Me he pasado todos estos días pensando en las últimas palabras que me dijo. No es el hecho de que me haya permitido tutearlo, es la forma en la que me miró, fue como si me estuviese viendo por primera vez, como si acabara de enterar de que soy una chica.
Me alegro saber que mis encantos no le son indiferentes. Saber que le parezco atractiva a uno de los empresarios más guapos y codiciados, me hace sentir bien.Ahora, quince días después, estoy sentada en su despacho frente a él y todavía no me lo puedo sacar de la cabeza. Vamos Nerea, concéntrate ¿Cómo me voy a concentrar si tiene la mirada más penetrante que jamás había conocido? No voy a mentir, resulta un poco intimidante, pero atractivo también.No tenía ni idea de lo difícil y agotador que era cuidar a dos pedacitos de personas y eso que los gemelos son bastantes tranquilos, de lo contrario, no sabría ni qué hacer, pero siempre tengo que estar al pendiente de ellos, preparando sus cenas, limpiándolos, jugando con ellos. Es un sin parar constante la verdad, no hay descanso.A pesar de todo ese trabajo, son unos niños demasiados encantadores. Me levanto por las mañanas ya con deseos de verlos, de estar con ellos. Sus risitas son encantadoras y hacen que yo ría también, es contagiosa. Son tan adorables que me dan deseos de apretarlos con fuerza y yo que pensaba que cuidar de bebés se me iba a dar fatal. - Bueno Nerea, ya han pasado quince días desde que comenzaste a cuidar a los bebés ¿cómo te sientes? –me pregunta él rompiendo el silencio abismal que había entre los dos - La verdad, muy bien Alex, tienes unos niños encantadores, no te voy a mentir, hay días en los que termino muy cansada, pero el tiempo con ellos es una compensación - ¿Eso significa entonces que te quedarás con ellos? - Claro ¿por qué no habría de hacerlo? - Recuerda que habíamos pactado que estuvieras aquí por un período de prueba y que si descubrías que esto no era lo tuyo, te brindaría un puesto fijo en la empresa¡Mierda! Es cierto, con tanto revuelo se me había olvidado por completo. Con ese objetivo fue que acepté este trabajo. Un puesto en la Corporación Black sería estupendo, pero no puedo dejar a los pequeños así sin más. Ya hemos creado un vínculo bonito, no les puedo hacer eso.Supongo que si continúo trabajando para Alex, no me negará más adelante un puesto en su empresa. Desde aquí le puedo demostrar lo eficiente que soy, estoy segura de ello. - Alex, no puedo irme así, me gusta pasar tiempo con los bebés ya me he ido acostumbrando a ello, supongo que, más adelante cuando lo decida, seguirá estando esa vacante para mí ¿no? - Por supuesto, te lo has ganado y más ahora que estás dispuesta a seguir cuidando de mis pequeñines. Muchas gracias, si no te tuviera aquí no sé qué haríaAl escuchar sus palabras una sonrisa tonta se me dibuja en el rostro, por más que lucho para quitarla no puedo. - He estado pensando en ir de compras, los gemelos están creciendo y sería bueno desarrollar su creatividad con pequeños juegos - Muy bien, me parece una idea estupenda - He estado leyendo bastante sobre el tema y, mientras a más temprana edad se les comience a enseñar, mejor será para ellos y para ejercitar sus cabecitas - Ya veo que has hecho tus deberes –me dice con una mirada pícara¡Está jugueteando conmigo! Tiene que ser, no soy tan tonta como para no darme cuenta. Siento cómo mis mejillas se van encendiendo poco a poco, deben estar al rojo vivo. Me ha costado un poco, pero creo que, finalmente, se está abriendo conmigo poco a poco. - Al inicio me rompía la cabeza inventando qué hacer, pero luego descubrí esta cosa que se llama Internet y resolví todos mis problemas –le contesté a modo de juego también- ¿Sabías que ahí puedes encontrar la respuesta a cualquier cosa? - Pues tendré que revisarlo entonces yo también –me responde riendo- Hablando ya en serio, me parece una excelente idea ¿podemos ir mañana? Quiero acompañarte, así estoy un tiempo con ellos también - Me parece perfecto - Pues