Damien Pavlov
Después de algunos meses fuera del país, por fin regreso a mi amada Rusia, estoy tan agotado que manejo con precaución de no ocasionar un accidente, cuando al fin estoy cerca de llegar a mi casa, mi móvil comienza a vibrar una y otra vez.
—¡Maldita sea! —expreso molesto. Aún no me instalo y seguramente ya desean que tome alguna misión, tomó el móvil y acepto la llamada.
—¿Con el Teniente Pavlov? —inquiere la voz del otro lado.
—Sí, él habla —respondo más hosco de lo normal.
—Solicitamos su presencia en el Hospital Burdenko lo antes posible.
—¿Para qué se me solicita? Mi trabajo no es atender pacientes en el hospital, soy Teniente General del ejército…
—Eso lo sé perfectamente Teniente, p-pero debe de venir para el reconocimiento de un cuerpo, creemos que se trata del Coronel General Pavlov y como usted es su único familiar no nos quedó más remedio que contactarlo —se explica la voz del otro lado, en este momento freno en seco, mi tío es casi como un padre para mí no puede ser posible que esté muerto, hace unos días hable con él y se encontraba bien.
—En este momento voy para allá —replico en cuanto logro encontrar mi voz.
—Cuando llegué a recepción pregunté por el doctor Dobrow.
Después corta la llamada, por lo que doy la vuelta y esta vez manejo lo más rápido que puedo sin importarme todas las infracciones que me lluevan en este momento.
Después de casi media hora llegó al hospital y me estacionó con tanta prisa que ocupó dos lugares, bajo y corro hasta la recepción, una vez allí me dirijo a la chica que se encuentra detrás del mostrador.
—¡B-buenas tardes! ¿En qué puedo ayudarlo? —pregunta la chica y noto como sus mejillas se tornan carmesí al verme, al igual que b**e sus pestañas constantemente, ruedo los ojos bastante molesto, en este momento no me interesa flirtear con esta mujer.
—Estoy buscando al doctor Dobrow, soy el Teniente Pavlov.
—¡Oh!, Teniente Pavlov, por favor al final de este pasillo da vuelta a mano derecha y en la primera puerta encontrará la oficina del director, ya lo está esperando —me indica con rapidez, pero también su tono de voz ha cambiado por uno de lástima. La fulminó con la mirada y sigo sus indicaciones sin siquiera darle las gracias.
Tocó a la puerta y después de unos segundos la voz del otro lado me permite pasar, observo al hombre detrás del escritorio, es un tanto mayor, tal vez unos sesenta años.
—Soy el Teniente Pavlov —me presento antes de que pregunte mi nombre.
—Teniente, gracias por venir, lamento conocerlo en estas circunstancias. —Me tiende la mano y me indica que tome asiento—. Antes de que lo lleve a la morgue debo informarle que lo que verá a continuación no es nada agradable.
—¿A qué se refiere con eso? —inquiero con el ceño fruncido, el hombre lanza un suspiro y me observa fijamente por unos segundos antes de responder.
—Encontramos a esta persona en un callejón en Basmanni, tenía una herida de bala en el estómago y otra en la cabeza, pero lo que más nos sorprendió es que con una herida en esa parte del cuerpo aún permanecía con vida, todo parece indicar que los que hicieron eso sabían que de esa forma él sufriría aún más y bueno eso no es todo…
—¿Cómo que no es todo? —pregunto con mis manos en puños al imaginar algo semejante, «¿Quién puede ser tan cruel como para hacer algo así contra otro ser humano?»
—Está totalmente irreconocible debido a todos los golpes que recibió, por lo que es difícil para nosotros estar seguros si se trata del Coronel. —Un escalofrío me recorre el cuerpo al pensar que se trata de mi tío.
—¡Quiero verlo! —expreso al tiempo que me pongo de pie.
—En ese caso sígame por favor Teniente.
Abre la puerta y nos dirigimos hasta el ascensor, el cual baja hasta el sótano, de ahí salimos a un pasillo amplio, un tanto lúgubre, con unas cuantas lámparas que cuelgan del techo, al final de este diviso unas puertas dobles.
Cuando las traspasamos, veo a otros doctores haciendo unas cuantas anotaciones en unas gavetas donde reposan los cuerpos en espera de que sus familiares vengan a reclamarlos, se acerca a una de ellas donde se aprecia una etiqueta con la leyenda “Calidad: Desconocido, aunque posiblemente se trate del Coronel General Pavlov”, abre la pequeña gaveta y cuando levanta la sábana blanca que cubre el cuerpo no puedo evitar una arcada.
