Dentro de toda la situaciones que estaba envuelta, me sentía realmente algo aliviada de que las cosas fueran a suceder esta vez en mi casa, no como la vez anterior, que lo había encontrado frente a la casa del señor abogado Edmundo y me había causado una muy mala impresión. Sentados en la mesa del comedor comencé a hablar como si lo conociera de siempre.—Capitán Luis Manuel — comencé la conversación— he de confesarle que estoy muy contenta de que haya venido en estos momentos.—¿Y eso porque si se puede saber? —preguntó muy intrigado y se quedó mirándome como si me estudiara.—Cómo se dio cuenta, acaba de pasar una gran inundación por el ciclón, mantuve a casi todos los pobladores que se quedaron en el pueblo sin poder irse aquí en mi casa por casi dos semanas —le contaba tranquilamente. —No sé si se ha dado cuenta que necesito alguien que me ayude y estuve pensando, ya que usted está aquí en mi casa con todos sus hombres y que no puede por ahora regresar a su cuartel y asumir su
Otra vez el capitán se quedó mirándome fijamente, como si no pudiera creer con la facilidad que yo le daba el mando de mí propiedad sin apenas conocerlas. Quería reír para mis adentros, pero me puse de pie y caminé hasta la salida bajo la mirada de Dolores que estaba de lo más intrigada. Me ayudó a colocar mi abrigo y mis botas así como mi gorro, y salió dándome su brazo para que bajara las resbaladizas escaleras, lo cual hicimos y nos dirigimos a las caballerizas.—En verdad son increíblemente grandes y sus animales son de la mejor calidad y razas que tengo conocimientos. Veo que existen muchos cubículos independientes y vacíos, mandaré a los soldados a colocar nuestros caballos en ellos, para que estén muy cuidados. No se preocupe, a partir de mañana me haré cargo del entrenamiento y el cuidado de cada uno de ellos.— Existe también, capitán Luis Manuel, otro barracón vacío al lado del que ustedes están utilizando y que creo que puede servirle para hacer su entrenamiento con
Siempre que conversaba con la hermana Caridad me llamaba la atención que ella decía que había previsto todo lo que le sucedería cuando regresara a su casa cuando la sacaron del convento. Solía decirme que había tenido una premonición, era el término que ella empleaba para decir que había previsto lo que le iba a suceder como si hubiese tenido un augurio o un vaticinio de lo que le esperaba en su casa. Y ahora mismo estaba sentada en la biblioteca tratando de encontrar el significado de eso que ella explicaba. Y luego de buscar en el diccionario, pude al final dar con su significado, el cual no es otro que el de anticipar acontecimientos que no se han concretado aún y que suele entenderse por una precognición como la facultad de conocer algo con antelación a que suceda.¿Por qué estaba empeñada en buscar el significado de esa palabra que me había llegado a la mente? Y era el por qué de que llevaba días creyendo que lo que le pasaba a mí Julián, la falta de lo que él llamaba poder
—Tampoco lo sabía, señorita. Aunque he presenciado a veces muchas cosas que ellos han realizado, debido a que me ha tocado cuidar muchas veces fuera del país, con personas que practican esa religión de la que está hablando.—¿Por ejemplo?—Pues me llamó mucho la atención que ellos hacen muchas ofrendas a los santos, ya sea de frutas, licores, flores y hasta sacrifican animales en su honor.—¿No me diga?—Recuerdo que una vez alguien me explicó, al preguntar qué celebraban, pues tocaban mucho los tambores y bailaban para animar a uno de ellos a caer en posesión de un espíritu de su santos y así comunicarse con él, eso era un ritual llamado el toque de santo.—Qué interesante.—También, pude ver que poseen varias formas de adivinación, cómo son el ifá, para descifrar los mensajes de los santos, hacen ofrendas a los espíritus de los muertos y algunos practicantes, se identifican como medios espirituales. También tienen rituales que según ellos, son para curar a las personas con remedios
