3 años antes…
Narra Katherine
Hoy es mi primer día de clases en la facultad de administración, me siento emocionada, porque estoy junto a mejor amiga, Joanna. Nos conocemos desde pequeñas, nuestras familias han convivido desde que nos mudamos a Liverpool, yo tenía tan sólo 3 años, así que no tengo muchos recuerdos de ello.
Mi amiga y yo vamos corriendo por el pasillo rumbo a nuestro salón y sin darme cuenta choqué con alguien, haciendo que mis libros se caigan de mis manos.
—Fíjate por donde caminas. — Dice la voz de un joven, lo miro y tiene una mirada que da un poco de miedo.
—Yo… yo… lo — No termino porque una rubia se acerca y lo besa. Lo toma de la mano y se van de ahí.
—¿Estás bien? — Dice mi amiga, la miro y sonrío.
—Creo que me he enamorado. — Digo mientras regreso mi vista por donde él se fue.
—Si hablas de Scott, olvídate de él. — Dice un chico cerca de nosotros. ¿de dónde salió?
—¿Disculpa? — Dice Joanna y él nos mira con burla.
—Esa chica que lo besó es su novia y es súper celosa y posesiva, ya tienen un año juntos. — No lo dudo.
—¿A qué clase se dirigen? — nos cambia de tema.
—Matemáticas. — Digo de mala gana, no me gustan.
—Somos de primer ingreso. — Él vuelve a sonreír, pero normal.
—Yo voy para allá. — Nos lleva hasta el salón, preguntamos para ver que sea la clase correcta y nos hacen pasar, hay tres lugares hasta la parte de atrás, ahí vamos a estar bien.
—Estos lugares son los mejores, así evitas que te humillen en clase. — Dice nuestro compañero.
—Por cierto, ¿Cómo te llamas? — Pregunta mi amiga con curiosidad.
—Soy Erick. — Le sonríe coquetamente y ella se pone roja.
—Mucho gusto, soy Joanna y ella es Katherine. — Nos presenta con Erick. Viéndolo bien, no está nada mal, pero quedé maravillada con Scott. Espero volver a verlo, así tenga que ser invisible ante su presencia.
(…)
Las horas pasan lento entre clase y clase, hasta que llega la hora del almuerzo y la verdad muero de hambre, así que los tres nos dirigimos a cafetería, pedimos lo que vamos a comer y buscamos un lugar hasta que lo encontramos y está casi enfrente de donde esta Scott, viéndolo más detenidamente es un joven muy guapo y con cuerpo de dios griego.
—Te va a entrar una mosca. — Dice Erick cerrándome la boca.
—Lo siento. — Me disculpo tímidamente.
—Ten cuidado si no quieres que Eva te coma viva. — Olvidaba su novia.
—Ok, trataré de ser más discreta. — Digo apenada mirando a otra parte.
Después del almuerzo fuimos a nuestras ultimas clases, cuando de repente entra Scott y se sienta seca de mí, ¡Dios! Este hombre me pone realmente nerviosa. El tiempo pasa y no le he quitado la mirada de encima, es todo un dios griego.
—Bien jóvenes, harán grupos de 4 personas para el proyecto para fin del mes próximo. — Dice el profe y obviamente elegiré a mi amiga y a Erick.
—Amiga. — Dice Joanna con una sonrisa acercándose a mi lugar junto con nuestro nuevo amigo.
—¿Disculpen? — Scott nos interrumpe.
—¿Sí? – dice Erick mirándolo.
—¿Puedo ser parte de su grupo? Digo, no es que me interese una amistad con ustedes, es que se ve que son muy estudiosos y a mí me conviene. — Dice y nos mira con arrogancia. Idiota.
—Pues veras, a nosotros no nos interesa trabajar con una persona arrogante como tú. — Digo con seriedad y me mira fulminándome.
—¿Quién te crees para hablarme así? ¿no sabes quién soy? — ¡Dios! Parece que se quiere lanzar a mi persona.
—No, no sé quién eres y ni me interesa. — Digo mirándolo de igual forma. No me dejaré intimidar por este lunático. Guapo, pero arrogante, pensé que era diferente. No es así.
—Como quieran. — Dice muy molesto y se va a un grupo de tres chicas quienes están felices por aceptarlo.
—¿Qué? — Joanna y Erick no dejan de mirarme sorprendidos.
—¿Qué fue eso? — Dice mi amigo.
—¿Qué cosa? —Digo confundida.
—Nadie se había atrevió hablarle así a Scott. — Sigue la sorpresa en su rostro.
