Martha—¿No están? —le pregunté sin que me importará el ardor en mi mejilla, algo me decía que era verdad, no estaban. Simplemente no podía procesarlo— no están, Priscila ¿qué voy hacer? ¿qué voy hacer? ¿A dónde la llamo para saber de mi hijo?— Cálmate, no dejaste terminar a Carlos —habla Priscila .me ayudaron a levantarme y sentarme de nuevo en la silla que al parecer había tirado al suelo.—El jefe me dijo que ya los tenía ubicados y que te quedarás tranquila no vas a estar sin saber de ti hijo— me asegura Carlos.—¿Es todo lo que te dijo? —no había terminado de preguntar y él ya estaba asistiendo— ¿¡es todo!? —no estaba enojada por los alcances de Gio y su poca información, tal vez era por seguridad, pero estaba tan molesta de esta situación, de estar encerrada injustamente, tan cansada de las mentiras y pelear por mi vida y aún no llevaba un año encerrada — necesito un número Carlos, alguien que me diga como esta mi hijo y por qué diablos se mudaron ¡necesito más!—Lamento no pod
GIO—Hermanito— la repugnante voz de Amos Coppola llega desde la entrada de mi habitación. A veces Amos suele ser muy predecible.—Amos —respondí apuntando a su cabeza mientras me sentaba, reprimiendo una mueca de dolor— que bueno verte— sonreí a sabiendas.Sabía que vendría así que siempre estuve armado y esperando.—Preparado esta vez ¿eh? —preguntó burlón, si bien se veía seguro pude ver la tensión en sus movimientos, analicé su postura y estaba tan cagado de miedo que provocaba reírme, pero debía mantener mi fachada de hombre frío.Estaba vez lo había agarrado desprevenido, no siempre seré yo.—Bueno.… Ya sabes lo que decía papá, con esa piedra sólo tropiezo una vez... —le recalque, para que recordara.—¡Cállate! —gritó dañando sus perfectas facciones de niño blanco, odiando que sacará alguna lección de Vicent Santori.Padre daba unas elecciones que jamás olvidabas y a veces en Amos debía repetirlas, porque si bien Amos no iba hacer heredero igual entrenaba y pudo haber sido tesor
GIO—Preparados, nos vamos en 5— ordené y salí de la última casa donde había sido también un exitoso rescate.Era la casa de una pareja de padres, mientras sus hijos trabajan para mí en otro país, encendí un cigarro y me senté en uno de los escalones para entrar a la casa, escuché la puerta abrirse y cerrarse, unos pies arrastrarse hasta mi posición en compañía del inconfundible tac, tac del bastón.—¿Me permite unas palabras, mi señor? — indaga sentándose con dificultad a mi lado.—Adelante, Anselmo— le concedo eso. Era mayor que yo por más del doble de mi edad y aun así me trataba con el mismo o más respeto del que yo le daba.—Se ve diferente, eso sólo puede significar una cosa — di una calada a mi cigarro mientras lo escuchaba, concentrado en la punta naranja de este consumiéndose— encontró a esa mujer para usted.Me tensé ante sus palabras, Anselmo me conocía de niño y era tan insistente como la Nonna.—Es una mujer que a pesar de todo parece no quebrarse— le dije en confesión, l
SOFÍAElla tiene todo lo que yo siempre debí tener.10 años atrás.Convencí a mi nueva compañera de cuarto para ir a una fiesta de inicio de la primavera, tenía poco tiempo conociendo a la chica, pero coincidimos en varias materias, es normalita y muy simple, pero me hacía ver aún más bonita de lo que ya soy y por eso disfrutaba salir con ella.—Cariño, ya vengo — le grité al muermo de Martha para tomar distancia de ella en la fiesta sin esperar respuesta.No bailaba, no bebía, era demasiado… aburrida para mi gusto.Estoy bebiendo mi quinto shot y me percato de la presencia de alguien muy cerca de mi espacio personal, veo mi rostro y veo a un sexy hombre con una sonrisa canalla—Hola, ¿quieres bailar? —pregunta como forma de abordarme. Era lindo le concedía eso y según una amiga de llama Miguel Hidalgo, mordí mi labio inferior de manera coqueta y pensativa.Detrás de él, en el otro extremo del salí estaba el mismísimo Tom Murray como haciéndome ojitos, ese hombre me ponía como una mot
