A veces hay cosas que escapan a nuestro control y que podemos controlar. También hay otras cosas que escapan a nuestro control y que realmente no podemos controlar. Sí, es cierto, esto suena un poco confuso y es que el control viene en diferentes formas y tamaños, ya que a menudo es más un estado mental que algo claramente definido. Cuando te das cuenta de que el control no es algo definido, algo concreto, se vuelve más fácil lidiar con los problemas de lo que puedes y no puedes controlar, y de hecho, ya sea que desees controlar algo o no quieras tocarlo. A veces no tenemos claridad sobre este tipo de asuntos hasta que es demasiado tarde. Y es precisamente lo que nos ha sucedido a Julián y a mí. Estamos envueltos en esta rara avería del tiempo y el lugar, con un capitán que viene y va, cambiante según sus antiguas reencarnaciones, y que al parecer está conectado muy de cerca con nosotros sin saber por qué, o eso creímos hasta que cuando lo vinimos a descubrir creo, que era un po
Estaba planeando cómo montar un gran negocio para poner electricidad en el pueblo, lo escuchaba atentamente debido que a pesar que había leído el diario, no era lo mismo que vivirlo personalmente, ni mucho menos oír como él me explicaba cada una de las cosas que intentaba hacer. Era poseedor de una hermosa voz varonil a pesar de que era delgado. Y sin darme cuenta todo el cariño que le tenía a su esposa, la segunda Ángel, comenzó a aflorar en mi pecho y lo miré con verdadero amor que él se merecía.—Cariño, ¿puedes acostarte un rato aquí conmigo ahora que es de tarde y luego continuar con tu trabajo? A pesar que estás aquí en la casa, te extraño muchísimo, te la pasas todo el tiempo trabajando olvidado de mí.—No digas eso cariño. Siempre estoy pensando en ti y por eso trato de que el trabajo avance lo más rápido posible para que dejes de temer a la oscuridad, y puedas pasearte por esta casa, sin importar donde vayas, no tengas miedo porque podrás prender las luces. Está bien, me
Hacía mucho rato que había amanecido y nosotros permanecíamos abrazados dormidos, sintiéndonos muy cansados. Una fuerte tos me despertó y eso hizo que me sentara en la cama mirando con miedo todo a mi alrededor. Parecía que estábamos en nuestra realidad, la tos volvió haciendo que el capitán se despertara a mi lado y me miró de una manera muy extraña.—Buenos días señorita Baronesa de Castillo, ¿qué hace durmiendo a mi lado? ¿No me dijo usted que no lo haríamos más?¿Qué sucedía? Miré fijamente a sus ojos al capitán y me di cuenta de que era aquel odioso de la realidad de la segunda Ángel, pensé en verdad que habíamos regresado a nuestra realidad. Unos toques suaves en la puerta, hicieron que dejara de observar al capitán para mandar a pasar a Dolores.—Señorita, me pidió que viniera a llamarla bien temprano.—¿Yo? —pregunté porque no me acordaba de tal cosa, pero cerré mi boca al ver como abría los ojos. —Ya todo está listo en su cuarto. Me puse de pie y avancé intrigada, dán
Pero sobre todo, debía pedirle que llevara a todos los suyos dentro de esa enorme casa sin él sugerirle ni nadie de los suyos nada. La próxima Ángel debería ser un alma muy pura, capaz de ver más allá de las razas y el color. De comprender todo lo irreal que le sucedería. Comenzó a dirigir a los hombres y el trabajo de la hacienda como hacía normalmente en aquella época, lo cual recordaba perfectamente, mientras sentía como su verdadero yo del pasado, luchaba por despertarse. Trató de comunicarse con él para informarle lo que estaba sucediendo, sin obtener resultados hasta el momento. En la noche cuando todo el mundo dormía, corrió la cortina que ocultaba el enorme altar de sus santos y que permanecía invisible para ojos que no fueran los de su gente o los suyos. Se inclinó fervientemente pidiendo perdón por lo que iba a realizar, haciendo que se iluminara todo completamente. En su cabeza de pronto apareció una corona de rey y su cuerpo se vistió de igual manera. Extendió su
