Capítulo 22— Esforzarse un poco más Narrador —¡Lo siento mucho, Eira! Yo pensé que tu madre estaba al tanto de tu viaje... Como una de las dueñas, creí que había estado de acuerdo con esa decisión. Negando, Eirá tomó el último sorbo de agua antes de colocarse de pie, y apoyando una mano en la mesa, respondió —De igual forma te lo agradezco, todo salió mejor de lo que pensé. Finalizando la comida, Eirá y Iker se dirigieron a la estancia, y permaneciendo un par de horas conversando con Rosalía, una vez el sueño la azotó, la mujer de mediana edad se despidió para irse a descansar. —¡Cariño! ¡Feliz cumpleaños anticipado! Justo ahora voy a dormir... Pero no olvides, mamá te ama con el alma. Acunando su rostro tras depositar un casto beso en su frente, Rosalía se despidió de su hija, y haciendo lo mismo con Vael, pero en esta ocasión en su mejilla, subió las escaleras rumbo a su habitación. —Se ve que amaba a tu padre. Asintiendo y permaneciendo de pie, viendo cómo su madre se alej
Capítulo 23— A donde quiera que vayas Narrador Al siguiente día, cuando el sol apenas aparecía, Eira se dirigía a la empresa. Necesitaba preparar todo para su viaje, sobre todo ahora que finalmente contaba con el apoyo de su madre, quien jamás pensó estaría de acuerdo. Recorriendo el lobby de D&A con pasos firmes pero apresurados, Eira fue felicitada por su cumpleaños, y acercándose a ella antes de llegar al elevador, su asistente inició el itinerario del día. —Felicidades por su cumpleaños, Señorita... Hoy su día no será tan agitado como los anteriores. Sonriendo y sintiendo consuelo por al menos terminar un día más temprano de lo usual, Drayton permaneció en espera del elevador que la llevaría a su destino, y notando en un par de segundos que las puertas se abrieron, ingresó a la caja metálica. —Solo tendrá que hacer ligeras revisiones, una videoconferencia con la señorita Hitman, y convencer al señor Alde de firmar las modificaciones del proyecto de expansión... Recuerde que
Capítulo 24— Solo buenos amigosNarradorAcercándose a Eira inmediatamente, Sofía Vael la abrazó sin previo aviso, robándole el aire, asfixiándola hasta casi hacerla desmayar, y separándose un par de segundos después, agregó tomando sus manos:—Feliz cumpleaños... Iker anda como loco por ti, dice que quiere hacerte sentir especial en tu día.Apretando su mandíbula al escuchar hablar de Iker y sus planes con Eira, Killian deseaba hacerlo desaparecer enseguida con un solo chasquido de dedos. Y viendo a Drayton sonreír, su ira se intensificó. ¿Qué tenía de especial ese imbécil? ¿Qué era lo que hacía que Eira pareciera verdaderamente interesada en él?Separándose de Drayton, Sofía empezó a caminar hasta llegar a Killian para saludarlo y, estampando un beso sobre sus labios, lo hizo tensarse un poco.—Hola mi amor, ¿cómo has estado?Apretando sus labios, Killian no respondió y, desviando la mirada al escritorio, la señorita Vael notó la carpeta sobre el mismo.—Los siento tensos... no me d
Capítulo 1— Una más del montón Narrador Con sus ojos cristalizados y su boca ligeramente abierta, Eira no podía creer lo que veía sus ojos en ese instante. —Cásate conmigo. Desviando la vista a la mujer ante ella, la misma que observaba a Killian con sus ojos repletos de amor, la realidad golpeó a Eira. Por más que ella hubiese deseado que este momento no llegara, lo hizo y de peor forma, cuando ella menos lo esperaba, frente a un montón de personas como testigos. Bajando su mirada al suelo, mientras que por su mejilla rodaba una lágrima, Eira escuchó como Sofía accedió a unir su vida a la de Killian para siempre, y escuchando los gritos a su alrededor que celebraban tal unión, supo que lo perdió para siempre. —Eira, ¿estás bien? Hija te juro que no sabía que esto pasaría. Sintiendo la ligera opresión de la mano de su madre que reposaba sobre su hombro, regresó a la realidad. Ella mejor que nadie sabía que Killian y Sofía en algún momento tendrían que casarse, su unión estaba
