★Max.Hanna parecía estar en las nubes. Ya que no paraba de mover su cabeza de forma negativa de un lado para otro, mientras la pluma y el papel eran las víctimas de sus temores.Todo el camino a Alemania se la paso con una hoja y una pluma en la mano, el cesto de basura estaba lleno de hojas arrugadas con escritas tan solo unos pocos renglones.“Demonios” grito y todos los del tren se le quedaron viendo. Menos yo que la observaba desde que tomo la primera hoja, solo maldecía y arrugaba papel, nada nuevo.“¿Todo bien?” Pregunté mientras enviaba un mensaje de texto con mi celular.“Sí, es solo que mañana es la conferencia de prensa y no tengo idea de que voy a decir, es vergonzoso, todos me ven como una libertina, solo salgo bailando y esa foto en mi recámara. ¿Aún no se sabe quién las publicó?” Preguntó ella mientras dejaba por la paz las hojas, no comprendo por qué le traen más papel si todas las hojas las desperdicia.“No, aún están en eso, sabrás qué decir, no es la primera vez que
Las horas pasaron y por lo menos mi enfado con Max hizo que dejara de pensar en la conferencia.El tren se detuvo al fin llegando a mi destino.Bajé y comencé a alejarme de la estación, antes de poder tocarme con el innombrable.Le hice la parada a varios taxis, pero todos iban ocupados, como dice el dicho: Si Hanna no va al innombrable, el innombrable viene a ella.“Sube.” Me pidió desde dentro de su auto.“Muerete.” Le grité.“Después de que te subas” habló él.“Ya te dije que no quiero.”“Deja de ser infantil y sube al maldito auto” ya se ve molesto, por lo menos no soy la única, que se pierda, no quiero verlo.“Ya dije que no, lávate los oidos. Genial, dejé de ser mediocre e ilusa, a ser infantil, me encanta.” Pronuncie sarcásticamente mientras trataba de buscar otro taxi, cómo odio no tener mi auto en este momento.“Hanna no me hagas que te suba a la fuerza.” Mencionó, pero ni siquiera volteé a verlo.“Déjame en paz Maximiliano, puedo irme en taxi” por suerte para mí, pasó un tax
★Max…Debí haber acabado con Scott esta noche.Conduje a toda velocidad a mi casa, estoy seguro de que me pasé más de dos luces rojas.Entré en mi casa arrojando la maleta y las llaves en una mesa en la entrada.Caminé al minibar y me serví un trago de whisky.“¿Ya volviste?” Pronunció Montserrat que estaba en compañía de una mujer.“¿Qué haces aquí?” Pregunté, estoy tan molesto que verla a ella en este momento no es buena idea.“¿Qué te pasó? ¿Con quién te peleaste? Hermano mayor.”“Qué demonios te importa, lárgate de mi casa.”“Sabía que volverías hoy y como tregua he traído una amiga, mira, le dije que eras doctor y quedó cautivada contigo, ¿Podemos hacer las paces?” Comento mientras mi vista se dirigió a la pelirroja que está a su lado.“¿Traes a una puta a mi casa y pretendes que hagamos las paces?” Ella asintió.“Ella es linda, ¿Apoco no?” La pelirroja giró.Me acerqué a ella y la observé de arriba a abajo, su vestido era muy revelador y de piernas largas, tenía caderas pronunci
Max abandonó el lugar, me giré y me encontré con los ojos de Jenny en la puerta.“¿Está todo bien?” Preguntó ella, caminando hacia mí.“Si todo va bien, ¿Qué tal la conferencia?” Pregunté y ella sonrió.“Creo que tú hermana está arrasando con todo, tú y ella tienen mucho en común, descartando que son hermanos.”“Sí, ¿Quieres ir a otro lado?” Ella sonrió, como amo la sonrisa de esta mujer.“¿Y abandonar la conferencia?” Preguntó y yo asentí al instante.“Solo estábamos aquí para darle ánimos, pero creo que no los necesitará, puede hacerlo sola.” Ya no es necesario nuestra presencia en este lugar y lo que más deseo es secuestrar a Jenny en este momento y tenerla solo para mí.“Claro, ¿Dylan a dónde me llevarás?” Preguntó entusiasmada.“Ya lo verás, vamos.” Caminamos de la mano y comenzamos a abandonar la empresa.…No había mucho tráfico, así que no duramos mucho para llegar, tuve que dejar el auto estacionado en la entrada de la reserva natural a dónde nos dirigimos, por qué no se pued