—Es muy arrogante. — Digo restándole importancia.
—De eso no hay duda. — Salimos del salón. No deseo seguir aguantando a ese idiota.
—Vayamos por unos helados. — Dice Joanna y aceptamos.
Salimos del edificio y nos dirigimos a una fuente de sodas que se encontraba cerca de ahí. Joanna pidió un helado de chocolate, mientras que Erick pidió uno de frambuesa y yo, napolitano. Estábamos riéndonos lo que había pasado en la última clase con el pedante de Scott Roberts y parece que lo invocamos.
Se sienta a dos mesas de donde nosotros nos encontramos, esta sólo con su novia, la tal Eva, son tal para cual. ¡Dios! Que decepción de hombre. Se da cuenta que lo miro y me mira con odio y regreso mi vista a mis amigos.
—Mm. Ahí están ese par de arrogantes. — Dice mi amiga con cierta molestia, mientras que yo sólo siento desilusión.
—Sé que te gusta, pero vete dando a la idea que él no es para ti. — Erick trata de darme ánimos y le sonrío débilmente.
—Gracias. — Terminamos nuestros helados y salimos rumbo a un parque a caminar.
Joanna y Erick estaban platicando animadamente, sin dejarse de mirar, hasta pareciera que esos dos se gustan y de ser así, me alegro mucho por ellos, hacen una hermosa pareja, como desearía encontrar a alguien así. Como no quería hacer mal tercio, les puse de pretexto que estaba cansada y que me iría a casa, ellos lo comprendieron.
Iba caminando en la orilla de la carretera cerca de un bosque, que en ocasiones me da miedo, dicen que hay lobos y que debemos tener cuidado en no entrar a su territorio, a veces no tengo opción de pasar cerca. Estaba tan distraída que no me di cuenta de una piedra en mi camino que me hizo tropezar y caer a un pequeño barranco.
—Argh… duele mucho… — Me quejo por el dolor en mi pierna izquierda que se llevó el peor golpe.
Trato de levantarme, pero me es imposible hacerlo, lo intento una vez más y cuando lo logro, veo un lobo gris observándome, siento un escalofrío en todo mi cuerpo haciéndome temblar de miedo.
—Ayuda… — Mi voz a penas se escucha en un susurro. Cierro los ojos y comienzo a llorar.
—¡Tranquila! — Siento unas manos apoyándose en mis hombros, la verdad estoy muy aterrada por la situación.
—¡Déjeme! — Trato de gritar y quitarle sus manos de encima.
—Oye, soy Scott, tu compañero. — Me quito las manos de mis ojos y lo miro, se ve muy preocupado.
—¿Qué haces aquí? — La verdad si me sorprendió que anduviera por mi rumbo, tal vez su casa queda por el mismo camino y yo ni en cuenta.
—Voy a ver a… Eva. — De seguro iba a decir que iría a ver a su novia.
—Ya veo. — Son tal para cual, de eso no hay duda alguna.
—Lo mejor es que me va… — No me deja terminar, cuando siento que me está cargando, pero ¡¿Qué dem0nios?!
—¿No que tenías que ir a ver a tu novia? — Digo con sarcasmo. Lo miro y no se ve ni un cambio en su rostro.
—Primero debo llevarte, estás lastimada. —¿Está loco?
—Ni siquiera sabes donde vivo. — Digo con obviedad.
—Bien, dime donde vives. — Dice con cansancio y yo bufo.
—A 4 casas de aquí, es una casita azul. — No dice nada. Se detiene frente a mi casa y antes de que alguien dijera algo más, sale mi madre.
—¡Katherine! —Scott la mira y me baja con mucho cuidado.
—Hola, ma. — Saludo a mi madre algo apenada.
—Pero ¡¿Qué te pasó?! — Mi madre se acerca a mí para ayudarme.
—Me caí y me lastimé el tobillo. — Digo un poco apenada.
—Dios. ¿Dónde te andas metiendo? Gracias joven, por ayudarla. — Mi madre le agradece a Scott y entramos a la casa.
—Estaba distraída y no me fijé por donde caminaba. — La verdad no la quería preocupar y más si no estoy muy segura de lo que vi, antes de que Scott apareciera y me ayudara.
—No quiero que te pase nada malo. — siempre se ha preocupado por mí, desde que nací. Papá nos dejó antes de que yo naciera, a pesar de que amaba a mamá.
Tengo entendido que la familia de mi padre no quería que estuvieran juntos, ¿la razón? Ni ella la supo, sólo un dia le dijo que no podían estar juntos y que corríamos peligro si se enteraban de que iban a tener un bebé. Una noche él se fue dejando solamente una carta en donde decía que nunca dejaría de amarla. Espero que ellos algún dia, puedan volver a estarlo sin que nada ni nadie los trate de separar.
