estrepitosamente.
- ¡No, no, no! –les digo aterrada recordando la advertencia de la secretaria sobre las oficinas del CEO- no hagan ruido –les pido en vano
Ellos gorgojean en su propio idioma y a todo pulmón a la misma vez que ríen. Uno de ellos llega hasta mis piernas y se apoya en ellas mientras me mira feliz. Son una verdadera ternura.
Continúo mirando el pasillo esperando que en algún momento salga alguien en su búsqueda, pero no veo a nadie. No entiendo qué hacen estos pequeños aquí. No deberían estar solos por estos pasillos ¿Dónde están sus padres? Esto es una irresponsabilidad demasiado grande.
Justo en el momento que estoy pensando qué debo hacer con ellos, comienzan a gatear a toda velocidad ¿Cómo pueden ser tan pequeños e ir tan rápido? Me apresuro para tomarlos en mis brazos antes de que se puedan caer y hacerse daño.
- ¡Chiquitines! No pueden hacer estas cosas –les digo como si fueran capaces de entenderme- pueden lastimarse –ellos continúan riendo y con sus brazos gorditos empiezan a juguetear con mi cabello
Ya está, tengo que encontrar a sus padres antes de que se hagan daño, cualquier cosa les puede suceder. Estoy segura que si llega la jefa de recursos humanos y no estoy, entenderá la razón, pero no puedo dejarlos aquí solos, mi conciencia no me dejará tranquila.
Salgo caminando a lo largo de todo el pasillo, intentando sostener a los bebés que no hacen más que moverse y retorcerse en un intento de librarse de mí para volver al suelo ¡Vaya que son inquietos!
No logro encontrar a nadie por estos pasillos y no quiero ir tocando puerta por puerta molestando en las oficinas, no deseo que me despidan antes de que me hayan contratado.
En un intento por calmarlos, comienzo a dar pequeños brinquitos para acunarlos. Algo debo estar haciendo bien porque, después de unos pocos minutos, se acurrucan contra mi pecho y sus ojos se cierran.
Al fin dormidos, puedo caminar con más calma. Veo unas puertas grandes abiertas y entro en un local bastante amplio, es una recepción, pero tampoco hay nadie.
¿Acaso aquí no trabaja nadie? Mo puede ser esta una de las mejores empresas cuando ni siquiera hay personal.
- ¿Hola? ¿Hay alguien aquí?
Para variar, nadie aparece. Ya los brazos me están pesando bastante, así que tomo asiento. Supongo que en algún momento alguien tiene que llegar o reclamar a estos pequeños.
Luego de unos minutos, siento pasos que se dirigen hacia aquí.
- ¡Aquí están! –la voz fuerte de un hombre me exalta haciendo que dé un brinco en la butaca del susto
Giro mi cabeza con la intención de regañarlo por hablar alto, pero mi sorpresa no me lo permite ¡Es Alex Black!
Se queda mirándome fijamente. Es mucho más alto que yo y, por encima del traje perfectamente usado, se ve que tiene su pecho y brazos anchos. Se ve mucho mejor en persona que en las revistas. Sus ojos son muy oscuros, casi negros, me podría perder en ellos por una eternidad.
El terror y el pánico se reflejan en ellos claramente, no por mucho porque de inmediato se transforman en puro enojo.
- ¡Los he estado buscando por todos lados! Gracias a Dios que están bien
Como era de esperarse, los bebés se despiertan y comienzan a moverse en mis brazos. La vista del señor Black, pasa de ellos hacia mí.