está agendado yaMe dice extendiendo su mano para estrecharla con la mía, como si hubiésemos acabado de cerrar un trato. - Es hora de bañar a los gemelos - Te ayudaré –se ofrece muy dispuesto y nos ponemos manos a la obraNo sé qué le está pasando hoy, pero no me ha quitado los ojos de encima. No quiero hacerme ideas que no son. Perfectamente, él puede simplemente estarme tratando con amabilidad, al fin y al cabo, convivimos juntos todos los días, sería un poco extraño que nos tratemos como desconocidos.Tienes que enfocarte Nerea, él es tu jefe, no en la empresa, pero es tu jefe al fin y al cabo y tú no eres más que una de sus empleadas domésticas, con un poco más de beneficios que las demás, pero sí, eres como una empleada doméstica y el respeto se tiene que mantener para no crear problemas mayores.Es un padre maravilloso, está bañando a la niña con la mayor delicadeza y destreza del mundo. Se nota que no es la primera vez que hace esto. Debe haber sido muy difícil para él hacerse cargo solo de dos niños recién nacidos.No quiero ni imaginarme cómo fue capaz de llevar el trabajo junto con la paternidad, supongo que tuvo mucho más que par de noches de desvelo.Uno de los juguetes con los que se entretenía Aitana sale volando por el aire y aterriza justo en la cara de Alex. En cuanto lo veo, la risa sale de mí sin poder evitarlo. Son carcajadas las que salen de mi boca. En verdad fue algo bastante gracioso de ver. - ¿Con que te parece gracioso, no? –me pregunta Alex riendo - Bueno, a decir verdad, me parece que el sobrenombre del “jefe más temido de todo Seattle” ahora mismo te queda enorme, este trabajo se te ha ido de las manos, no comprendo cómo puedes ser CEO si no puedes hacer algo tan sencillo como esto –le digo molestándolo sin parar de reirme - ¿Con que así piensas? Yo mismo te voy a demostrar cómo se hace, creo que estás demasiado tranquila, tienes que mojarte más en cuanto a estoY diciendo estas palabras, tiró la palma de su mano contra el agua de la bañera salpicándome por completo. Alex se está divirtiendo de lo lindo, no para de reír todo divertido ¿Quién lo diría?Esto es bueno para los pequeños, más ahora que Alex ha tenido menos tiempo para dedicarles. Ha tenido que cerrar varios contratos en estos días haciendo que llegue a casa tarde cuando ya los bebés están durmiendo.No me lo pienso dos veces. Me quedo mirando a Alex de una manera amenazadora, haciéndole creer que me he molestado y, en cuanto se descuida un momento, le devuelvo el golpe chapoleteando en el agua. Su cara queda empapada al segundo, al igual que su camisa.Los bebés no paran de reír y divertirse, esto es un juego muy entretenido para ellos. - Eso ha sido un golpe bajo, señorita Jones. Lo siento - ¿Por qué? –le pregunto temiendo que se haya molestado - Por estoDice introduciendo sus dos manos juntas en forma de recipiente y me empapa con el agua que corre por todo mi pecho mojando mi blusa. Yo nunca he sido de perder en las competencias y este no será el caso. Comenzamos a devolvernos los golpes sin parar. - Ríndete Nerea - ¡Jamás!Nosotros parecemos ser los niños. Hacía mucho tiempo que no me la pasaba tan bien. La sensación de júbilo me inunda haciendo que me sienta totalmente genial.En un intento por detenerme, Alex me agarra por los brazos dejándome inmovilizada por completo y me atrae hacia él. quedamos muy cerca el uno del otro, puedo sentir su respiración y su camisa mojada contra la mía.Mi corazón comienza a palpitar con mucha velocidad. De pronto hemos dejado de reír y nos estamos mirando fijamente. Sus ojos son tan oscuros que puedo perderme en ellos una eternidad.De repente, su mirada cambia y se dirige hacia mi pecho, yo hago lo mismo solo para darme cuenta de que mi blusa es blanca y debido al agua se ha transparentado entera.Respiro de forma agitada. Me mira, realmente me está mirando y solo puedo apreciar deseo en sus ojos. No puedo permitir esto. - Tengo que irme –balbuceo y, sin decir una sola palabra más, salgo