Yo lo miré detenidamente y sacudí la cabeza antes de recordar que eso era mala idea.Carajo, como dolía.-Solamente hay tres personas en el continente que me importan y dos están aquí. - Señalé a Mateo y Tío Chad. - Así que supongo que hablas de la tercera persona. -Dije con mi cara inexpresiva.-Puedo deletrear su nombre, si esto es tan difícil de entender para ti. - Dijo con una sonrisa de mierda.Automáticamente, giré a ver a Mateo.Carajo, no lo haría de nuevo.-Cariño ¿Tú también escuchaste eso?- Pregunté con calma.Él me dio un asentimiento de cabeza con una expresión seria. Luego miré a mi tío que se encontraba sometiendo a Cole, de nuevo, y también asintió seriamente.-Siento que me estoy perdiendo de algo. Prácticamente estoy siendo extorsionada para participar en tu pequeña campaña por el poder y ¿Por qué mierda tendría que fingir ser tu pareja? ¿Soy la única que recuerda que he sido rechazada? Ahora, que tengas que secuestrar a alguien como seguro es simplemente patético. -
De acuerdo, quizá caer sobre unos cuatro metros de altura no era la mejor de las ideas. Mi maldito tobillo derecho se sentía como si hubiera sido pateado por un caballo.Caminé cojeando hasta la reja solo para encontrarme con Karel. El maldito había utilizado la llave y me observaba con fastidio.-¿Piensas que es divertido tener que verte por una u otra razón? ¡Mi maldita vida se está yendo al carajo desde que te conocí!-Whoa, tranquilícese majestad. En primer lugar, usted no me conoce. Ni siquiera recuerda mi maldito apellido. - Dije arqueando una ceja y él se quedó callado así que me anoté otro punto en nuestra pizarra imaginaria. - En segundo lugar sus problemas de erección, sus problemas en el reino y su problema de actitud no son mi jodido asunto.En ese momento una hermosa sombra se acercó por la espalda del lobo. No sabía si sus instintos para sentir el peligro estaban atrofiados o por qué Karel dejaba que se le acerquen tanto pero no era mi trabajo protegerlo o decirle una mi
-Dudo seriamente que tengas una oportunidad. - Dijo Karel cuando terminó de reír. - Tienes el entrenamiento básico que nos dan en la Academia y ni siquiera ahí sobresalías, querido primo. Bueno, al menos dejarás de avergonzar a la familia…Ni siquiera lo pensé, al ver la cara de mi primer amigo, me lancé sobre Karel solo para callarlo. Soltó el agarre que tenía sobre el cuello de Mateo y rodamos por el piso. Puños, patadas, mordidas… yo era una bestia furiosa en forma humana. Karel, el bastardo, se defendía bastante bien pero no era rival para mi furia.Supongo que sus guardias también lo pensaron porque decidieron intervenir entonces.Fuertes brazos me sacaron de encima del bastardo que al ver la furia en mis ojos volvió a reírse.-Controla tus sentimientos; si te domina lo que sientes, estas muerta. - Dijo mi tío Chad sujetando a Kiki; ésta parecía estar a punto de venir a patear algunos traseros.Inhalé profundamente y encontré la calma dentro de mi. Luego me safé de los guardias y
-Por supuesto, no voy a cancelar mi emparejamiento con mi amado príncipe Cole. - Dije con tono dulce esquivando otro puñetazo.-Pero tu dijiste…-Si, si, llórame un río. Una dama puede cambiar de opinión. Resulta que los encuentro a ambos muy atractivos y quiero que el reino lo sepa.Yo no estaba interesada en el título, la posición o los privilegios, aunque no me quejaría de éstos. No, yo lo que quería era ver el mundo arder cuando Luna Isabella se enterara de que la para nada apta de mi persona ocupaba el puesto.Cuando un nuevo rey subía al trono, era costumbre que nombrara una nueva Luna en cuanto encontrara a su pareja o cuando designara a alguna loba como su pareja. Mientras tanto, las responsabilidades del cargo recaían en la madre del rey o en el pariente femenino más cercano. Luego del nombramiento, la antigua Luna se retiraría de la vida política.Todas las Lunas tienen una especie de “madrina”, “dama de honor”, “consejera”… o cualquier término estúpido que se les pudiera oc
