Todos los sirvientes del castillo se les quedaron viendo de camino a su habitación, pero ninguno de ellos se interpuso en su recorrido o les ofreció ayuda sin que se la solicitaran. El castañeo de los dientes de Isobel aumentó cuando Graham la instó a ponerse de pie y llevó sus manos a los botones traseros de su vestido, ocasionando que este cayera arremolinado a sus pies. Tenía una especie de funda debajo, pero esta se transparentaba y se ceñía a su cuerpo como una segunda piel.Fácilmente podría estar desnuda.Aunque Graham deseaba quitarse tanto los pantalones como la camisa porque de esa manera entraría más rápido en calor, conservó los pantalones y se situó tras ella tras inclinarse sobre la cama para tomar una gruesa manta de piel y cubrirlos antes de arrodillarse con ella sobre sus piernas frente al ardiente fuego de la chimenea de tal forma que su ropa también tendría que secarse. Isobel recuperó la capacidad del habla cuando Graham la ajustó sin delicadeza sobre su regazo. Er
─¿En el futuro es fácil deshacer un compromiso? ─preguntó con suma curiosidad, puesto que había pasado por ello con anterioridad y había sido un auténtico infierno para él superarlo y seguir adelante después de tanto drama cuando había tantas personas husmeando.Todavía lo era.Isobel asintió, entendiendo que para él no debía ser nada casual romper una relación formal en esos tiempos en los que el divorcio seguía siendo un tabú. Seguramente la veía como el anticristo.─Puedes estar con cualquier mujer sin poner un anillo en su dedo ─dijo, haciendo que las cejas de Graham se alzaran con interés, pero rápidamente se corrigió a sí misma─. Siempre y cuando ella esté de acuerdo con ello y le dejes claras tus intenciones desde un principio. No necesitas... ─Su ceño se frunció mientras buscaba las palabras adecuadas para explicarse sin crear más confusión en él─. No necesitas cortejarla o pedir el permiso de sus padres. La mayoría mujeres del siglo veintiuno pueden escoger sobre sí mismas y
PresenteDuncan no podía creer que la frágil mujer que había rescatado de la montaña hace a penas unas horas fuera la misma que ahora estuviera guiando su recorrido con sorprendente seguridad. Después de que le había contado sobre Isobel, Leslie había insistido en ir con él a Ben Nevis para continuar con la búsqueda de su pareja. Se trataba de la vida de su novia la que corría en riesgo, así que no pudo evitar aceptar su propuesta casi con desesperación. Sin darle tiempo de cambiarse, condujo de vuelta al sitio de la desaparición. Le compró un equipo de excursión en la tienda para turistas del parque y un par de zapatos para escalar, los cuales Leslie vio con el ceño fruncido hasta que se las puso y probó cuán maravillosa era la sensación de caminar con ellos.Cuán cómodos en comparación al calzado al que estaba habituada, facilitando el ascenso en la meseta.─Por aquí, mi señor ─susurró mientras le indicaba un sendero que Duncan no había notado antes unos metros más allá del final de
─Ya la cabaña está casi lista ─anunció─. ¿Tienes hambre?Leslie separó los labios para negar, puesto que había comido demasiado en casa de los padres de Duncan antes de salir y no quería abusar de su hospitalidad, pero el rugido de su estómago le quito la posibilidad de decidir. Con una sonrisa, Duncan tomó su mochila y se sentó a su lado. Su cercanía de sentía tan agradable que la idea de protestar por ella ni siquiera pasó por la mente de la chica, quién más bien se acurrucó inconscientemente en su contra en búsqueda de calor. La noche empezaba a ser gélida y su chaqueta y pantalones no parecían ser lo suficientemente gruesos para mantenerla en calor.Duncan, por su parte, empezó a preparar panecillos de atún y de jamón y queso en un pequeño plato de plástico que le tendió. Leslie miró el extraño material antes de llevar uno de los sándwiches a su pequeña boca, la cuál Duncan no pudo dejar de ver ni por un solo segundo mientras masticaba a pesar del nudo en su estómago.Una vez term