a toda velocidad del baño…No sé qué me ha pasado, lo único que sé es que mi cerebro me repetía una y otra vez que tenía que salir de ese cuarto de baño lo antes posible. La forma en la que me estaba observando era distinta a las anteriores.Pude sentir la tensión entre nosotros con una facilidad increíble. Mi cuerpo estaba rígido de pies a cabeza. Tenía la sensación de que, si me quedaba unos minutos más, iba a besarme. Me estaba viendo fijamente y esos ojos, parecían un universo sin fin.Sacudo mi cabeza intentando sacarme el recuerdo, pero es en vano. No tengo palabras suficientes ni correctas para explicar lo que sucedió, pero sé que fue una conexión muy fuerte. Algo que nunca antes había experimentado y debo admitir que me he asustado un poco.Me dirijo hacia el cuarto de los bebés y, a medida que lo voy organizando todo para cuando Alex los acueste, pienso en nosotros una y otra vez.La forma en que las gotas de aguas le corrían por el cuello todo el camino hacia su pecho, la manera en la que su camisa e
No todos los días con los pequeñines son de rosa. Hay días en los que están tranquilos, pero otros, como el de hoy, no paran ni un solo segundo. Parece que se han despertado de mal humor. Pasé toda la mañana tratando de entretenerlos para que no lloren y, después de un largo intento, encontré un pequeño juguete que al presionar las teclas sale música.Al inicio fue una idea perfecta, hasta me alegré en verdad. No tenía idea del rato que se iban a pasar tocando las mismas teclas. Ahora estoy aquí, sola esforzándome con todo mi espíritu para hacerles el almuerzo, pero entre el ruido del juguete y los gritos de los gemelos estoy a punto de perder la cabeza.No sé qué hacer ya, he tratado de todo por quitárselos y no estoy exagerando cuando digo de todo, pero, cada vez que se los quito de en frente, comienzan a chillar a todo pulmón ¿Por qué no pude encontrar otro juguete?Escucho mi celular sonando en el salón principal y, en un intento por librarme de tanto bullicio y caos por unos po
Estoy aterrada, por unos minutos me quedo congelada mirando a Alex sin saber qué hacer. Por el intercomunicador escucho a los gemelos llorando a todo pulmón como si supieran que algo grave le ha sucedido a su padre.¡Nerea, recomponte! Tienes que hacer algo para ayudarlo. Con todas mis fuerzas comienzo a moverlo hasta lograr subirlo al sofá. Le reviso la cabeza con suma delicadeza para comprobar que no se haya dado un golpe grave. De inmediato, tomo el teléfono y llamo a emergencias. Tienen que venir a atenderlo en cuanto antes. Él estaba perfectamente bien cuando entró por esa puerta, estaba feliz. No tengo idea de qué le pudo haber sucedido para que, de un momento a otro se pusiera tan mal.-¡Alex! –lo llamo dándole unos toquecitos en su rostro a ver si despierta, pero nadaPara mi suerte, los paramédicos llegaron en cuestión de pocos minutos. El alivio recorrió mi cuerpo de forma inmediata. Corro hacia la puerta y la abro dándole paso a los médicos para que comiencen a examina
-Está bien Nerea, déjame hablar –las marcas de las ojeras están demasiado presentes todavía, sigue necesitando descansar-Alex –digo tapando el auricular del teléfono- yo me estoy ocupando de esto, puede ser que no lo recuerdes, pero anoche te pusiste muy mal y los doctores te prohibieron completamente trabajar-No será nada, solo diré lo que tiene que hacer en mi ausenciaLo miro un poco desconfiada, pero, con lo cansado que lo veo, no creo que él tenga muchos deseos de salir hoy de aquí.Comienzo a caminar para alejarme de su conversación y darle más privacidad, pero él me detiene agarrándome el brazo:-Los bebés deben estar despiertos ya, llévalos a mi habitación por favor, en cuestión de minutos estaré ahí con ustedesSolo asiento con mi cabeza, después de esto que acaba de suceder, no quiero arriesgarme a molestarlo más. Este trabajo es importante para mí, no me puedo dar el lujo de perderlo por ser una contestona.Hago tal y como él me indicó. En efecto, los gemelos est
