—¡Zakia! El rugido de Alessandro se escuchó por los alrededores pero ella no se detuvo, lo que quiso decir que lo estaba ignorado o estaba demasiado sumida en sus pensamientos y no lo había escuchado.El Alfa del Este se sintió terriblemente frustrado.Más de lo que nunca había estado.Le había dolido escucharla y verla llorar de aquella manera.Zakia podía ocultar su dulzura y corazón inmenso en medio de bromas y sarcasmo, sin embargo, él sabía lo hermosa que era, no solo por fuera sino también por dentro. Siempre tan rebelde y dulce.El macho aceleró el paso detestando lo rápida que era pero la detuvo enseguida y la giró para que lo enfrentara.Sus dulces ojos verdes estaban nublados por una emoción extraña. Como si estuviera lejos pero él la hubiera hecho volver con su toque.—¿A dónde demonios crees que vas, cachorra?La distancia entre ambos se había reducido considerablemente. Alessandro se ceñía sobre ella devolviéndola a la realidad, ocasionando que se estremeciera intimidad
ACTUALIDAD:Kian había logrado dominar a su loba en cuestión de segundo.Todo en él la calmaba, su aroma, su voz, su cuerpo.Dana estaba a punto de perder su racionalidad entonces él llegó salvándola.Su conexión era más fuerte de lo que pensaba.La había sacado del calabozo alejándola de Owen y de no haberlo hecho así, probablemente lo hubiera matado. Pero lo que tenía planeado para su tío después de todo el daño que le había hecho a los suyos era peor que la muerte así que no debería perder la cabeza.—Él... él me dijo que mis cachorros deben estar en el Bosque oscuro, que los vinieron a buscar los mismos híbridos. Yo no sé qué creer porque Owen es el peor mentiroso que he conocido en mi vida —susurró en el pecho de Kian mientras este la abrazaba con más fuerza a su pecho—. Estoy segura de que Owen sabe más de lo que dice, recuerdo su amistad con el anciano Malek. Él sabe algo.Kian tomó sus mejillas haciendo que ella lo mirara a los ojos.—Tienes que tranqulizarte, princesa. No pued
Con cada paso que daba, Kian se sentía más lleno de determinación y furia.Su lobo experimentó la necesidad de protección por sus cachorros y compañera mientras se dirigía al Norte pero cuando estaba a punto de cruzar una voz femenina lo llamó ocasionando que frunciera el ceño.—¡Alfa Kian!—¿Qué demonios quieres? —gruñó a la loba joven quien sonrió de inmediato. Parecía como si lo conociera desde hace años y su temperamento explosivo no pudiera hacerla retroceder.Hubiera admirado su atrevimiento, si no fuera porque en ese momento lo único que le importaba era reunir a sus hombres y dirigirse al Bosque oscuro.Kian no disminuyó su paso pero la loba corrió enseguida a su encuentro.—Alfa, por favor. Déjeme acompañarlo. Ya sabe que quiero escribir sobre usted...—No.—¡Por favor! ¡Prometo que no estorbaré, me quedaré en las sombras!—No voy a cuidarte, hembra. No necesito distracciones. —¡No seré una distracción! Y si me atrapan me libraré yo misma, pero, Alfa. Déjeme verlo comandar
Alessandro colgó el teléfono soltando un suspiro.Acababa de convocar a la sacerdotisa pero se necesitaba una semana para preparar todo el ritual.Él entró en la habitación donde había llevado a Zakia y la loba intentó golpearlo de sorpresa pero él previó su ataque y la arrojó a la cama con arrogancia mirándola con diversión fingida.—¡Voy a matarte!—Estás muy lejos de hacer eso, cachorra. Eres inexperta...—¡Eres un hijo de puta! —gritó ella sentándose sobre la cama mientras que lo fulminaba con la mirada—. ¡¿Por qué haces esto?! ¡Suéltame ahora!Alessandro caminó lentamente hasta ella poniéndola nerviosa.—Porque puedo y no, no voy a liberarte. Ya te dije que no dejaré que hagas una estupidez.—Yo no soy una cobarde como ustedes y no traiciono a los míos —gruñó Zakia poniéndose de pie sobre la cama.Solo así pudo igualar la altura de su interlocutor. —¿Y quién se supone que son los tuyos? ¿Kian o Dana? —preguntó él con desdén, sin embargo, tenía un brillo peligroso en sus orbes.Z