Narra ScottIba caminado por los pasillos de la universidad en busca de Eva, la chica más guapa y popular de todo el campus, y al igual que yo, es fría y arrogante, así que, somos la pareja perfecta. Cuando de repente alguien choca conmigo.—Fíjate por donde caminas. — le digo con evidente molestia. Pero tiene un olor muy dulce, como a miel. Delicioso.La escucho decir algo, pero la verdad no le pongo atención a lo que está diciendo, porque Eva llega hasta a mí y me besa. Una vez que nos separamos, me toma de la mano y nos dirigimos a clases.Que, por cierto, son de lo más aburridas, pero no tengo más opción, todo sea por el “negocio familiar” mi padre me ha dicho que debo estudiar y prepárame para ser el próximo líder, él ya se está haciendo viejo, además, soy yo o mi fastidioso hermano, Adam, más bien, medio hermano.La verdad no le estoy prestando atención, esa mujer me distrae, la chica de olor dulce. El profesor pide que hagamos equipos para un proyecto, y no sé por qué demonios
Narra ScottEstoy tan furioso con mi familia por obligarme a casar con alguien a quien no amo y sólo es temporal. A mí me interesa la chica nueva y no le voy a permitir a Adam que se acerque a ella. Yo la vi primero y será mi esposa.—Hola… —Sé me olvidó su nombre.—Soy Katherine. —Dice con una bella sonrisa en su rostro.—Claro. ¿Qué harás esta tarde? —Digo estando más cerca de ella y sin dejarla de mirarla.—Bueno yo… —Conozco ese aroma y es desagradable, por cierto.—¡Hermanito! —Lo que me faltaba.—Permíteme un segundo. —Ella asiente y llevo a Adam lo más lejos posible.—¿Qué crees que haces? —Lo miro con odio y él sólo sonríe con maldad.—Acercarme a ella, quiero que me conozca. —Tengo tantas ganas de soltarle un golpe en la cara para borrar esa estúpida sonrisa.—Ni se te ocurra, yo la vi primero. —No dejo de mirarlo.—Eso no es verdad, lo vi todo en su primer día de clases, tú la ignoraste cuando chocó contigo y te fuiste con Eva. —Es un desgraciado.—Pues fui el primero en hab
Narra KateEstaba tan ilusionada de ir a cenar con Scott y agradecerle lo que había hecho por mí, sin embargo, su novia no lo deja ni un solo momento.—¿Qué ocurre? —Entra mi madre a mi habitación.—Iba a salir con el chico del otro día, sólo que ya no quedamos en nada. —Digo con desilusión.—Mi pequeña. Tal vez tenía cosas por hacer. —Si, como estar con la tal Eva. Sólo que no lo digo o pensará que estoy tratando de romper esa relación.—Tienes razón, ma. —Digo y ella sonríe dulcemente.—Bueno, hablando de cenar, te preparé tu emparedado de mermelada de frambuesa. —Me entrega el plato y mi vaso con leche y chocolate.—Muchas gracias ma. —Sólo nos tenemos a nosotras dos. Papá nos abandonó y supimos que se casó con su novia de la preparatoria. No supimos más de él.Mientras cenaba, me estaba concentrando en mis trabajos de la universidad, cierro por un momento los ojos, y llegan a mí, esos ojos grises y con una mirada muy profunda que incluso causa miedo y a la vez curiosidad.—¿Quién
Narra ScottPase a una floristería por una rosa blanca, sé que le gustan, lo pude notar con mi olfato lobuno el día que la llevé a su casa, la misma tenía ese olor. Normalmente no le prestó mucha atención a detalles como ese. Le pago a la encargada y voy rumbo a la universidad.Al oler la rosa me hace sonreír por algún motivo.—Creo que me gusta la chica.…Ese olor tan típico que tiene esa mujer, Eva, llega a mi nariz y huyo de ella, y entro al salón y la veo junto a sus amigos, así que tomo asiento junto a ella, la saludo y ella me saluda tímidamente. La hace ver muy tierna. No me gusta, ¡me encanta!Saco la rosa de mi morral y se la entrego, se notaba muy feliz, me gusta mucho verla así.—¡Scott! Te he estado buscando. —Eva logró encontrarme. ¡Rayos!Le dije que dejara de buscarme, ya me tenía cansado con su hostigamient0. No la soporto. No entiendo por qué mis padres quieren que me case con ella, es insoportable.Se pone aún más furiosa y sale echando fuego tirando cosas.Me discu