Después de ayer, no estoy teniendo un día muy fácil que digamos con los pequeños. Ellos estuvieron todo el tiempo con Alex y ahora les está costando un poco de trabajo acostumbrarse a que no esté en la casa. Los pobres, deben extrañarlo.Quizás sea bueno para ellos que los lleve a la empresa, así ven a su padre y este tiene unos minutos de descanso de tanto trabajo.Claro Nerea, vamos a hacer como que tú no tienes deseos de verlo también ¡Qué bah! Si a ti te da completamente igual ¡Por Dios! Soy una ridícula. No puedo hacer mejor el papel de tonta, si es que me queda perfecto.No me interesa lo que mi subconsciente piense de mí. Sé que es absurdo de mi parte sentir algo por él o pensar que podríamos llegar a algo más entre nosotros, pero no me importa, voy a ir y lo veré y punto.Justo como lo planifiqué, un rato después estoy cruzando las puertas de entrada de la Corporación Black. Otro guardia me recibe en la entrada y recuerdo mi incidente aquí de hace unos cuantos días atrás. Teng
El corazón me da un vuelco cuando escucho su voz, cuando pronuncia su nombre, suena tan bien saliendo de sus labios. No es lo mismo que otra persona lo diga a que lo diga él, suena como si fuese suyo, aunque, evidentemente, no lo es.-Alex ¿quién es esa chica? La voz de ella tiene en mi todo el efecto contrario que la de Alex. Acaba de preguntarle con desdén, como si fuese un grano de basura dentro de todo un contenedor ¿Qué demonios les sucede a las personas de este edificio?Justo en este momento estoy cayendo, la secretaria de Alex sabía que estaban ellos dos dentro de su oficina. Me dijo que pasara a posta, probablemente para buscarme un fuerte regaño de parte de él. No tiene idea de que ha logrado hacer algo mucho más grave que eso, ha logrado que mi corazón se parta en dos.Debo ser muy estúpida por haber confiado en ella, la sonrisa que me puso tenía que ser advertencia suficiente para mí, pero, más tonta soy al hacerme ilusiones con este hombre que no me debe absolutamen
No sabía que él tenía tan buena opinión de mí, se siente bien, pero, de repente me doy cuenta, eso no es suficiente, eso no hará que me mire como algo más. Es tiempo de que me dé cuenta de que entre nosotros nunca va a suceder nada. Simplemente me considera como una buena persona porque lo soy y porque cuido a sus hijos como si fueran míos, pero nada más.Solo le gusta que sea buena en mi trabajo y que lo haga con tanta dedicación.-Me alegro que te guste la forma en la que realizo mi trabajo –le digo con la cabeza baja, no quiero que vea la decepción en mi rostro-¿Qué dices? No me has entendido para nada, no es que hagas tu trabajo bien, o sea, sí lo haces, pero no es a lo que me refiero. No sabes que me paso todo el día pensando en llegar a casa y encontrarte ahí con los niños. Tú has hecho de mi casa una familiaMe quedo mirándolo fijamente. Estoy escuchando cada palabra que sale de su boca, pero no logro entenderlo. No quiero malinterpretar las cosas y ponernos en una situac
Estoy muy concentrada fregando los platos donde acaban de cenar los gemelos. Los escucho jugando muy divertidos en su lugar de siempre y pensando en todo lo que ha sucedido hoy. Sin dudas ha sido un día bastante complejo, pero me ha encantado.Cuando menos me lo esperaba, dos manos se apoyan en el borde del fregadero. Es Alex y siento su cuerpo pegado contra el mío y su boca junto a mi oído. Su aliento está directamente contra mi nuca haciendo que la piel se me ponga de gallina.-¿Quién era ese chico? Me pregunta y tengo que hacer un esfuerzo sobrehumano para poder analizar lo que me está preguntando y, sobre todo para poder responderle. Mi cerebro solo se concentra en la cercanía que hay entre su cuerpo y el mío, entre su piel y mi piel.-No sé de qué me estás hablando-El chico con el que estabas conversando de forma muy cercana bajo el edificio¿Qué? ¿Cómo ha sabido que estuve hablando con Ulises? ¿Acaso me tiene puestas cámaras en el coche de los niños?-Es Ulises, uno