Ya Dana no es la misma. La racionalidad la abandonó. 🥺
—¿Qué hace él viniendo aquí? —preguntó el anciano Malek estremeciéndose al ver como Kian entraba en su fortaleza.Varios guardias intentaron detenerlo pero no lograron hacerlo.Por algo el Alfa del Norte era el más temido de los reinos.Kian ni siquiera sudó cuando los machos de la fortaleza intentaron interceptarlo y al parecer no había muchos cerca gracias al entrenamiento diario.Los ancianos palidecieron cuando el macho entró a la fortaleza hecho una furia y tomó por el cuello al anciano principal.—¡¿Dónde están mis cachorros?!—Alfa Kian, no haga algo de lo que se pueda arrepentir, somos los enviados por la Diosa Luna —replicó Gideon temeroso.Kian no apartó los ojos del macho al que sostenía, su lobo quería matarlo de una vez por todas y dejar los juegos mentales.Él como Alfa sabía que la Diosa Luna guiaba a todos los lobos que pedían su favor, nadie necesitaba a cuatro estúpidos fanáticos obsesionados. Sin embargo, a lo largo de los años se había seguido las órdenes de ellos
Kian había intentado controlarse pero las últimas palabras habían sido la gota que derramó el vaso.—¡Mi cachorra no tiene una maldita pareja, ella es una niña! —rugió histérico.No iba a permitir que mintieran de esa manera ni intentaran deshonrar a su pequeña.—E-ella no es como nosotros. Puede ser muy pequeña para ti, Alfa. Pero es una híbrida, no tiene la edad que tiene realmente sino la que aparenta.—¡No!Kian caminó hasta ellos con una expresión mortífera y los ancianos gritaron asustados, si el Alfa los tocaba, los mataría a todos sin excepción.—Según la leyenda, el Alfa del Bosque oscuro siempre ha esperado a su compañera, la híbrida con la marca en su hombro que complementa la del Alfa del Bosque oscuro, no nos mates por ser los portadores de la noticia, Alfa…—¡Alfa, detén esto! ¡Aquí está el mapa! —gritó el último anciano del otro lado del fuego.Los otros dos ya estaban tosiendo desesperados por el humo que estaban tragando.Kian inhaló bruscamente intentando calmar a su
HORAS ANTES DE LA DECISIÓN DE EXILIOClara apretó la mano de Román y el Alfa del Sur se volvió hasta ella.Había dado su palabra a Dana, ella era su amiga y sin duda se sentía como una basura al haberle dado la espalda.La Gobernante del Oeste ni siquiera había alzado la vista segura de cual sería la respuesta de ellos. Su traición pesaba en su pecho pero al observar a Clara y su viente abultado, pese a la culpa se sintió lleno de alivio por tenerla aún con él. Jamás la pondría deliberadamente en peligro porque ella era todo lo que amaba. Y si tenía que recurrir a la traición incluso de él mismo lo haría.Lucharía hasta el final por su hembra y su cachorro.Después de que Kian se llevó a Dana los ancianos y la sacerdotisa salieron del lugar satisfechos con los resultados dejando al resto sumidos en un silencio ensordecedor. —¿Nadie va a decir nada? ¡Han condenado a esos cachorros que no tienen la culpa de nada! —exclamó Zakia llena de dolor y angustia saliendo del estupor en el que h
—¡Zakia! El rugido de Alessandro se escuchó por los alrededores pero ella no se detuvo, lo que quiso decir que lo estaba ignorado o estaba demasiado sumida en sus pensamientos y no lo había escuchado.El Alfa del Este se sintió terriblemente frustrado.Más de lo que nunca había estado.Le había dolido escucharla y verla llorar de aquella manera.Zakia podía ocultar su dulzura y corazón inmenso en medio de bromas y sarcasmo, sin embargo, él sabía lo hermosa que era, no solo por fuera sino también por dentro. Siempre tan rebelde y dulce.El macho aceleró el paso detestando lo rápida que era pero la detuvo enseguida y la giró para que lo enfrentara.Sus dulces ojos verdes estaban nublados por una emoción extraña. Como si estuviera lejos pero él la hubiera hecho volver con su toque.—¿A dónde demonios crees que vas, cachorra?La distancia entre ambos se había reducido considerablemente. Alessandro se ceñía sobre ella devolviéndola a la realidad, ocasionando que se estremeciera intimidad
