Imploraba una y otra vez de rodillas a su santos, que me libraran de todo mal. Que todavía mi tiempo no había llegado, que no debería dejarme visitar el mundo de los muertos, y que había sido un error que yo había entrado allí siguiendo a mis padres. Que por favor, me dejaran libre de todo compromiso, que él estaba dispuesto a tomar mi lugar.—¿Qué sucede Julián?—pregunté todavía sin comprender por qué él hacía todo aquello. Sin embargo, no tuve respuesta, seguía sin poder marcharme del lugar en que me había colocado como si me tuvieran retenida allí, giré mi cabeza por un momento al ver mi reflejo en un espejo y fue entonces que comprendí porque estaba tan asustado. ¡No era yo! Como lo oyen, aunque me sentía presente lo que se reflejaba en el espejo era solamente mi esqueleto, y vi como mi alma flotaba a mi alrededor. Pegué un grito muy grande, me agaché y me abracé de Julián, realmente asustada. Justo en ese momento vi como la prometida de Julián, se acercaba a mi cuer
Seguía en silencio cada una de las cosas que me decían las hermanas, sin comprender absolutamente nada de lo que estaba sucediendo a mi alrededor. Por lo que supe, habíamos hecho un montón de cosas de las que yo no tenía ni idea. Pero sobre todo, estaba arreglando mi boda para dentro de tres meses, con el capitán Luis Manuel. Y lo extraño de todo aquello, era que todos mis sirvientes y trabajadores estaban en la casa como cuando los comencé a ver y me saludaban muy felices. Lo otro y más extraño aún, era que la hija de Dolores, Hortensia estaba viva, junto a Diego vivían felices en lo que había sido la casa de Tomaza y Aurelio, los cuales habitaban conmigo en la casona. Pero ahí no se termina lo extraño de la situación en que estaba envuelta. Tata Julián había aparecido y era el mismo anciano respetable que conocí la primera vez. Me encontré con él en el despacho, había tocado la puerta y entrado respetuosamente quedándose detenido de pie frente a mí, que lo miraba sin e
—Ah, sí, vino y me salvó. Luego me dormí y me desperté hoy. Pero las hermanas hablan como si hubiera estado con ellas todo este tiempo, y no me acuerdo de nada.—Y lo estabas, yo te he visto, trabajé contigo todo este tiempo.—¡Yo no fui! Estaba dormida en esa cama y me desperté ahora, para mí solo ha pasado una noche, no cinco meses.—Una noche, ¡una noche solamente! Repetía mientras caminaba de un lugar a otro por frente de su altar, frente al cual se volvió a detener y golpeó con furia el piso, haciendo aparecer de nuevo todos aquellos extraños signos y con ellos a los ancianos con otros bastones que comenzaron a hacer lo mismo, pero esta vez los hizo girar contrario a las manillas del reloj mencionando algunas cosas. Atrapándome para que me parara junto a él en el extraño signo, igual que la noche que había sucedido todo. Y fue como si hiciera retroceder el tiempo, pude ver como retrocedimos hasta ver que me encontraba sentada en la cama como la noche anterior. Cuando se det
Nadie se imagina por las cosas que he tenido que pasar desde que nací. Al parecer lo hice en esta casa embrujada en que me encuentro, según las historias que hacen Tomaza y Dolores. También porque lo leí en el diario de mis antepasados. Mis padres escaparon conmigo luego de enterarse lo que me esperaba por él solo hecho de haberme puesto el nombre de Ángel, convirtiéndome en la tercera de la generación. Obligada a romper una maldición que no tenía nada que ver conmigo, y que me estaba llevando a mis extremos de la cordura. Cuando llegaron las hermanas Caridad e Inés. Les conté muchas cosas de lo que había vivido, lo que me estaba pasando y ella junto al padre Bartolomé me acompañaron y me sacaron de muchas circunstancias extrañas. Ahora no puedo hacer tal cosa, porque quiero que se mantengan alejadas, de toda esta extraña situación en la que me veo metida. Para empezar, estoy casada con un hombre que está dentro de otro, que también amo, lo cual me hace sentir una persona p
