3.

Fuimos hasta una pizzería cercana, Diana se quejaba por querer ir a bailar pero Nathan rápidamente nos recordó que mañana teníamos turnos temprano así que nada de bebidas alcohólicas para nosotros. Ryan por su parte se desvivía en atenciones para con Diana pero ella aun parecía recia a estar con él. 

Nathan fue amable en invitarle a ir con nosotros pero solo porque veía la miseria en sus ojos y yo ya me estaba cansando de la mala actitud de Diana. Necesitaba hablar con ella ahora mismo.

—Diana ¿Me acompañas al baño? —ella frunció el ceño unos instantes pero luego me siguió—, debes parar esto —le espeté cuando estuvimos solas.

—¿De qué me estás hablando? 

—Oh no te hagas la desentendida ahora, la forma como lo tratas a Ryan. Dios santo Diana ¿Qué más quieres que haga el hombre? ¿Qué se humille? —negó—. ¿Entonces?

—Es que… tú no entenderías

—Lo único que no entiendo es porque una chica tiene a un chico guapo detrás de sí y se empeña en ser una perra con él

—¡Oye! —protestó.

—Es como te comportas y te digo una sola cosa, si sigues así solo lograras que el chico salga huyendo a buscar otra y por lo que he oído tiene varias chicas suspirando por el 

Ella frunció el ceño.

—¿Qué dijiste? 

—Lo que oíste, así que has tu elección ahora Diana si lo quieres bien, si no; díselo a la cara pero no tengas al pobre hombre así —antes de que dijera algo salí y caminé de regreso hasta los chicos.

Ellos estaban en una entretenida charla sobre futbol, Nathan me sonrió y me senté a su lado de una vez; mire a Ryan quien me fruncía el ceño.

—¿Y Diana? —preguntó.

—Oh bueno ella… se está retocando el maquillaje ya sabes cómo es —respondí.

Él suspiró.

—Quisiera saberlo —Ryan negó—, ya no sé qué hacer para que me dé una oportunidad 

Me dolió ver su expresión de incredulidad.

—Ella es un poco intensa —musite y estiré mi mano para darle un apretón—. A veces hasta a mí me cuesta sobrellevarla

—Gracias por intentar que me sienta mejor Danielle pero creo que ella simplemente no está interesada —quito su cabello rubio de su frente—. Ya es hora de que me dé por vencido —me dio una mirada triste y se levantó—, despídeme de ella

—Ryan espera —todos nos giramos hacia Diana—, no te vallas

—No es necesario que intentes ser cordial conmigo. Ya entendí, no te preocupes —ella hizo caso omiso a sus palabras, camino hasta él y lo beso.

Lo tomo por sorpresa pero pronto el puso sus manos a cada lado de su cabeza y le respondió el beso, mire hacia otro lado y Nathan apretó mi mano. Lo mire de vuelta y me dio una leve sonrisa luego se inclino más cerca de mí y susurró:

—Lo que sea que le dijiste ha funcionado —asintió hacia los chicos que aun seguían consumidos por un apasionado beso.

—Me imagine de todo menos esta demostración pública de afecto —dije riendo.

—He sido una tonta —la voz de Diana me hizo mirarla de nuevo—, nunca debí tratarte así has sido tan tierno conmigo y yo solo… he sido una estúpida

—Shhh —Ryan le acarició la mejilla—. No digas eso, todo paso solo quiero saber si quieres estar conmigo Diana —ella asintió sin dudarlo ni por un segundo.

Ryan la estrechó entre sus brazos nuevamente y la beso, haciéndome mirar de nuevo a otro lugar. Solo pensaba que era una intrusa allí y un atisbo de nostalgia me inundo. Hace poco Brandon me besaba así.

Cuando estuvimos de vuelta no me sorprendió para nada ver como Diana se ruborizaba al decirme que pasaría la noche con Ryan, parece que estaba dispuesta a recuperar el tiempo perdido con él y yo no era nadie para impedírselo. Subí a mi habitación poco después de que Diana se fuera y de que me hubiera despedido de Nathan, lo vería en la mañana pero igual parecía recio a dejarme ir lo cual me pareció extraño.

En la mañana conduje el auto de Diana al trabajo, como ella llegaría con Ryan fue sumamente amable al dejarme las llaves de su auto. No sé qué haría sin ella. 

Nathan estaba sentado en la acera del parking cuando llegué, parecía cansado.

—Hey —salude mientras me acercaba—. ¿Qué haces acá?

—Te esperaba 

Mis cejas se arquearon con sorpresa.

—¿Ah sí? —fui y me senté junto a él— ¿Pasa algo? 

Él asintió.

—Hay un problema con la freidora, Bob cerrara hasta el martes. Dice que aprovechará de hacer unas mejoras 

—Ohh, eso es bueno ¿No? 

—Supongo

—Oye ¿Qué va mal? Estará genial, podrás concentrarte más en tus estudios ¿No me habías dicho que estabas presentando exámenes finales? 

—Tienes razón, no lo había visto de ese modo pero tú… 

Fruncí el ceño.

—¿Yo qué?

—¿Estarás bien? Es decir… sé lo mucho que necesitas el trabajo con lo de tus padres, ya sabes 

Sonreí enternecida.