—¿Puedo ver su mano izquierda? —pido al recordar que mi tío, tiene una cicatriz en diagonal en la parte interna a la altura de su muñeca y mide unos diez centímetros de longitud.
Mis pies se tambalean un poco al darme cuenta de que esa persona que reposa en este horrible lugar no es otra más que mi tío, ese hombre que desde hace años se convirtió como en un padre para mí, cuando mis padres murieron en ese accidente de avión, hoy también se ha marchado de mi lado, dejándome completamente solo.
—No es necesario que pregunte si se trata del Coronel, su expresión lo dice todo. —Cubre el cuerpo con la sábana y salimos del lugar hasta llegar nuevamente a su oficina—. Hable con los altos mandos de Las Fuerzas Armadas, ellos se pondrán en contacto con usted para tratar el tema del Coronel, pero por lo que deduzco me parece que fue un ataque directo. —Solamente asiento como un autómata incapaz de procesar todo lo que ha sucedido en los últimos minutos.
—Gracias por ponerse en contacto conmigo.
—Lamento mucho su pérdida Teniente Pavlov, el Coronel siempre fue alguien honorable y esperamos que su asesinato no quede impune. —Me tiende la mano a modo de despedida, se la estrecho y luego salgo como alma que lleva el diablo.
Debo de ir al cuartel y averiguar quién fue el hijo de puta que se atrevió a hacerle esto a alguien como mi tío, él quien siempre fue un hombre ejemplar y que arriesgo su vida en innumerables ocasiones para que nuestro país estuviese libre de peligro, ahora yace en espera de que encuentre a su asesino.
Subo a mi auto y cuando estoy por encender el motor recibo una llamada, sin dudarlo contesto esperando que se trate de alguien del cuartel.
—¡Buenas tardes! ¿Con el Teniente Pavlov? —pregunta una voz gruesa al otro lado de la línea.
—Sí, él habla, ¿es del cuartel? —inquiero sin perder tiempo.
—Sí, Teniente, me imagino que ya sabe la lamentable noticia, ante todo mi más sentido pésame. Soy el General Kazakov, me gustaría hablar con usted sobre el caso del Coronel, espero pueda verlo esta misma tarde en el cuartel, es sumamente urgente.
—Justo me dirigía hacia allá.
—Perfecto, en ese caso nos vemos en un rato. —Corto la llamada y me dirijo al cuartel sin perder tiempo, al menos una hora después llego al lugar y en cuanto me reconocen me dejan pasar, a todos aquellos con los que me encuentro durante mi camino a la oficina del General me miran con un poco de lástima, mientras otros me dan el pésame.
—¡Buenas tardes, General Kazakov! —saludo en cuanto este me permite pasar.
—Adelante Teniente Pavlov, por favor tome asiento. —Me mira unos instantes y sin agregar nada saca una carpeta de uno de los cajones de su escritorio, la cual me tiende—. Este es un caso que el Coronel estaba investigando, se trata sobre La muñeca de Bratva, por favor léalo con detenimiento en cuanto tenga tiempo.
—¿Qué tiene esto que ver con el asesinato de mi tío?
—Tiene mucho que ver, creemos que esa mujer es la responsable del asesinato del Coronel, desde hace meses estaba investigándola y hace unos días me comentó que ya había dado con su ubicación actual, sin embargo, me pidió esperar unos días para armar una redada y poder capturarla, pero como podrá darse cuenta no le fue posible llevar a cabo su misión. —Aprieto las manos en puños y comienzo a revisar toda la información sobre esa m*****a bruja.
—¿Por qué no hay foto de la mujer? Es más, no se tienen datos concretos sobre ella, ni un nombre, edad, hombres de confianza, todo parecen teorías acerca de su identidad —argumento con el ceño fruncido.
—Por qué todos aquellos que la ven no han sido capaces de dar una descripción física de esa mujer —lo miro sin comprender sus palabras, por lo que se explica—: lo que se sabe es que todos aquellos que la conocen quedan cautivados por su belleza, sin embargo, no vuelven a ver la luz del Sol, una vez que se cruzan en su camino —sentencia con pesar.
—¿Si es así como es que mi ti… el Coronel había dado con su ubicación?
—Como podrá leer en el expediente se menciona que hay mucha gente a su alrededor que desea su cabeza, por lo que me atrevo a suponer que alguien la delato, es muy probable que haya tenido contacto con el Coronel y de esta forma él dio con su ubicación. Sé que es muy pronto para hablar sobre el tema, pero como podrá darse cuenta hay que dejar de lado el sentimentalismo y dedicarnos a hacer nuestro trabajo, queremos que tome el cargo de Coronel General y su misión sería dar con La muñeca de Bratva.
