Capítulo 5— Un honor
Narrador —¡Osito! Moría por verte. Rodeando el cuello de Alde con sus manos, Sofía se aferró a él como si se tratase de una sanguijuela, ignorando por completo la presencia de Eirá, quien estaba frente a ella. Tensando cada músculo de su cuerpo, Killian permaneció rígido sin responder al abrazo ya que no la esperaba alli, y liberándolo al fin por un breve instante, Sofia agrego con una amplia sonrisa —Encontré la planificadora de boda perfecta… Me la recomendó mi amiga, Katy, dice que es la mejor de toda la ciudad ¿No te parece una maravillosa noticia? Me iba a volver loca si me encargaba de todo sin ayuda. Sin poder apartar la mirada de Eirá, quien se veía incómoda frente a él, Alde se mantuvo de la misma forma sin decir palabra alguna. Él en ningún momento citó a Sofía allí para hablar, mucho menos sobre una planificadora de bodas, por lo que la situación lo tomó por sorpresa. —¿Eirá? Discúlpame, con lo emocionada que llegue, no había notado que estabas aquí. Es que ando en las nubes, lo siento tanto. Ya sabes que esto de la boda me carga como loca Separándose de Killian una vez notó la presencia de la chica, y acercándose a Eirá, Sofía la saludó con ese tono de voz chillón que la caracterizaba seguido de un abrazo. Quien al igual que Alde, Eirá se mantuvo inmóvil e incómoda ante el acercamiento, por lo que solo sonrió forzadamente tratando de parecer tranquila cuando en realidad su corazón palpitaba sin control alguno. —Ya me di cuenta. No tienes por que pedir disculpa, entiendo tu emoción. Separándose de ella, Sofía regresó a la seguridad que le brindaban los brazos de su prometido, y recordando el regresó de su hermano para el anuncio de su compromiso, preguntó en un tono filoso que solo tenía como propósito molestar a su prometido, e incómodar a la ex de su hermano —¿Viste a Iker? Estuvo en la fiesta de aniversario de la empresa, me dijo que te buscaría para hablar Eirá, quien por supuesto había estado a su lado unos minutos esa misma noche, asintió con una sonrisa ligera dibujada en su rostro, y desviando su mirada a Killian quien seguía en el mismo punto desde hacia unos segundos, Sofía le preguntó. —¿No crees que Iker, y Eirá deberían intentar salir de nuevo? Los dos están solteros, y hacen una gran pareja. Ademas de eso, ella es tu mejor amiga, y el mi hermano, deberíamos ayudarlos para que regresen. Killian quien hasta ahora intentó parecer sereno cuando en realidad no lo estaba, frunció el ceño de su frente denotando su incomodidad ante la propuesta, y abriendo su boca al fin, respondió —Esa decisión no nos compete a nosotros, Sofía. Si Eirá, terminó con tu hermano en su momento sus razones tendrá, por lo que será mejor no interferir entre ellos. Bajando ligeramente su rostro al ver que sus planes de jugar al cupido fracasaron, Sofía asintió sin otra alternativa, y antes de cambiar de tema, concluyó dejando clara su postura — Yo creo que nunca es tarde para empezar de nuevo. Ademas, mis padre siempre la verán a ella como la mujer perfecta para mi hermano. Killian Alde, quien tenía más que claro que la familia Vael adoraba a Eira, solo apretó sus encías al ver que era cuestión de tiempo para que los dos regresaran, y empezando a hablar de temas superficiales como el vestido de sus sueños, la decoracion del salón, incluso en donde planeaba realizar la boda, Sofía recordó la sortija de compromiso que adornaba su dedo. —¿Qué te parece mi anillo, Eira? ¿Te gusta? Killian dice que fue diseñado exclusivamente para mí por su equipo de diseñadores, y orfebres para nuestro compromiso, que esta compuesto por... El resto de las palabras dejaron de importar para Drayton, se esfumaron en el aire cuando Eirá centró su mirada