Al día siguiente, Leslie se despertó más temprano que él para darse un baño en el agua del riachuelo, cambiar su atuendo por la muda de ropa que Duncan había puesto en su mochila para ella y adornar su cabello con algunas flores silvestres que encontró cerca. Regresaron a casa de los padres de Duncan después de otra jornada de búsqueda en la que tampoco obtuvieron resultados, por lo que este iba decaído durante el camino. Leslie se sintió orgullosa de sí misma cuando no sintió náuseas, solo un leve dolor de cabeza, al estar a bordo de su auto.Era un gran paso para ella.Sintiéndose mal por cómo Ducan andaba, con los hombros hundidos y la expresión decaída, puso su mano inconscientemente en su antebrazo mientras caminaban hacia las puertas abiertas de la mansión, a lo que él la vio con impresión, su cuerpo tenso al sentir su toque, pero no se apartó. No quería hacerla sentir mal distanciándose de golpe.─¿Están bien? ─preguntó la madre de Duncan a penas los vio llegar, corriendo hacia
PasadoIsobel perdió la cuenta de la cantidad de veces que Graham y ella estuvieron juntos. Después de que le saltara encima e hiciera que ambos nuevamente se estremeciera de placer, lo cual obligó al highlander a admitir que era algo más que buena en la cama, fue ella la que le dijo que no estaba impresionada con sus habilidades, lo que lo hizo enfurecer y animarlo a demostrar lo contrario. Al final, ambos cayeron agotados, Graham más que Isobel porque a él le costó mucho más hacerla retractar de sus palabras.Así que los dos se estremecieron cuando el líder del clan MacAllister abrió abruptamente la puerta y corrió las cortinas, mirando con una ceja alzada el conjunto se botellas de vino vacías junto a la cama de su nieto. No le impresionaba que se hubiera acostado con Isobel tan rápido, se había dado cuenta de la química fluyendo entre ellos a penas los vio juntos la primera vez, pero sí que su nieto confiera lo suficiente en ella como para perder el conocimiento a su lado.Eso era
Pese a su advertencia, todo en Isobel se contrajo al ver cuán apuesto lucía con un traje de época y el cabello ordenado y peinado hacia atrás. También había sido afeitado y pulido. Se veía como un hombre completamente diferente. Uno diferente y furioso.─Si vuelves a acercarte a Isobel, Mary, tendremos problemas. Tu hija no era tan inocente como para no saber en qué se estaba metiendo cuando decidió ir a mi cabaña cada noche. ─Isobel se tensó ante sus palabras, pero se dejó arrastrar por él hacia el pasillo debido a la incomodidad que le ocasionaba la situación. Cuando llegó a él y dejaron a la sirvienta atrás, sin embargo, se soltó de su agarre y lo enfrentó con expresión sumamente enfurecida. Graham la miró con la mandíbula apretada. Estaba enojado con Mary por molestar a Isobel con problemas estúpidos cuando toda la vida de esta se había destruido y estaba enojado con Isobel por no apreciarlo por ayudarla. También con su abuelo y con su padre, con todos, por haber escondido algo ta
PresenteLeslie despertó cinco minutos después en la habitación que habían dispuesto para ella con un rápido aleteo de párpados, el cual Duncan inmediatamente comparó con el de las mariposas al despegar. Se incorporó y giró el rostro hacia él al darse cuenta de que estaba de vuelta en su alcoba. Intentó incorporarse, pero Duncan la detuvo con un movimiento de su mano, la cuál presionó contra su hombro para mantenerla acostada. Estaba genuinamente preocupado por ella y sus constantes desvanecimientos, por lo que el doctor de confianza de la familia ya venía en camino, sumado el hecho de que estaba intrigado por todo lo que giraba en torno al misterio de su identidad.Leslie no tenía ningún tipo de documento de identificación.Era nadie, literalmente.─¿Cómo te sientes? ─le preguntó con inquietud, obligándose a sí mismo a dejar de lado sus dudas y a enfocarse en su salud─. ¿Estás bien? ¿Tienes hambre o necesitas algo? ¿Te puedo ayudar, princesa?Aunque sentía su cabeza dar vueltas y lo