Todos los preparativos de la fiesta más grande de mi vida, están listos. El sonido suena con fuerzas por toda la propiedad, mientras el alcohol no deja de ser servidos a mis más de mil invitados para mi increíble fiesta de cumpleaños.
Sonriente, observo las cámaras de seguridad de toda la propiedad, mientras terminan las decoraciones de mi cabello, porque hoy debo lucir hermosa. Después de todo, este es mi primer cumpleaños como adulta y por ello, debía verme como tal.— Está todo listo, señorita. — dice la estilista.— Debo verme increíble. No quiero que vean la marca de mi ropa, si no, como me queda a mí. No deseo que me pregunten que peinado tengo si no, lo hermosa que me veo con este, ¿si hiciste eso?— Sí, señorita. Se ve hermosa. El peinado y todo lo demás fue escogido por su increíble sentido de la moda. Nosotros solo resaltamos lo que usted ya sabe que tiene. — dice la mujer y yo asiento mirándome en el espejo.— Pueden irse o quedarse en la fiesta, no me importa. — digo para después marcharme.Apenas llego al inicio de las escaleras, un reflector apunta hacia mí y por eso, todos aplauden cantándome el feliz cumpleaños mientras me uno a la fiesta. Todo es increíble, más de media universidad está en mi casa vacacional solo para celebrar mi cumpleaños y a nadie le importa que mañana tengamos clase.Después de todo, mi cumpleaños es un concierto donde los cantantes más escuchados vienen a darme un concierto donde yo soy el centro de atención. Así que, ¿Quién se perdería algo así?— Feliz cumpleaños, Day. — dice cada persona que se acerca a mí.Soy popular, tengo mucho dinero y soy hija única. Todo es perfecto, no tengo hermanos con los cuales luchar por la herencia, tengo un padre que me complace en todo y miles de personas que se pelean porque los miré.Así que, si el centro del mundo es un tonto planeta o satélite, yo soy el centro del universo de todos los aquí presentes, o como sea que diga el profesor de astrología.‘¿Es el profesor de astrología el que dice eso? Un momento, ¿yo doy astrología?’ me pregunto mentalmente mientras recibo muchos regalos y felicitaciones.Ignoro esa pequeña preocupación y comienzo a bailar y tocar chicos lindos que hay en mi fiesta. Uno de los grupos que cantan me suben a la tarima decorada con cosas que m me gustan y cantan conmigo mis canciones favoritas, mientras un grupo de hombres completamente vestidos de negro y sin sentido de la moda, se abre camino entre la multitud.Confundida, busco alguien conocido y bufo molesta cuando veo a mi padre entre ellos. Mis compañeros de la universidad también lo reconocen y por eso, retroceden con temor.— Baja de allí, Day.— ¡Papi! ¡¿Vienes a darme un feliz cumpleaños?! No tenías que venir, aquí la estamos pasando bien, papi.— Baja hora, Day. Debo informarte algo.— ¡No me digas que vas a darme el porche que vi ayer! ¡o me darás el dinero para abrir la mejor discoteca del mundo! — grito emocionada y todos celebran por ello.— No, Day. Baja en estos momentos, necesito presentarte a alguien.— Papi, hace años dejaron de regalar personas para ser esclavos, estamos en pleno siglo XXI. — digo y todos ríen por ello.Mi padre, que siempre es dulce conmigo, me observa con severidad y camina hacia mí al punto que sube a la tarima y toma mi micrófono para hablarme aunque estoy cerca de él.— En vista de que no deseas bajar, te diré todo aquí. — dice mi padre mirándome con seriedad, para después mirar hacia la multitud expectante de lo que hará mi padre — Amigos de Day, me alegra que estén aquí presentes para la gran noticia que yo Mario Creswell les daré. — Papi, ¿Qué sucede? — susurro al percibir que se ve bastante serio para darme un regalo de cumpleaños que quiera.— Mi hija, la que ya no es una adolescente, si no, toda una adulta a partir de hoy, estará comprometida con un gran socio de negocios Ryan Volkova. Así que, den un gran aplauso a la pareja que en dos semanas se casará. — dice mi padre para después aplaudirTodos se observan entre sí, mientras yo intento procesar lo que mi padre ha dicho. Todos aplauden lentamente al no comprender lo que sucede, mientras yo busco en mi padre algún indicio de broma.— Padre… ¿estas bromeando?— No, cariño. Vas a casarte con Ryan. Así que, prepárate, en dos semanas serás la señora Volkova. — dice mi padre usando el micrófono, por lo que, todos lo escuchan.— No puede ser posible. — susurro al no saber quién es el hombre que el reflector busca.— Así que, esperen paciente la invitación de bodas. Que tengan buena noche. — dice mi padre para después bajar de la tarima.Todo queda en silencio y yo reacciono corriendo hacia mi padre que rápidamente se marcha del lugar. Por lo que, solo puedo alcanzarlo cuando esta por subir al auto.