Leonardo siguió el rastro de su general por el bosque en forma del enorme lobo negro que tenia, Lucas era su general por una razón, no solo era el más fuerte fisica y mentalmente despues de él y Roy, ademas de ello, era el mejor escondiendo su rastro y buscando el de otros. una capacidad indispensable para su cargo como general, esto debido a que Lucas era el encargado de mantener todo intruso que no perteneciera a la manada, fuera del territorio de SolTerra, pero Leo era un alpha y como alpha conocía el aroma de cada uno de los miembros de su clan, desde los más ancianos hasta los pequeños cachorros nacidos en la manada, era normal que los cachorros se colaran en la casa de la manada o en los jardines de la misma, Leo conocía cada problema, cada meta, cada pareja y conflicto que pudieran tener todos ellos, eran su gente y él era el encargado de protegerlos, incluso de ellos mismos de ser necesario. Encontró a Lucas tres minutos más tarde, el enorme lobo blanco casi del mismo tamaño
Pasaron los días y de forma degenerativa el control de Sophie comenzaba a irse directo al carajo, Lucas la seguía de arriba a abajo por la casa, para variar Leo lo había librado al parecer de sus responsabilidades y Roy lo estaba supliendo en la frontera, por ello, el jodido lobo andaba de arriba abajo siendo su sombra, mientras trabajaba varias veces tomaba su forma de lobo y apoyaba su cabeza sobre sus piernas mientras ella hacía todo lo posible por ignorarlo sentada en el comedor mientras trabajaba frente a la pantalla, dirigía reuniones y hablaba de negocios. -Me caes mejor siendo lobo.- le dijo un día, la bestia sólo refregó su cabeza en su mano cuando esta se rindió al impulso de acariciar detrás de las orejas, “Está domesticado…” -Había dicho Kylla una tarde mientras pasaba por la casa para tener una reunión con Emma ahora que dirigía a las centinelas. Los adorables cachorros dando vueltas en forma de pequeños lobos no ayudaban mucho, aquella vida de la manada que luego de la
Una semana desde la partida de Sophie y Lucas no se veía tan mal como Emma y Leo esperaban, al parecer la castaña le llamaba diariamente y contestaba de alguna forma a sus empalagosas mensajes, Emma no se podria imaginar a Sophie contestando mensajes de amor, pero si Lucas era feliz de cierta forma ella se sentía tranquila. “Es el vínculo de la manada” Le habia dicho Leo, ahora que era luna la preocupación por cada miembro de la manada era tan real como desgarradora, en el poco tiempo que llevaba casi se había aprendido el nombre de cada lobo, loba, cachorros, humanos, brujas que vivían en los territorios de SolTerra y más rápido que tarde se había acostumbrado a la presencia entrometida de la manada, y para su propia sorpresa se había sentido completamente cómoda con ellos, incluso cuando el lunes por la mañana una banda de cachorros se metió a su habitación y cama cuando Leo y ella aun no se levantaban, al parecer los cachorros estaban aprendiendo a cazar. Luego de haber podido
En las profundidades del bosque en pleno y crudo invierno al norte de Brigus alejado de los curiosos y frágiles ojos humanos, una batalla llegaba a su fin, soldados en forma animal volvían a su imagen humana con garras y dientes manchadas de sangre seca, de Rodillas en medio del centenar de guerreros miraban con odio hacia arriba su vencedor, el Alpha Mylan de la manada SolTerra le devolvía la mirada con suma ardiente rabia, llevo su mano convertida en garras al cuello del arrodillado hombre, su Beta hizo lo mismo con el secuaz del prisionero de rodillas .- Esta es mi tierra.- gruño apretando su agarre, la carne sonó bajo sus manos mientras se desgarraba y la garganta del prisionero era desprendida sanguinariamente del cuerpo no humano, al menos no del todo, el Alpha lanzo al suelo la parte desmembrada y sacudió su mano con asco .- ¡Alpha! ¡Hemos encontrado una bruja! -dio aviso uno de los hombres arrastrando del
En el aeropuerto internacional de Cartagena de indias luego de un viaje directo en primera clase desde Sicilia, Italia, desembarca una familia italiana para extender su negocio traído desde el viejo continente hasta Latinoamérica, en la bella Cartagena de indias, Colombia. El enorme hombre de duros ojos, facciones completamente varoniles y un habano sin encender en la boca camina a paso tranquilo, su imponente porte de 1,93m y el aura asesina que traían solo era disipado por la esbelta, delicada y hermosa figura de la mujer a su lado, Alta de largas piernas, cabellos rubios y unos ojos tan azules como lo más profundo de los corales de su nuevo país que deberían llamar hogar, la bella Italiana tenía facciones delicadas, una presencia tan digna que era imposible no quedarse mirándole al pasar, a su lado y tomado de su mano un pequeño niño de 6 años caminaba de la misma forma imponente que sus padres, su tez t
-Tanti auguri a te, Tanti auguri a te, Tanti auguri Adriano… E la torta a me! – Con una pequeña tarta en sus manos entraba Carolina y a su lado sujetando suavemente su cintura Roberto mientras cantaban la canción “cumpleaños feliz” en su lengua natal. El pequeño Adriano abrió sus ojos Azules viendo a sus padres a los pies de su cama, una enorme sonrisa que podría haber iluminado la oscura habitación se dibujó en sus labios.- ¡Feliz cumpleaños mi dulce Adriano! - dijo su madre acercándose por el costado de la cama para sentarse al lado de este- Pide un deseo y sopla las velas hijo- dijo su padre este asintió con solemnidad, un deseo…, ¿Qué podía pedir un niño que podía tenerlo todo con suma facilidad?Finalmente las velas fueron apagadas y su padre dio un suave aplauso, se acercó a las cortinas en las ventanas
-¡Levanta los brazo!, ¡eso es! – Exigía la gruesa voz del Alpha de la manada Solterra, Leonardo y su padre llevaban desde las 6 am en sus entrenamientos matutinos, ahora el sol se ponía casi en lo más alto cuando el reloj marcaba casi medio día, desde que había cumplido 8 años y el oráculo había llegado a la manada dando sus profecías sobre el futuro duro que le tocaría vivir al pequeño ascendente su padre lo había puesto a entrenar en conjunto cada mañana, sin dejar nada a la suerte, no dejaría que la futura cabeza de la manada flaqueara, aunque fuera su amado hijo, hoy con dieciséis años era su mayor orgullo, era tan letal como si mismo, lo había llevado a algunas batallas y desde temprana edad había dejado que los mejores guerreros entrenaran con él, que le dieran una buena paliza, los alphas eran más fuertes por nacim
Catorce años habían pasado desde que la pequeña andrajos había conseguido una casa, familia y un Hogar. Se le había entregado todo como hija de la familia Amato, la educación en la mejor escuela privada de Colombia, un guarda ropas con todas las marcas de alta costura, tutores particulares para clases de economía, Finanzas y lenguas extranjeras. Su ahora hermano mayor se había mantenido a su lado en cada paso de forma inamovible, pero con una presencia casta, sin palabras de apoyo, desde las sombras, había dejado resúmenes para ella, libros de estudio y pedido a los tutores que reforzaran en las áreas más difíciles para ella, ya ayudo a entrenar, su madre no le dio tregua alguna sobre la importancia de las artes marciales, ella debía saber defenderse y llevar el negocio familiar si sus padres se lo ordenaban. Algo había cambiado en el interior del pequeño Adriano desde que la viva risa había llenado su habitación la tarde que habían llegado a Colombia,