en la pieza y reconoció su diseño quedo en shock. Este pertenecía a su colección personal, una que no había visto la luz aún. Solo Killian tuvo el honor, en una ocasión, de contemplarlos. Por eso se sentía traicionada. —Está… Está hermoso, Sofía. Es una pieza única, es bellísimo... Diciendo esto último y observando a Killian con los ojos cristalizados, Eirá sintió como si la apuñalaran por la espalda ocasionando una herida imposible de sanar. El mejor que nadie sabía lo que significaban esos diseños para ella. Una pieza de oro ajustable con un tulipán y un diamante que adornaban la mano que la portaba. —Gracias Eirá, sabía que tu mejor que nadie valorarías una pieza única como esta. Manteniéndole la mirada a Alde, Eirá solo apretó sus labios al sentirse burlada, usada como siempre lo hacía, y agitando su cabeza, siguió deseando salir de allí. —Ahora si me disculpas, Sofía debo ir al taller para supervisar las nuevas piezas, no los interrumpo más. Bajando la mirada, Eirá dio un par de pasos hacia la salida, y siendo sujetada por las delicadas manos de su ex cuñada, esta dijo antes de que se marchara —¡Espera un momento, Eirá! Killian y yo queríamos preguntarte algo muy importante antes de que te fueras... Regresando la mirada a su prometido, quien se encontraba tenso sin poder moverse, simuló pedir permiso para seguir el cual el jamás dio, y regresando la mirada a Drayton, que se encontraba a escasos metros de la puerta, soltó la bomba que casi hace que el corazón de Eirá se detenga —Queríamos saber si te gustaría ser la madrina de nuestro pequeño una vez nazca... Frotando su nulo abdomen antes de seguir, solo con la mala intensión de hacer sentir mal a Eira, Sofía dejo sus palabras suspendidas en el aire, y sonriendo ampliamente dio la estocada final —Sí, amiga… Estoy embarazada y me encantaría que Iker y tú sean los padrinos de nuestro bebé La mirada de Eirá pasó enseguida a Alde, quien se quedó en el mismo punto, igual que ella, descolocado, sin palabra alguna. No porque no supiera sobre el embarazo, por que de hecho hacía un par de dias que lo sabía, sino porque solo estaba buscando el momento propicio para decírselo a Eira para no lastimarla de esa manera. Fingiendo la sonrisa más grande que podía, Eira retrocedió un par de pasos para abrazar a Sofía con fuerza, tratando de mantenerse firme cuando en realidad estaba a punto de derrumbarse, y tragando grueso observó a Killian, callandose todo. Sus sollozos, sus lágrimas, el dolor de ver cómo el hombre al que amaba sería feliz con otra mujer que no era ella. —Por supuesto que acepto serlo, Sofía. Para mí será un verdadero honor, ser la madrina del hijo de mi mejor amigo… Sin apartar la mirada de Alde, Eira mencionó lo ultimo con su voz apunto de quebrarse, y separandose de la chica, dijo. —Ahora tengo que irme, tengo prisa y los orfebres me esperan. Sin siquiera esperar la respuesta, Eirá salió casi volando de ese lugar sintiendo que se estaba muriendo en vida, y regresando a su oficina; se encerró en ella, y se permitió llorar tan solo un poco, mientras se repetía que era la última vez que lloraba por un hombre como Alde, quien se sentía el peor infeliz sobre la faz de la tierra.Capítulo 6— ¿Cómo quieres que me sienta?NarradorCaminando por el amplio lobby de la empresa, Eirá pretendía regresar a la oficina. La visita al taller de orfebrería no había salido como esperaba, pero al menos la producción de algunas piezas había iniciado, y aunque esperaban la llegada de materiales faltantes, esperaba que esto no afectara el proceso de las mismas.Al llegar al elevador, Eirá permaneció por un instante a la espera de este mientras revisaba su teléfono, y viendo cómo las puertas se abrían de pronto, Iker Vael salía de su interior.— Eirá.Con una amplia sonrisa, musitó su nombre alegre de verla al fin, y permaneciendo en silencio, un poco descolocada por la extraña visita, Eirá permitió a las demás personas que esperaban ingresar a la caja metálica para poder hablar con su ex novio.— Iker... Qué extraño verte aquí. No me digas que has venido a buscarme.Pensando que el motivo de su inesperada visita era ella, Eirá centró la mirada en él, quien negó estrechando el p
