Volví a mi habitación un tanto desorientada ¿Realmente yo había hecho eso? ¿Realmente Nathan me había besado? Olivia bajo sus gafas y se quedó observándome por un rato hasta que finalmente hablo.
—¿Vas a quedarte allí parada el resto de la noche?
—No es como que te importe mucho —espeté.
—Lo es cuando mantienes la puerta abierta
Mantenía la puerta abierta. Que idiotez. Le di un empujón y la cerré, camine hasta mi armario y luego de cambiarme me tire en la cama.
—¿A qué se debe esa cara de mártir? —hablo ella de nuevo.
—¿A qué se debe tanto interés en mí de repente?
Blanqueó los ojos.
—Simplemente quiero saber a qué se debe esta increíble paz
Mi ceño se frunció.
—Por favor Danielle, sabes a lo que me refiero… todo el día estás de aquí para allá con tus amigas y esos chillidos ¡Me estresan!
No lo pude evitar. Reí, reí con fuerza hasta que lagrimas salieron de mis ojos
—No es gracioso —siseó Olivia molesta.
—Por su… por supuesto… que lo es —seguí riendo—. Si dejaras de estar enfadada por un momento posiblemente estarías menos pendiente de lo que hago y dejo de hacer y disfrutarías más de la vida
—¡Cállate! —espetó apagando su lámpara y ocultando la cabeza bajo su manta.
Volví a reír, era divertido.
El miércoles a medida que me acercaba a Cafe’s me ponía más nerviosa. Con excusa de clases había evitado a Nathan porque no sabía cómo estaría la situación entre nosotros luego de ese beso.
—¿Danielle? —era Diana.
—Lo siento ¿Qué?
Ellas e rió.
—Sé que estás preocupada de que Justin no te haya llamado pero no es razón de que me ignores y ten por seguro que el llamará
Recosté mi cabeza al asiento y mire por la ventana.
Otra razón más que me tenía estresada. Justin no había llamado. No lo vi ni una sola vez en el campus esos dos días y realmente me tenía preocupada el no saber de él. Pensé que estaba enfermo pero Diana había pasado la noche anterior en su apartamento con Ryan y me dijo que estaba mejor que nunca, entonces permanecía la duda ¿Por qué no me llama? Esto me está volviendo loca.
—Tranquila Danielle, verás que una vez comencemos a trabajar lo olvidas por un rato
—Hay algo que no te he dicho
Ella me miro unos segundos y volvió su vista al frente.
—Okey ¿Qué es?
—¿Recuerdas la noche del domingo? Cuando veníamos del supermercado y nos encontramos a Nathan en la entrada —ella asintió—. Él me beso
Silencio total, ella solo conducía y yo estaba que me moría de los nervios. Cuando por fin abrió la boca para hablar estallo en risas.
—Eres una maldita perra con suerte ¿Lo sabes?
—¿Qué?
—¿Es por eso por lo que realmente has estado preocupada verdad? No es tanto porque Justin no te llame, es porque no sabes cómo reaccionar ante Nathan —negó—. Dos chicos bastante guapos detrás de ti —silba—, espero estar allí cuando Brandon se dé contra la cabeza
—No es para tanto, Justin no está detrás de mí —aclaré.
—Vi como bailaban la noche de la fiesta, también los vi en la cafetería esa mañana… entre ustedes dos hay chispa querida
—Chispa que se apagó ¡No me ha llamado! ¿Qué parte de eso no entiendes?
—La parte en la que te besas con Nathan y me lo cuentas hasta ahora ¿Por qué? Y a propósito sabía que le gustabas lo que no sabía era que él también te gusta a ti y ohh ¡Tampoco me lo habías contado! —le di un golpe en el brazo—. ¡Hey!
—¿Cómo es eso de que le gusto a Nathan y no lo sabía? —soltó una risita.
—No era como que lo sabía, lo sabía… tenía mis sospechas ahora sobre ti…
—No me gusta Nathan, me ha ayudado mucho pero…
—¿Le devolviste el beso? —me interrumpió.
—Es probable que sí. Bueno solo permanecimos con nuestros labios unidos, pero no lo aparte
—Eres una maldita perra —no pude evitar reír—. ¿Entonces no te gusta pero le devuelves el beso?
—Ni yo misma lo sé —admití.
—Bueno más vale que lo averigües antes de que las cosas se vuelvan incomodas… por otro lado si Justin te llama ¿Qué pasará?
¡Demonios! Esa era una gran pregunta ¿Qué haría? Justin era lindo, no, lindo no; eso le quedaba corto. Era muy atractivo y sexy y las dos veces que habíamos hablado habíamos conectado fácilmente pero con Nathan también me era fácil hablar, antes del incidente era bastante atractivo, dulce y me ha ayudado mucho desde que empecé la universidad. Pero nunca lo había visto como algo más…
—No lo sé —susurré.
—Bueno, no es como si le debieras algo a Nathan… solo te ha besado
Suspiré.
