George.De no ser por pisar el freno a tiempo, me hubiera estampado contra la camioneta que estaba inmóvil frente a mí. Creí que saldría para disculparse por no conducir con la cabeza enfocada en ello, pero del modo que medio abrió la puerta, quien lo hizo volvió a cerrar con la misma rapidez.Echó a andar el vehículo de nuevo. Pisando el acelerador de inmediato para salir de mi vista. Me quité el cinturón, saliendo para ver la pequeña abolladura que se había creado en la parte frontal. Maldije para mis adentros, tanto como al imbécil que lo causó. Recordé la llamada que tenía en curso, yendo a buscarlo para encontrar a una alterada Marina gritando mi nombre. __ Estoy bien...solo fue... olvídalo. - no quise preocuparla.__ ¿Te accidentaste? ¿Seguro que estás bien? Oí que...__ Marina, te aseguro que estoy bien. Solo fue lo repentino de la situación. Llegaré en unos minutos. - prometí. - Solo llamaré al seguro, dile a Max que venga por mí a la dirección que te enviaré.No esperé más
Marina.__ ¿Que te parece si cenamos está noche? - giré mi cuello, en tanto tracé la línea en la libreta donde estaba haciendo un esquema con un mapa conceptual. Víctor de nuevo llegando con un café, solo que ahora cuidaba de traerlo sin leche. __ No tengo tiempo. - decliné girando la regla. - Con la universidad, mi hermana, algunos eventos con George, no me dejan tiempo libre. Además que desde hace dos días me siento un poco mal. Tendré que ir al doctor y aún no hago la cita. - dije con agobio. __ Puedo llevarte. Conozco unos muy buenos que...__ No quiero molestar. - terminé al fin. - Pero creo que Roxy o Jimena si aceptarían.__ Pero no quiero hacerlo con ellas, si no contigo. - se sentó frente a mí. __ Víctor, no quiero que te lo tomes a mal, pero si es coqueteo de tu parte nuevamente, ten por seguro que no estoy interesada. Estoy casada por si no lo recuerdas. - levanté la mano para mostrar mi argolla de matrimonio. - Y sumamente enamorada de George. - añadí. __ ¿Cuántos años
George.__ ¿De dónde salió todo ese escándalo? - pregunté al ver como tachaban a mi mujer de cosas aberrantes. - ¡¿Quién demonios fue quien publicó eso?!__ Lo sacó primero esa revista. - señaló mi asistente al mostrar una fotografía de Marina conmigo, en la cual de fondo tenían el contrato que según era el original. Podía leerse muy bien todo. __ Pero este no es el real. - dijo Marina. - Yo no te pedí joyas ni lujos, no te pedí un apartamento en Dubai ni te dije que si embarazabas a alguien yo me encargaría de deshacerme de ella. __ Sé que no, amor. No te mortifiques, voy a arreglarlo. - prometí. - Llama a Tej, dile que me traiga el original ahora. Mi prioridad era Marina, tanto como para enviar a todos los curiosos afuera, necesitaba que supiera que estaría para ella, aunque de seguro lo que quería era solucionar todo. Escuchaba y leía al mismo tiempo, en la televisión el escándalo donde me ponían como una víctima de alguien aberrante, mientras a mí mujer de ser una arribista co
GeorgeMi corazón bombeó con rapidez en tanto salí disparado del auto al tiempo que se detuvo. Había mucha gente alrededor, confusión por todos lados ya que otro auto con varios a bordo fue el que colisionó en contra del que iba Marina.Estaban sacando heridos, arrastrándolos lejos en lo que varios autos se iban y tuve que empujar a quien se interpusiera en el camino para ir a la camioneta oscura que estaba volteada fuera del camino con la otra de frente casi del mismo modo. Habían llamas ardientes, quise avanzar más, pero todos corrieron en dirección contraria cuando avisaron sobre qué iban a explotar.Walter, del equipo de seguridad me impidió seguir. Mi garganta se agrietó cuando salió su nombre lleno de frustración por no llegar. omo deseé.La gran bola de fuego hizo vibrar el sitio, lanzando una ola de aire caliente que hizo gritar a todos mientras a mí la vida se me estaba yendo del cuerpo al no apartar los ojos de los autos envueltos en llamas. Varios lloraban el no haber sac
