Una semana después
Camino de un lado al otro, desde que me trajeron aquí en contra de mi voluntad, no he salido. No tengo forma de comunicarme con mi padre, porque por más que lo llamo no me contesta.Tampoco he ido a clases, no podría hacerlo cuando todos van a preguntarme sobre lo que sucedió en mi fiesta de cumpleaños y como me fui de ella. Así que, me la he pasado encerrada en esta casa extraña, sin saber que hacer.Por fortuna, el anciano con el que supuestamente me voy a casar, no lo he vuelto a ver y el servicio doméstico de la casa, es amable al punto que me siento cómoda aquí.‘Entra en razón, Day. ¿Cómo es posible que te sientas cómoda en la casa de tu secuestrador?’ me pregunto mentalmente preocupada.— ¿Le ocurre algo, señorita? — pregunta Amy, la encargada de la casa.— Amy, ¿es posible que una mujer completamente sana y joven desarrolle el síndrome de Estocolmo? — pregunto con evidente preocupación.— ¿Qué es eso?— Necesito salir o me volveré loca. Sin duda, es eso. — susurro con aburrimiento.— Puede salir si lo desea. Incluso, el señor me avisó que puede regresar a la universidad si así lo desea. — dice Amy y de inmediato niego.— No quiero ir allá. No me siento capaz de enfrentar a mis amigos.— Señorita, casarse con el señor no es malo.— Si tuviera treinta no, pero, solo soy una chica de dieciocho años que quiere disfrutar la vida. Ya llevo una semana aquí encerrada como una prisionera y eso hace que mis pensamientos sobre él sean confirmados. Él es un hombre aburrido, que busca una esposa para hacerla su prisionera.— No es así, si desea, podemos salir a donde desee al menos por una hora, después, iremos de compras.La alegría me recorre al escuchar la frase clave y de inmediato, me levanto de mi lugar con renovado interés.— ¡Vamos de compras directamente! Eso sin duda va a levantar mi ánimo. — digo de inmediato y Amy asiente.— Entonces, prepárese para salir.— Así me voy, allá cambio de ropa de acuerdo con lo que compre. — digo emocionada y Amy asiente.Amy va a buscar su bolso y yo la espero cerca del ascensor idéntico al de mi casa. Ella me sonríe y las dos subimos al auto que me permiten escoger.— Después de ir de compras, puedes regresar a casa si lo deseas, aunque el señor me informó que su padre aun no llega de viaje.— No puedo entender cómo es posible que se marche a un viaje de negocios cuando me ha abandonado con un hombre extraño.— No es un hombre extraño, es su prometido. — dice Amy y yo la ignoro sabiendo que no puedo contradecir lo que dice.Como ella me ha dicho, nos vamos a varias boutique para comprar varios zapatos e incluso, ropa interior. Algo que me hace sonrojar, porque ella me ayuda a escoger las cosas.— Un momento, ¿Por qué todo lo que hemos escogido es de color blanco? — pregunto al ver mis tres hermosos juegos de zapatos en modelos distintos pero, blancos.— La novia debe ir de blanco, señorita. Por lo que, lo que estamos comprando debe ser de ese color. — dice Amy sonriéndome y yo detengo mi caminata feliz.— ¿Qué has dicho?— Estamos comprando todo para la boda. Ya falta una semana, debemos darnos prisa. — dice Amy y yo dejo caer las bolsas que los guardaespaldas de inmediato recogen.Rápidamente, me marcho lejos de ellos, aunque corren conmigo gritando mi nombre. Al ver que todos me observan, corro a uno de los baños donde ellos no pueden seguirme.— Señorita, por favor. No haga esto complicado. — dice Amy y yo quiero gritar.— Quiero ir a la universidad. Ya me he aburrido de ir de compras.— Si no quiere estar con nosotros, lo entendemos, pero, por favor, no corras así.— Llévenme a la universidad, quiero ir a clases.‘Si voy allá, puedo pedirles ayuda a mis amigas y marcharme de aquí. Puedo esconderme un mes o más y vivir feliz son estar casada con un anciano.’ Me digo mentalmente.— Está bien, la llevaremos. — dice Amy y yo salgo del baño, para posteriormente ser escoltada a la universidad.De inmediato, me adentro en las instalaciones en busca de Angela, una buena amiga mía que siempre hace lo que quiere. Al ver que está en clases, entro directamente, la tomo del brazo y salgo con ella, ignorando las quejas del profesor.— Llévame lejos, Angela. No importa el lugar, solo ocúltame por al menos un mes. — digo suplicante.— Tranquila. Aunque me gusta el drama, lo mejor es que me expliques bien que pasa y que es lo que quieres.— Quiero despejar mi mente, ayúdame con eso, por favor.— Perfecto, sé cuál es el lugar perfecto para eso. — dice Angela y de inmediato, me lleva al parqueadero donde con precaución, subo a su auto y nos marchamos lejos ignorando las repercusiones académicas a nuestra fuga.