—Tienes razón, de momento solo quiero intentar no poner rara la situación con Nathan
—Empieza desde ahora
Justo en ese momento íbamos llegando a Café’s. Ambas bajamos del auto y caminamos hasta dentro. Rápidamente el olor a comida se hizo cargo de mis sentidos.
El lugar estaba abarrotado de gente. Lía, Susan, Alex y Bryan estaban llevando bandejas de aquí para acá mientras Nathan apenas y se veía entre el mar de gente en el mostrador. Bien, eso me hará pasar desapercibida por un rato. Diana pareció darse cuenta de mis intenciones porque se acercó a mí y susurro:
—Salvada pero solo por ahora —la fulmine con la mirada mientras ambas nos dirigíamos al mostrador.
—Fue solo un beso —me dije a mi misma.
—¿Un ardiente beso? —me pregunto ella, volví a mirarla mal—. ¿Qué? No me diste detalles
—No necesitas saberlos —gire justo para encontrarme con la mirada de Nathan—. Hola —salude.
—Suerte que llegan chicas, esto está a reventar —nos pasó nuestros gafetes y sonrió—. Manos a la obra
Supongo que ser camarera no puede ser un trabajo tranquilo y hoy es la prueba de ello. He estado de aquí para allá toda la noche.
No me he sentado ni una sola vez y me duelen inmensamente los pies, sin contar que a pesar de llevar una coleta hay un calor de los mil demonios que me tiene sudada y con mechones de cabello pegados a la frente.
Pero lo bueno es las grandes propinas que he adquirido, son lo suficientemente buenas como para recuperar el día de ayer. Y también el hecho de que no he tenido que hablar mucho con Nathan.
Lo he pillado en varias ocasiones mirándome fijamente. Diana no ha parado de mofarse de él en cada ocasión que puede y me hace reír, no puedo evitarlo ella realmente podría trabajar como payaso algún día.
Las miradas de Nathan son tiernas y no lo niego, me agrada. Pero me hago la que no lo noto y me concentro en trabajar.
Mi turno de hoy es hasta después de las 12 igual que el de Diana. Y cuando ya falta poco, las personas comienzan a desaparecer y el ritmo se hace más lento lo que por consiguiente me deja respirar tranquilamente y lo que he deseado desde que llegué. ¡Sentarme!
Nathan también agradece eso porque a los instantes llega a mi lado.
—Hola —me saluda él esta vez—. ¿Cansada?
—Bastante —sonríe y rasca su cabello—. ¿Has recibido buenas propinas?
—Bastantes si — le sonrío—. ¿Qué tal tú?
—Todo ha estado bastante bien
—Oigan chicos me largo, no aguanto más —Alex me saluda con la mano y Lía lo hala de la mano.
—Vamos Alex enserio que no aguanto los pies —Alex ríe y tras despedirse de nuevo con la mano salen hacia afuera.
—Sigo sorprendida con ese noviazgo —susurro.
—Yo no, los pille besándose a escondidas un par de veces —dijo Nathan.
—¿Qué? No lo dijiste nunca —se encoge de hombros,
—No era mi asunto —asentí porque tenía razón.
Nathan se quedó observándome, estira su mano y quito parte del cabello húmedo en mi cara. Miro a otro lado.
—Estás hermosa —susurra en mi oído.
—Estoy sudada —digo mirándolo de vuelta.
—No es como si no te hubiera visto así antes —sonríe guiñándome un ojo.
—Por lo mismo no deberías mentir con lo que estoy hermosa —puntualicé.
—No es una mentira —toma mi mano—, he querido decirte algo toda la noche —mi corazón se acelera.
—¿Qué será?
—Creo que sabes a qué me refiero
—¿Lo que paso?
Él asiente.
—Quería decirte que…
—¡Danielle nuevos clientes! —Bob me grita desde la cocina.
—¿No puede atenderlos Diana? —sisea Nathan.
—No, no puede además Danielle y tú están sin hacer nada ¡A trabajar!
Ambos nos pusimos de pi.
—Me lo decís después ¿Vale? —como resignado asintió y me dio un beso en la frente.
Uff salvada por la campana. Pero cuando me giro para caminar hasta donde están mis clientes nuevos me quedo sorprendida con lo que veo.
Anabelle está sentada en una de las mesas, sin quitarle la vista de encima y con su mano entrelazada a la de Justin.
