—Sigo sin entender ¿Cómo es que sales con este? —pregunto Devora señalando a Justin—
—Por enésima vez, no salimos —respondí.Hacía rato que habíamos terminado nuestras hamburguesas y ellos seguían bombardeándome con preguntas sobre Justin.—Permite hablar a mi entonces —Phill se aclaró la garganta pero no hablo, en su lugar golpeo a Justin en el hombro.—¿Qué rayos…? ¿Qué mierda te pasa? —espetó Justin.—¿Cómo es que tú no sales con ella? —blanqueé los ojos.—Chicos ya les he aclarado que sale con mi hermana —dije seria.—Creo que eliges a la chica equivocada —murmuro Devora mirándome—. Mírala, dudo mucho que su hermana sea más guapa&—¿Dónde estuviste anoche? —le di una mirada desaprobadora a Diana y volví mi vista al profesor—. No me ignores Danielle—No te ignoro, tenemos que prestar atención —susurré.—Como si el señor McLaren nos pudiera ver desde allíEse era un bueno punto, el señor McLaren apenas veía y Diana y yo estábamos sentadas en el fondo.—Sabes que tengo razón, ahora dime—Estuve e
Yo habría esperado sorpresa, incluso incredulidad de su parte pero su expresión era la misma, con un poco de diversión creo… ¡Esperen! El…—¡Hijo de perra! —exclame golpeándole el hombro—. Lo sabías—¿Saber qué? —dijo con expresión inocente.—No te hagas el inocente ahora —espeté—, sabías que no era Anabelle desde un principio ¿No es así?—No sé de qué me hablas
La cita con Nathan fue buenísima. Fuimos a jugar bolos y comimos hot dogs. Nos despedimos con un largo beso en la entrada de las habitaciones y luego entre sin esperar a verlo alejarse. Se las había arreglado para que me olvidara por completo de lo que sucedía, Nathan siempre había tenido esa cualidad. Pero a penas puse un pie dentro del edificio y escuche, más que ver, como su auto se alejaba comencé a cuestionar mi decisión. No había sido muy buena idea aceptar ser su novia, él de verdad se interesaba en mi mientras yo…No podía, tenía que parar pero siempre lograba meterse en mis pensamientos. «Quizás Nathan sea el indicado para qué deje de pensar en Justin… el novio de mi hermana» ¿Podía se
Llueve.El día gris refleja exactamente como me siento. Triste, vacía… desolada.Anoche luego de nuestro definitivo “adiós” y de que Justin se marchara, subí los escalones de la escalera a mi habitación. Agradecí que Olivia no estuviera porque no sabría que hubiera sucedido.Me cambie y me metí a la cama pero no pude conciliar el sueño.Segundo tras segundo venía a mí la imagen de Justin yéndose y llevándose una parte de mi con él.
—Ya está, dijo que nos verá allá —asentí y puse en marcha el auto mientras Valeria guardaba su celular en el bolsillo.—¿Qué más te dijo? —suspiro.—Que todo estaría bien —bufe.—¿Existe la posibilidad de que estés embarazada y te dice que todo estará bien?—¡¿Y qué quieres que me diga?! Por lo menos está aquí ¿No? —apreté las manos en el volante.
—¿Me estás echando? —jadee.—¿No fuiste tú quien dice que no volverías?—Valeria me necesitaba, solo por eso vine —espete.—¿Valeria? ¿Desde cuándo te necesita Valeria? —dice con incredulidad.—Desde que ha estado vomitando —sus ojos se abrieron—. Si papá ¿No lo sabías? Por supuesto que no. Estas demasiado ocupado jugando a la familia feliz que no te das cuenta lo que realmente pasa en tu casa—No me hables en ese tono, no tienes ningún derecho—Me da el derecho de ver a mi hermana como está. Delgada, débil y tu ni siquiera lo notas pero por supuesto que no. Tardaste seis meses en darte cuenta lo que me ocurría, pasa lo mismo con Valeria—Tú y Valeria no tienen nada que ver—Pues la verdad es que si —sisee—. Aunque te
—Aun no puedo creer que lo hayas hecho —musita Diana pesarosa.Blanqueo los ojos.
Resoplo por enésima vez esa mañana, esta vez mientras la playa se vislumbra en el horizonte.Diana aún no se ha dado cuenta de mi incomodidad; pero no puedo contarle nada. De por sí ya sospecha que algo ocurre con Justin porque fui lo suficientemente estúpida como para negarme a ir de nuevo cuando me dice que el iría. Pero tras una pequeña discusión, cedí. No podía tomarme su amenaza de no hablarme en vano, sobre todo porque sabía que hablaba en serio.Así que aquí estoy, sentada en el asiento de atrás del auto de Ryan. Por suerte Justin va en su propio auto.—¿Sabes? —murmura Diana de repente mirándome sobre el hombro—. Podrías haberte venido con Justin en su auto —me retuerzo en mi asiento.—No creo que eso hubiera sido bueno —digo mirando a la ventanilla.—¿Qué pasó