Parada en lo alto de la escalinata a la entrada de la casa, observaba cómo las personas se alejaban, tenía la sensación de que ya había vivido eso. Y no solo eso, al entrar de nuevo en la casa, me di cuenta que la conocía a la perfección, percatándome que cada una de las cosas que estaba mirando, estaban en mi memoria. Caminé decidida buscando a Dolores en la cocina, me la encontré acomodando la gran cantidad de cosas que se habían utilizado en el entierro de mi abuela.—Dolores, necesito que le digas a Tata Julián que necesito verlo. Y ahora mismo yo ni sabía porque había dicho aquello, era como si yo lo acostumbrara a hacer diariamente. Ella se giró para mí mirándome interrogadoramente, mientras su mirada se colocó a mi lado, como si estuviera alguien allí. Hice otro tanto sin ver nada a mi lado, aunque podía sentir cierta presencia que me era familiar.—¿Niña se encuentra bien?—Dolores, aunque es la primera vez que vengo aquí, tengo la sensación de que lo he hecho antes
Vi cómo volaron cosas encima de la cómoda, y fui corriendo y cerré la ventana dando entender que creía que había sido el aire que entraba por la misma. Entonces comprendí que quién estaba detrás de mí en la habitación, no era el ser monstruoso, si no, era la primera Ángel. No sé porque en este momento tenía la sensación de que si me mantenía así, como que no sintiera nada, ella se iba a convencer de que no podría poseerme porque yo no la reconocía como un ente real. Seguía haciendo todas las cosas que acostumbraba a hacer y me arreglé, recogí el cepillo que había caído en el piso y cepillé con calma mi largo y hermoso cabello rubio, dejándolo libre a mi espalda como me lo había pedido mi esposo Julián. Reí sola feliz mirando como mis mejillas se volvían rosas ante la idea de que tenía un esposo que me amaba. Pude sentir que alguien tiraba de mi cabello, pero me hice que se me había enganchado en la silla. Salí despacio de mi habitación y caminé hacia las escaleras mientras o
¿Te imaginas que todos pudiéramos volver a vivir un año de nuestras vidas y poder cambiar todo lo que ha sucedido de malo en ella? Es lo que yo estaba pretendiendo hacer y que Julián hacía todo lo posible por impedirlo.—¿Por qué no podemos avisarle de que no viajen porque van a sufrir un terrible accidente?—¿En verdad crees que te van a creer a ti, la Baronesa del Castillo, que tuviste una premonición?—¿Por qué no?—Ellos, mi Ángel, son gitanos que toda su vida han vivido las artes de la adivinación, y que creen de generación en generación en sus culturas y en sus creencias. Cada año de su vida han hecho ese viaje porque a pesar que se asentaron en ese pueblo allá encima de las montañas, no quieren perder su esencia de Cultura, lo que los hace ser lo que son, gitanos. Por eso cada año realizan ese viaje que los lleva de lugar en lugar haciendo sus adivinaciones y sus malabares recolectan dinero de esos espectáculos y de todo lo demás para poder sobrevivir el invierno en esa
Me puse a recordar lo que había hecho los primeros días de mi llegada a la casa, no fue otra cosa que estar dentro de ella y recorrerla. Por lo pronto, eso lo había cambiado, aquí en el pueblo donde todos me miran como si hubiera salido de un cuento de terror por la manera que lo hacen. Menos mal que tuve a bien vestirme de negro, por lo que de a poco todos me dan las condolencia.—Creo que mejor regresamos a la casa— le dije a Julián que se mantenía a mi lado en silencio, lo mismo que Dolores.—Muy buena idea. Esa fue la escueta respuesta de Julián, y dando la vuelta avanzó dirigiéndose de nuevo al carruaje que estaba parqueado frente a la iglesia. A la cual me dirigí y entré en ella, diciendo una pequeña oración luego de inclinarme delante de cada una imagen sagrada. Una extraña presencia pude sentir a mi lado haciendo que me estremeciera completamente y saliera rauda a refugiarme en los brazos de Julián que ya venía a mí encuentro.—¿La sentiste?—Sí, ¿qué es?—Es ella, la br