—Yo no puedo aceptar, como usted mismo lo dijo General es muy pronto…
—Déjeme decirle que no le ofrecemos el cargo por qué su tío haya sido Coronel, consideramos que usted es el más experimentado para llevar a cabo esta misión y tiene más conocimientos que el resto de los hombres, todos sus logros, hablan por ello —explica mientras me mira seriamente.
Me quedo pensando un momento y sé que sus palabras son ciertas, he dado todo de mí para lograr ser el mejor, además de que si es verdad que esa m*****a mujer fue la causante de la muerte de mi tío, no descansaré hasta asesinarla con mis propias manos.
—En ese caso acepto.
—Es la mejor decisión que ha tomado Teniente, haremos todo el protocolo para despedir a su tío como se merece por los servicios prestados al país y luego haremos el anuncio pertinente para dar a conocer su ascenso, por favor estudie cuidadosamente este caso, es importante para nosotros poder detener a esa mujer y a todos sus compinches cuanto antes. Y como se lo dije por teléfono, mi más sentido pésame, el país ha perdido a un gran hombre. —Me limito a asentir ante sus palabras, me levanto de mi lugar y estrecho su mano antes de salir.
—Te lo juro que así sea lo último que haga, me vengaré de La muñeca de Bratva —susurro a la nada, como si de esta forma mi tío pudiese escuchar mi promesa.
Anastasia Gerasimova —Lo hemos capturado muñeca —me informa Benedikt, mi hombre de confianza.—Perfecto, llévame con él Fiară (bestia) —respondo levantándome de mi asiento.Subimos a la camioneta que ya espera por nosotros y nos dirigimos al hangar privado donde ya está listo el jet, el cual nos llevará hasta Taganski, durante todo el viaje sigo revisando unos documentos importantes sobre algunas mercancías que me interesa conseguir y hasta el momento solo sé de una persona que las tiene en su poder.—¿Qué te sucede muñeca? —inquiere Benedikt preocupado al ver mi rostro inexpresivo.—Aún no puedo conseguir las armas que necesitamos Fiară, solamente hay un hombre en Rusia que tiene acceso a ellas, por desgracia ese hombre se encuentra en Italia en este momento, pero es tan escurridizo que no he podido comunicarme con él —espeto frustrada.—¿Deseas que vaya y lo encuentre?—No, prefiero tenerte a mi lado, ya viste lo que sucedió con ese infeliz.—En ese caso, buscaré algún hombre de co
BenediktObservo a Ana durante todo el trayecto y aunque me diga que las palabras de ese malnacido no le afectaron, sé que no es así, su pasado es algo que siempre le atormentara y no podrá sacarlo de su cabeza hasta que cumpla su objetivo, vengarse de todos aquellos los cuales le jodieron la vida. Para no discutir más con ella decido no volver a tocar el tema, pero cuando llegamos a la mansión sube a su habitación y se encierra como siempre que alguien le menciona algo semejante.—¿Qué le pasó a mi niña? —inquiere Marisha la nana de Ana.—El hijo de perra de Viktor nos traicionó y le dio información al infeliz del Coronel Pavlov, si no ha sido porque Valka escucho su conversación, ahora Ana estaría en manos de ese perro sarnoso.—Pobre de mi niña, ya ha sufrido bastante como para que ahora ese tipo esté detrás de ella.—No te preocupes, nana, ese par de basuras ya están contándole a Satanás todos sus pecados —respondo con satisfacción al saber que por lo menos ya nos deshicimos de do
Damien Después de todas las diligencias que tuve que realizar la noche anterior, me encuentro en mi cama con la mirada extraviada viendo el techo de mi habitación, pensando en ¿cómo fue posible que esa maldita mujer haya sido capaz de asesinar a mi tío? Digo era un hombre experimentado, es imposible que haya podido someterlo tan fácilmente.Tomo la carpeta que me dio el General Kazakov y leo de nuevo su información, decido ir a Basmanni que fue donde encontraron a mi tío, tal vez tenga un poco de suerte y dé con algo que ellos hayan pasado por alto, me doy una ducha rápida y preparo mi desayuno, cuando estoy por salir mi celular comienza a sonar.—¡Diga! —respondo tomando las llaves de mi auto.—Teniente Pavlov, soy el General Kazakov, lamento molestarlo a esta hora, pero es necesario que se presente en el cuartel cuanto antes, hay algo que debe de ver.—Llego en una media hora —replico frustrado al ver que mis planes no han resultado como quería, corto la llamada y me apresuro a lle
