Al mirar a sus ojos azul oscuro, me volví abrazar fuertemente de su cuerpo siendo correspondida por él. Llena de una inmensa felicidad por haber logrado regresarlo.—¿Amor, dime que hacer? Estoy muy asustada, ¿qué es lo que está sucediendo?—pregunté apresuradamente, sin soltarlo por el miedo que sentía.—Creo que todo fue una trampa para encerrarnos en esta inconsciencia tuya, y que no pudiéramos hacer nada.—¿Qué quieres decir?—El capitán, embrujaron al capitán y me atrapó cuando me introduje en él.—¡Dios! ¿Y ahora?—Estás dormida amor, tienes que despertar.—¡No estoy dormida, estoy despierta! —exclamé.Julián se quedó observándome por un momento, luego bajó su mirada hacia las dos gotas de agua colgadas en el cuello. —¿Quién te dio esa agua?—Mi abuela.—No, ella está muerta. Debe haber sido la bruja. Te engañó haciéndose pasar por ella.—¿La bruja? ¿Y cómo se deshizo lo que tenía el capitán en su frente y se despertó?—No, vida mía, no se despertó. Nos estás atrapando para intr
A mi lado se encontraban las hermanas, Caridad e Inés, junto a la Madre Superiora que rezaba a mi lado el rosario.—¡Dios bendito hija, no dejas de darnos sustos! —exclamaron al ver como abría mis ojos y buscaba desesperadamente al capitán, que apareció por la puerta cargando una bandeja junto a Dolores.—¿Al fin despertó, mi Ángel? —preguntó corriendo a mi encuentro.La Madre Superiora junto a las hermanas salieron sigilosamente mientras el capitán se arrodillaba al lado de la cama y tomaba mis manos besándolas con amor al tiempo que me decía.—¡Lo lograste cariño, lo lograste! Lo miré sin dejar de llorar, pues no sé porque me sentía tan triste y agotada. Giré mi cabeza para mirarme en los hermosos ojos azules oscuros de mi Julián, que se inclinó y me abrazó fuertemente. —Todo está bien ahora vida mía, todo está bien.—¿Qué sucedió?—Todo fue una trampa muy bien planeada, no sé de qué modo sabían que tú podías liberarnos de la bruja. Creo que se dieron cuenta la vez anterior cu
No contesté a la pregunta que me había hecho el capitán, pero volví a besarlo suavemente en sus labios, sintiendo como él me devolvía el beso con más deseos. Luego nos quedamos abrazados por un largo período de tiempo en que recosté mi cabeza en su hombro y me sentía llena de tranquilidad. No sabía explicarlo, pero en estos momentos sentía que el capitán era el único que me podía salvar. Además, me aterraba la idea de que lo fueran a separar de mí como había escuchado en mi sueño, y mandarlo lejos lo que también significaba que mi Julián se alejaría de todo aquello. ¡Tenía tanto miedo en estos momentos! La otra cosa que me aterraba, era que si lo mataban, al parecer también moría mí Julián. No quería perderlo a ninguno de los dos, los quería conmigo allí seguros. No me importaba que fueran dos en uno, eran míos, mis esposos y los quería por igual a ambos, me acababa de convencer. No sabía si era el amor que le tenía a mi Julián que me hacía amar a Luis Manuel así, pero estaba
Imploraba una y otra vez de rodillas a su santos, que me libraran de todo mal. Que todavía mi tiempo no había llegado, que no debería dejarme visitar el mundo de los muertos, y que había sido un error que yo había entrado allí siguiendo a mis padres. Que por favor, me dejaran libre de todo compromiso, que él estaba dispuesto a tomar mi lugar.—¿Qué sucede Julián?—pregunté todavía sin comprender por qué él hacía todo aquello. Sin embargo, no tuve respuesta, seguía sin poder marcharme del lugar en que me había colocado como si me tuvieran retenida allí, giré mi cabeza por un momento al ver mi reflejo en un espejo y fue entonces que comprendí porque estaba tan asustado. ¡No era yo! Como lo oyen, aunque me sentía presente lo que se reflejaba en el espejo era solamente mi esqueleto, y vi como mi alma flotaba a mi alrededor. Pegué un grito muy grande, me agaché y me abracé de Julián, realmente asustada. Justo en ese momento vi como la prometida de Julián, se acercaba a mi cuer