— Padre, ¿Qué sucede? ¿Qué quisiste decir justo ahora? — pregunto preocupada.— Lo que dije, cariño. Vas a casarte.— ¿Por qué tan de repente y con alguien que no conozco?— Si te giras, puedes verme. — dice un hombre detrás de mí, por lo que, me giro intentando conocer a mi supuesto esposo.Apenas lo hago, me doy cuenta de que el hombre tiene una mirada azul que me hace recordar el agua con mi fragancia relajante favorita; chicle.— Hola, prometida. — dice un hombre que parece un anciano.— ¿Tienes dieciocho años? — pregunto deseando ofenderlo, porque es obvio que parece un anciano de treinta años.El hombre sonríe mostrándome sus hoyuelos y niega al segundo siguiente con seriedad.— No, Day. Tengo treinta y tres años.‘¡Lo sabía! Es demasiado anciano para tener mi edad.’ Me digo mentalmente.De inmediato, me giro para enfrentar a mi padre.— No puedes casarme con este anciano, padre. Podría ser mi padre. — digo con enojo.— Perdón por esto, señor Volkova, mi hija es una mujer incorregible. — dice Mario Creswell, mi padre, quien corre hacia el hombre que está a mis espaldas.— Es una rebelde. Una mujer que aún se cree una adolescente rebelde.— ¡No soy una adolescente, tengo dieciocho años!— ¡Entonces comportante como una adulta y no ofendas a tu futuro esposo, Day! — grita mi padre con enojo.‘Mi padre nunca me había gritado así, ¿Qué rayos está sucediendo?’ me pregunto mentalmente.La música vuelve a escucharse, mientras yo siento que el suelo bajo mis pies se derrumba llevándome a lo más profundo de toda la oscuridad existente. En menos de diez minutos, mi padre ha hecho cosas que antes nunca había realizado.— Padre, ¿Qué sucede? ¿Por qué estás actuando extraño?— Estoy actuando como debí hacerlo siempre.— No. ¡Usted nunca irrumpió en mis fiestas, no me gritó y mucho menos, me comprometería a un anciano desconocido que por lo viejo puede ser mi padre!Todas las palabras que quería decir en señal de mi descontento con mi padre, mueren en mis pensamientos cuando siento una fuerte bofetada en mi mejilla.— ¡Deja de ser una tonta que solo sabe ofender! ¡El señor Volkova ha sido tolerante con tu comportamiento inadecuado, pero, yo no! — grita mi padre mientras yo retrocedo, aturdida por el golpe.— Me has golpeado. — susurro con voz apagada.— No quiero pegarte, Day. Pero, no voy a permitir que ofendas a alguien que te está tratando con respeto.— ¡¿Cómo quieres q
El hombre rápidamente me inmoviliza, haciéndome girar con tanta rapidez, que me da mareo, pero, ni siquiera me he recuperado del mareo, cuando él me nalguea robándome el aliento.— Compórtate, pequeña. Deja que primero cure tus heridas y después haces tu rabieta de niña malcriada. — dice el hombre que pasa algo húmedo por una de mis manos heridas.Aunque intento resistirme, el toque gentil más lo que me coloca hace que el dolor no se sienta igual, por lo que, me giro y dejo que me cure las heridas, mientras mentalmente lo insulto. Después de todo, no puedo golpear a mi enemigo o insultarlo, cuando no sé hacia donde me lleva y cuantas personas nos siguen.— ¿Qué es lo que quieres?— Curar tus heridas. Le prometí a tu padre que te protegería y he faltado a mi promesa en tiempo récord. Lo cual, no me agrada en lo absoluto. — dice él.— ¿Por qué debo casarme contigo? Si te gusto, no eres el primero que siente algo así por mí, pero, eso no quiere decir que debo casarme contigo.— Yo no le
Una semana despuésCamino de un lado al otro, desde que me trajeron aquí en contra de mi voluntad, no he salido. No tengo forma de comunicarme con mi padre, porque por más que lo llamo no me contesta.Tampoco he ido a clases, no podría hacerlo cuando todos van a preguntarme sobre lo que sucedió en mi fiesta de cumpleaños y como me fui de ella. Así que, me la he pasado encerrada en esta casa extraña, sin saber que hacer.Por fortuna, el anciano con el que supuestamente me voy a casar, no lo he vuelto a ver y el servicio doméstico de la casa, es amable al punto que me siento cómoda aquí.‘Entra en razón, Day. ¿Cómo es posible que te sientas cómoda en la casa de tu secuestrador?’ me pregunto mentalmente preocupada.— ¿Le ocurre algo, señorita? — pregunta Amy, la encargada de la casa.— Amy, ¿es posible que una mujer completamente sana y joven desarrolle el síndrome de Estocolmo? — pregunto con evidente preocupación.— ¿Qué es eso?— Necesito salir o me volveré loca. Sin duda, es eso. — s
