No sé qué es lo que estoy diciendo o haciendo, pero, no quiero realmente alejarlo de mí, así que, me giro para ver al hombre que no sé qué es lo que me hace sentir. Porque aunque no apruebo este matrimonio, tengo mucha curiosidad por este hombre.
— ¿Qué es lo que quieres, Day? Dime que es lo que deseas realmente y yo actuaré de acuerdo con tus deseos.— No lo sé. Es esa mi respuesta, no sé qué es lo que deseo. — susurro.— Entonces… — dice Ryan acercándose peligrosamente a mí — ¿Quieres descubrirlo?— Quiero hacerlo. — susurro sin saber que hacer o decir.Ryan lleva su mano libre al inicio de mi cuello y con sus largos dedos, delinea mi mandíbula, para posteriormente, acariciar mi labio inferior. El toque, es extasiante y no puedo entender porque lo es si me está tocando alguien que no mMi mente está en blanco, solo escucho mi propia voz implorando que continue y mi cuerpo, solo me hace respirar agitadamente, mientras el sudor hace que mi piel brille. No sé qué estoy haciendo, ni mucho menos que espero, pero, no pienso detenerme.‘Él es el mayor, seguramente sabe que hacer o no en esta situación.’ Me digo mentalmente.Sus manos se concentran en esa parte de mi cuerpo en la que le da placer y yo muerdo mi labio inferior sabiendo que siento demasiado placer y que sumado a eso, mi cuerpo se siente demasiado extraño.Ryan se aleja de mi intimidad un segundo y yo niego deseando sentirlo un poco más. Ryan, me sonríe y comienza a delinear varios círculos con su dedo índice en ese botón en mi intimidad que me causan demasiadas cosquillas.— ¿Puedo avanzar más? — pregunta Ryan y yo asiento, pero, él lo que hace es levantarse.Atu
Verlo marcharse como si nada le doliera, hace que un enojo crezca en mí, él es el anciano, entonces, ¿Por qué tiene mucha energía y yo siento que me ha arrollado un camión?Debo reconocer que Ryan es tan grande como un camión, pero, eso no justifica que él este bien y yo este así de agotada. Sobre todo, porque fue él quien hizo todo el trabajo y no yo.— Debo levantarme, no puedo quedarme como si hubiese muerto por solo unos toques. — digo intentando levantarme, pero, la energía se ha esfumado de mi cuerpo.Trago duro, sintiéndome una tonta. Pero, no me doy por vencida y por eso, termino de limpiarme, para después salir. Como Ryan lo dijo, ya no está aquí, por lo que, me visto rápido y con mi cuerpo pidiendo descanso, salgo a la fiesta que me molesta.Aunque me agrada este tipo de ambiente, me siento demasiado cansada para estar aquí.
El baile se interrumpe, porque mi padre aclara la garganta, por lo que, nos apartamos un poco, para poder ver al hombre que tiene la vista nublaba por las lágrimas acumuladas en sus ojos.— ¿Es posible que pueda bailar esta pieza con mi querida hija? — pregunta mi padre y yo asiento.Ryan se aleja de mí y yo tomo la mano de mi padre, mientras observo como Ryan, le pide a una mujer de edad bailar.‘¿Será esa su madre?’ me pregunto mentalmente.— Te ves hermosa con ese vestido, cariño. — dice mi padre.— Gracias, padre. Me hace muy feliz que te sientas bien aunque sea en contra de mi felicidad. — digo y mi padre acaricia mi mejilla, para después, abrazarme.— Cariño, no te veo muy molesta con Ryan. — dice mi padre palmeando mi espalda.— Lo estoy, finjo bastante bien, pero, si estoy molesta. Sabes que no quería casarme y&he
Aunque no quiera sorprenderme, no me es posible por ver cómo reacciona Ryan con esa mujer y lo que me ha dicho. Al ver su expresión sombría con ella y su mirada pervertida conmigo, es entendible quien es de su agrado.Lo que no es comprensible es: ¿Por qué trata tan mal a una mujer famosa como Katherine? Además, ¿Por qué ella llega hasta este punto solo para ser despreciada? ¿Qué pasa entre ellos?El helicóptero comienza a moverse y Ryan es quien me abrocha los cinturones y confirma que todo esté bien, como si él supiera perfectamente como hacer ello. Incluso, habla con el piloto en un idioma que no entiendo, pero, e escucha magnifico en mis oídos.El helicóptero se eleva y yo me aferro a mi asiento, mientras escucho música en unos audífonos que Ryan me ha colocado. La música me relaja y cuando ya me siento tranquila, miro a mi alrededor, disfr
