ADRIC MOONLIGHT

Soy el mayor de dos hermanos, donde vivimos siempre nuestra infancia en armonía y tranquilidad al lado de nuestros padres; donde mi padre era el Alpha supremo de la manada de lobos negros por parte de él y blancos por parte de mi madre. Mi madre Minerva siempre ha sido una lobo muy noble, llena de amor en su corazón donde parece un diamante; debido a que cualquier situación o dolor lo rompe cayendo en depresión ocasionando que su hijo menor Andrew esté pendiente de ella; siendo el beta de la manada actualmente. Por otro lado, mi padre Cerberus siempre ha sido el típico Alpha dominante, frío, insensible y sin corazón, aunque lo clasificó como un hombre con corazón de piedra donde es capaz de matar a su propia familia si con eso salva a su manada; ya que es lo primordial para él.

Mi infancia fue armoniosa; sin embargo, siempre sentí la presión de mi padre al momento de los entrenamientos para poder reemplazar su puesto algún día donde le reprochaba diciendo que mi hermano menor también podría serlo. Siempre lo negaba, no entendía la razón aparente, pero sospechaba que era por el color de su pelaje al ser blanco como el de mi madre; a diferencia del mío donde era totalmente negro como el de mi padre. Además, lo trataba como si no fuera de su propia sangre, causando desprecio y odio de Andrew hacia él. Los entrenamientos me dejaban agotado; porque tenía que practicar los diferentes movimientos; mejorar mi sentido de la audición y del olfato para saber cuándo me encuentre en peligro o en qué momento atacar; recuerdo que la primera vez que los acompañe después de mi transformación a una batalla con la manada opuesta fue una situación difícil para mí; porque en secreto había logrado tener una amistad interna y sincera con una loba color café de esa manada llamada Clau con quien sucedió mi primer beso; aunque nunca sentí esa conexión especial. 

Esa situación nunca podré olvidarla, porque delante de mis ojos tuve que ver como mis aliados la mataban sin dolor ni compasión lentamente mientras aullaba en frente de mis ojos; sin poder hacer algo para salvarla si no seriamos dos los muertos así fuera el hijo del Alpha supremo. Además, también tengo muy presente el día de mi transformación en medio de la luna llena donde sentí que mi cuerpo se iba a despedazar en medio de los crujidos de mis huesos al momento de romperse; mientras tomaba mi forma lobuna donde se presentó como Andruc; volviéndonos íntimos amigos. Después de ese día, duré ocho días en cama con los maltratos verbales de mi padre al verme débil; porque esperaba que al siguiente día estuviera batallando a su lado, pero fui cuidado con mucho amor por mi madre; quien tiempo después me di cuenta que la maltrataba en la habitación por cuidarme; recibiendo mis golpes y causando impotencia dentro de mi corazón.

A pesar de toda esta situación, nunca sentí sentimientos de odio hacia mi padre porque lo veía como alguien respetable; por algo había sido asignado como el Alpha supremo por la diosa luna ante todos los demás lobos presentes, ni siquiera mi tío Aaryn lo había logrado quedando como un omega de la manada; siendo uno de los sospechosos en el momento que pasó la tragedia de mi padre; la cual me duele recordar. No logre tener una libertad lobuna como otros de mis compañeros aprovechando la inexperiencia, aventuras y momentos especiales de juventud porque nunca fui tratado como alguien normal, por esa misma razón envidiaba a mi hermano menor Andrew. 

Ver esos espejos ocasionó que no siguiera los pasos de mi padre; no quería ser un Alpha igual al resto si no por el contrario ir resaltando en medio de mi forma de ser dócil, cariñosa, noble, amable y simpático hasta con el más débil; pero sin ir al otro extremo donde se encontraba mi madre siendo alguien sumisa, débil y con depresión. Me estaba preparando para ser Alpha, cuando llegó la tragedia que nunca nadie se había imaginado; un cazador en especial ocasionó la muerte de mi padre; en compañía de sus demás compañeros causando impotencia y dolor en mi corazón porque nadie tenía derecho a quitarle su vida, menos ese tipo de personas siendo la primera vez que entraba un sentimiento negativo en mi corazón. 

— Juro en este momento, mientras enterramos el alma de mi padre debido a que su cuerpo fue llevado por esos desgraciados que matare a ese cazador que se atrevió a meterse contigo — Manifestó mientras coloco mi mano sobre mi pecho saliendo una lágrima involuntaria de mi ojo derecho.

— Juro que en el mismo infierno te buscare para que respondas mis dudas, así que espérame porque pronto nos reuniremos después de vengar tu muerte — Pronunció Andrew a mi lado, donde no solo habíamos recibido la noticia de su muerte si no también que Andrew no era un lobo puro de nuestra manada. 

