El enojo me invade, no me agrada que sea mi esposo y mucho menos me agrada que haya aparecido justamente, cuando voy a hablar con el hombre que si quería como mi esposo.
‘Ojalá pudieran cambiar papeles. Desearía mucho que Max fuera mi esposo y Ryan… Ryan solo fuera un compañero de la universidad. Solo eso.’ Me digo mentalmente.— Aléjate de mí, por favor. — digo intentando apartarme de Ryan.— No puedo hacerlo, querida. Debemos tomarnos fotos con los invitados y eso, debemos hacerlo como esposos. — dice él alejándome de Max.Pero, Max toma mi mano impidiendo que me marché y eso solo me hace estar en medio de dos hombres que parecen bastantes serios.— Suelta a mi esposa. — ordena Ryan.— Señor, debería…— Sí, soy un señor para ti, niñito. Así que, respeta a tus mayores y rHorrorizada, llevo mis manos a mi rostro y vuelvo a gritar cuando la mano con la que toqué esa parte de su cuerpo, tocó mis labios. Por lo que, grito y doy pequeños saltos como si fuera un ratón estuviera corriendo por la habitación.— ¡Ah! ¡Una serpiente! — grito horrorizada.— Day, espera un momento.— ¡¿Por qué tienes esa manguera así?! —grito corriendo de un lado al otro de la habitación.— Detente un momento para hablar contigo. Vas a golpearte si sigues así. — dice Ryan.— ¿Crees que me importa siquiera un poco si me caigo? ¿Cómo es posible que tú en estos momentos estes así? — pregunto señalando eso que él no se molesta en ocultar.Había escuchado mucho de que las chicas sienten placer con la entrepierna del hombre y que con eso, piden ‘que
Termino mi ducha, pero, no puedo con ello calmar esto que tantas sensaciones me causa, por lo que, sabiendo que no puedo quedarme aquí eternamente a resolver una curiosidad molesta, miro a mi alrededor en busca de algo con que cubrir mi desnudez, mientas deseo que Ryan no esté cerca.‘No, lo mejor es que no esté en la habitación. Ya me he tardado lo suficiente para que él se vista y marche. Probablemente no esté ya aquí.’ Me digo mentalmente para calmarme.— Las cosas estarán bien, solo debo salir y enfrentarlo. Ya no soy una niña, puedo con esto. — me digo buscando la toalla.Pero, mi mala suerte aparece al no encontrar alguna. Nuevamente busco, pero, no me es posible encontrarlo, incluso hallar un compartimiento es complicado para mí, porque esta tan alto que solo levantando lo suficientemente alto mi mirada podría encontrarlo.‘¿A qué loco s
El aire se queda concentrado en mis pulmones, mientras yo observo al hombre musculoso con el que me he casado, mirarme completamente. Su mirada va desde mi rostro hasta mis pies y regresa de nuevo hasta quedar en mis ojos.— Cúbrete con la toalla, Day. Hazlo si no quieres que te folle. — dice Ryan en un tono tan bajo y ronco, que muestra cuanto sufre, pero, no sé la causa de ello.‘¿Acaso le duele algo? He escuchado que muchos ancianos sufren de enfermedades o dolores que complican que puedan o no hacer alguna actividad, ¿será eso lo que le sucede?’ me pregunto mentalmente.Su mirada se concentra en la mía, el tiempo parece detenerse a nuestro alrededor y la música, deja de escucharse, porque es reemplazado por nuestras respiraciones agitadas.‘Debería reaccionar y cubrir mi desnudez, pero, no me es posible. No puedo siquiera moverme. Es como si su mirada bloqueara todo posible
No sé qué es lo que estoy diciendo o haciendo, pero, no quiero realmente alejarlo de mí, así que, me giro para ver al hombre que no sé qué es lo que me hace sentir. Porque aunque no apruebo este matrimonio, tengo mucha curiosidad por este hombre.— ¿Qué es lo que quieres, Day? Dime que es lo que deseas realmente y yo actuaré de acuerdo con tus deseos.— No lo sé. Es esa mi respuesta, no sé qué es lo que deseo. — susurro.— Entonces… — dice Ryan acercándose peligrosamente a mí — ¿Quieres descubrirlo?— Quiero hacerlo. — susurro sin saber que hacer o decir.Ryan lleva su mano libre al inicio de mi cuello y con sus largos dedos, delinea mi mandíbula, para posteriormente, acariciar mi labio inferior. El toque, es extasiante y no puedo entender porque lo es si me está tocando alguien que no m