—¿Estás segura de esto, Gobernante Dana? —preguntó la sacerdotisa cuando Dana llegó al lado de Alessandro.La pelirroja pareció dudar un poco antes de asentir con la cabeza bajo la mirada del Alfa del Este.—Lo estoy.La sacerdotisa quiso sonreír porque todo estaba saliendo según el plan.—Tomaré la muestra de sangre de los dos y entonces podré empezar con el proceso. Pero tardaremos los seis días restantes para que todo esté listo. ¿Quién será el primero?—Yo.Alessandro dio un paso adelante y Dana esperó afuera mientras empezaban con él.No pudo evitar dar un vistazo por el lugar palpando las paredes.Todo en la fortaleza de los ancianos era antiguo.Su ejército entero estaba rodeando la fortaleza y Dana estaba segura que era porque Kian había penetrado el lugar sin miramientos.Luego de unos minutos Alessandro la miró y dio un asentimiento con la cabeza. Ambos se comunicaron con la mirada antes de que ella entrara de una vez por todas.—Puedes sentarte, Gobernante Dana.La sacerdot
Cuando Devanie abre los ojos se da cuenta de que está en una habitación desconocida.En algún momento de la noche se había quedado dormida en los brazos del lobo quien la sacó de la manada.El recuerdo provoca un estremecimiento extraño en su cuerpo y se levanta de golpe de la cama donde había estado.Ve la puerta de la habitación segura de que si escapaba por ahí la atraparían rápidamente. Mira a su alrededor y con esperanza ve unas cortinas al lado de la cama lo que indica que hay una ventana, sin embargo, cuando se asoma por esta nota la altura de la habitación y tiembla ligeramente.Por un momento cierra los ojos intentado pensar con claridad pero lo cierto es que ella le temía a las alturas.—Necesito salir de aquí. Tengo que encontrar a Kieran —murmuró antes de darse la vuelta.Solo en ese momento descubrió que no estaba sola como creía.La figura masculina estaba de pie frente a la puerta. La habitación que había estado sumida en tinieblas está un poco iluminada gracias a que D
Amarok apretó la mandíbula antes las ganas que tenía del alzar la mano para apartar los rizos que estaban sobre sus mejillas arreboladas.—Tienes que deshacerte de mi maldición. Devanie lo miró aturdida sin entender de qué demonios estaba hablando aquel macho.—No lo entiendo. No soy una hechicera o sanadora, yo...—Lo sé. Él vio el puchero en sus labios rosas mientras fruncía el ceño aturdida.—¿Entonces...?Sabía que habían preguntas dándole vuelta a la cabeza, sabía que ella acabaría con su maldición pero él no tenía una respuesta clara de cómo iba a hacerlo.Eso tenía que descubrirlo ella misma.—No te dejaré ir hasta que rompas con mi maldición.—¿Quieres decir que si lo hago me dejarás volver con mis padres?Ella era demasiado inocente.Devanie nunca volvería con sus padres porque era un híbrido. Pertenecía al Bosque oscuro con los suyos.Él se apartó dándole la espalda mientras que la cachorra se desesperaba viéndolo marcharse.—¡Respóndeme! —rugió furiosa pero él siguió igno
Antes de ir directamente a donde estaba Asling, Dana necesitaba aclarar el tema y que la sacerdotisa no estuviera jugando con su cabeza.Cuando se encontró con Farrell apenas podía mantener su forma humana.Sus orbes ya estaban rodeadas de color borgoña amenazante que el macho enseguida captó.—Gobernante...—No formalismos Farrell. ¿Dónde está tu hija?Él parpadeó como si no entendiera de qué hablaba antes de preguntar.—¿Mi hija? Yo... pensé que lo sabía, ella está escribiendo un libro sobre el Alfa del Norte.—Eso lo sé. No responde a mi pregunta.Pero Dana sospechó que sí lo hacía y eso la irritaba mucho más.—Bueno —el parecía incómodo antes de hablar y Dana comenzaba a ponerse más furiosa de lo usual—. Se fue con él para ver cómo se desenvuelve el Alfa Kian y poder agregarlo al libro. ¿Pasó algo malo...?Dana no le respondió pero se fue directamente al calabozo.Finalmente Asling pagaría no solo por lo que le había hecho en el pasado. Sino que además en ella saciaría las ganas d