Terminé de explicarle mirándolo fijamente, mientras trataba de entender qué estaría pensando en ese momento. Volvió a acercarse a mí y me abrazó fuertemente besando mi cabello, para luego separarse tomar mis manos y hacer lo mismo.—Eres en verdad un Ángel. Gracias por haberme elegido para ser tu compañero en esa misión que tú misma te has impuesto. Estaré muy orgulloso de ayudarte a que la cumplas. No quiero subir en el ejército hasta la cumbre, más bien quiero alejarme y tengo que encontrar una manera de hacerlo honradamente.—Conozco una, pero creo que no te va a gustar Le dije adentrándome en mi closet para buscar una ropa apropiada y vestirme sin que él me viera desnuda. Me había seguido, pero se detuvo sin entrar al tiempo que me preguntaba.—¿Puedes decirme cual?—Siempre he escuchado que los militares que se lesionan son dados de baja con honor. ¿Qué tal si te sucede algo mientras entrenas a tus hombres, o ayudas a reparar el cuartel?Volvió a quedarse en silencio ante
—Oh, querida, gracias por elegirme. Esperaré pacientemente que como yo, tu corazón se abra para mí. Está muy claro que nos faltarán muchas cosas y que quizás no hayamos empezado un amor tórrido y alucinante, y que no serán suficientes las palabras para expresar todo lo que sintamos. Pero una cosa puedo asegurar, no nos faltarán lugares para visitar, ir y dejar nuestro sueño crecer, yo te acompañaré siempre, ya sea en todas las noches de insomnio que viviremos juntos, o quizás existan días donde no todos sea risa y dicha como ahora.Sin embargo, a pesar que se nos avecinan grandes acontecimientos, sé que sabremos cómo arreglarlos entre los dos. Si algo malo nos amenaza, estaré ahí para ti y sé que tú también estarás ahí para mí, detendremos todo lo que nos lance el destino, para separarnos, ¿y sabes por qué? Porque vamos a compartir el mismo sentimiento y cuando la risa y los buenos momentos se ausenten, nos llenaremos de los recuerdos qué viviremos en esta vida que hemos decidido
Nos miramos con amor, sintiendo que nuestro amor era realmente poderoso, aún cuando nos ponía estas enorme pruebas. —¿Y qué quieres que hagamos? No he encontrado la manera de separarme del Capitán, y créeme lo he buscado. No soporto que te bese, que te toque con sus manos. Pero no me queda otra solución que aceptar lo que no ha mandado la vida. Lo único que puedo hacer para librarte de ese desconcierto, es desaparecer yo.—¡No, no amor! Deseo que te mantengas en mi vida presente, y en mi futuro, que jamás te quedes en el pasado, porque siempre, siempre, te amaré, aún dentro del capitán. —¿De veras?—Sí.—Oh, mi Ángel. El primer día que te vi no sabes cuántos sentimientos encontrados sentí en un solo instante, que no podía comprender y fueron más de los que había pasado en toda mi larga existencia. Desde ese mismo instante que apareciste delante de mí, sabía que alguien nos había destinados. No por lo que conocía de la maldición, si no que éramos uno para el otro, lo sentí clarame
Después de subir a mi habitación y tomar un baño bien caliente y ponerme un juego dormir muy abrigado, me acosté al lado del capitán Luis Manuel que estaba durmiendo apaciblemente. Aunque era de día se mantenía el día bastante oscuro, por la manera tan copiosamente en que estaba nevando. Por lo que instintivamente me abracé a su cuerpo y me quedé profundamente dormida. De pronto me desperté al sentir como sus manos recorrían todo mi cuerpo de una manera que me sorprendió y me senté de golpe en la cama.—¿Qué crees que haces Luis Manuel? —pregunté sentándome al ver una extraña mirada y sonrisa en su cara.—Nada que no hagan los matrimonios —me respondió muy serio. —Eres mi esposa y tienes la obligación de cumplir con tus deberes de esposa.—¿Qué rayos hablas? Además, que apenas puedes moverte porque tienes esa pierna cómo la tienes, dejamos todo muy bien claro antes de envolvernos en esta aventura del matrimonio. Estuviste de acuerdo en no tocarme, hasta que llegara el momento e