‘Para eso nuestros padres hacen buenas donaciones.’ Me digo mentalmente.En el viaje, le cuento lo que me sucedió durante esta semana y ella se burla, para después consolarme con su solución perfecta; noche de chicas en una discoteca.Cuando llegamos a su propiedad, ya es de noche, por lo que, nos apresuramos en vestirnos sexy y nos marchamos a la discoteca más grande de la ciudad, una donde conocen tanto a Angela, que no necesitamos hacer fila.Por lo que, apenas llegamos, somos llevada a la parte más viva de la discoteca, donde los cuerpos se tocan y nadie juzga. Aquí, donde hay muchos chicos atractivos que me dan bebidas y me sonríen recordándome que si hay hombres de mi edad muy atractivos.— Eres muy hermosa para estar sola. — dice un chico rubio con ojos verdes.— ¿Necesito escolta para divertirme?— Si fuera tu novio, sería tu propia sombra, querida. — dice el hombre rodeando mi cintura con su brazo.— Ahora imagínate lo que haré al ser su prometido, con el desgraciado que se atreve a tocarla. — dice alguien con voz fría.Lo siguiente que escucho es al chico quejarse de dolor, por lo que, me aparto de él y es cuando noto a mi prometido.— ¿Ya te divertiste, prometida?— T-tú… — susurro.El hombre empuja al chico y cuando intentó huir, soy cargada en su hombro.— ¡Suéltame!— Lo haré, cuando desee. — dice él saliendo de la discoteca conmigo y subiendo al auto, de una forma que me impide moverme.— ¡Déjame en paz!— No puedo.— Señor…— Vamos a la boutique novia hermosa. Tenemos ropa que comprar. Ya que, mi prometida no tuvo tiempo para hacerlo esta tarde. — informa el hombre con mirada asesina.‘Lo mejor es que no hable o podría matarme.’ Me digo mentalmente al sentir que ni siquiera puedo moverme por su agarre.Sali dos segundos y ya estoy en problemas, rayos, ¿Cómo pudo encontrarme?El hombre no mentía cuando dijo que compraríamos nuestra vestimenta del matrimonio y es por eso, que entro gritando y lanzando patadas a la boutique que solo se encarga de recoger mis zapatos y accesorios que caen por el forcejeo.El hombre del doble de mi tamaño, me lanza a un mueble y me observa con su mirada asesina, que me impide siquiera moverme.— Llévenla a ver todos los vestidos de novia, que se mida los que le gustan y ustedes la ayuden a escoger el mejor. — ordena él con enojo, para después tomar su teléfono.— No puedes hacerme esto.— Necesito que preparen todo ahora. — dice el hombre apenas le contestan la llamada — Lo que escuchaste, nos casaremos hoy mismo.La última frase, la dice mirándome directamente a los ojos, como si estuviera esperando que negara ello para castigarme, pero, incluso mi lado rebelde se queda en silencio al notar que podría ser capaz de matarme si me niego.— Señor, ¿es un vestido de novia para ahora?— Lo que escucharon. Quiero el perfecto vestido
Mi padre, el hombre que jamás debió de decepcionarme de esta forma, comienza a regañarme entre dientes para que las personas cerca de nosotros, no escuchen lo que dice, mientras nos acercamos al altar.— No puedo entender en que fallé contigo. Siempre tuviste lo que querías y me recordaste el amor que deseabas de tu esposo. Tienes un hombre que está dispuesto a darte ello, así que, ¿Por qué actúas tan infantil? — pregunta mi padre agarrándome con fuerzas.— No puedo entender porque haces algo así, padre. Mi vida era perfecta como estaba. Así que, ¿Por qué me obligas a hacer esto? — pregunto molesta.— Sonríe, Day. Debes sonreír y ser agradecida porque aunque noto que no lo mereces, te estoy dejando en las mejores manos. — dice mi padre con frialdad y yo rompo nuestras manos entrelazadas.— Entonces, elijo ser una desagradecida. No voy a casarme con ese anciano. — digo enojada.— Entonces, vete, Day. Pero, recuerda esto, cada dinero que poseo, será entregado a quien sería tu esposo, co
El ataque es extraño e invasivo, pero, no molesto. Había estado besando a varios chicos, pero, ninguno había sido así de pasional, ¿Sera por la experiencia de sus años? No entendía como podía poseerme y tomar el control de todo, sin que yo pueda hacer algo al respecto.Pero, lo estaba haciendo, mientras todos reían y aplaudían, sin que yo pudiera alejarme de sus labios, porque quería comprender el ritmo y así, controlar al que parece que no cede o pierde ante nadie.Sin embargo, por más que intento comprender lo que sucede con él, termino perdiendo en ese ritmo que no comprendo y por ello, me apodero de sus labios y con fuerzas lo muerdo, para después, soltar estos lentamente.Aunque siento sus manos firmes en mi cintura, no hay algo más que me diga que le duele, porque ni siquiera mordiéndolo me hace soltarlo. Confundida, miro sus labios preguntándome si no lo mordí con fuerza y es cuando una gota de sangre cae sobre su ropa, dañando el perfecto esmoquin blanco.‘Lo he mordido con fu