Supongo que ahora quedaba más que claro por qué no me había llamado. Obviamente estaba más interesado en otra persona.—Hola Danielle —Anabelle me saludó pero Justin ni me miro.—Hola Anabelle ¿Qué puedo servirles?Justin estudió el menú y luego se giró hacia mi hermana.—¿Qué quieres preciosa?—Mmm no lo sé —me miro—. ¿Tu que me recomiendas Danielle?Me eche a reír.—Debes estar bromeando —enarco una ceja—. Anabelle tu y yo no comemos nada parecido, tu eres vegetariana cuando a mí me gusta la carne, tú haces dieta yo no, tu odias los refrescos cuando a mí me encantan y puedo seguir —musite—. En todo caso ¿No es muy tarde ya para cenar? —Anabelle se ruborizo mirando a Justin.—Necesito recup
Diana ha estado hablando y hablando tanto sobre mi cita de esta noche que me ha puesto nerviosa.Todas las suposiciones de a donde me llevará Nathan me han hecho suponer también, aun cuando dije que no lo haría, me están llevando al borde de la locura.Serena ni que se diga, está en estado de shock aun tanto por la cita y los besos entre Nathan y yo como por la cita de mi hermana y Justin.Justin… he intentado todo el día en no pensar en él ni en Anabelle. Pero aparece cuando menos lo espero.Ni yo misma me explico porque, supongo que aún no termino de entender como coqueteo conmigo para luego salir con ella. Incluso besarla delante de mí e insinuar lo que harían después. Serena cree firmemente que salían de antes, Diana por otro lado lo duda porque Ryan nunca comento nada.Como sea debo dejar de preocuparme por ello, se supone que estoy trabajando en vivir e
Anoche no dormí nada pensando en su mensaje ¿Qué quería? ¿Por qué de repente me escribía y precisamente esa noche? No preguntes cosas que no te responderás a ti misma Danielle. Gruñí.Di vueltas y vueltas en la cama, mirando el teléfono sobre mi mesa de noche pero no le escribí. Me rehusé a hacerlo. Su “podemos hablar” se lo puede meter por el culo.¿Y para que contestarle? No que sale con mi hermana, que le escriba a ella seguro que tienen mucho que hablar o quizás nada en sí ¡Mierda! Necesito sacar esos pensamientos de ellos dos de mi mente. Suenas celosa querida. Ruedo los ojos, celosa ni loca.Y yo realmente necesito parar de pensar en ello, tengo un examen importante el lunes y solo necesito terminar la clase para ir a la biblioteca. Y apenas se hace la hora salgo volando a clases.Camino por los pasillos un poco indiferen
—Sigo sin entender ¿Cómo es que sales con este? —pregunto Devora señalando a Justin——Por enésima vez, no salimos —respondí.Hacía rato que habíamos terminado nuestras hamburguesas y ellos seguían bombardeándome con preguntas sobre Justin.—Permite hablar a mi entonces —Phill se aclaró la garganta pero no hablo, en su lugar golpeo a Justin en el hombro.—¿Qué rayos…? ¿Qué mierda te pasa? —espetó Justin.—¿Cómo es que tú no sales con ella? —blanqueé los ojos.—Chicos ya les he aclarado que sale con mi hermana —dije seria.—Creo que eliges a la chica equivocada —murmuro Devora mirándome—. Mírala, dudo mucho que su hermana sea más guapa&
—¿Dónde estuviste anoche? —le di una mirada desaprobadora a Diana y volví mi vista al profesor—. No me ignores Danielle—No te ignoro, tenemos que prestar atención —susurré.—Como si el señor McLaren nos pudiera ver desde allíEse era un bueno punto, el señor McLaren apenas veía y Diana y yo estábamos sentadas en el fondo.—Sabes que tengo razón, ahora dime—Estuve e
Yo habría esperado sorpresa, incluso incredulidad de su parte pero su expresión era la misma, con un poco de diversión creo… ¡Esperen! El…—¡Hijo de perra! —exclame golpeándole el hombro—. Lo sabías—¿Saber qué? —dijo con expresión inocente.—No te hagas el inocente ahora —espeté—, sabías que no era Anabelle desde un principio ¿No es así?—No sé de qué me hablas
La cita con Nathan fue buenísima. Fuimos a jugar bolos y comimos hot dogs. Nos despedimos con un largo beso en la entrada de las habitaciones y luego entre sin esperar a verlo alejarse. Se las había arreglado para que me olvidara por completo de lo que sucedía, Nathan siempre había tenido esa cualidad. Pero a penas puse un pie dentro del edificio y escuche, más que ver, como su auto se alejaba comencé a cuestionar mi decisión. No había sido muy buena idea aceptar ser su novia, él de verdad se interesaba en mi mientras yo…No podía, tenía que parar pero siempre lograba meterse en mis pensamientos. «Quizás Nathan sea el indicado para qué deje de pensar en Justin… el novio de mi hermana» ¿Podía se
Llueve.El día gris refleja exactamente como me siento. Triste, vacía… desolada.Anoche luego de nuestro definitivo “adiós” y de que Justin se marchara, subí los escalones de la escalera a mi habitación. Agradecí que Olivia no estuviera porque no sabría que hubiera sucedido.Me cambie y me metí a la cama pero no pude conciliar el sueño.Segundo tras segundo venía a mí la imagen de Justin yéndose y llevándose una parte de mi con él.
Último capítulo