Me puse de pie y la seguí sin titubear, pues en realidad había comenzado a sentir un poco de sueño debido al brebaje que me había acabado de ingerir. Al terminar de subir las escaleras, me encontré con el capitán que me miraba sonriente y había vuelto a tener su mirada azul oscuro por lo que me dejé abrazar feliz, y lo seguí al cuarto de mi abuela.—Duérmete, no tengas miedo, no saldré de él nunca más, hasta que resolvamos esto que nos tiene atrapados en esta realidad. Comenzó a tararear una canción en mi oído que inmediatamente hizo que me durmiera profundamente, haciendo que todo mi cuerpo entrara en un profundo e interminable sueño del que no quería despertarme. Me despertó la voz de Dolores que había entrado con una bandeja trayendo comida para los dos, también avisando que el doctor había venido a revisar lo mismo al capitán que a mí.—Dile a Aurelio, que vaya a verlo de mi parte, y si está limpio que lo dejen pasar. Dolores salió para cumplir la orden de Julián, mientras
No sé cuánto tiempo llevaba dormida, lo cierto es que todo mi cuerpo estaba dolorido por las grandes fiebres que me entraron durante todos los días que siguieron. El capitán venía a verme una vez al día, que era lo que yo le permitía, y veía el gran esfuerzo que hacía por mantenerse en las normas. Notaba claramente como miraba con odio a Dolores, cada vez que llegaba y la encontraba a mi lado.—Señorita Baronesa Ángel. ¿Me permite realizarle una sugerencia? — me preguntó sentado en una silla frente a mi cama.—Diga usted capitán.—¿Por qué no prescinde de todos los sirvientes que tiene de color y contrata a blancos del pueblo?—¿Y por qué habría de hacer eso si se puede saber? — le pregunté mirándolo muy seria.—¿Cómo qué por qué? Porque son una raza inferior de la que no deberían preocuparnos, ni mucho menos deben estar dentro de nuestra casa.—No sabía que usted fuera racista, pero ellos han estado durante todos los años que mi abuela vivió en esta casa y no pretendo prescindir
—Tenía mucho miedo y me moría de ganas por saber qué era lo que había pasado con mi verdadero Luis Manuel. Sé que todos necesitamos a alguien que nos dé esperanza, fuerza y motivo para sonreír de nuevo. Y yo comprendí que tú eres el mío, por ello por favor, promete que nunca más te quitarás ese pulso que te di de protección contra todos esos espíritus malvados que a cada rato te poseen. Sé que puede parecerte extraño esto que te voy a decir, pero en realidad no me di cuenta cuando me comenzó a gustar hablar contigo cada día y a tenerte a mi lado todo el tiempo, sabiendo que me protegías.—Yo también te he extrañado demasiado, aunque no lo creas, luchaba por volver a ti, pero no sabía cómo. Quiero estar contigo cada minuto de mi vida, amarte con el corazón desnudo y el alma vestida de suspiros, pensé muchas cosas antes de decirte esto. Me pasé la vida buscando esto que le dicen amor, en este mundo infinito, pero encontré algo infinito en este mundo pequeño que es mi vida. Te amo Á
A veces hay cosas que escapan a nuestro control y que podemos controlar. También hay otras cosas que escapan a nuestro control y que realmente no podemos controlar. Sí, es cierto, esto suena un poco confuso y es que el control viene en diferentes formas y tamaños, ya que a menudo es más un estado mental que algo claramente definido. Cuando te das cuenta de que el control no es algo definido, algo concreto, se vuelve más fácil lidiar con los problemas de lo que puedes y no puedes controlar, y de hecho, ya sea que desees controlar algo o no quieras tocarlo. A veces no tenemos claridad sobre este tipo de asuntos hasta que es demasiado tarde. Y es precisamente lo que nos ha sucedido a Julián y a mí. Estamos envueltos en esta rara avería del tiempo y el lugar, con un capitán que viene y va, cambiante según sus antiguas reencarnaciones, y que al parecer está conectado muy de cerca con nosotros sin saber por qué, o eso creímos hasta que cuando lo vinimos a descubrir creo, que era un po