— ¿Andric estamos listos para asumir su puesto? — Pregunto Jet a mis espaldas quien era el beta de confianza de mi padre, aunque dolía su muerte no podíamos durar ni un día sin el mandato de alguien; ocasionando que nos tragáramos nuestro dolor para asumir lo más importante; además que dolía ver como mi madre no podía llorar porque dentro de su imaginación en ese momento se encontraba en su adolescencia donde no tenía ni la menor idea que iba a conocer al hombre lobo Cerberus Moonlight. 

...

Andaba en busca de ese cazador especial, donde no sabía ni su nombre sólo sabía que era del género masculino; jurando ante el ser supremo que iba a vengar su muerte; aunque era uno de mis planes debido a que me encontraba triste mientras realizaban la ceremonia de puesto colocando a mi hermano Andrew como el beta de la manada; mientras que a mí me asignaron el puesto del Alpha supremo de nuestra manada llamada MiNelLi; no había logrado encontrar mi mate en varios años; no sentía una conexión especial con nadie cercano ni siquiera a los alrededores del bosque ocasionando que me encontrara incompleto, porque mi mate era mi luna y sin ella no tenía una orientación hacia qué camino seguir. 

— ¿En qué piensas, Alpha? — Manifestó Andrew sentándose a mi lado mientras observábamos el hermoso lago lleno de agua pura, donde brillaba con los rayos del sol resaltando las figuras de los peces que pasaban por ahí. 

— En mi mate, ¿será que la diosa Hécate me castigo con su ausencia? — Pregunté con temor, debido a que había perdido la esperanza de encontrarla o a veces pensaba que había sido Clau, la pequeña loba que no protegí por miedo. 

— No lo creo, tal vez no ha nacido o no has sabido oler bien. Aprende de tu hermano — Susurro con arrogancia Andrew, debido a que hace unas semanas había logrado encontrar a su mate, aunque había un obstáculo.

— Si, la encontraste, pero tu mate precisamente es de la manada enemiga ¿qué piensas hacer? — Interrogue cuestionando su lealtad y sinceridad ante nosotros, debido a que conocía sus alcances desde pequeño.

— No sé, a ti no te puedo mentir. Sabías que iba a escapar con ella, pero con la muerte de mi padre no puedo dejar a mi madre indefensa — Confesó mientras encogía sus hombros, cogiendo una piedra con su mano derecha lanzándola hacia el lago mientras observábamos y contábamos cuántas veces salpicaba sobre él dejando sus ondas.

— No está indefensa, está conmigo, aunque duele saber lo que está mencionando debido a su demencia — Pronuncie con miedo, Andrew se erizaba al escuchar eso; porque estaba revelando una verdad que nos dolía a ambos.

— Aunque Cerberus no sea mi padre biológico, igual fue quien me crio, aunque nunca me hubiera amado por ser de su sangre tal vez por eso las pequeñas manchas cafés que tengo invisibles sobre mi pelaje negro — Murmuró Andrew volteando a verme directamente a los ojos, su mirada no expresaba nada donde se sentía perdida desde que supimos la verdad y no había podido enfrentarlo, porque lo habían matado — Igual, mi madre es mi madre y sabes que nadie la cuidara igual a mí.

— La decisión que tomes por favor dímela con anticipación, me dolería tenerte como mi enemigo — Susurre mientras lanzaba otra piedra hacia el lago; volviendo a contar cuantas veces salpicaba sobre él, pero fue interrumpido debido a un olor que había sentido, era un olor lleno de vainilla con fresas causando que me estremeciera ¿podría tratarse de mi mate? 

— Muévete Andrew — Grite cuando sentí una flecha pasar sobre mi nariz; tirando a mi hermano al suelo porque tenía miedo estábamos a punto de morir; voltee a ver rápidamente para darme cuenta que se trataba de una cazadora hermosa; no había logrado visualizarla completa debido a que traía un pasamontañas sobre su cara, pero logre plasmar en mi mente esa mirada llena de odio, fija y penetrante color negro con su hermoso cabello ondulado negro que resaltaba por debajo del mismo.

— Huyamos, ¡vamos! — Grito nuevamente Andrew ocasionando que saliera de mis pensamientos en aquella dama quien en ese momento era mi enemiga, queriendo matarme. Así que corrimos como pudimos con nuestras cuatro patas; escondiéndonos en medio del bosque encantado siendo seguidos por aquella hermosa cazadora.

— Eres mío Moonlight — Escuche gritar detrás mío, quedando sorprendido ¿a cuál de los dos se refería? porque definitivamente los dos éramos Moonlight, mirando de reojo a mi hermano menor quien asintió con su cabeza. 

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