BRAYDEN's POV.
La cabeza me retumba mientras el olor a stripper sigue en mis fosas nasales. Usé la excusa que me sentía mal para que Carlos no anduviera con las burlas y le demostrara a mi padre que no soporto una tercera cerveza.
Cuando cierro la puerta detrás de mí un cuerpo aterriza de espalda luego de rodar por las escaleras. Me pego a la pared de la impresión mientras una risa malévola resuena en la segunda planta de la casa.
¿Qué hicieron ahora?
—Día—no me responde—. ¿Te moriste?
Luego de unas cuantas carcajadas mi hermana pierde el conocimiento y me doy cuenta del pijama oscuro que le queda un tanto flojo, no tiene pue
Esta sensación de tranquilidad, excitación y tortura no puede ser solo la causa de una borrachera. La serenidad en mi pecho, el martirio en mi cabeza y la humedad en mi entrepierna. Me niego a aceptar la realidad ya que eso solo significaría una cosa e involucraría a una sola persona.Adrián Greed.La vibración de mi teléfono me hace estirar la mano hacia el velador al lado de la cama. Achino los ojos intento acostumbrarme a luz del sol y las letras del mensaje se me hacen difusas. ¿7:15 a.m? ¿Qué hago despierta a las siete de la mañana?Me siento en la cama. Por increíble que parezca tengo 124 mensajes de Jess, 14 de Luke, 3 llamadas perdidas de Megan y un montón de mensajes de números desconocidos lo cuales ni me molesto en abrir.
9:25 a.m.Mi trabajo ha terminado con lo que respecta dejar a Diana McCarthy como nueva, el alcohol sigue en su sistema después de haber vomitado como un mini Sherk, sin embargo, se encuentra mejor y calculo que como a las dos de la tarde despertará, justo a tiempo para la ceremonia que se efectuara a partir de las cinco.El olor a perro sucios camufla el ácido de los jugos gástricos, los gemelos prometieron guardar silencio y Brayden no tiene ni idea de lo que aquí sucedió y espero siga así, el tema de Lágrimas aún me tiene descompuesta y es algo que intento olvidar.Me llevo a la boca los medicamentos de mamá dándole los buenos días a la Sra. Nora cuando entra a la cocina, inspeccionándome de arriba abajo.
La boda fue un tanto peculiar, como cualquier evento McCarthy. Todos pensábamos que la niña de las flores seria Dayana pero no, fue un cerdo. No me pregunten de donde salió, tampoco es como si me hubiese molestado en preguntar. Ya nada me sorprende de esta gente.Pensé que no podía ser más extraño hasta que al finalizar un tipo de unos años más que yo se me acerco con pinta de depredador.Más patético no se pudo haber visto.—Te vi durante la ceremonia y me llamaste la atención —sus ojos oscuros me devoraban, cada milímetro que observaba sentía que desgarraba mi vestido—. Muy guapa, un ángel vestido de azul.«¿Ángel?» quise reírme en su cara. Me han dicho de todo menos eso.
Me empino la taza de té que Nora me preparó mientras recuerda sus días como enfermera; es interesan saber que hasta una persona con un cuchillo clavado en la yugular se puede salvar pero que una con SIDA que se cuide no.Sus ojos se iluminan cada que le cuento mis experiencias de pequeña acompañando a mi madre al hospital por su trabajo.Brayden está jugando con su perro en el sofá, Gabriela y Yahaira en la cocina mientras los hombres juegan dominó en la piscina, todo iba bien porque hasta los gemelos habían caído en coma luego de llegar rascados anoche.Por primera vez había paz en esta casa.Claro que duró poco cuando Diana bajó por las escaleras a soltar un agudo grito en la oreja de Brayden, que activó
Estrello la puerta del auto luego de que me despertaran al estilo bella durmiente, otra vez «Idiota». Brayden grita despidiéndose y por el escándalo la señora Corina se asoma por la ventana.— ¡Vigile a su hija que lleva un mes de embarazo! —le grito porque su nivel de vieja chismosa me tiene harta.Entro con la risa de Brayden a mi espalda, dando a conocer mi llegada por un portazo y mi madre diciéndome su ubicación. La sala de estar.—Te odio —digo apenas la veo echada en el sofá aun con su uniforme puesto.—No me parece que la hubieras pasado mal —me muestra un chat con fotos mías, comiendo con los McCarthy, hablando con un McCarthy, en la habitación con Diana, en la boda, la fiesta ¡y hasta en el maldit
Desde el momento en que mi padre agarró las maletas y se fue, mi inocencia también se esfumó. El color rosa que debía de ver una niña se transformó en la verdadera negrura del mundo.Vi a mamá llorar, tomar antidepresivos, vi venir y rendirse psicopedagogos. A los doce ya sabía cómo jugar con sus mentes experimentadas porque puedo jurar que en ningún momento se imaginaron toparse con una chiquilla más inteligente que ellos, más retorcida y manipuladora que sus clases de análisis de la mente le enseñaron.Recuerdo cuando a una vieja la hice dudar de su religión, la convertí en espectadora de las obras del diablo con trucos de magia baratos. Mamá se vio obligada a llamar a un exorcista y ahí estaba yo, fingiendo que se me iba el demonio como el dinero despilfarrado de mamá para que no me castigaran.
Si quieres ver el mundo arder solo tienes que encender la mecha.No pasaron ni dos horas cuando el rumor se propagó hasta por las redes sociales con fotos de Rafa editadas.El chisme se intensificó transformando a Wells en algo que jamás planee «Un travesti, transexual, masoquista y todo aquello que abarque depravación». Como lo he dicho antes: no importa lo buena persona que fuiste o que tan recatado y correcto seas, si te descuidas quedas como escoria humana. Nadie está a salvo, mucho menos el bravucón de Belmont High.He bloqueado el número de Megan y en lo que respecta a Brayden aún no parece ver el grado de toxicidad que ronda a mi alrededor, se aferra a lo más mínimo y aun no entiendo el porqué, así qué, o es muy idiota o la baba de Zeus le está haciendo ma
Respiro para no romper el teléfono cuando veo la foto de Beta, de mi conejo, ¡mi hija! con la colita pintada de rosa. «Hija de puta» apenas llegue a casa le quito las teñidas extensiones rojas.Mis uñas golpean una y otra vez la mesa. Estamos en hora libre ya que el profesor Víctor se desmayó en medio de la clase, por lo cual, el director no dudó en venir a socorrer y llevar a su amante al hospital, todos los de la clase nos encontramos reunidos en la cafetería si nada que hacer, en tanto yo intento recordar la noche en la habitación de Brayden después de mi conversación con Jessica.¿Me habrá mentido? Tengo recuerdos fugases que me hacen verme encima de él, besándolo, diciéndole algo de ¿una almohada? No le veo sentido a nada hasta que me truena la imagen de mí frotándome sobre su...
Último capítulo