SOFÍA5 AÑOS ANTESHan pasado 5 años desde esa vez que Miguel le fue infiel voluntariamente a Martha, nunca le revele que esa noche anterior nunca me tocó, pero al día siguiente lo hizo. Le fue infiel con mi cuerpo durante toda la mañana luego de fingir que dormíamos media hora sus caricias comenzaron de manera efímera tentando a diablo, luego me fui a mi cuarto como si nada y Martha seguía estudiando, pero después no quiso tocarme más, me evitaba y eso me gustaba, era como el juego del gato y el ratón y lo dejé por un tiempo. Mientras me divertía con otros hombres, no tenía problemas con eso.Cuando ellos se casaron me emborrache y casi hago el oso de mi vida, uno de sus amigos lo evitó sacándome del lugar, al parecer se notaba lo que me afectaba, menos Martha, siempre tuvo una venda en los ojos.Llegue a tener un sugar que me pagaba todo aun así yo quería estar cada vez más y más con Miguel. Era una enfermiza obsesión que tenía con la vida que ellos llevaban. Esa debió ser mi vida,
SOFÍA5 AÑOS ANTESHOSPITAL parte IIEstar aquí fue un error y me di cuanta cuando iba llegando a la habitación de ella y Martha le explicaba a Miguel por que se sentía tan mal y casi me caigo de culo.—¡Estoy embarazada! — anunció con alegría, la vi con lágrimas en los ojos.—¿Qué? Pero Martha nos cuidamos siempre — replicó Miguel anonadado— es imposible.—Recuerdas esa vez en la tina —le explica ella sin perder la sonrisa por la incredulidad que él tuvo.—Yo... Mierda ¿embarazada? ¿un bebé? —la verdad se veía algo pálido — ¿voy a ser papá? — estaba incrédulo, igual que yo.—¡Vas a ser papá! —ella estaba lagrimeando y yo no sabía cómo sentirme con esto.Ella entonces levantó la mirada y por encima del hombro de Miguel viéndome con ojos llorosos de alegría.—Entra Sofía, tenemos buenas noticias — hizo un gesto con la mano para que pasará.—¡Oh, ya las escuché, querida! Mis felicitaciones a ambos —entre taconeando el suelo de cerámica blanca del hospital que hacía eco.—¿Estás llorando
MarthaMe sentía inexplicablemente vacía, como si tuviera un hoyo negro en medio de mi pecho que no puede llenarse con nada ¿era eso científicamente probable?Estoy pensando todo lo que me ha tocado vivir, me siento completamente hueca, tratando de aferrarme a un recuerdo o a algún momento para no sentir que me falta lo más importante de mi vida ¿será eso realmente posible?La comida no me sabía a nada, todo se veía más apagado, no escuchaba lo que me decía las mujeres a mi alrededor y a veces me sentía paranoica como vigilada por los nuevos hombres que llegaron como nuevos guardias, pero sacudía la cabeza…, era tonto, ellos no me conocen, así que lo pase por alto. Ellos están aquí para vigilar a todas las reclusas y eso me incluía así yo no fuera nadie.—Esto debe terminar — escuché decir a Isolda, sin embargo, determinada a ignorarla, poco tiempo después se fue molesta.La escuché pisotear mientras se iba de la celda, parecía un muerto viviente, como uno de esos zombis lentos y sin
GIORegresé hace unos días de Italia cuando dejé todo listo y tranquilo en mi tierra natal, me traje a las familias que querían estar cerca de mis empleados, tengo varios inmuebles comprados y la mejor manera es meterlos a todos en un edificio pequeño de cuatro pisos, tiene tres apartamentos por piso y será más que suficiente para ellos.—Aquí pueden estar tranquilos, tendrán guardias y los días libres vendrán sus familiares, por ahora están trabajando, les llené el refrigerador y la alacena está llena, no les falta nada, la Nonna de encargo de eso —les dije a todos mientras les mostraban sus departamentos.—Muchas gracias, mi señor es usted muy bondadoso con nosotros. Con rescatarlos bastaba— asegura el hombre.—No, quiero que mis empleados trabajen mejor y más tranquilos, esto no es nada. El edificio estaba desocupado— me encogí de hombros.Besaron mis manos y me mandaron comida para una semana a la casa, estaban muy agradecidos a pesar de que sabían que estábamos en guerra y sus fa