¿Qué les parecieron estos capítulos? Los siguientes serán muy intensos. Gracias por leer y dejar sus comentarios, es muy bonito leerlos. 🩷
Devanie había estado buscando a su hermano pero no lo había conseguido en ningún lugar, cosa que la hizo fruncir el ceño.Ahora estaba en la parte de afuera aburrida mirando hacia el cielo.Una gota de lluvia le cayó sobre la nariz pero ni siquiera se molestó en quitársela. —La niña mimada de papá.Ella sonrió irónicamente porque quizás él quería asustarla pero ella había sentido su presencia enseguida a pesar de concentrarse en el bonito cielo nocturno. El sonido de sus pasos tampoco fue un gran misterio. Devanie tenía más desarrollados sus instintos que el resto de los lobos. A medida que crecía sentía que era una especie de bicho raro, nunca podía encajar en los grupos y por supuesto nunca tenía amigos porque no tenía el suficiente tiempo de crear lazos cuando ya estaba creciendo otra vez.Además su mente también lo hacía.Sus pensamientos no eran los de una cachorra de cuatro años, ella se veía de diecisiete y también sentía como las chicas de esa edad. Su madre había tratado d
Román se había quedado de piedra al verla entrar al salón con Alessandro del brazo. La furia que experimentó era superior a todo lo que hubiera sentido antes y su instinto asesino se encendió.Su lobo le gritaba en su interior que fuera a por ella. Que la reclamara frente a ese bastardo, sin embargo, cuando ella se escabulló y Alessandro se acercó a ellos Román se formuló un montón de preguntas pero la principal era ¿Por qué Clara había asistido ahí con Alessandro?Román no se había perdido del desdén de este.Estaba furioso.Ni siquiera había dormido porque él era parte de los machos que la buscaban. Incluso aunque lo hubiera engañado Clara no sabía la verdad.Le había dicho que no iba a entrometerse en la relación de Dana y de él, sin embargo, aunque él quería a Dana, no lo hacía como a Clara. Dana era su amiga y su unión era como estrategia de unir sus manadas. Estaban armando un plan incluso para poder cambiar la ley lobuna y engendrar cachorros híbridos porque él necesitaba un he
No pasa mucho tiempo para que Alessandro se acercara otra vez a Dana. Sus ojos cazadores no la habían perdido de vista ni siquiera una vez.¿Cómo podía hacerlo si ella era su objetivo?Se llevó una copa a los labios saboreando el vino mientras reestructuraba el plan en su cabeza.Al ver que Dana se quedaba sola decidió que aquel sería el momento preciso para actuar.—He considerado su propuesta, Alfa Alessandro —admitió Dana cuando el hombre llegó a su lado.Alessandro no ignoró el hecho de que la mirada ámbar de ella se posara sobre Kian antes de volver a mirarlo a él y eso lo irritó. Por supuesto había presenciado lo que ambos habían hecho en el pasillo y no estaba seguro de cómo Dana había modificado su aroma para que nadie percibiera el del Alfa del Norte sobre su cuerpo.—Si le apetece, mañana podríamos cenar.Dana vio como los ojos de Alessandro brillaban con interés antes de estirarse en una encantadora sonrisa.—Estaré contando las horas, Gobernante. Como su prometido no está,
Román había arrastrado a la loba hasta una habitación vacía interponiéndose en la puerta para no dejarla escapar.Estaba haciendo un esfuerzo sobre humano para calmar sus celos y la rabia de que su hembra dijera aquellas palabras.—¿Me dejaste para irte con ese hijo de puta, Clara? —su voz sonó letal al punto de que Clara sintió que el vello de su nuca se erizaba.Estaba acostumbrada a lidiar con la constante coquetería de Román, pero este macho frente a ella no parecía ser el mismo al que siempre ha estado acostumbrada.Román parece oscuro, casi desquiciado.—Ya te dije que no lo ofendas… ¡Ah! ¡¿Qué te pasa?! —gimió sin aliento por su atrevimiento.Él la había cargado empujándola contra la pared.Clara sintió su corazón retumbar bajo su pecho mientras que él la miraba salvajemente.—Lo ofendo cuanto me da la gana. No sé en qué estabas pensando al traicionarme de ese modo. Esta vez no voy a dejarte ir, estoy preparado para cualquier tipo de traición que quieras hacerme Clara.Él pasó
