Narra Scott

Iba caminado por los pasillos de la universidad en busca de Eva, la chica más guapa y popular de todo el campus, y al igual que yo, es fría y arrogante, así que, somos la pareja perfecta. Cuando de repente alguien choca conmigo.

—Fíjate por donde caminas. — le digo con evidente molestia. Pero tiene un olor muy dulce, como a miel. Delicioso.

La escucho decir algo, pero la verdad no le pongo atención a lo que está diciendo, porque Eva llega hasta a mí y me besa. Una vez que nos separamos, me toma de la mano y nos dirigimos a clases.

Que, por cierto, son de lo más aburridas, pero no tengo más opción, todo sea por el “negocio familiar” mi padre me ha dicho que debo estudiar y prepárame para ser el próximo líder, él ya se está haciendo viejo, además, soy yo o mi fastidioso hermano, Adam, más bien, medio hermano.

La verdad no le estoy prestando atención, esa mujer me distrae, la chica de olor dulce. El profesor pide que hagamos equipos para un proyecto, y no sé por qué demonios fui hasta donde ella se encontraba. Pero para mi mayor sorpresa, me rechazó, ¡A mí! ¡el más guapo y popular de la universidad!

Me molestó tanto, que mejor me fui con un par de chicas lindas que no dejaban de observarme.

…

Las clases terminan y la veo con esas personas saliendo de la facultad y aprovecho a seguirlos, ya que Eva me dijo que se iría con sus amigas de compras. —que novedad. Cuando no.

Los veo entrar a una fuente de sodas.

—En serio que son unos nerds. — Digo para mí mismo.

Siento mi teléfono sonar, lo saco de mi bolsillo y es un mensaje de mi padre.

—Que fastidio.

Padre: ¿Dónde estás? Hay una cena con unos accionistas o ¿ya se te olvidó?

¿y que tengo que ver? Es lo que me gustaría responderle.

Yo: No lo olvidé. Estoy con unos amigos. No tardo.

A mi padre no le gustan las mentiras y las impuntualidades, pero en ocasiones no me deja de otra.

Padre: No tardes.

Y ahí quedó la conversación.

Sigo mirando a la chica, una que me vuelve loco y no entiendo el por qué lo hace, es sencilla, pero carismática, su aroma me encanta.

Observo que se van y cada uno toma su camino y decido seguirla, ya es tarde y puede ser peligroso para ella. ¿Por qué me preocupo? No debería, apenas la conozco, además, es una tonta. Miren que rechazar el trabajar conmigo.

—Tonta.

Sigo sin saber el por qué la estoy siguiendo, algo me dice que estará en peligro, y un lobo como yo somos expertos en percibirlo y no estaba tan equivocado, alguien la está siguiendo y puedo imaginar de quien se trata. Al verla caer me adelanto para protegerla.

Comienza a gritar, sin embargo, logro calmarla, se ve tan frágil, no puedo dejar de mirarla. La cargo y me indica donde vive. Llegamos y de repente se abre la puerta de la casa y sale una mujer no muy mayor, al ver a su hija se acerca a nosotros con evidente preocupación. La bajo y su madre se acerca a ayudar a Katherine, como sea que se llame. Lo de Eva sólo fue un pretexto para estar con ella. No lo pude evitar.

No se despiden de mí y me voy para la casa y siento nuevamente esa presencia.

—¿Por qué no me dejaste caz4r a mi pres4? —Se ve muy molesto.

—Sabes que no debemos meternos con las personas. —Digo y comienza a reírse.

—Idiota, eso lo tengo claro, pero la joven me gusta, además ni pienses en tener algo con ella, tú estás con Eva y pienso conquistar a esa hermosa joven. Será mi esposa. —Es un insoportable.

—Ni creas, yo la vi primero y será conmigo con quien se case. —Seré yo el CEO de la empresa.

—Eso lo veremos. —Dicho eso, desaparece.

…

—¿Qué hora son estas de llegar? Sabes que odio las impuntualidades. — Mi padre está muy furioso.

—Lo siento, se me hizo más tarde de lo normal. —Digo para justificarme.

—Lo bueno que los invitados aún no se han ido. Sino… — Trata de mantener la calma.

—Cariño, lo que importa es que nuestro hijo esté aquí. —Mi madre lo abraza y le da un casto beso en los labios. Me abstengo de rodar los ojos ante esa escena.

—Quiero presentar a mis dos hijos ante mis socios, quiero que sepan que, en unos años, uno de ustedes sea el nuevo CEO. —Espero ser yo.

—No tengo problema alguno. —Dice el idiota este.

—Perfecto. —Hace un llamado a los invitados y estos le ponen atención.

—Buenas noches a todos. Gracias por venir a esta reunión, quiero presentarles a mis hijos, y uno de ellos, será mi sucesor en la empresa. —Eso ya se sabía, sólo entre nosotros, pero bajo la condición de contraer nupcias con alguna mujer humana, y tener al futuro heredero. Y ese seré yo.

Miro a todos los invitados y muchos ven a Adam con mucho interés, mientras que Eva me mira sólo a mí. Sin embargo, ella no me interesa como esposa, ya tengo a alguien en mente.

—Ahora sí, hermanito, la competencia comienza aquí. —Dice cerca de mí.

—Ja, Ya verás que seré yo quien se case con esa joven. —Lo miro de frente demostrándole que hablo muy en serio.

—No estés tan seguro. —Me reta. No le tengo miedo.

…

—A pesar de que Scott llegó tarde, todo salió muy bien, hay muchos interesados en ustedes. —Dice mi padre con orgullo.

—Los padres de Eva quieren Scott para que se casen. —¡¿Qué?! Eso sí que no, ya tengo en la mira a alguien más.

—Si, ella es perfecta para él. —Dice el odioso de mi hermano, lo miro y está a punto de reírse.

—Es una joven de buena familia. —Lo apoya mi padre.

—Pero ella y yo… —Me interrumpe mi madre.

—Nada. Ya está decidido. —¡Los odio!