Benedikt —¡¿Qué les dio el valor para hacer esto?! —inquiero al tiempo que doy vueltas por la estancia.—Vamos Fiară, sabemos de sobra que La muñeca no tiene las suficientes pelotas para llevar sobre sus hombros semejante responsabilidad —responde Danko, meneo mi cabeza y tomo el fuete que uno de mis hombres me tiende en ese momento, lo estampo contra su cara y al segundo siguiente veo como un hilillo de sangre escurre por su mejilla acompañada de un grito que me lacera los oídos.—De lo único que estoy seguro es que son unos perros malagradecidos, ¿quién les tendió la mano cuando necesitaban trabajo? Exacto, La muñeca, incluso fue tan condescendiente de dejarles algunas zonas para sus negocios, ¿y cómo le pagan ustedes? Aliándose con estos bastardos, que creen que pueden hacer mejor el trabajo que ella y no solo eso, reuniéndose con esos políticos de mierda que una vez que obtuvieron lo que necesitaban de La muñeca la quieren fuera de su camino.—Por su culpa hemos perdido bastante
Anastasia Después de subir a la camioneta e intercambiar unas cuantas palabras con Ben, me quedo pensando en lo que ha sucedido en estos últimos días y si bien es cierto que estoy un poco más cerca de lograr mi objetivo, también me ha traído esos amargos recuerdos que pensé estaban enterrados muy en el fondo de mi ser.Cierro los ojos un instante, pero cuando Ben le pide al chofer que nos lleve a la mansión de Moscú, lo cuestiono sobre esta decisión tan precipitada, ante lo cual me confiesa los intentos fallidos de Viktor por deshacerse de mí, pero lo que me deja más impactada es su orden de apresar a Jereni.—¿Qué sucede con Jereni? —inquiero devolviéndole la mirada.—Esa serpiente venenosa le pasaba información a Viktor sobre cada paso que dabas, no conforme con eso estoy seguro de que fue la maldita que le entrego tu foto a ese bastardo, para que este se la entregase al Coronel Pavlov.—¿Y por qué haría algo así Jereni?—Era la amante de Viktor —sentencia con molestia.—¿C-cómo sa
Una vez afuera me recargo en la pared y dejo salir un hondo suspiro, al tiempo que cierro los ojos por un momento.—¿Estás bien? ¿Te duele algo? —inquiere Fiară con preocupación levantando mi barbilla y mirándome fijamente.Guardo silencio unos instantes y cuando siento que mi entereza no va a flaquear respondo.—Estoy bien, solo un poco cansada por todo lo que ha sucedido en estos últimos días, así que no te preocupes, no es nada que una buena noche de sueño reparador no solucione —pierdo contacto visual con él y cambio la expresión de mi rostro para no preocuparlo, ¿cómo decirle que lo que me duele es el alma? Y ese dolor nunca podrá desaparecer hasta el día en que muera o cobre mi venganza—. Muéstrame dónde están esos infelices —le pido haciendo a un lado mi dolor y dejando a la superficie esa m&aacu
DamienNos encontramos en el cementerio, rindiéndole el homenaje que se merece a mi tío, y cuando por fin sus restos reposan en su última morada dejo una rosa blanca como símbolo de despedida, pero también como una promesa de que atraparé a su asesina.Me levanto y me encamino al GAZ Tigr que ya aguarda por mí para llevarme hasta el cuartel general.—Mi más sentido pésame Coronel Pavlov —me dice uno de los hombres que me acompañan en cuanto cierro la puerta.—Aún no soy Coronel, subteniente Markov —respondo con una ligera mueca.—Pero solo es cuestión de tiempo, según lo que hemos escuchado, el General Kazakov desea hacer público su ascenso esta misma tarde —me informa mirándome por el espejo retrovisor.—Me parece que el General Kazakov tiene mucha prisa por dar a conocer mi nom
Anastasia Me encuentro en mi despacho mirando los informes de mis hombres, donde me percato que gracias al estúpido de Viktor perdimos demasiado dinero y algunos de mis socios han comenzado a replantearse, el seguir haciendo negocios conmigo, cierro los ojos y me aprieto el puente de la nariz hastiada por todo lo que está sucediendo, cuando estoy por revisar los siguientes informes alguien toca a mi puerta, seguido de la voz de Ben.—Puedes pasar Fiară —respondo al instante.Cuando Ben traspasa el umbral de la puerta me lanza una amplia sonrisa dejando al descubierto su dentadura y con ese pequeño gesto sé que me trae buenas noticias.—Por tu expresión deduzco que me tienes buenas noticias —le comento centrándome de nuevo en mis documentos.—Así es y creo que son las mejores que te tengo en varios días.—Bien, dime ¿de qué se trata? —le pido.—Por fin Şacal dio con la ubicación de ese escurridizo hombre, es bastante hábil, pero no tanto para alguien como Şacal, además de que consigui