Apenas salgo, escucho el disparo de cañones de donde salen muchas cosas brillantes y pétalos de rosas que me hacen retroceder, por fortuna, cuando me tambaleo, algo fuerte me sostiene y yo agradezco que la pared este justamente en el momento en el que lo necesito.— Gracias a Dios. — Tranquila, cariño. Yo estoy aquí para protegerte. — dice el hombre que tiene la misma alianza que la mía.— Todos suspiran emocionados por el hombre que me abraza y me ayuda a avanzar hacia una limosina con varios muñecos alusivos al matrimonio.— ¿Cuándo hiciste todo esto? — pregunto cuando entro a la limosina, donde incluso hay un pastel de bodas en la limosina.Cada detalle en el interior de la limosina, hace que me sienta conmovida. Si estuviera casándome con alguien que amo, sería la mujer más feliz del mundo, porque se nota todo el esfuerzo y dedicación para que el vehículo sea cómodo para ambos.Pero, mi realidad es diferente, mi ahora esposo es un anciano que no quiere ni mucho menos conozco. Un
El auto no se marcha, por lo que, Ryan baja del auto, lo rodea y el auto se va, mientras él me rodea con fuerzas, para posteriormente, besarme y así, causar que todos aplaudan, ignorando que intento alejarme de él.‘¿Acaso el vestido de negro y mi enojo al estar casándome no les dice que me están obligando a este martirio?’ me pregunto mentalmente, mientras me alejo de Ryan, quien em sonríe.— Pórtate bien, nena. Volveré pronto, cariño. — dice Ryan, para después, besar mi frente y después marcharse.A nadie le resulta extraño que mi prometido se vaya, por lo que, en medio de aplausos y fotografías, soy recibida, mientras ellos me permiten entrar a una fiesta que parece el concierto más grande de la historia. Incluso, veo personas de otras universidades con las que hablé una o dos veces, sonreír y felicitarme por mi boda. Hay muchas personas, pero, la mayoría son conocidas mías, otras, son amigos de mi padre y un grupo reducido, parecen ser invitados de Ryan.Aunque siendo sincera, to
El enojo me invade, no me agrada que sea mi esposo y mucho menos me agrada que haya aparecido justamente, cuando voy a hablar con el hombre que si quería como mi esposo.‘Ojalá pudieran cambiar papeles. Desearía mucho que Max fuera mi esposo y Ryan… Ryan solo fuera un compañero de la universidad. Solo eso.’ Me digo mentalmente.— Aléjate de mí, por favor. — digo intentando apartarme de Ryan.— No puedo hacerlo, querida. Debemos tomarnos fotos con los invitados y eso, debemos hacerlo como esposos. — dice él alejándome de Max.Pero, Max toma mi mano impidiendo que me marché y eso solo me hace estar en medio de dos hombres que parecen bastantes serios.— Suelta a mi esposa. — ordena Ryan.— Señor, debería…— Sí, soy un señor para ti, niñito. Así que, respeta a tus mayores y r
Horrorizada, llevo mis manos a mi rostro y vuelvo a gritar cuando la mano con la que toqué esa parte de su cuerpo, tocó mis labios. Por lo que, grito y doy pequeños saltos como si fuera un ratón estuviera corriendo por la habitación.— ¡Ah! ¡Una serpiente! — grito horrorizada.— Day, espera un momento.— ¡¿Por qué tienes esa manguera así?! —grito corriendo de un lado al otro de la habitación.— Detente un momento para hablar contigo. Vas a golpearte si sigues así. — dice Ryan.— ¿Crees que me importa siquiera un poco si me caigo? ¿Cómo es posible que tú en estos momentos estes así? — pregunto señalando eso que él no se molesta en ocultar.Había escuchado mucho de que las chicas sienten placer con la entrepierna del hombre y que con eso, piden ‘que
Termino mi ducha, pero, no puedo con ello calmar esto que tantas sensaciones me causa, por lo que, sabiendo que no puedo quedarme aquí eternamente a resolver una curiosidad molesta, miro a mi alrededor en busca de algo con que cubrir mi desnudez, mientas deseo que Ryan no esté cerca.‘No, lo mejor es que no esté en la habitación. Ya me he tardado lo suficiente para que él se vista y marche. Probablemente no esté ya aquí.’ Me digo mentalmente para calmarme.— Las cosas estarán bien, solo debo salir y enfrentarlo. Ya no soy una niña, puedo con esto. — me digo buscando la toalla.Pero, mi mala suerte aparece al no encontrar alguna. Nuevamente busco, pero, no me es posible encontrarlo, incluso hallar un compartimiento es complicado para mí, porque esta tan alto que solo levantando lo suficientemente alto mi mirada podría encontrarlo.‘¿A qué loco s