Una tristeza acompañada de dolor profundo había llegado a la vida de Laura y no entendía por qué la dominó con tanta rapidez. Las palabras ofensivas se repetían una y otra vez en su mente y ella se preguntaba si era una advertencia para terminar con lo que sea que tenía con Gabriel.Le había entregado su vida y aunque él la trataba como a una dama, escuchar la realidad la había golpeado fuerte.«Ring, Ring, Ring».Limpió las lágrimas de sus ojos y sintió alivio al ver que Ángela era quien la llamaba. Apretó los ojos fuertes y al colocar el celular en su oreja y percibir su respiración agitada, olvidó todo en un segundo.—¡Estoy muriendo! —Escuchó la voz débil de su amiga y todo su mundo se oscureció.—¿Qué sucede, amiga? Me estás asustando.—Él estuvo aquí y me ha dejado herida. ¡Tengo mucho miedo, amiga, no quiero morir!Su voz se estaba debilitando con cada palabra y Laura sintió un terrible miedo ante lo que sucedía. Su respiración se agitó y quedó totalmente inmóvil, pues no sabía
Laura se mantuvo al lado de su amiga inconsciente en todo momento, sosteniendo su mano y rezando para que pudiera abrir los ojos y regresar a su lado.Mientras, Gabriel tenía un dilema en su cabeza, ya que Sara le había informado que la pequeña Gema se había despertado llorando y después de pensarlo mucho, decidió no informarle a Laura para restarle compromisos y sin deseos de hacerlo, se marchó.—¡Hijo mío! —lo recibió Amanda a su llegada con la pequeña en brazos.—No sabía que estabas aquí, madre.—Tengo una junta mañana en la empresa. ¿Lo has olvidado?Gabriel rascó su cabeza y empezó a quitarse el chaleco para ingresar a la casa. Fue de gran alivio encontrar a Gema jugando con la abuela, pues pensaba que la encontraría en medio del llanto como siempre, cuando no estaba cerca Laura.—Hoy ha sido un día muy difícil para mí.—¿Qué ha sucedido? No te ves para nada bien.Después de un gran suspiro, tomó asiento junto a su madre y le contó lo que había sucedido. Le detalló el horror que
Pasó una semana y Ángela, en la mañana temprana, había recobrado la conciencia. Laura estaba muy contenta al ver que tenía nuevas esperanzas, aunque sus ojos estaban llenos de tristeza.—¡Gracias, gracias…! Te agradezco tanto que no me hayas abandonado. —Laura, estás aquí.—He estado aquí desde la noche que me llamaste y jamás me he apartado de tu lado.—Tenían que haberme dejado morir.—No digas eso amiga.Ángela se quedó mirando fijo en dirección hacia la pared y en ese momento de sus ojos salieron lágrimas gruesas, lágrimas de dolor. —¿Cómo voy a vivir con tan espantosos recuerdos en mi mente? ¿Cómo voy a olvidar sus palabras mientras ponía fin a nuestro bebé?—Siendo fuerte. En alguna ocasión tú misma me dijiste que la vida nos prueba pasándonos por fuego. —¿Por qué pasar por fuego a un pequeño bebé inocente? Cuando él no tenía la culpa de nada.—La vida solo se encargó de que no hubiera ninguna conexión entre tú y ese hombre. La doctora también nos informó que el bebé venía con
«Ring, Ring, Ring»—Hello.—Hola, suegrita ¿cómo se encuentra el día de hoy?—Bien. —respondió Amanda con rostro severo y exageradamente serio.—Aunque entiendo que aún sigue molesta conmigo, es muy importante para mí que reciba mis llamadas.—He visto la galería de imágenes que me enviaste y he comprobado lo que me dijiste.—Si no lo le hablé para explicarle todo desde un inicio, fue porque sabía que estaba enojada y cuando una persona está enojada no piensa con claridad, pero yo no quise usurpar el lugar de nadie, todo fue una terrible confusión que cada día me torturaba al no saber salir de ella.—Pero igual debemos mantenernos alejadas.—¿Por qué, señora Wilson? ¿Por no tener la misma clase social a la que pertenece su hijo?—En el amor no se manda Sabrina, y él desde un principio te ha rechazado. Yo te he perdonado y he seguido hablando contigo porque te tomé cariño en poco tiempo, más no puedo mandar en los sentimientos y tampoco puedo ordenarles hacerlo.—Me enamoré. —empezó co