ACTUALIDAD:Kian había logrado dominar a su loba en cuestión de segundo.Todo en él la calmaba, su aroma, su voz, su cuerpo.Dana estaba a punto de perder su racionalidad entonces él llegó salvándola.Su conexión era más fuerte de lo que pensaba.La había sacado del calabozo alejándola de Owen y de no haberlo hecho así, probablemente lo hubiera matado. Pero lo que tenía planeado para su tío después de todo el daño que le había hecho a los suyos era peor que la muerte así que no debería perder la cabeza.—Él... él me dijo que mis cachorros deben estar en el Bosque oscuro, que los vinieron a buscar los mismos híbridos. Yo no sé qué creer porque Owen es el peor mentiroso que he conocido en mi vida —susurró en el pecho de Kian mientras este la abrazaba con más fuerza a su pecho—. Estoy segura de que Owen sabe más de lo que dice, recuerdo su amistad con el anciano Malek. Él sabe algo.Kian tomó sus mejillas haciendo que ella lo mirara a los ojos.—Tienes que tranqulizarte, princesa. No pued
Con cada paso que daba, Kian se sentía más lleno de determinación y furia.Su lobo experimentó la necesidad de protección por sus cachorros y compañera mientras se dirigía al Norte pero cuando estaba a punto de cruzar una voz femenina lo llamó ocasionando que frunciera el ceño.—¡Alfa Kian!—¿Qué demonios quieres? —gruñó a la loba joven quien sonrió de inmediato. Parecía como si lo conociera desde hace años y su temperamento explosivo no pudiera hacerla retroceder.Hubiera admirado su atrevimiento, si no fuera porque en ese momento lo único que le importaba era reunir a sus hombres y dirigirse al Bosque oscuro.Kian no disminuyó su paso pero la loba corrió enseguida a su encuentro.—Alfa, por favor. Déjeme acompañarlo. Ya sabe que quiero escribir sobre usted...—No.—¡Por favor! ¡Prometo que no estorbaré, me quedaré en las sombras!—No voy a cuidarte, hembra. No necesito distracciones. —¡No seré una distracción! Y si me atrapan me libraré yo misma, pero, Alfa. Déjeme verlo comandar
Alessandro colgó el teléfono soltando un suspiro.Acababa de convocar a la sacerdotisa pero se necesitaba una semana para preparar todo el ritual.Él entró en la habitación donde había llevado a Zakia y la loba intentó golpearlo de sorpresa pero él previó su ataque y la arrojó a la cama con arrogancia mirándola con diversión fingida.—¡Voy a matarte!—Estás muy lejos de hacer eso, cachorra. Eres inexperta...—¡Eres un hijo de puta! —gritó ella sentándose sobre la cama mientras que lo fulminaba con la mirada—. ¡¿Por qué haces esto?! ¡Suéltame ahora!Alessandro caminó lentamente hasta ella poniéndola nerviosa.—Porque puedo y no, no voy a liberarte. Ya te dije que no dejaré que hagas una estupidez.—Yo no soy una cobarde como ustedes y no traiciono a los míos —gruñó Zakia poniéndose de pie sobre la cama.Solo así pudo igualar la altura de su interlocutor. —¿Y quién se supone que son los tuyos? ¿Kian o Dana? —preguntó él con desdén, sin embargo, tenía un brillo peligroso en sus orbes.Z
—¿Estás segura de esto, Gobernante Dana? —preguntó la sacerdotisa cuando Dana llegó al lado de Alessandro.La pelirroja pareció dudar un poco antes de asentir con la cabeza bajo la mirada del Alfa del Este.—Lo estoy.La sacerdotisa quiso sonreír porque todo estaba saliendo según el plan.—Tomaré la muestra de sangre de los dos y entonces podré empezar con el proceso. Pero tardaremos los seis días restantes para que todo esté listo. ¿Quién será el primero?—Yo.Alessandro dio un paso adelante y Dana esperó afuera mientras empezaban con él.No pudo evitar dar un vistazo por el lugar palpando las paredes.Todo en la fortaleza de los ancianos era antiguo.Su ejército entero estaba rodeando la fortaleza y Dana estaba segura que era porque Kian había penetrado el lugar sin miramientos.Luego de unos minutos Alessandro la miró y dio un asentimiento con la cabeza. Ambos se comunicaron con la mirada antes de que ella entrara de una vez por todas.—Puedes sentarte, Gobernante Dana.La sacerdot