Los guardias del castillo miraron extraño hacia mi cuello y luego me dejaron entrar. Hacía unos diez minutos que la gasa que mantenía oculta mi herida se había caído en algún lado así que todos tenían una vista bastante clara del hermoso trabajo que Cole había hecho.Caminé por el castillo hasta que encontré a una loba haciendo los quehaceres domésticos y le pregunté por la oficina del idiota; amablemente me indicó la dirección y siguió en lo suyo.Cinco minutos después estaba ante un gran salón con una loba en un escritorio pequeño. Que desperdicio de espacio.-Buenas tardes. ¿Podría pasar a hablar con el rey?-Nombre. - Dijo la loba sin levantar la vista de los documentos que estaba leyendo.-Lily.-¿El rey la está esperando?-Supongo que si. Fue él el que me dijo que viniera.Entonces levantó la vista y sus ojos se dirigieron automáticamente a mi cuello. Alzó las cejas y me dijo que le avisaría al rey que acababa de llegar.Esperé pacientemente una encantadora hora antes de que Kar
-¡Muchas gracias, señorita! - Dijo la pequeña niña a la que le regalé un precioso anillo de esmeraldas. -De nada. Gracias a tu papi y a ti por vendernos a tan bonitos caballos. - Dije con una sonrisa. Tío Chad, Mateo y yo fuimos a la aldea fuera del castillo para conseguir algunos caballos; Mateo decía que Rowen House se encontraba a unas buenas cuatro horas a pie y, francamente, no tenía ganas de caminar o correr en mi forma de lobo semejante distancia. Me sentía cansada, quizá por la pérdida de sangre, y me dolía el cuello horrores. -Eres una chica muy generosa, pequeña. - Dijo el Tío Chad cuando nos despedimos del amable lobo que nos vendió todo lo necesario para el viaje y su adorable asistente. - Fácilmente le diste el equivalente a comprarle 50 buenos caballos. -Mi preciosa Kiki lo valía. - Dije acariciando el lomo de mi yegua negra. En el continente Norte no teníamos caballos. Quizá porque no resistirían el crudo invierno; como sea, desde que había visto mi primer caballo e
-Pequeña, a pesar de que normalmente apoyo que enfrentes tus problemas, me temo que meterte con el rey del continente no es buena idea… al menos hasta que lo encuentres a solas y podamos correr a otro continente. - Dijo divertido mi tío.Yo lo pensé por un segundo y luego asentí con la cabeza. Sonaba razonable.Me arrepentí inmediatamente. No por ser "razonable" sino porque ese movimiento hiz que viera pequeñas manchas en mi visión.-De acuerdo.Karel bufó en mi dirección y luego se enfrentó a su hermano.-¿Qué mierda haces aquí?- Dijo frunciendo el ceño.-¿Yo? Bueno, eso debería de preguntarte a ti. - Dijo Cole bajando de un caballo café enorme.Su cara tenía algunos golpes que se veían serios. Cortesía del tío Chad, pero francamente, eso no le quitaba ni un poco su hermosa apariencia. Maldito.-Mis asuntos no son de tu incumbencia, hermano. - Dijo despectivamente.-Bueno, querido hermano, resulta que soy la pareja de Lily así que el hecho de que estén en nuestra casa es mi asunto. S
Yo lo miré detenidamente y sacudí la cabeza antes de recordar que eso era mala idea.Carajo, como dolía.-Solamente hay tres personas en el continente que me importan y dos están aquí. - Señalé a Mateo y Tío Chad. - Así que supongo que hablas de la tercera persona. -Dije con mi cara inexpresiva.-Puedo deletrear su nombre, si esto es tan difícil de entender para ti. - Dijo con una sonrisa de mierda.Automáticamente, giré a ver a Mateo.Carajo, no lo haría de nuevo.-Cariño ¿Tú también escuchaste eso?- Pregunté con calma.Él me dio un asentimiento de cabeza con una expresión seria. Luego miré a mi tío que se encontraba sometiendo a Cole, de nuevo, y también asintió seriamente.-Siento que me estoy perdiendo de algo. Prácticamente estoy siendo extorsionada para participar en tu pequeña campaña por el poder y ¿Por qué mierda tendría que fingir ser tu pareja? ¿Soy la única que recuerda que he sido rechazada? Ahora, que tengas que secuestrar a alguien como seguro es simplemente patético. -