Había llegado el día de la fiesta y con tanto estrés posterior, mientras se probaba el vestido, peinado, los zapatos y accesorios, Laura sentía un fuerte dolor de estómago. Esa mañana solo tomó té de manzanilla y al mirarse al espejo se veía terrible, pues incluso tenía bolsas de ojeras en su rostro, cosa que casi nunca experimentó y no sabía cómo lidiar con ellas.—Nana, comida. Comida…Gema esa mañana se había despertado con hambre, así que, repitiendo bostezos y con sus ojos realmente cansados, se presentó en la cocina. Los bostezos eran constantes y el ánimo que la caracterizaba había desaparecido. Esto de inmediato, Sara pudo notarlo.—¿Continúa su dolor de estómago?—Sí. Anoche ha aumentado y no me ha dejado descansar para nada. Tengo suerte de que Gabriel se durmiera cansado y no se haya percatado.—Cuando terminen de desayunar, te voy a preparar una infusión y unas almohadillas de hielo para que las coloques sobre las bolsas que traen tus ojos. Es recomendable que intente desc
Mientras Laura iba en el auto totalmente en silencio, esto llamó mucho la atención de Gabriel y de inmediato se dirigió a ella, mirándola a los ojos y acariciando su mano. En ese momento se percató de que estaban sudorosas y temblando.—¿Estás incómoda? Te lo pregunto porque te ves tensada y muy seria.Ella negó con la cabeza y apretó su mano. —Estoy nerviosa, realmente muy nerviosa.—No entiendo por qué lo estás, si solo eres mi invitada especial de esta noche.—Igual no he visitado un lugar como este, no sé cómo actuar, qué decir y me pone muy nerviosa pensar que todos me estarán mirando, ya que llegaré de la mano de un importante y prestigioso hombre de negocios.—Tu trabajo aquí es irradiar la belleza que posees junto a la paz y la tranquilidad que siempre le brinda a este importante y prestigioso hombre de negocios. Con eso estoy más que satisfecho, así que olvida las miradas de los demás y solo céntrate en la mía; de esta manera siempre te sentirás tranquila. —terminó con un bes
«Amor a primera vista»—Una pregunta, señor Wilson.Se acercó un periodista con mala intención y dispuesto a terminar la agradable y mágica noche.—Sí.—¿Es cierto que la mujer que hoy se ha convertido en tu prometida es la baby-sitter de la hija de su difunta esposa?El corazón de Laura cayó al piso y todos los lentes de las cámaras estaban apuntando hacia ella. Aunque intentaba tener un rostro calmado, todo su cuerpo le gritaba salir corriendo o desaparecer en ese momento, pero Gabriel sostuvo más fuerte su mano y respondió la pregunta con toda firmeza.—Esta mujer que tengo a mi lado, es mi baby-sitter, mi amante, mi amiga, mi confidente, la persona que me escuchó y me enseñó a hablar sobre mis problemas. Es por esta razón que la he convertido en mi prometida y muy pronto será mi esposa, pues en ella encuentro todo lo que necesito para seguir adelante después de más de tres años viudo.Después de una respuesta contundente, nadie más se atrevió a preguntar nada al respecto y aunque
La fiesta había terminado para los invitados, pero para Gabriel y Laura apenas había iniciado, pues las sorpresas parecían no terminar y Gabriel decidió ir conduciendo su auto, mientras los escoltas lo acompañaban a distancia para su protección, pero deseaba estar solo con su prometida.—¿Qué fue todo eso? Ya estoy convencida de que no es un sueño, pero aún no lo creo.—Creo que ya he dicho que eres una mujer maravillosa, que eres perfecta y única. No hay ningún cambio, hoy decidí proponerte ser mi prometida, por miedo a perderte. Porque yo también siento miedo, sabes.—Entiendo que te sientes bien en mi compañía, pero siento que es muy rápido.Él solo acarició su mano y no quiso repetir la misma respuesta que le había dado desde el primer beso, así se mantuvo hasta llegar a una mansión que se veía abandonada. Laura nunca la había visitado ese lugar y su apariencia llamó por completo su atención. Gabriel se desmontó y luego tendió la mano para que caminaran juntos.Sentía mucha curios