—Ni Julián dime una cosa, recuerdo que me dijiste que eras un poderoso brujo en tu país y que tenías grandes poderes. ¿Cómo es posible que ahora una bruja venga y haga todo lo que quiera con nosotros y tú no seas capaz de detenerla? ¿ Hay algo que me estás ocultando?—No te oculto nada mi ángel, te lo expliqué la otra vez. Desde que estoy dentro del capitán, mis poderes han menguado grandemente y creo que no es por la bruja, es algo que tiene que ver con mis ancestros.—¿Qué quieres decir?—No sé si te acuerdas que te dije qué llevaríamos todos de regreso a África y que yo estaba dispuesto a regresar a ti y abandonarlo todo para tener una vida contigo en cualquier lugar del mundo donde fuéramos felices.—Me acuerdo muy bien, cuando lo dijiste pretendías irte solo y dejarme, luego regresar y no estuve de acuerdo.—Entiendo, ¿y luego te dije que íbamos a ir los dos a llevarlos a todos y regresaríamos a tener una vida feliz?—Sí, así mismo. ¿Qué tiene que ver eso? Vamos a cumplir a
Dormí toda la noche abrazada al capitán Luis Manuel, con el miedo de que al despertarme, sucediera algo raro, cómo había estado pasando todo este tiempo. Cuando al fin volví a abrir los ojos. Miré con temor a mi alrededor respirando aliviada, de ver que todavía me encontraba en la habitación de mi abuela y a mi lado dormía apaciblemente el capitán. Realicé todas mis necesidades en el baño, me vestí abrigada, al mirar por la ventana que estaba nevando y el día estaba bastante oscuro . No desperté al capitán pues vi a Julián arrodillado delante de su altar y supuse que quería rezar o estaba investigando algo sobre lo que habíamos hablado el día anterior, y necesitaba que el capitán siguiera durmiendo. Le hice señas de que bajaría a tomar el desayuno y que lo esperaría después para conversar y ver qué era lo que íbamos a hacer. Al salir de mi habitación, el enorme frío me recibió y un gran silencio me llamó inmediatamente la atención. ¿Dónde estaban todos los niños y las hermanas?
El capitán se había quedado por un momento sin saber que decir y me observaba de una manera muy extraña, como si al recibirlo amablemente se hubiesen ido al traste con todo lo que tenía en mente para decirme o hacer y sin esperar más le dije.—El día está realmente feo, puedo ofrecerle una habitación en mi casa. Tengo entendido que el cuartel no está habitable debido a la inundación que hubo.—¿Me está ofreciendo usted que me quede en su casa hasta que esté listo todo? — pregunto incrédulo.—No solo a usted, tengo un barracón que está muy bien amueblado, que le ofrezco para que albergue a sus guardias, hasta que todo esté listo en el pueblo y su cuartel.—Vaya, me habían dicho que casi era seguro que se negaría usted a recibirme. Gracias, muchas gracias, será un honor para mí hacerle compañía.—Pues no se diga más. Dolores, lleva al capitán y colócalo en mi habitación, yo me quedaré en la de mi abuela.—Oh, no es necesario que haga eso, yo puedo quedarme en alguna otra.—No es mole
Dentro de toda la situaciones que estaba envuelta, me sentía realmente algo aliviada de que las cosas fueran a suceder esta vez en mi casa, no como la vez anterior, que lo había encontrado frente a la casa del señor abogado Edmundo y me había causado una muy mala impresión. Sentados en la mesa del comedor comencé a hablar como si lo conociera de siempre.—Capitán Luis Manuel — comencé la conversación— he de confesarle que estoy muy contenta de que haya venido en estos momentos.—¿Y eso porque si se puede saber? —preguntó muy intrigado y se quedó mirándome como si me estudiara.—Cómo se dio cuenta, acaba de pasar una gran inundación por el ciclón, mantuve a casi todos los pobladores que se quedaron en el pueblo sin poder irse aquí en mi casa por casi dos semanas —le contaba tranquilamente. —No sé si se ha dado cuenta que necesito alguien que me ayude y estuve pensando, ya que usted está aquí en mi casa con todos sus hombres y que no puede por ahora regresar a su cuartel y asumir su