Ella gimió en su boca temblorosa sin saber cómo responderle.Cuando había llegado al Este después de colocarle las cadenas a Román su tío la había recibido.—¿Camila?Por años había escuchado en el Sur lo malvado y “traidor” que era su tío pero ella nunca lo creyó. Sabía que quien verdaderamente había sido un macho detestable era su abuelo que ya no vivía.Su madre había huido de él para poder casarse con su padre a quien amaba. Ellos se habían conocido por casualidad y aunque fueran de manadas diferentes el amor surgió enseguida. Su padre la había amenazado pero de todas formas su madre había escapado. Dejando a su tío como único heredero, aunque este no fuera hijo de la abuela de Clara.—Y-yo… soy su hija. Clara.El Alfa se había acercado a ella examinándola en silencio antes de estrecharla en un abrazo que le arrancó lágrimas.—Te recuerdo. Te busqué pero después de enemistarme con el Alfa Zek no pude llegar a ti… siempre me preocupé por ti, Clara. ¿Estás bien? ¿Por qué decidiste v
Dana miró hacia los lados esperando ver a sus cachorros cerca de su trono pero ninguno de los dos estaba. Por un momento experimentó un mal presagio pero lo apartó rápidamente al ver a Devanie a un lado de su padre.—Kieran vendrá pronto —leyó los labios de su cachorra y pudo respirar más tranquila.Su espalda estaba erguida con seguridad a medida que daba su discurso de coronación.Kian la observaba maravillado. Definitivamente Dana había nacido para gobernar. Se sentía tan orgulloso de ella, de la mujer que siempre había sido pero que él se había negado a ver por tener miedo a enamorarse de ella. Había querido ignorar que la amó desde el primer segundo. Cada día se arrepentía más de haberle hecho daño en el pasado porque había destruido su confianza y solo había logrado causarle dolor. El Alfa sabe que no la merece, pero no puede vivir sin ella y haría lo que fuera para convencerla de su sinceridad.—Frente a todos, la Gobernante legítima de la manada del Oeste, Dana Ziegler.Corona
—La cuestión no es esa, Gobernante. Todo el que se atreva a infringir la ley lobuna sabe sobre las consecuencias.Las consecuencias siempre terminaban en el exilio del cachorro híbrido al que dejaban en los límites del bosque oscuro. Solo sobre su cadáver haría eso con sus hijos.Dana siempre había pensado que las hembras que abandonaban a sus hijos allí no merecían ser llamadas madres.Dana se tensa al igual que Kian, pero ella prosigue sin dejarse intimidar porque ella está convencida de romper con la ley de una vez por todas.—Como todos saben, los híbridos nunca fueron aceptados en ninguna manada. Por lo que jamás los dejaron convivir con nosotros. Nadie sabe cómo actúan porque cuando son dejados en los límites del bosque oscuro son cachorros recién nacidos. ¿No habla eso de cómo somos como sociedad? ¿Cómo ha seguido llevándose esa ley tan cruel que separa cachorros de sus padres? Por miedo. Pero miedo ¿A qué? Nos hemos dejado llevar por una ley que es incluso sádica ¿En beneficio
—Alfa Kian, está cometiendo un error.Era obvio que los ancianos como todos los lobos le temían a Kian. Cuando él les echó una mirada mortal ellos se estremecieron.—¿Un error es proteger a mis hijos?—Sí, porque no sabe lo que implica.—Me importa una mierda lo que implica. Aparecieron aquí para arruinar la fiesta de coronación de la Gobernante Dana y luego acusar a nuestros cachorros de ser un peligro potencial. Esto no está pasando.—Esta es la ley, usted como Alfa debería saberlo.—Y lo sé, pero la Gobernante Dana ha dado sus declaraciones. Ha mostrado que ellos no son peligrosos, ¿Entonces qué más quieren? Esa maldita ley es demasiado vieja y necesita ser modificada.El jadeo colectivo no se hizo esperar y Kian entornó los ojos.—Tengo testigos y todos ellos pueden decir que mis cachorros no son peligrosos —afirmó Dana.—Ya que se ha dado a la tarea de hacer una presentación tan brillante a favor de sus cachorros, como toda buena madre debería hacer. También tenemos la razón del