Me congelo en mi lugar, eso no lo esperaba de su parte, ya que, me dijo que no golpeaba a mujeres, pero, más que eso, me quedo inmóvil porque no me esperaba esa reacción de mi cuerpo.‘¿Acaso me he convertido en una pervertida?’ me pregunto mentalmente preocupada.Ryan se detiene cuando entramos al avión y me coloca suavemente en el suelo, donde me observa curioso, mientras yo intento recuperarme de ese malestar en mi intimidad, uno que no había tenido en el pasado, bueno, no lo había experimentado sin besos ardientes.— Day, ¿te sucede algo?— Me has pegado. — susurro aturdida.Ryan intenta acercarse a mí y yo retrocedo de inmediato, asombrada por todo lo que experimenta mi cuerpo.— Eso no es pegarte, Day. Es nalguearte suavemente, para que entiendas mi orden.— Sí, claro. Ya te he creído.— No necesitas creerme, pero,
Si algo puedo concluir desde que estamos hablando y siendo tan… cercanos, es que Ryan es un hombre lujurioso que todo lo relaciona con sexo, algo que me cuesta acostumbrarme, pero, tengo que hacerlo, después de todo, es mi esposo, con quien viviré a partir de ahora.‘¿Qué locura estás pensando, Day? No pienses en él como tu esposo. Él solo es un anciano molesto con el que me han obligado a casarme.’ Me digo mentalmente mientras soy cargada por ese anciano que huele bien.— Daría todo mi dinero por saber qué es lo que piensas, Day. Deseo tanto saber lo más mínimo de ti, que sería capaz de vender todo mi patrimonio por saber ello.— Entonces, ¿Cómo vas a darme una buena vida?— Tranquila, sé trabajar duro, en menos de seis meses tendrías una gran casa en la cual vivir. — dice Ryan dulcificando su voz.Aunque
Intento moverme, pero, no es posible, aunque busque la manera de alejarme de su cuerpo, lo único que siento en su cuerpo firme presionando el mío y su mano grande que cubre mi boca y parte de mi cuello, me impiden hablar.El miedo me invade por lo que pueda hacerme, después de todo, no sé cómo reaccionar ante mi ofensa, pero, mi duda, lentamente desaparece, cuando su mano se aleja de mi boca y una nueva prisión nace.Sus labios, me roban la posibilidad de gritar y sus manos, se concentran en agarrar con fuerzas mis manos y colocarlas sobre mi cabeza, para unirlas y así, mantenerme atada con una sola mano.Con su mano libre, acaricia mi cuerpo y yo intento alejarme de su cuerpo, pero, algo hace que me quede inmóvil. Mentalmente, niego ante la posibilidad de que él este desnudo. Pero, al saber que Ryan es capaz de eso, no me muevo.Sus labios, me poseen completamente y yo imploro que esta tortura se aca
Sus palabras son molestas, porque mi cuerpo reacciona a ella, mientras mi mente me dice que tome las cosas con calma o podría terminar en silla de ruedas. Algo que me parece ilógico, pero, con lo rudo que ha sido tocándome y mordiéndome, no lo pongo por duda.— Ryan, ¿Qué me estás haciendo? No me gustas, entonces, ¿Por qué estoy ansiosa por recibirte? — pregunto angustiada.— Te gusta cómo te toco, cuando lo hago, no soy un hombre mayor que tú y tampoco puedes pensar que esta unión fue una imposición de tu padre. Por eso, permites que te toque.>> Entiendo que no quieras estar conmigo, porque fuiste coaccionada a eso, pero, quiero que comprendas que aunque lo tuyo fue por obligación, lo mío fue por amor. Aunque seas una niña mentalmente, eres la mujer que amo.— Ryan…— Tú me conociste en la fiesta