-Espero que eso sea una broma. - Dije insegura de qué decir.-No lo es. Otro rasgo de nuestra encantadora aldea: No nos molestamos con sutilezas.-Suena como mi tipo de aldea. - Dije con una sonrisa.Mateo sacudió la cabeza y mi tío se acercó a la cama a darme unas palmaditas en mi mano asegurándose de que estaba bien.-¿Cuánto te debemos, Savanah?- Preguntó mi tío.-La consulta a domicilio es de dos piezas de oro y el tratamiento es otra pieza de oro. - Dijo con una sonrisa. - Ahora si me disculpan, debo atender la carnicería…-¡¿Qué mierda Lily?!El grito de Cole me hizo dar un respingo. Todos miramos a la puerta con diferentes expresiones: Mateo confundido, mi tío divertido, yo exasperada y Savanah asustada.Luego de unos segundos siguiendo mi olor o quién sabe cómo mierda averiguó dónde estaba, entró a la habitación.-¿Qué haces en mi casa?- Pregunté con calma.-Por si no lo has olvidado, soy tu pareja. Se supone que debemos vivir juntos.- Detuvo su diatriba unos segundos y miró m
-La lista es larga, pero principalmente es porque no me has dicho por qué me atacaste o por qué mierda no te has disculpado conmigo. -Dije con un suspiro de exasperación y luego masajeé mis sienes porque comenzó a dolerme la cabeza. - Escucha, no quiero pelear contigo, Cole. Entendí que no quisieras ser mi amigo y que solo soy una pieza en algún plan extraño que tienes para el futuro cercano o lejano. De acuerdo, soy una chica grande y lo puedo aceptar, no es como si lo nuestro fuera amor, pero al menos podrías preocuparte un poco por mí. -Fruncí el ceño. - Y no me refiero a que cuestiones quién mierda además de ti será mi pareja; creo que eso también lo has dejado claro: Podemos tener una relación con alguien más. No me vengas a molestar solo porque has cambiado de opinión y no quieres que nadie más juegue a las casitas con tu juguete nuevo.-Mmm… si, bueno yo… simplemente me iré. - Dijo Savanah escabulléndose del cuarto. No me importaba que pudiera hablar con alguien más sobre lo qu
—Regresaré mañana, tenemos planes. — Dijo inexpresivo cuando se apartó de mí y luego se fue. Yo miré su espalda mientras se marchaba. Una libreta se puso a la altura de mis ojos mientras Mateo me miraba divertido. “Creo que le gustas”. —Tiene una forma extraña de demostrarlo. — Dije aún confundida por ese beso. Joder, el lobo incluso había saboreado mis labios. No em sonrojaría, pero definitivamente era algo para pensar después. “No creo que sepa qué hacer con eso. No es una persona que exprese mucho”. —Puede ser. — Dije moviendo mi cabeza para despejarme de la neblina de lujuria que comenzaba a apoderarse de mí. Ese Cole era... mortal. — ¿Te gusto? — Pregunté curiosa. “Si y también te besaría aunque tuvieras orina real de caballo en los labios; pero pinto mi límite al compartir fluidos corporales de Cole. Sería como besarlo a él si te beso ahora mismo”. Lo miré y se encontraba haciendo una mueca de asco. Yo le di una sonrisa malvada y salí rápidamente de la cama. Él adivinó mi
—Técnicamente, Savanah ya se iba. – Dije divertida. — SI se quedó a escuchar cosas que no quería saber, fue enteramente por decisión propia y, de todas formas, no entiendo el problema de eso. —El problema es que toda la información sobre la corusna es confidencial y yo… —Le aseguro — Dije interrumpiendo su discurso. — que el príncipe Cole es muy consciente de que su hija posee esta “información” y que si le importara un carajo que su hija sepa de nuestra relación de pareja, no la hubiera dejado salir de mi mansión viva. Ahora, tampoco veo un ejército a las puertas de su casa sacándolos a rastras. Así que creo que sus preocupaciones y medidas son infundadas. — Dije con un encogimiento de hombros y luego saqué una de mis joyas y se la extendí. Como no la tomó, se la dejé suavemente sobre la mesa. — No tenemos dinero en este momento, así que puede tomar esto como pago. —No quisiéramos prescindir de sus servicios, curandero. Que tenga un buen día. —Dijo mi tío levantándose. Mateo y yo l