El hombre no mentía cuando dijo que compraríamos nuestra vestimenta del matrimonio y es por eso, que entro gritando y lanzando patadas a la boutique que solo se encarga de recoger mis zapatos y accesorios que caen por el forcejeo.El hombre del doble de mi tamaño, me lanza a un mueble y me observa con su mirada asesina, que me impide siquiera moverme.— Llévenla a ver todos los vestidos de novia, que se mida los que le gustan y ustedes la ayuden a escoger el mejor. — ordena él con enojo, para después tomar su teléfono.— No puedes hacerme esto.— Necesito que preparen todo ahora. — dice el hombre apenas le contestan la llamada — Lo que escuchaste, nos casaremos hoy mismo.La última frase, la dice mirándome directamente a los ojos, como si estuviera esperando que negara ello para castigarme, pero, incluso mi lado rebelde se queda en silencio al notar que podría ser capaz de matarme si me niego.— Señor, ¿es un vestido de novia para ahora?— Lo que escucharon. Quiero el perfecto vestido
Mi padre, el hombre que jamás debió de decepcionarme de esta forma, comienza a regañarme entre dientes para que las personas cerca de nosotros, no escuchen lo que dice, mientras nos acercamos al altar.— No puedo entender en que fallé contigo. Siempre tuviste lo que querías y me recordaste el amor que deseabas de tu esposo. Tienes un hombre que está dispuesto a darte ello, así que, ¿Por qué actúas tan infantil? — pregunta mi padre agarrándome con fuerzas.— No puedo entender porque haces algo así, padre. Mi vida era perfecta como estaba. Así que, ¿Por qué me obligas a hacer esto? — pregunto molesta.— Sonríe, Day. Debes sonreír y ser agradecida porque aunque noto que no lo mereces, te estoy dejando en las mejores manos. — dice mi padre con frialdad y yo rompo nuestras manos entrelazadas.— Entonces, elijo ser una desagradecida. No voy a casarme con ese anciano. — digo enojada.— Entonces, vete, Day. Pero, recuerda esto, cada dinero que poseo, será entregado a quien sería tu esposo, co
El ataque es extraño e invasivo, pero, no molesto. Había estado besando a varios chicos, pero, ninguno había sido así de pasional, ¿Sera por la experiencia de sus años? No entendía como podía poseerme y tomar el control de todo, sin que yo pueda hacer algo al respecto.Pero, lo estaba haciendo, mientras todos reían y aplaudían, sin que yo pudiera alejarme de sus labios, porque quería comprender el ritmo y así, controlar al que parece que no cede o pierde ante nadie.Sin embargo, por más que intento comprender lo que sucede con él, termino perdiendo en ese ritmo que no comprendo y por ello, me apodero de sus labios y con fuerzas lo muerdo, para después, soltar estos lentamente.Aunque siento sus manos firmes en mi cintura, no hay algo más que me diga que le duele, porque ni siquiera mordiéndolo me hace soltarlo. Confundida, miro sus labios preguntándome si no lo mordí con fuerza y es cuando una gota de sangre cae sobre su ropa, dañando el perfecto esmoquin blanco.‘Lo he mordido con fu
Apenas salgo, escucho el disparo de cañones de donde salen muchas cosas brillantes y pétalos de rosas que me hacen retroceder, por fortuna, cuando me tambaleo, algo fuerte me sostiene y yo agradezco que la pared este justamente en el momento en el que lo necesito.— Gracias a Dios. — Tranquila, cariño. Yo estoy aquí para protegerte. — dice el hombre que tiene la misma alianza que la mía.— Todos suspiran emocionados por el hombre que me abraza y me ayuda a avanzar hacia una limosina con varios muñecos alusivos al matrimonio.— ¿Cuándo hiciste todo esto? — pregunto cuando entro a la limosina, donde incluso hay un pastel de bodas en la limosina.Cada detalle en el interior de la limosina, hace que me sienta conmovida. Si estuviera casándome con alguien que amo, sería la mujer más feliz del mundo, porque se nota todo el esfuerzo y dedicación para que el vehículo sea cómodo para ambos.Pero, mi realidad es diferente, mi ahora esposo es un anciano que no quiere ni mucho menos conozco. Un
El auto no se marcha, por lo que, Ryan baja del auto, lo rodea y el auto se va, mientras él me rodea con fuerzas, para posteriormente, besarme y así, causar que todos aplaudan, ignorando que intento alejarme de él.‘¿Acaso el vestido de negro y mi enojo al estar casándome no les dice que me están obligando a este martirio?’ me pregunto mentalmente, mientras me alejo de Ryan, quien em sonríe.— Pórtate bien, nena. Volveré pronto, cariño. — dice Ryan, para después, besar mi frente y después marcharse.A nadie le resulta extraño que mi prometido se vaya, por lo que, en medio de aplausos y fotografías, soy recibida, mientras ellos me permiten entrar a una fiesta que parece el concierto más grande de la historia. Incluso, veo personas de otras universidades con las que hablé una o dos veces, sonreír y felicitarme por mi boda. Hay muchas personas, pero, la mayoría son conocidas mías, otras, son amigos de mi padre y un grupo reducido, parecen ser invitados de Ryan.Aunque siendo sincera, to