Capítulo 7— Solo tu eres el culpableNarrador Permaneciendo de la misma manera imperturbable y con la misma maldita sonrisa en su rostro, Iker siguió sin moverse siquiera un poco, y perdiendo la paciencia, Killian volvió a preguntar, esta vez en ese tono filoso que tanto detestaba, Eirá — ¿Que es lo que pretendes, Iker? ¿Que haces aquí con Eirá hablando de negocios? Señalándole a su compañera mantener la calma quien se veía cada vez mas intranquila, Vael se removió en su lugar, y recargando el codo en la mesa respondió al fin tras un enorme silencio incomodo — ¿Y que te haces pensar que hablamos de negocios, Killian? Eirá y yo somos viejos amigos, por lo que podemos salir cuantos veces queramos. Por supuesto también le conté sobre la conferencia de Moscú, como tu socia tiene derecho de saberlo ¿No es así? Pero la principal razón de nuestra salida no es esa Observando por sobre sus hombros a Eirá, quien aun se notaba molesta, Killian apretó un puño deseando cerrarle la boca d
Capítulo 8— Empezar de nuevo Narrador Empezando a caminar cuando Eirá estuvo un poco más tranquila tras la discusión con Killian, Iker intentó distraerla de la dura realidad que vivía en ese instante. Ver al hombre que amaba poner en primer lugar a su prometida no era nada sencillo, dolía, quemaba, causaba una herida difícil de sanar, por lo que, invitándola a ir por un helado, una vez ambos eligieron su sabor favorito, tomaron asiento en la plaza más cercana para conversar. —¿Qué tienes planeado hacer para tu cumpleaños? Aun lo recuerdo, es en 9 días Eirá, quien hasta ahora no había pensado en eso, observó a Iker por un instante en silencio, descolocada al descubrir que él aún recordaba cosas de ella que pensó había olvidado, y desviando la mirada al frente a la fuente de agua que fluía a escasos metros de ella, respondió con un deje de amargura lamentándose de que Killian no era como él. —¿Me creerías si te digo que lo había olvidado? Con tanto trabajo últimamente apenas recue
Capítulo 9 — Un sinsentidoNarradorIniciando un nuevo día, y con el sol apareciendo en el horizonte, Eirá caminaba por el lobby de la empresa rumbo al elevador. Tenía tantos pendientes por hacer esa mañana que mantenía la esperanza de que su camino no se topara con el de Killian por al menos un par de horas.Pasando junto a la recepción del lugar, un asentimiento de cabeza acompañado de una sonrisa fue dirigido a la dama del otro lado del mostrador, y recordando ésta última que había llegado una correspondencia destinada a la señorita Drayton, se apresuró a llamarla.— ¡Señorita Drayton! Llegó algo para usted.Frunciendo el entrecejo de su frente al no esperar ningún paquete y algo descolocada, Eirá se acercó al mostrador de madera pulida con el enorme logo de la empresa en el centro de este, sin dejar de tratar de recordar alguna orden pendiente, y sacando del otro lado un enorme ramo de tulipanes rojos, Eirá llevó las manos a su boca para callar un pequeño gemido de sorpresa que br