Narrador omnisciente.Los días fueron cubiertos por un nubarrón gris que convirtió la ciudad en un ambiente tenso. No sólo por lo que se vivía por el clima, si no por el hecho de que la búsqueda de George no obtuvo los resultados esperados. Buscando en todo los alrededores del sitio del accidente, con ayuda de sus amigos que no lo dejaban solo pese a tener sus propios problemas. No permitían que sintiera que no creían que la chica estaba con bien en algún lado. Solo debían dar con ella.La lluvia comenzó a hacerse presente cuando salió del auto y preguntar con una fotografía en las manos sobre la mujer que le dió un rumbo a su vida y ahora con su ausencia no lograba ver qué dirección llevaba.Todo su dinero lo puso en manos de muchos que ayudaron en su búsqueda, nada resultó. Días y días fueron pasando. Pareció que se había esfumado. Tener todo el dinero del mundo en sus manos no lo llenaba. Algo faltaba, la pieza principal para encontrar paz. Solo negativas fue lo que encontró. Ca
George.Despertar un día más, solo, en una casa donde no tenía nada interesante que hacer se hizo lo peor de mis mañanas. Ver que algo faltaba, tanto como la estabilidad en mi vida últimamente, una tortura más.Me estaba convirtiendo en un espectro que solo rondaba por la casa, sin rumbo fijo. Después de bañarme comencé mi rutina. Bajé por una de café, me senté en el comedor con el ordenador revisando si habían noticias en quienes contraté para buscarla. Aún nada, de nuevo. Como un maldito mantra que odiaba oír.Pero con tres meses de búsqueda, no iba a detenerme. Sabía que estaba allá afuera, con vida. Algo dentro de mí lo intuyó. El mareo regresó de nuevo, junto a las náuseas. Como cada mañana, me recordé ir con un médico ese día para descartar cualquier enfermedad. Me necesitaba bien, de otro modo no podría seguir yendo yo mismo a esas búsquedas. Tej me llamó para asegurar que estuviera bien, al igual que Aiden. Quienes aún con sus problemas seguían preguntando por mi bienestar.
Narrador omnisciente.El sol golpeó el rostro de la chica , quien salió al fin de ese encierro que le habían dicho era por su recuperación, pero ella ya no lo sentía de ese modo. Percibió el tinte de algo más en su prometido que no entendía, no le gustaba que ella estuviera presente en las llamadas de su familia, escuchó que le preguntaron por su novia y este no quiso ni decirles su nombre. Lo que la hizo cuestionar si quería que se llevara con ellos o como le dijo, solo deseaba protegerla. Su intuición le gritaba que hiciera más preguntas, pero no tenía idea de a quien. Todo era nuevo, incluso las personas.__ ¿Saldrá? - le preguntó Marta atrás suyo al notar la ropa que llevaba puesta. Unos shorts de mezclilla, una blusa ligera y un par de zapatillas cómodas. Colgó una cartera en su brazo con algo de dinero y aseguró la pequeña cola que sostenía un poco de su cabello solamente.__ Señorita Marina, el señor dijo que...__ No me importa lo que haya dicho Víctor. ¿Has visto el clima
Marina.__ Su medicamento, señorita. - recibí la cápsula que puse en mi boca para luego pasarla con el jugo. El desayuno no me apetece nada, aún sintiendo incomodidad con las leves náuseas, consiguiendo que no quiera probar la comida.Hago a un lado el plato y solo me concentro en el periódico que leo para buscar algo de interés. Me dijeron que debía distraerme, por lo cual en todos lados tuve la idea de ver opciones.__ Si no comes le hará daño al bebé. - advirtió Víctor, en tanto el siguió comiendo un tipo de ensalada que no quise ver. __ No tengo apetito. Quizá si cocino algo luego de...__ Tienes quien cocine por tí. No tienes necesidad de meterte ahí. - volteé la mirada ante su argumento de todos los días. Quería hacer algo en la casa, pero cuando lo intentaba siempre alguien ya estaba dispuesto a ayudarme.Como un cuento de una princesa a la cual le ponen todo en la boca. Solo que no deseaba serlo. __ Entonces déjame conducir para salir de nuevo. - propuse. __ No puedes condu