Hiro miró todo a su alrededor y luego su vista se posó en la mujer que estaba observándolo fijamente, le gustaba eso, le gustaba que ella lo viera de ese modo.Se acercó a ella ignorando al hombre que estaba justo a su lado y la miró directo a los ojos.Ella estaba por decir algo, cuando de la nada Hiro la tomó de la nuca con una sola mano y pegó sus labios a los de ella, John estaba incrédulo, muy enojado, así que empujó a Hiro tratando de alejarlo, pero apenas y pudo moverlo un poco.Neri por supuesto se asustó, no quería que ellos pelearan ahí, así que se interpuso entre ellos al ver la mirada que Hiro le lanzó a John.—Muy bien, basta, no hagan nada estúpido—Advirtió ella.—¿Cómo te atreves a besar a este imbécil así como así?.—¿Qué hace este idiota aquí?—preguntó Hiro.—Basta los dos, no les debo explicaciones, si no se soportan, váyanse, justo ahora estoy muy ocupada y no voy a lidiar con ustedes.Hiro se relajó y sonrío con altanería. —Yo no tengo problema, sacaremos la basura
Ambos sonrieron.—¿Dónde voy a dormir?.—En el suelo por supuesto.—Ya soy viejo, no puedo dormir en el suelo.—Convénceme entonces.Hiro se acercó a ella y la sujetó de la cintura, miró su clavícula, luego sus labios y por ultimo sus ojos. —¿Puedo?.—Si.Él la besó y la sujetó con fuerza, Neri respiró hondo al sentir su cuerpo y esa calidez tan agradable, enredó sus brazos alrededor de su cuello y se dejó manipular e invadir. La lengua de aquel caballero era tan deliciosa y suave, tan cálida y tan exquisita, el modo que la estrujaba y ese deseo que despertaba en ella, era difícil resistirse a eso.Llegaron hasta la recámara principal y cerraron la puerta con llave, solo para evitar vergüenzas innecesarias, viviendo con niños* nunca se sabe.Se dejaron caer en la cama y las caricias no se hicieron esperar.……….Kento se quedó en la organización, jamás odió a Hiro, le era leal, así que soportó ser denigrado, hasta que Hiro decidió integrarlo de nuevo a la familia, no planeaba fallarle,
(15 años después…)Takashi miraba a su padre fumar con tranquilidad, siempre sintió una gran admiración por él, muchos podían juzgarlo y decir que solo era un criminal sin escrúpulos, pero eso no era cierto, Hiro Okada era uno de los mejores lideres de la Yakuza, tenía un historial impresionante, era famoso en los bajos mundos de la mafia.—¿Qué fue lo que te dije?.Takashi solo agachó la cabeza y miró sus puños llenos de sangre.—Lo siento.—¿Lo sientes?, golpeaste al hijo de un político y me dices que lo sientes.—Él se lo buscó, estaba molestando a una chica, ¿Qué se suponía que hiciera?, ¿Dejar que la violaran?.Hiro golpeo su escritorio y lo señaló. —No te pases de listo.—Lo siento.—Te dejé entrar a la organización, pero no voy a dejar que metas en problemas a mis hombres o a mi familia, ¿Entiendes?.—Si papá.Hiro suspiró y se recargó en el respaldo de su silla, miró a Takashi en silencio, había dudado en dejarlo ser parte de la organización, Nery no estuvo feliz con la idea,
Llegamos al fin. ¡Woa!, Muchas gracias por haber llegado conmigo hasta el final....Muchas veces hablamos del perdón hacía otras personas, si lastimamos a alguien, lo justo es pedir perdón a esa persona, ¿Cierto?, pero que hay del perdón hacia nosotros mismos, creo que muchas veces olvidamos que también tenemos que perdonarnos por nuestros errores, tomarnos el tiempo necesario para estar bien y para seguir adelante, no solo se trata de obtener el perdón de segundas personas.Algunas veces decidimos cosas que al final del día no son las correctas y nos damos cuenta muy tarde, una vez alguien me dijo: Ya te equivocaste, ¿Qué vas hacer?, vas a buscar una solución o te vas a lamentar por la decisión que no tomaste.No vale la pena culparnos por algo que ya fue, solo queda seguir adelante y reparar los daños.Como les dije, la muerte también es parte de la vida, nos da miedo porque no sabemos que hay mas allá, nos pone tristes porque a veces el tiempo que se nos regala no es suficiente, pe