Capítulo 10— Simples floresNarradorSaliendo de la oficina de Killian, sintiendo su corazón palpitar sin control alguno, Eirá pretendía recuperar sus tulipanes. Tulipanes que para algunos eran flores insignificantes, pero para ella eran especiales. No por venir de Iker Vael, o algo parecido, sino por el gesto tras sentirse rechazada por un largo tiempo.Llegando al escritorio de la asistente de Killian, Eira barrió el lugar con la mirada, y al notar que ella no estaba, recorrió parte del lugar buscando a la chica.—¿Dónde se habrá metido, Estella?Dando un par de pasos, Drayton vio a lo lejos a la mujer que venía de regreso tras cumplir una orden de su jefe, y acercándose a ella, preguntó sin rodeos.—¿Mis flores? Estuve en tu escritorio y no las vi, ¿Me las podrías entregar?Abriendo su boca ligeramente cuando Eira vino en busca de algo que ya no existía, de algo de lo que ella ya se habia desasido, la asistente trató de buscar una explicación, y bajando su mirada al suelo, la chica
Capítulo 11— Ya has decididoNarradorCon la boca ligeramente abierta y sus ojos empezando a cristalizarse por la sorpresa de ver a su vieja amiga regresar, Eirá olvidó por completo lo sucedido segundos atrás con Killian. Llevando ambas manos a su boca, Drayton empezó a caminar hacia su encuentro y, abrazándose apenas se encontraron, tanto Rachel como Eirá dejaron un par de lágrimas salir.—¿Cuándo llegaste? ¿Por qué no me avisaste? Yo podía haber ido por ti.Separándose por un breve instante, ambas amigas, alejadas por años por cuestiones laborales, se observaron mientras limpiaban las lágrimas derramadas y, negando aun sin decir palabra alguna, Rachel respondió—Quería darte una sorpresa, pero veo que la sorprendida soy yo... Déjame adivinar, ¿estás peleando con la basura de Alde de nuevo?Empezando a reír al recordar que Rachel no toleraba siquiera un poco a Killian, Eirá estaba feliz de volver a verla y, tomándola de su mano, le pidió ir a su oficina. Por cuestiones de trabajo, Rac
Capítulo 12— Un hechoNarradorAun furiosa por lo sucedido con Alde, y lo que hizo con sus tulipanes, al llegar a la empresa la mañana siguiente, Eira convocó a una junta de accionistas con suma urgencia, puntos a tratar: la conferencia de Moscú. Caminando por los amplios pasillos del piso superior del edificio, Drayton se dirigía a la sala, junto a su asistente quien le mostraba un par de balances antes de ingresar, y deteniendo su andar de pronto, pidió antes de seguir.— Necesito que por favor le notifiques al señor Alde que estamos por iniciar.Sabiendo que este no estaría muy dispuesto a asistir a la reunión por el motivo de la misma, Eira le encomendó la difícil tarea a su asistente, quien asintió algo temerosa de poder lograrlo, y girándose sobre sus talones, la pobre mujer se dispuso a cumplir tal proeza.Liberando un poco de aire antes de seguir, Drayton elevó su mano despacio para abrir la puerta, e ingresando a la sala, la mirada de los caballeros presentes se centró en ell
Capítulo 13— Solo llamaNarradorLlegando al fin el tan esperado día del viaje, Eirá se preparaba para ir junto a Iker, un poco ansiosa. Por más veces que se hubiese presentado en conferencias anteriores, esta era la primera a nivel internacional ante personas tan importantes y conocedoras de la materia, por lo que era normal sentirse de esa manera.Finalizando un par de minutos después, un auto pasó por ella para recogerla y llevándola al aeropuerto al avión privado de los Vael. Fue el mismo Iker quien la recibió antes de abordar.—Eirá... qué bueno verte. ¿Preparada?Tomando su mano y depositando un casto beso en el dorso de esta, Vael preguntó con una media sonrisa, y asintiendo, muerta de miedo, la invitó a subir. Por más trabas que se colocaron en el camino, nada de esto los detuvo, y despegando hacia la ciudad en donde se realizaría el evento, esperaban que todo saliera mejor de lo planeado.Una de estas trabas fue el mismo Killian Alde, quien, tras finalizar la junta, trató de d