Seguía en silencio cada una de las cosas que me decían las hermanas, sin comprender absolutamente nada de lo que estaba sucediendo a mi alrededor. Por lo que supe, habíamos hecho un montón de cosas de las que yo no tenía ni idea. Pero sobre todo, estaba arreglando mi boda para dentro de tres meses, con el capitán Luis Manuel. Y lo extraño de todo aquello, era que todos mis sirvientes y trabajadores estaban en la casa como cuando los comencé a ver y me saludaban muy felices. Lo otro y más extraño aún, era que la hija de Dolores, Hortensia estaba viva, junto a Diego vivían felices en lo que había sido la casa de Tomaza y Aurelio, los cuales habitaban conmigo en la casona. Pero ahí no se termina lo extraño de la situación en que estaba envuelta. Tata Julián había aparecido y era el mismo anciano respetable que conocí la primera vez. Me encontré con él en el despacho, había tocado la puerta y entrado respetuosamente quedándose detenido de pie frente a mí, que lo miraba sin e
—Ah, sí, vino y me salvó. Luego me dormí y me desperté hoy. Pero las hermanas hablan como si hubiera estado con ellas todo este tiempo, y no me acuerdo de nada.—Y lo estabas, yo te he visto, trabajé contigo todo este tiempo.—¡Yo no fui! Estaba dormida en esa cama y me desperté ahora, para mí solo ha pasado una noche, no cinco meses.—Una noche, ¡una noche solamente! Repetía mientras caminaba de un lugar a otro por frente de su altar, frente al cual se volvió a detener y golpeó con furia el piso, haciendo aparecer de nuevo todos aquellos extraños signos y con ellos a los ancianos con otros bastones que comenzaron a hacer lo mismo, pero esta vez los hizo girar contrario a las manillas del reloj mencionando algunas cosas. Atrapándome para que me parara junto a él en el extraño signo, igual que la noche que había sucedido todo. Y fue como si hiciera retroceder el tiempo, pude ver como retrocedimos hasta ver que me encontraba sentada en la cama como la noche anterior. Cuando se det
Nadie se imagina por las cosas que he tenido que pasar desde que nací. Al parecer lo hice en esta casa embrujada en que me encuentro, según las historias que hacen Tomaza y Dolores. También porque lo leí en el diario de mis antepasados. Mis padres escaparon conmigo luego de enterarse lo que me esperaba por él solo hecho de haberme puesto el nombre de Ángel, convirtiéndome en la tercera de la generación. Obligada a romper una maldición que no tenía nada que ver conmigo, y que me estaba llevando a mis extremos de la cordura. Cuando llegaron las hermanas Caridad e Inés. Les conté muchas cosas de lo que había vivido, lo que me estaba pasando y ella junto al padre Bartolomé me acompañaron y me sacaron de muchas circunstancias extrañas. Ahora no puedo hacer tal cosa, porque quiero que se mantengan alejadas, de toda esta extraña situación en la que me veo metida. Para empezar, estoy casada con un hombre que está dentro de otro, que también amo, lo cual me hace sentir una persona p
—Ni Julián dime una cosa, recuerdo que me dijiste que eras un poderoso brujo en tu país y que tenías grandes poderes. ¿Cómo es posible que ahora una bruja venga y haga todo lo que quiera con nosotros y tú no seas capaz de detenerla? ¿ Hay algo que me estás ocultando?—No te oculto nada mi ángel, te lo expliqué la otra vez. Desde que estoy dentro del capitán, mis poderes han menguado grandemente y creo que no es por la bruja, es algo que tiene que ver con mis ancestros.—¿Qué quieres decir?—No sé si te acuerdas que te dije qué llevaríamos todos de regreso a África y que yo estaba dispuesto a regresar a ti y abandonarlo todo para tener una vida contigo en cualquier lugar del mundo donde fuéramos felices.—Me acuerdo muy bien, cuando lo dijiste pretendías irte solo y dejarme, luego regresar y no estuve de acuerdo.—Entiendo, ¿y luego te dije que íbamos a ir los dos a llevarlos a todos y regresaríamos a tener una vida feliz?—Sí, así mismo. ¿Qué tiene que ver eso? Vamos a cumplir a