Mi mente está en blanco, solo escucho mi propia voz implorando que continue y mi cuerpo, solo me hace respirar agitadamente, mientras el sudor hace que mi piel brille. No sé qué estoy haciendo, ni mucho menos que espero, pero, no pienso detenerme.‘Él es el mayor, seguramente sabe que hacer o no en esta situación.’ Me digo mentalmente.Sus manos se concentran en esa parte de mi cuerpo en la que le da placer y yo muerdo mi labio inferior sabiendo que siento demasiado placer y que sumado a eso, mi cuerpo se siente demasiado extraño.Ryan se aleja de mi intimidad un segundo y yo niego deseando sentirlo un poco más. Ryan, me sonríe y comienza a delinear varios círculos con su dedo índice en ese botón en mi intimidad que me causan demasiadas cosquillas.— ¿Puedo avanzar más? — pregunta Ryan y yo asiento, pero, él lo que hace es levantarse.Atu
Verlo marcharse como si nada le doliera, hace que un enojo crezca en mí, él es el anciano, entonces, ¿Por qué tiene mucha energía y yo siento que me ha arrollado un camión?Debo reconocer que Ryan es tan grande como un camión, pero, eso no justifica que él este bien y yo este así de agotada. Sobre todo, porque fue él quien hizo todo el trabajo y no yo.— Debo levantarme, no puedo quedarme como si hubiese muerto por solo unos toques. — digo intentando levantarme, pero, la energía se ha esfumado de mi cuerpo.Trago duro, sintiéndome una tonta. Pero, no me doy por vencida y por eso, termino de limpiarme, para después salir. Como Ryan lo dijo, ya no está aquí, por lo que, me visto rápido y con mi cuerpo pidiendo descanso, salgo a la fiesta que me molesta.Aunque me agrada este tipo de ambiente, me siento demasiado cansada para estar aquí.
El baile se interrumpe, porque mi padre aclara la garganta, por lo que, nos apartamos un poco, para poder ver al hombre que tiene la vista nublaba por las lágrimas acumuladas en sus ojos.— ¿Es posible que pueda bailar esta pieza con mi querida hija? — pregunta mi padre y yo asiento.Ryan se aleja de mí y yo tomo la mano de mi padre, mientras observo como Ryan, le pide a una mujer de edad bailar.‘¿Será esa su madre?’ me pregunto mentalmente.— Te ves hermosa con ese vestido, cariño. — dice mi padre.— Gracias, padre. Me hace muy feliz que te sientas bien aunque sea en contra de mi felicidad. — digo y mi padre acaricia mi mejilla, para después, abrazarme.— Cariño, no te veo muy molesta con Ryan. — dice mi padre palmeando mi espalda.— Lo estoy, finjo bastante bien, pero, si estoy molesta. Sabes que no quería casarme y&he
Aunque no quiera sorprenderme, no me es posible por ver cómo reacciona Ryan con esa mujer y lo que me ha dicho. Al ver su expresión sombría con ella y su mirada pervertida conmigo, es entendible quien es de su agrado.Lo que no es comprensible es: ¿Por qué trata tan mal a una mujer famosa como Katherine? Además, ¿Por qué ella llega hasta este punto solo para ser despreciada? ¿Qué pasa entre ellos?El helicóptero comienza a moverse y Ryan es quien me abrocha los cinturones y confirma que todo esté bien, como si él supiera perfectamente como hacer ello. Incluso, habla con el piloto en un idioma que no entiendo, pero, e escucha magnifico en mis oídos.El helicóptero se eleva y yo me aferro a mi asiento, mientras escucho música en unos audífonos que Ryan me ha colocado. La música me relaja y cuando ya me siento tranquila, miro a mi alrededor, disfr