Capítulo 2— Mantener distancia NarradorAl llegar a casa tras abandonar la nefasta fiesta de aniversario, Eira cerró la puerta tras de sí y apoyó la cabeza en la fría madera.El simple hecho de ver a Killian arrodillado frente a Sofía pidiéndole matrimonio le dolió, le quemó hasta el punto de sentir que su corazón sangraba. Tener a Alde de esa manera era lo que ella más anhelaba en la vida, y ahora, después de esto, de comprometerse oficialmente sería imposible.Soltando un ligero sollozo, Eira se lo tragó casi de inmediato al ver que él no se lo merecía, y empezando a despojarse de los zapatos, los tomó entre sus manos antes de caminar al armario para deshacerse del vestido que empezaba a molestar.Arrojándose sobre la cama una vez se metió en su vestido para dormir, Eira se mantuvo en silencio observando el techo mientras pensaba ¿Qué podría hacer de ahora en adelante? Lo mejor para los dos era mantener la distancia, destruir cualquier lazo que la atara a él, lo cual era casi impos
Capítulo 3— ¿Qué había sido eso?NarradorEira jadeó contra sus labios, con las manos presionadas entre sus cuerpos, sin saber si salir, si empujarlo o aferrarse a su camisa. El aire se volvió denso, irrespirable, y cada roce de Alde sobre su piel encendía las brasas que tanto había intentado apagar.Él no le dio tregua. Sujetó su cintura con fuerza, pegándola aún más a la pared, haciendo que el frío del concreto contrastara con el calor abrasador que él le provocaba. Bajó una mano hasta su muslo, alzándoselo con brusquedad para acomodarse entre sus piernas, como si le perteneciera, como si ese derecho jamás se hubiera puesto en duda.— Vas a dejar de decir estupideces, Eira. No me alejaré de ti, ni hoy, ni mañana, ni nunca.Murmuró ronco contra su cuello, mordiendo despacio, dejando su marca como si quisiera tatuar su nombre en su piel. Eira cerró los ojos, buscando cordura, esa que estaba a punto de perder, pero él se la arrebataba con cada palabra. Intentó hablar, replicar, aunque
Capítulo 4— Una condición Narrador Al llegar a la empresa el lunes muy temprano, Eirá caminaba por el lobby del lugar rumbo al elevador. Esa mañana, después de lo vivido en la fiesta de aniversario, lo último que deseaba era encontrarse con Killian, quien la tarde del dia anterior había atiborrado su teléfono con llamadas a las que no respondió. ¿Por qué lo hacía? ¿Para restregarle en la cara lo bien que se sentía junto a Sofía? Al ingresar al ascensor, Eirá saludó a un par de empleados que se dirigían a su lugar de trabajo, y viendo cómo las puertas de este se cerraban, se mantuvo en silencio hasta llegar a su destino. Sinceramente, si por ella fuera, no regresaría a ese lugar que cada rincón le recordaba a Killian y al inicio de su relación. Si es que a eso se le podía llamar relación. Pero sabiendo que no tenía otra salida y que esa empresa también era su responsabilidad, fue que se armó de valor esa mañana para regresar. Al llegar al piso superior, apenas salió de este se di
Capítulo 5— Un honor Narrador —¡Osito! Moría por verte. Rodeando el cuello de Alde con sus manos, Sofía se aferró a él como si se tratase de una sanguijuela, ignorando por completo la presencia de Eirá, quien estaba frente a ella. Tensando cada músculo de su cuerpo, Killian permaneció rígido sin responder al abrazo ya que no la esperaba alli, y liberándolo al fin por un breve instante, Sofia agrego con una amplia sonrisa —Encontré la planificadora de boda perfecta… Me la recomendó mi amiga, Katy, dice que es la mejor de toda la ciudad ¿No te parece una maravillosa noticia? Me iba a volver loca si me encargaba de todo sin ayuda. Sin poder apartar la mirada de Eirá, quien se veía incómoda frente a él, Alde se mantuvo de la misma forma sin decir palabra alguna. Él en ningún momento citó a Sofía allí para hablar, mucho menos sobre una planificadora de bodas, por lo que la situación lo tomó por sorpresa. —¿Eirá? Discúlpame, con lo emocionada que llegue, no había notado que es