—Gracias por preocuparte por mí, pero estaré bien —froté su brazo en un gesto cariñoso—. Gran parte de ese dinero ha sido ahorrado Nathan, no gasto más de lo necesario y la beca me ayuda bastante siempre y cuando mantenga mis notas altas nada estará mal además solo será un día desperdiciado después de todo mis días libres son el domingo y el lunes 

Él rió.

—Ese es un buen punto —pasó su brazo derecho por mis hombros y acercándome a el beso mi frente—. ¿Significa eso que no te veré hasta el martes? 

—No lo sé, así como tienes que estudiar yo también pero supongo que podríamos vernos en algún momento 

Un auto se detuvo frente a nosotros y lo reconocí como el de Ryan, Diana salió de este un poco desaliñada a decir verdad y camino de espaldas hondeando su brazo al auto mientras este se alejaba. Solo cuando lo perdió de vista se giró hacia nosotros frunciendo el ceño.

—¿Qué hacen los dos acá? Estoy llegando tarde o ¿No estoy llegando tarde? Demonios —ella busco en su bolso balbuceando maldiciones bajas haciéndonos reír a Nathan y a m.

—Cálmate Diana si llegabas tarde —dijo Nathan atrayendo su atención.

—¿Entonces que hacen aquí? —preguntó ceñuda.

Me levante y Nathan me imitó. 

—Bob cerrará hasta el martes, hay un problema con la freidora y otras cosas ahí —agité mi mano con desdén.

—¡Oh, Por, Dios! —grito—. Esto es lo mejor de la vida —reí con Nathan mientras veíamos a Diana girar en su sitio—. Esta genial, justo venía con la intención de corromperlos 

Me quedé mirándola sin entender nada.

—¿Qué se supone que significa eso? —pregunté.

—Justo Ryan me decía que está noche harán una fiesta en la casa, ya sabes, su fraternidad y bueno me invitó dijo que podías ir incluso tu —señalo a Nathan— y está noche si podemos beber sin control 

Reí sin poder evitarlo.

—Está bien, me anoto no he ido a una fiesta desde… —me detuve.

Desde que terminé con Brandon.

—Oh querida nada de autocompasión, esta noche encontraras nuevo amor —me guiño un ojo—, claro si Nathan lo permite 

Él tosió y Diana comenzó a reír.

—Es tentadora la idea pero no puedo. Tengo que buscar a Lucy, quiere que la ayude con unas cosas de la escuela —inquirió Nathan.

—Cancélale —dijo Diana encogiéndose de hombros—, como si una adolescente no tuviera nada mejor que hacer un sábado por la noche 

—No puedo, lo siento chicas pero diviértanse 

Diana hizo un mohín haciéndome blanquear los ojos.

—No te preocupes —apreté su brazo—, Lucy te necesita 

Él me sonrió.

—No beban mucho —me pidió.

Reímos mientras caminábamos hasta los autos.

—Solo lo suficiente —aseguró Diana en tono chillón.

—¿Qué te parecen estos? —Diana se apoyo en sus manos mientras alzaba la pierna mostrándome el, sin exagerar, decimo par de zapatos que se probaba.

Eran unos hermosos zapatos con abertura al frente color bronce, con diez o más centímetros de tacón y un adorno dorado en el lado izquierdo.

—Dicen follame completamente 

No pude evitar reír.

—¿No es eso lo que te estaban haciendo anoche? —enarque una ceja.

—Mmm y está mañana, él es… oh Dios santo Danielle y cuando él y yo… 

Levanté una mano de inmediato haciendo que se callara.

—Suficiente, no necesito tanta información —enfaticé.

—Esperaba que así pudieras revelar algo sucio sobre ti, ya sabes ¿Secreto por secreto? —negué—. Vamos Danielle, nunca quisiste contarme algo sobre ti y Brandon 

Chasquee la lengua.

—No hay nada interesante que contar ahora ¿Qué te parecen a ti estos? —señale los que tenía puestos.

Claramente tratando de cambiar el tema de conversación, lo que obviamente no paso desapercibido por su parte.

—Mmm algún día Danielle, algún día lo sabré ya lo verás y sobre los zapatos sí, definitivamente sí. Ese color te sienta bien con tu tono de piel —para moda Diana era la mejor.

Al final de la tarde, ambas regresamos a los dormitorios y nos dirigimos a su habitación para arreglarnos para la fiesta. Diana había comprado un completo look mientras yo solo había comprado unos lindos zapatos color rojo fuego bastante sencillos para usarlos con un vestido que llevaba guardado en mi guardarropa más tiempo del que hubiera querido pero ya había llegado la ocasión para usarlo.

Serena nos dio una mirada de aprobación cuando terminamos de arreglarnos, Diana iba con una falda marrón y un sweater también marrón con destellos dorados que hacían juego con sus zapatos, yo llevaba un vestido sin tirantes que me llegaba a la mitad del muslo y acentuaba mi figura, era de un rojo más profundo que mis zapatos y a diferencia de Diana yo había recogido mi cabello en una cola de caballo porque ambas alegaron que sería mejor enfatizar mi rostro y ambas disfrutaron maquillándome con delineador, rímel, sombras que acentuaban mis ojos verdes y brillo labial. Y Serena había optado por un look más práctico usando jeans, top de tirantes y al igual que Diana y yo tacones matadores.

Ella había estado varias semanas coqueteando con un chico; Bruce y esta noche estaba dispuesta a definit ivamente hacerlo comer de su mano o sus palabras textuales “hacer que le besara el culo”.

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