Ambos estábamos boca arriba viendo las nubes pasar ante nuestros ojos.“Jenny.” mencionéAmbos nos pusimos de lado, viéndonos uno al otro.“Por ti renunciaría a todo.” Mencioné.“¿A todo? ¿Tanto a si me amas?” Preguntó acariciando mi mejilla, con sus delicadas manos.“Sí, dejaría todo lo que tengo, si con eso puedo: casarme contigo, tener hijos, envejecer juntos y que nos entierren en el mismo lugar.”“¿En verdad me quieres como la madre de tus hijos?” Preguntó.“Jenny, nada me haría más feliz que justo dentro de ti llevaras a mis hijos.”“¿Hijos? ¿Cuántos quieres?”“Cuatro, dos niñas y dos niños, los niños primero para que cuiden de las niñas.” ella comenzó a reír.“No sé si soportaré tener dos niñas.” Parecía curiosa.“¿Por qué?” Pregunté y ella rió.“Por qué, si son niñas, las amarás y consentirás mucho y me darán celos de que tu atención sea en ellas y no en mí, pero al mismo tiempo amaré que las cuides de esa manera, ¿Es extraño, no crees?”“Jenny las amaré demasiado eso te lo ju
★Una semana después.★Hanna.El trabajo es muchísimo, ya casi es medianoche y aún estoy en la oficina, no paraba de girar en mi silla, ya no tengo cabeza ni para pensar en nada más, hace una semana de la conferencia, hace una semana que no veo a Max, seguro está muy ocupado en el hospital.“Necesito distraerme y dejar de pensar en él” la verdad creí que lo vería después de la conferencia, pero no fue así, creo que es lo mejor que pudo pasar.Si él no me busca por qué lo haría yo.Además, no puedo olvidar todo lo que me dijo, pero lo extraño, extraño esos momentos de juegos, cuando éramos amigos y no lo arruinamos con lo que hicimos en París.Me puse a ver las fotos de mi celular, la carpeta de Max y sus caras locas, comencé a reír y después tomé la decisión de seleccionarlas y eliminarlas, pero no lo pude hacer.Dejé mi celular en el escritorio y dejé caer mi cabeza al lado del escritorio.“Idiota” saque la lengua a la foto que se miraba de él.Me puse en pie y me coloqué mi chaqueta.
“¿No entiendes que todo lo relacionado con el hospital lo debes tratar conmigo antes que con nadie?” Empujó al doctor haciéndolo aún lado.“No, él es director de planeación, así que veo mejor hablar con él, ya que te lo informe después.” Me di media vuelta y comencé a caminar, pero él me tomó de la mano.“No estoy de acuerdo Hanna, él y tú no tienen de qué hablar.”“Claro que lo tenemos, él es…“Él es un idiota.” pronunció Max molesto.“Al único que veo que describe esa palabra es a ti.”“Los dejo.” Mencionó el doctor, pero ninguno le prestó atención.“Yo me voy, después te informo cómo quedó todo, adiós Max.” Me solté de su mano y me alejé lo más rápido que pude de él.Le entregué el contrato a mi asistente y entramos al elevador.“Señorita Hans, al contrato le hace falta la firma final, solo firmó una vez.” pronunció mi asistente.“¿Firma final?” Me enseñó una hoja en la cual se miraba que estaba sin firmar.“Ve a buscarlo, para que firme.” Le pedí y mi asistente salió corriendo a b
Los días continuaron pasando, Scott se fue de la casa, al parecer le comentó a Dylan que me golpeó y él fue quien le dijo que se fuera, que se regresará a Estados Unidos, que no tenía nada que hacer aquí.No diré que me siento feliz, ya que Scott es o era amigo de mi hermano.“Señorita.” Mi asistente entró a mi oficina con un arreglo de flores.Tomé la tarjeta, «Espero podamos ir a cenar esta noche» estaba firmada por el director de planeación del hospital.Esperaba que fuera de Max ya que no ha dejado de mandarme flores desde aquel día en la azotea.“Déjalas en la sala de juntas.” Mencioné.“¿También las otras señorita?” ¿Las otras?Mi asistente se retiró y volvió con un arreglo mucho más grande, con gladiolas, y flores de distintos tipos, pero se miraban armoniosamente decoradas.“¿Quién las manda?” Tomé la tarjeta.«Perdóname… Max.» Siempre firmaba igual, de la misma manera.Las cargué y las acomodé en un florero cambiando las pasadas, tomé la tarjeta y la puse junto a las otras.