©Jazmin Flores. 2022 Reservados todos los derechos. No se permite la reproducción total o parcial de esta obra, ni su transmisión en cualquier forma o por cualquier medio (electrónico, mecánico, fotocopia, grabación u otros) sin autorización previa y por escrito del autor. La infracción de dichos derechos puede constituir un delito contra la propiedad intelectual.•••••••••••••Los llantos de una niña inundaban una habitación, dos hombres enfundados en trajes negros se miraban el uno al otro, sin saber que hacer exactamente, ellos podían intimidar, podían matar, podían pelear, pero no podían controlar los llantos de esa niña quien no parecía querer calmarse. Las puertas de aquella habitación se abrieron y los dos hombres hicieron una reverencia de noventa grados, mostraban su respeto por el hombre que había llegado, el líder como ellos le decían. Aquel hombre que caminaba a paso firme se aflojó la corbata y se sentó en un sofá, miró a la niña que lloraba y extendió una mano hacia e
—Vigílala, cualquier cosa sospechosa ya sabes que hacer— ordenó Hiro mientras miraba a la chica que veía todo a su alrededor. —Si señor.Neri estaba asombrada, ¿Cuántas personas vivían en aquel lugar?, ¿Y por que entrenaban como si fueran ninjas?. Mientras que Hiro no pensaba que la chica fuera una amenaza, pero tampoco confiaba en ella, Hiro no confiaba en nadie.—Mi nombre es Yamato Tadama.Neri se giró y sonrió ante el hombre que tenia un rostro un poco apagado. —Mucho gusto, esta casa es asombrosa—Comentó ella con amabilidad. —Sígueme, voy a presentarte a Aiko.—Aiko—Murmuró Neri, era un lindo nombre, miró una ultima vez al señor Okada quien solo asintió al hacer contacto visual con ella, se apresuró a seguir a Yamato al sentirse tan intimidada y decidió mantener su distancia del señor Hiro.Entraron a la casa y subieron a un segundo piso, la casa era espectacular, había algunas mujeres que limpiaban todo como robots programados sin voltear a ver a nadie, aunque en realidad aque
Neri solo trataba de no volverse líquido frente al señor Hiro, él en verdad la hacía transpirar, sonrió un poco fuera de si y miró la puerta que conducía a la salida.—Es…es tarde…yo…—No me tengas miedo, no voy acerté nada…aún.Los ojos de Neri se abrieron ante la sonrisa perversa de Hiro, abrió su boca, pero nada salió de ella.—¿Tienes novio?.Irrelevante, aquella pregunta, echa por aquel hombre, era irrelevante y de algún modo, ella se sentía…halagada y al mismo tiempo asustada. —Si— respondió con rapidez.Hiro caminó hasta ella y se detuvo a solo unos centímetros, la miró directamente sin siquiera disimular un poco, miró sus ojos, su nariz, sus labios, todo lo que ella poseía, y en sus labios se marcó una sonrisa perfecta.—Cuídate, te veo mañana— dijo el señor Okada mientras pasaba a su lado y salía de aquel lugar.Neri sintió dolor en el pecho, había estado conteniendo el aire y sintió un alivio atroz cuando pudo volver a respirar con normalidad.Parecía que él solo se divertí
Hiro Okada se había criado en las calles de Japón, su padre había abandonado a su madre y su madre tuvo que dedicarse al trabajo para sacar a Hiro y a su hermano adelante, su hermano Kai era tan solo un año menor que Hiro, ambos eran muy unidos, y mientras que Hiro era inteligente y mas calmado, Kai era despistado y rebelde.Ambos se quedaban todo el día en casa solos, eso los hizo volverse independientes, ellos se cocinaban, lavaban su ropa, limpiaban su hogar. Hiro iba a la escuela y Kai prefería faltar a clases y divertirse en las calles.Kai era el dolor de cabeza de su madre, y con el tiempo ambos crecieron teniendo personalidades totalmente opuestas, pero aun así tenían esa amistad que los hacía inseparables, tenían amigos en común, y empezaron a juntarse con los amigos equivocados, al paso del tiempo, Hiro decidió que no quería esa vida, quería tener una carrera, sacar a su madre adelante y darle la vida que merecía, mientras que Kai se la pasaba de fiesta en fiesta rodeándose d