- Es hora de que me expliques qué demonios haces tú con mis pequeños…
¿Cómo que sus pequeños? ¿El señor Black tiene hijos? Vaya, eso sí que es un descubrimiento para mí, en todas las revistas que he leído y en los artículos sobre él jamás habían mencionado que era padre de dos hijos, es tan joven. - Entonces ¿por qué tienes tú a mis hijos y no su niñera?¿Qué le pasa? Acabo de hacerme cargo de estos dos pequeñines. Si no hubiera sido por mí, sabrá Dios en qué lío se hubieran metido. Creo que su molestia es la forma más injusta de reaccionar a esta situación, debería estarme agradeciendo. Es algo muy grosero de su parte, prácticamente me está gritando y ni siquiera es mi jefe, todavía, esperemos.No creo que me convenga mucho contestarle con la misma actitud con que él me está tratando a mí, estoy en completa desventaja aquí si quiero tener este trabajo. - Disculpe señor Black, pero no sé quién es su niñera. Yo estaba en el pasillo cuando los bebés vinieron gateando en mi dirección. Como no vi a nadie me preocupé y los traje hasta aquí buscando un resp
¡¿Qué?! ¿A qué se refiere exactamente con mudarme? ¿Por qué me mudaría yo? No le encuentro sentido a nada de lo que dice este hombre. Su cabeza tiene que estar muy mal. Me tengo que obligar a unir mi mandíbula nuevamente, tenía la boca abierta de par en par por la sorpresa ante sus palabras. - ¿Cómo que mudarme? –le pregunto cuando al fin me recupero - Conmigo y con los bebés¿Por qué no me habla claro de una vez por todas? Está dando vueltas y vueltas desde el inicio de esta conversación. Ha estado preguntándome cosas sin sentido porque al final, no piensa contratarme para el puesto de recepcionista.¿Para qué él quiere que me mude a su casa? Está completamente loco. Tanta fama y tanto trabajo han logrado que le explote la cabeza definitivamente. No pude ser posible que me esté hablando en serio. Necesito saber qué está pensando y si no piensa hablar claro, pues lo haré yo. - ¿Qué tipo de trabajo requeriría que me mude con usted? - Quisiera contratarme para que cuides de mis peq
De pronto el gorjeo de los bebés me saca de mis pensamientos y me hace recordar que la razón por la que estoy aquí es para cuidarlos.Lo poco que he interactuado con ellos me ha gustado. Son dos pequeñines tranquilos, o por lo menos eso creo, tendré que ver en el camino.Luego de pasar toda la mañana inventando juegos para entretenerlos, preparando sus comidas y todo un día de maratón de videos animados, me dejo caer en la cama de mi habitación. Estoy muerta del cansancio, nunca había experimentado algo así.Me costó mucho trabajo poner a dormir a los bebés, son muy resistentes, creo que mi primer día con ellos fue pura suerte y me está preocupando que no esté a la altura de esto. No quiero que la situación se me vaya de las manos.Supongo que tengo que adaptar mi mente y mi cuerpo a este nuevo estilo de vida y, una vez que me haya acostumbrado, todo me resulte mucho más sencillo, por lo menos guardo esa esperanza.Lo mejor para mí será cansarlos lo que me queda del día, así, cuando l
Me he pasado todos estos días pensando en las últimas palabras que me dijo. No es el hecho de que me haya permitido tutearlo, es la forma en la que me miró, fue como si me estuviese viendo por primera vez, como si acabara de enterar de que soy una chica. Me alegro saber que mis encantos no le son indiferentes. Saber que le parezco atractiva a uno de los empresarios más guapos y codiciados, me hace sentir bien.Ahora, quince días después, estoy sentada en su despacho frente a él y todavía no me lo puedo sacar de la cabeza. Vamos Nerea, concéntrate ¿Cómo me voy a concentrar si tiene la mirada más penetrante que jamás había conocido? No voy a mentir, resulta un poco intimidante, pero atractivo también.No tenía ni idea de lo difícil y agotador que era cuidar a dos pedacitos de personas y eso que los gemelos son bastantes tranquilos, de lo contrario, no sabría ni qué hacer, pero siempre tengo que estar al pendiente de ellos, preparando sus cenas, limpiándolos, jugando con ellos. Es un si
