Regina Balmaceda Mi relación con Michael se ha destruido completamente desde que me trató como una basura después de que se enteró de que me violaron siendo una niña. Ya quiero acabar con este matrimonio, pero sé que no es posible por la empresa. Además estoy muy confundidas después de los besos que nos hemos dado con el Alacrán siento que comienzo a enamorarme de él. En este momento me encuentro en una reunión que organizó mi hermano Ryan. Él siempre me ha apoyado en absolutamente todo. Mi hermano mayor es mi mejor amigo y mi mayor apoyo. Organizamos una reunión para recibir a Roberto Gutiérrez, quien es mi primo por parte de mi madre y es un excelente agente de la DEA. Ha sido llamado para resolver el asunto del Alacrán junto con Simón Guerra, quien es el nuevo jefe del departamento antidrogas de la DEA. Tanto el Alacrán como el zar están fuera de control. En este momento estoy abrazando a Beto. Él es moreno, de ojos oscuros y está hermoso vestido en su uniforme. —Regin
Las últimas semanas han sido increíbles; conseguí el puesto de recepcionista en la DEA. Mi hermano me ayudó a encontrar este trabajo y hoy es mi primer día. Michael aún no sabe que trabajaré como asistente personal de Simón. Simón ha sido muy amable conmigo durante el último mes, y parece ser una buena persona. Michael, por otro lado, usó su poder como socio capitalista para exigirle a mi padre que me prohibiera acercarme a la empresa. Él dice que no desea que trabaje, sino que me encargue del hogar, y yo jamás obedeceré eso. Es increíble que, en mi trabajo, intenten atrapar al Alacrán sin saber que yo me mensajeo con él a diario y lo he visto seguido. Desde el beso que nos dimos ha pasado más de un mes, y él no me ha buscado. En cuanto a Michael, nuestra relación es distante. No puedo perdonar que, cuando mi familia se enteró de que me violaron cuando era adolescente, él, en lugar de apoyarme, me despreció. Lo odio como nunca he odiado a nadie en mi vida. El asunto del maldit
Simón Guerra Es increíble lo inútiles que son mis empleados. Un simple ladrón se ha burlado de ellos más de una vez y no han logrado detenerlo; es como si ese estúpido anticipara mis pensamientos.Presiento que hay un infiltrado. Si confirmo mis sospechas, haré que ese traidor se arrepienta de haber nacido.—Te estoy hablando, hijo —anuncia papá, con un tono autoritario.Mi padre, Álvaro Guerra, es un importante veterano del ejército; él me enseñó absolutamente todo lo que sé. Desde hace años es cómplice y amigo de Luca Balmaceda. Nuestras familias tienen importantes negocios juntos.—Lo siento, no te escuchaba, papá —digo, disculpándome mientras trato de concentrarme.—Dime cómo va el asunto con Regina. Me imagino que ya la tienes comiendo de tu mano —exige papá, con desdén.—No es tan fácil, papá —respondo, frustrado.—Solo tienes un trabajo; por lo visto, no eres suficiente hombre y no sirves para conquistar a una simple mujer —afirma papá, decepcionado.—Claro que soy hombre, per
Regina Balmaceda La iglesia estaba abarrotada de gente. Diego estaba visiblemente nervioso, así que me acerqué a él y le di un abrazo reconfortante, seguido de un beso en la mejilla. Intenté transmitirle un poco de calma con ese gesto, aunque yo misma no podía evitar sentir un nudo en el estómago.La ceremonia transcurrió con normalidad, a pesar de la ausencia de Michael. Mauricio Rivas, el mejor amigo de Michael, actuó como padrino, y agradecí que mi padrino tuviera los anillos. Me situé junto a mi madre en el altar, y no pude evitar sentir una oleada de nostalgia. Diego, quien había sido mi primer amor, estaba dando un gran paso al casarse con Romina, una mujer que había sido mi hermana durante años. La tristeza me invadió al ver que el hombre que había sido un gran amigo había cometido el grave error de unirse a la pelirroja malvada que era mi hermana.Cuando la ceremonia llegó al momento crucial, "Si alguien se opone a esta unión, que hable ahora o calle para siempre," notamos qu