Julián se había quedado mirándome seriamente sin contestarme, a lo que le había preguntado. Lo vi conjurar y salir completamente del cuerpo del capitán, el cual me miró sin comprender lo que estaba pasando.—¿Qué hago aquí? —preguntó mirándome unas veces a mí, y otras a Julián que estaba en su imagen del viejo Tata Julián.—Vine a informarle al capitán que ya todos los trabajos de los potreros están hechos— comenzó a hablar Julián muy respetuosamente. — También vengo informarle, que ha llegado un mensajero diciendo que vendrá la señora Lucía de la Concepción.—¿Qué? ¿Cuándo llegó ese mensaje? —preguntó y pude darme cuenta que estaba muy nervioso.—¿Quién es la señora Lucía de la Concepción? Pregunté a mí vez, pues no recordaba que hubiese existido en el pasado que conocíamos. ¿Sería por casualidad, esa mujer que había vislumbrado, en la extraña nube que se abrió delante de mí, después que apareciera la primera Ángel?—Señorita Ángel, debemos hablar a solas si me lo permite —m
—Sí, y no por ser pequeño es menos importante. Yo me crié en un colegio de monjas dónde me enseñaron que cuando contrajera matrimonio era para toda la vida, y si algún día me decido hacerlo es lo que pretendo. Pues como usted sabe en la Iglesia Católica no se permite el divorcio. Así que piense usted ahora detenidamente. ¿Quiere en verdad que yo diga que soy su prometida? ¿Sabe a lo que eso lo va a llevar si lo acepto? ¿Está dispuesto a asumir todas las consecuencias? Además que no debe olvidar otro detalle.—¿Otro?—Sí, usted vive conmigo. ¿Cómo quedará mi reputación de mujer si hago eso y rompemos al poco tiempo? Quiero ayudarlo, no me mal interprete, pero usted debe comprender la situación que me va a poner si acepto hacer eso que me pide. Si usted está de acuerdo en asumir todo lo que eso significa, lo ayudaré sin problemas. Pero piénselo usted muy bien, porque después no hay marcha atrás. El capitán se quedó mirándome fijamente como si no pudiera creer lo que yo acababa de
Ante la pregunta sorprendida del capitán, me quedé mirándolo sonriente mientras me acercaba más a él y le tomaba una mano para explicarle. Para mí todo iba demasiado lento, sé que podía estar apresurando mucho, pero quería que toda esta extraña historia terminara—Sí, tenemos que tutearnos si somos prometidos.—Cierto, cierto, querida Ángel. Todavía no puedo creer que me hayas aceptado como tu prometido. ¿ Qué es eso que me quieres pedir?—¿Puedes realizar el baile militar que hacen en diciembre en el cuartel general? Me han dicho que mi abuela siempre lo hacía aquí, pero no quiero tener esa enorme cantidad de personas dentro de la casa desconocidas por completo. Además, que no te he dicho y no tienes porqué saberlo, dentro de poco va a llegar la Madre Superiora con todos los niños de la escuela, porque los invité a pasar todo diciembre aquí, y quizás enero y febrero, porque van hacer una remodelación completa del colegio que yo mandé a hacer por encontrarse en muy malas condici
—De acuerdo, lleva uno de los carruajes y regresa lo antes posible esperaré por ti para cenar.—No hagas eso, no sé cuánto tiempo me llevará resolver el asunto con esta mujer. —Bueno, espero que no olvides que eres mi prometido y que no puedes estar con otras mujeres —le pedí haciéndome la celosa. Él sonrió encantadoramente y volvió a besar mi mano.—Lo sé querida, lo sé. ¡Jamás traicionaré a una mujer tan bella como tú! Vendré en cuanto pueda.— No vayas a quitarte el pulso que te di, sin importar qué. ¡Promételo! —exigí—No lo haré. Te lo prometo, deja de preocuparte, volveré. Volvió a darme un beso en la mano y se alejó rumbo a la puerta, la cual abrió y bajó los escalones que lo conducían al carruaje dónde lo esperaba esa mujer.—Iré con él — me dijo Julián parado frente a mí— no dejaré que lo vuelvan a poseer como la vez anterior. Me parece que esto es un complot en esta nueva realidad a la cual debemos enfrentarnos.—No dejes que los atrapen otra vez querido y regresa p