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Me empino la taza de té que Nora me preparó mientras recuerda sus días como enfermera; es interesan saber que hasta una persona con un cuchillo clavado en la yugular se puede salvar pero que una con SIDA que se cuide no.

Sus ojos se iluminan cada que le cuento mis experiencias de pequeña acompañando a mi madre al hospital por su trabajo.

Brayden está jugando con su perro en el sofá, Gabriela y Yahaira en la cocina mientras los hombres juegan dominó en la piscina, todo iba bien porque hasta los gemelos habían caído en coma luego de llegar rascados anoche.

Por primera vez había paz en esta casa.

Claro que duró poco cuando Diana bajó por las escaleras a soltar un agudo grito en la oreja de Brayden, que activó

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