No sé qué me ha pasado, lo único que sé es que mi cerebro me repetía una y otra vez que tenía que salir de ese cuarto de baño lo antes posible. La forma en la que me estaba observando era distinta a las anteriores.Pude sentir la tensión entre nosotros con una facilidad increíble. Mi cuerpo estaba rígido de pies a cabeza. Tenía la sensación de que, si me quedaba unos minutos más, iba a besarme. Me estaba viendo fijamente y esos ojos, parecían un universo sin fin.Sacudo mi cabeza intentando sacarme el recuerdo, pero es en vano. No tengo palabras suficientes ni correctas para explicar lo que sucedió, pero sé que fue una conexión muy fuerte. Algo que nunca antes había experimentado y debo admitir que me he asustado un poco.Me dirijo hacia el cuarto de los bebés y, a medida que lo voy organizando todo para cuando Alex los acueste, pienso en nosotros una y otra vez.La forma en que las gotas de aguas le corrían por el cuello todo el camino hacia su pecho, la manera en la que su camisa e
No todos los días con los pequeñines son de rosa. Hay días en los que están tranquilos, pero otros, como el de hoy, no paran ni un solo segundo. Parece que se han despertado de mal humor. Pasé toda la mañana tratando de entretenerlos para que no lloren y, después de un largo intento, encontré un pequeño juguete que al presionar las teclas sale música.Al inicio fue una idea perfecta, hasta me alegré en verdad. No tenía idea del rato que se iban a pasar tocando las mismas teclas. Ahora estoy aquí, sola esforzándome con todo mi espíritu para hacerles el almuerzo, pero entre el ruido del juguete y los gritos de los gemelos estoy a punto de perder la cabeza.No sé qué hacer ya, he tratado de todo por quitárselos y no estoy exagerando cuando digo de todo, pero, cada vez que se los quito de en frente, comienzan a chillar a todo pulmón ¿Por qué no pude encontrar otro juguete?Escucho mi celular sonando en el salón principal y, en un intento por librarme de tanto bullicio y caos por unos po
Estoy aterrada, por unos minutos me quedo congelada mirando a Alex sin saber qué hacer. Por el intercomunicador escucho a los gemelos llorando a todo pulmón como si supieran que algo grave le ha sucedido a su padre.¡Nerea, recomponte! Tienes que hacer algo para ayudarlo. Con todas mis fuerzas comienzo a moverlo hasta lograr subirlo al sofá. Le reviso la cabeza con suma delicadeza para comprobar que no se haya dado un golpe grave. De inmediato, tomo el teléfono y llamo a emergencias. Tienen que venir a atenderlo en cuanto antes. Él estaba perfectamente bien cuando entró por esa puerta, estaba feliz. No tengo idea de qué le pudo haber sucedido para que, de un momento a otro se pusiera tan mal.-¡Alex! –lo llamo dándole unos toquecitos en su rostro a ver si despierta, pero nadaPara mi suerte, los paramédicos llegaron en cuestión de pocos minutos. El alivio recorrió mi cuerpo de forma inmediata. Corro hacia la puerta y la abro dándole paso a los médicos para que comiencen a examina
-Está bien Nerea, déjame hablar –las marcas de las ojeras están demasiado presentes todavía, sigue necesitando descansar-Alex –digo tapando el auricular del teléfono- yo me estoy ocupando de esto, puede ser que no lo recuerdes, pero anoche te pusiste muy mal y los doctores te prohibieron completamente trabajar-No será nada, solo diré lo que tiene que hacer en mi ausenciaLo miro un poco desconfiada, pero, con lo cansado que lo veo, no creo que él tenga muchos deseos de salir hoy de aquí.Comienzo a caminar para alejarme de su conversación y darle más privacidad, pero él me detiene agarrándome el brazo:-Los bebés deben estar despiertos ya, llévalos a mi habitación por favor, en cuestión de minutos estaré ahí con ustedesSolo asiento con mi cabeza, después de esto que acaba de suceder, no quiero arriesgarme a molestarlo más. Este trabajo es importante para mí, no me puedo dar el lujo de perderlo por ser una contestona.Hago tal y como él me indicó. En efecto, los gemelos est