Narra Ángel

Sé que mi primo quiere levantarme los ánimos, y casi lo lograba cuando la chica del antro me había dado su número, incluso la había invitado a salir, pero cometí el mayor de los errores al confesar mi naturaleza, aunque sea un hibrido, pero soy mitad licántropo.

Y ahora estoy aquí solo y con mis pensamientos y de que tal vez no estoy destinado a una linda chica.

Tomo mi vaso y bebo el resto del vodka que tenía. Veo a un mesero y le pido otro.

—¿Por qué tan solo? —Esa voz. Miro y es…

—Rose… —Debo de estar alucinando.

—Disculpa por llegar a esta hora, se me había presentado un compromiso familiar. —Dice con ella hermosa sonrisa en sus perfectos labios.

—No te preocupes. Aunque… te confieso que no lo harías por lo de… —Su linda risa me interrumpe.

—¿Qué eres un licántropo? —Está vez no vi sorpresa o miedo en su mirada, todo lo contrario.

—Así es. —Le respondo.

—Bueno, si tenia algo de miedo al principio, pero mis padres de dijeron que ya no son de temerse como en épocas a