Hay personas que entienden indirectas, otras que captan las señales, pero mis favoritas, sin duda, son aquellas que saben leer el ambiente sin que haga falta decirles, esas que tienen los pies puestos en la tierra y entienden la posición en la que están. Diana McCarthy no era ninguna de ella.
Su comportamiento era igual a la de una niña que ignora el hecho que hace unos minutos estaba decidida a acabar con su vida y que a su lado está la persona que la manipuló para que cometiera tal pecado.
Creo que su emoción por saber que mi desprecio hacia ella tomó otro rumbo es más grande que su inteligencia.
Me atrevería a decir que con quince años ni siquiera diferencia entre el bien y el mal; era como una de esas odiosas personas que ven un rayo de bondad en quienes no t
Tener una madre que trabaja en el ámbito de la salud significa tomar vitaminas y medicamento a cada nada; cuando se necesitan, cuando no, por si acaso y porque a mi madre le da la gana.Y cuando papá se fue, la psiquis de mamá... ¿Cómo lo digo para que suene bonito? Sufrió un pequeño (gran) desgarre en la parte del cerebro que te hace normal y menos exagerado.¿A que quiero llegar con eso? Bueno, a que tengo ocho frascos de medicina que YO NO METÍ en mi bolso junto con una nota de amenaza que me obliga a tomarlas.—Son... muchas—la preocupación en su tono es bastante.—No te pedí que me dijeras—saque unas de las que decían "ayuna".— ¿Te sientes bien?
Es mi tercer día con los McCarthy. Mama sigue ignorando mis mensajes, las molestas exigencias de Jess y Luke por mandarle foto de Brayden llegaron al punto de bloquearlos por W******p.La casa como de costumbre está hecha un caos, desordenada y llena de pelos y gritos. Luego de fastidiarme toda la noche Diana me espera en su habitación con veinte páginas de peinados que intenta imitar y por ende desea mi opinión.Si por mí fuera utilizaría el estilo Britney Spears.Ir a la cocina fue la única escusa que se me ocurrió para respirar cinco minutos. Mañana seria la bendita boda y por como pude escuchar los novios irían a una despedida de solteros juntos. Todos irán menos Diana que se ofreció a cuidar a Dayana, lo cual me obligaron a mí—a escondida—a quedarme
BRAYDEN's POV.La cabeza me retumba mientras el olor a stripper sigue en mis fosas nasales. Usé la excusa que me sentía mal para que Carlos no anduviera con las burlas y le demostrara a mi padre que no soporto una tercera cerveza.Cuando cierro la puerta detrás de mí un cuerpo aterriza de espalda luego de rodar por las escaleras. Me pego a la pared de la impresión mientras una risa malévola resuena en la segunda planta de la casa.¿Qué hicieron ahora?—Día—no me responde—. ¿Te moriste?Luego de unas cuantas carcajadas mi hermana pierde el conocimiento y me doy cuenta del pijama oscuro que le queda un tanto flojo, no tiene pue
Esta sensación de tranquilidad, excitación y tortura no puede ser solo la causa de una borrachera. La serenidad en mi pecho, el martirio en mi cabeza y la humedad en mi entrepierna. Me niego a aceptar la realidad ya que eso solo significaría una cosa e involucraría a una sola persona.Adrián Greed.La vibración de mi teléfono me hace estirar la mano hacia el velador al lado de la cama. Achino los ojos intento acostumbrarme a luz del sol y las letras del mensaje se me hacen difusas. ¿7:15 a.m? ¿Qué hago despierta a las siete de la mañana?Me siento en la cama. Por increíble que parezca tengo 124 mensajes de Jess, 14 de Luke, 3 llamadas perdidas de Megan y un montón de mensajes de números desconocidos lo cuales ni me molesto en abrir.
9:25 a.m.Mi trabajo ha terminado con lo que respecta dejar a Diana McCarthy como nueva, el alcohol sigue en su sistema después de haber vomitado como un mini Sherk, sin embargo, se encuentra mejor y calculo que como a las dos de la tarde despertará, justo a tiempo para la ceremonia que se efectuara a partir de las cinco.El olor a perro sucios camufla el ácido de los jugos gástricos, los gemelos prometieron guardar silencio y Brayden no tiene ni idea de lo que aquí sucedió y espero siga así, el tema de Lágrimas aún me tiene descompuesta y es algo que intento olvidar.Me llevo a la boca los medicamentos de mamá dándole los buenos días a la Sra. Nora cuando entra a la cocina, inspeccionándome de arriba abajo.
La boda fue un tanto peculiar, como cualquier evento McCarthy. Todos pensábamos que la niña de las flores seria Dayana pero no, fue un cerdo. No me pregunten de donde salió, tampoco es como si me hubiese molestado en preguntar. Ya nada me sorprende de esta gente.Pensé que no podía ser más extraño hasta que al finalizar un tipo de unos años más que yo se me acerco con pinta de depredador.Más patético no se pudo haber visto.—Te vi durante la ceremonia y me llamaste la atención —sus ojos oscuros me devoraban, cada milímetro que observaba sentía que desgarraba mi vestido—. Muy guapa, un ángel vestido de azul.«¿Ángel?» quise reírme en su cara. Me han dicho de todo menos eso.
Me empino la taza de té que Nora me preparó mientras recuerda sus días como enfermera; es interesan saber que hasta una persona con un cuchillo clavado en la yugular se puede salvar pero que una con SIDA que se cuide no.Sus ojos se iluminan cada que le cuento mis experiencias de pequeña acompañando a mi madre al hospital por su trabajo.Brayden está jugando con su perro en el sofá, Gabriela y Yahaira en la cocina mientras los hombres juegan dominó en la piscina, todo iba bien porque hasta los gemelos habían caído en coma luego de llegar rascados anoche.Por primera vez había paz en esta casa.Claro que duró poco cuando Diana bajó por las escaleras a soltar un agudo grito en la oreja de Brayden, que activó
Estrello la puerta del auto luego de que me despertaran al estilo bella durmiente, otra vez «Idiota». Brayden grita despidiéndose y por el escándalo la señora Corina se asoma por la ventana.— ¡Vigile a su hija que lleva un mes de embarazo! —le grito porque su nivel de vieja chismosa me tiene harta.Entro con la risa de Brayden a mi espalda, dando a conocer mi llegada por un portazo y mi madre diciéndome su ubicación. La sala de estar.—Te odio —digo apenas la veo echada en el sofá aun con su uniforme puesto.—No me parece que la hubieras pasado mal —me muestra un chat con fotos mías, comiendo con los McCarthy, hablando con un McCarthy, en la habitación con Diana, en la boda, la fiesta ¡y hasta en el maldit