Narra Kate¡Santo mío! No puedo creer que los chicos más guapos de la universidad estén interesados en mí, eso hace que ponga una sonrisa. ¿Quién lo diría? No le quería creer a mis amigos, sin embargo, tenían mucha razón. Uno me regala una rosa con un mensaje muy lindo.“La belleza de una mujer no se compara con la de esta rosa. Eres más hermosa.”Y el otro mis chocolates favoritos, pero ¿Cómo lo supieron?—Kate, linda ¿te hice esperar? —Adam se encuentra frente a mí. ¿en qué momento llegó?—No, no. Para nada. —Digo un poco tímida. Esos dos me ponen así.—Bien. Pues entremos. —Me ofrece su brazo y lo tomo sin pensarlo. Pide dos entradas para ver una película de romance, en otro momento habría pensado que le gustarían más las de acción o terror, pero no una romántica.Compramos palomitas de maíz y sodas. Mostramos nuestros boletos y entramos a la sala, tomamos nuestros asientos y yo aun sigo un poco nerviosa, estos hermanos son muy imponentes, deben de medir como 1.80, son unos gigante
Narra ScottNo puedo creer que ese idiota la haya invitado al cine, no puedo permitir que él se quede con ella, tiene que ser mi esposa a como dé lugar. Los estuve siguiendo hasta la casa de Kathy, y justo cuando ese imbécil estaba por besarla, cuando salió la mamá y se acercó a ellos, lo cual agradezco mucho. Veo a Adam muy molesto, aunque lo quiera disimular.Se sube a su carro y se va, estaba por bajar, cuando recibo un mensaje de Eva, uno que prefiero ignorar.Así que me fui también a casa.…—En un par de meses serán las cenas de compromiso de ustedes. —Dice mi madre y que ni crean que me casaré con Eva, eso nunca.—Está bien, pero ¿Por qué con la fea de Margot? —Veo que Adam no está nada contento y mamá lo fulmina con la mirada.—No vuelvas a decirle así. ¿quieres? —Pues ella lo está aún más.—Bien. —Se va a su habitación.—Espero que tú también estés de acuerdo con esto. —Mamá se va al despacho con papá.así que subo a mi habitación y parece que es costumbre de este idiota entr
Narra Scott Hoy tenía que ser ese fatídico día en que se supone se hará oficial mi “compromiso” con Eva y, a decir verdad, no tengo ganas, pero resulta que también es el de el idiota de Adam. Y sólo por esa razón quiero estar presente. —Te ves muy guapo con ese traje. —Dice mi madre con mucha ilusión. —No me gusta vestir de traje y lo sabes. —En cambio yo, estoy de mal humor. —No hay opción, hoy es tu compromiso al igual que el de tu hermano. —Cambia su humor, y la verdad no me importa. —Eso me queda bastante claro. —Digo con cierto sarcasmo. Y ella me mira con odio. —No te doy una cachetada porque no quiero que bajes con el rostro rojo. —Que novedad. —Te espero abajo. —Dicho eso, sale de la habitación y yo tengo unas inmensas ganas de romper todo a mi paso. Yo quiero a Katherine, no a Eva. Respiro un par de veces para controlar mi ira. Salgo de mi habitación y me dirijo a la sala donde ya se encuentran todos, excepto Margot Archer, es como si quisiera hacerse la interesante. N
Narra KateLos dias pasan y no he sabido nada de los hermanos Jones, han faltado mucho a la escuela, a pesar de que presentan sus trabajos para no perder una clase, pero debo confesar que los extraño, claro, como amigos, aunque no negaré que siento algo por uno de ellos.—¡Kate! —Escucho la voz de mi amiga. La miro y está muy agitada por haber corrido.—Respira. —Le digo y así lo hace.—Que bueno que te veo. —Me dice una vez que ya se recuperó.—¿Qué ocurre? —Le pregunto con curiosidad.—Tus pretendientes, ¡Están comprometidos! —¡¿Qué dijo?!—¿Se comprometieron? —No lo puedo creer. Eso me pone muy triste.—Así es. Y al parecer están muy molestos y por eso sea la razón de que no vengan a clases, no se quieren topar con las susodichas.—Entiendo. —Digo sin evitar mi tristeza.—¡Oye, tranquila! Son convenios por un año, así que… si no hay un heredero, se podrán divorciar, y así uno de ellos quedará libre. Imagínate casada con Scott o Adam. Digo los dos son muy guapos, que no te culpo si