De acuerdo, quizá caer sobre unos cuatro metros de altura no era la mejor de las ideas. Mi maldito tobillo derecho se sentía como si hubiera sido pateado por un caballo.Caminé cojeando hasta la reja solo para encontrarme con Karel. El maldito había utilizado la llave y me observaba con fastidio.-¿Piensas que es divertido tener que verte por una u otra razón? ¡Mi maldita vida se está yendo al carajo desde que te conocí!-Whoa, tranquilícese majestad. En primer lugar, usted no me conoce. Ni siquiera recuerda mi maldito apellido. - Dije arqueando una ceja y él se quedó callado así que me anoté otro punto en nuestra pizarra imaginaria. - En segundo lugar sus problemas de erección, sus problemas en el reino y su problema de actitud no son mi jodido asunto.En ese momento una hermosa sombra se acercó por la espalda del lobo. No sabía si sus instintos para sentir el peligro estaban atrofiados o por qué Karel dejaba que se le acerquen tanto pero no era mi trabajo protegerlo o decirle una mi
-Dudo seriamente que tengas una oportunidad. - Dijo Karel cuando terminó de reír. - Tienes el entrenamiento básico que nos dan en la Academia y ni siquiera ahí sobresalías, querido primo. Bueno, al menos dejarás de avergonzar a la familia…Ni siquiera lo pensé, al ver la cara de mi primer amigo, me lancé sobre Karel solo para callarlo. Soltó el agarre que tenía sobre el cuello de Mateo y rodamos por el piso. Puños, patadas, mordidas… yo era una bestia furiosa en forma humana. Karel, el bastardo, se defendía bastante bien pero no era rival para mi furia.Supongo que sus guardias también lo pensaron porque decidieron intervenir entonces.Fuertes brazos me sacaron de encima del bastardo que al ver la furia en mis ojos volvió a reírse.-Controla tus sentimientos; si te domina lo que sientes, estas muerta. - Dijo mi tío Chad sujetando a Kiki; ésta parecía estar a punto de venir a patear algunos traseros.Inhalé profundamente y encontré la calma dentro de mi. Luego me safé de los guardias y
-Por supuesto, no voy a cancelar mi emparejamiento con mi amado príncipe Cole. - Dije con tono dulce esquivando otro puñetazo.-Pero tu dijiste…-Si, si, llórame un río. Una dama puede cambiar de opinión. Resulta que los encuentro a ambos muy atractivos y quiero que el reino lo sepa.Yo no estaba interesada en el título, la posición o los privilegios, aunque no me quejaría de éstos. No, yo lo que quería era ver el mundo arder cuando Luna Isabella se enterara de que la para nada apta de mi persona ocupaba el puesto.Cuando un nuevo rey subía al trono, era costumbre que nombrara una nueva Luna en cuanto encontrara a su pareja o cuando designara a alguna loba como su pareja. Mientras tanto, las responsabilidades del cargo recaían en la madre del rey o en el pariente femenino más cercano. Luego del nombramiento, la antigua Luna se retiraría de la vida política.Todas las Lunas tienen una especie de “madrina”, “dama de honor”, “consejera”… o cualquier término estúpido que se les pudiera oc
-Espero que eso sea una broma. - Dije insegura de qué decir.-No lo es. Otro rasgo de nuestra encantadora aldea: No nos molestamos con sutilezas.-Suena como mi tipo de aldea. - Dije con una sonrisa.Mateo sacudió la cabeza y mi tío se acercó a la cama a darme unas palmaditas en mi mano asegurándose de que estaba bien.-¿Cuánto te debemos, Savanah?- Preguntó mi tío.-La consulta a domicilio es de dos piezas de oro y el tratamiento es otra pieza de oro. - Dijo con una sonrisa. - Ahora si me disculpan, debo atender la carnicería…-¡¿Qué mierda Lily?!El grito de Cole me hizo dar un respingo. Todos miramos a la puerta con diferentes expresiones: Mateo confundido, mi tío divertido, yo exasperada y Savanah asustada.Luego de unos segundos siguiendo mi olor o quién sabe cómo mierda averiguó dónde estaba, entró a la habitación.-¿Qué haces en mi casa?- Pregunté con calma.-Por si no lo has olvidado, soy tu pareja. Se supone que debemos vivir juntos.- Detuvo su diatriba unos segundos y miró m