Regina Balmaceda Cuando llegamos a la fiesta tomados de la mano, todas las miradas se centraron en nosotros. Michael, con su elegante traje negro y corbata blanca, me tenía del brazo mientras avanzábamos entre los invitados. Yo, con un vestido violeta que había cambiado por uno más formal, traté de ignorar las miradas y sonreír. Comenzamos a saludar a los invitados más importantes. Si yo estuviera sola, solo saludaría a algunos, pero Michael conoce a todos. Mi hermana Romina, con una expresión que reflejaba incomodidad y resentimiento, no podía ocultar su descontento al verme con el amor de su vida, mi esposo. Ryan, por otro lado, estaba molesto al ver a Alaska de la mano de Mauricio Rivas. Supe que Ryan jamás aceptará que la mujer que ama esté con otro; está convencido de que esa relación terminará pronto.Los novios se acercaron a nosotros, interrumpiendo la conversación. Sentí las manos de Michael rodeando mi cintura y me acerqué a Diego para darle un abrazo y un beso en la mejil
La música de la fiesta retumbaba en los oídos y ahogaba la mayoría de los sonidos. La joven, al borde del pánico, seguía gritando, pero gracias a la música, sus gritos apenas eran audibles.—¡Por favor, no grites! —le pedí, tratando de mantener la calma.—¡Es el Alacrán, acaso no lo ven! ¡Te advierto que tengo gas pimienta! —respondió, su voz temblando.Él rió a carcajadas, mostrando su cinismo. —¡Por supuesto, preciosa!—¿Por qué la llamas preciosa, estúpido? —exclamé molesta. Me resultaba inconcebible que él fuera tan descarado como para coquetear con otras mujeres en mi presencia. Quizás no era tan especial para él como me había hecho creer.—¿Y a ti qué te importa cómo le dice ese tipejo a las mujeres? —espetó Michael, visiblemente irritado.Justo entonces, las sirenas de la policía comenzaron a sonar, lo que alarmó al Alacrán. Intentó huir, pero dos policías aparecieron a la salida del jardín. En un movimiento rápido, el Alacrán agarró a Grace y la apuntó con un arma.Michael me
Simón está más insoportable de lo habitual. Se ha convertido en la burla de todos los oficiales y no ha logrado obtener ninguna pista del Cóndor. En este momento, estoy escribiendo una carta que me pidió para su superior, en la que le informa sobre sus avances, los cuales no son muchos.—Ya terminé. ¿Puedo irme? —pregunté, mirando a Simón con expectación.Él rió con desdén. —Obviamente no te irás —respondió, cruzando los brazos y mirándome con desdén.—Tengo una vida afuera de estas cuatro paredes. También estudio y tengo un novio —dije, tratando de imponer un tono firme.—Esa relación se acabará. A tu padre no le agrada —dijo, con una mirada fría y calculadora.—Yo no obedezco a mi padre, Simón. No me importa lo que él diga. No dejaré a Miguel Ángel —respondí con determinación, sintiendo cómo la tensión crecía en la sala.—No me retes. No olvido que interviniste en la captura del Cóndor. Podría arrestarte por obstrucción... —advirtió, acercándose un paso.—¡Entonces, ¿por qué no lo h
Me desperté muy relajada y feliz como nunca antes lo había estado. Noté que el alacrán ya no estaba en mi cama y, en su lugar, había una rosa y una nota."Fue hermoso velar tu sueño, mi bella Paloma. Espero que pronto se repita nuestra cita. No hay nada más bello que despertar a tu lado. Te ama, tu alacrán."No pude evitar lanzar un suspiro. Nunca he conocido a un hombre tan romántico como el Alacrán; siempre he soñado con que alguien me quiera y me cuide así.Cuando me dirigí a la cocina, noté que Alaska estaba lavando los platos, lo cual era extraño en ella.—No me avisaste que no venías a dormir —rió mi amiga.—Simplemente ocurrió. ¿Y tú con quién estuviste anoche? Dos copas y dos platos —respondí, sorprendida.—No es nada.—Vamos, Regina, es Michael. Los veía muy enamorados aunque decías que se odian —insistió Alaska.Negué con la cabeza.—Es mucho mejor —dije con seguridad.—Cuéntame todo con detalles —pidió Alaska, curiosa.—Es diferente a todos. Me cuida, me procura. Todo el ti