EL PLAN
Carraspeó mi garganta para que notará mi presencia, mi esposo se voltea y me esboza una sonrisa como si hubiera visto un ángel o más bien un demonio, no creo que mi esposo viera en mi un ángel.
- ¡Querida! ¿Cuánto llevas ahí? -sus mejillas están rojas ahora
-Acabe de llegar ¿Tendría que haber llegado antes acaso? Subo mis cejas mientras le pregunto
Y aunque sabía todo lo que había hablado en esa llamada trate de disimular para que no se fuera cuenta. Me trague el nudo que tenía en la garganta y fingí cómo si no hubiera pasado nada.
-No mi amada esposa, llegaste en el momento perfecto, ¿qué tal si salimos a almorzar juntos hoy?
-Tu hace más de cinco años no sales a almorzar conmigo ¿Pasa algo? – le pregunto extrañada, pero sabía que sus planes eran hacerme creer que todo estaba bien para firmar los documentos del divorcio, dejarme en la ruina e irse con su amante.
Si estaba de malas conmigo era lógico que no lo iba a lograr, mi esposo era un real miserable, me aguante las ganas de matarlo.
-Mi amor he decido que las cosas entre los dos deben cambiar y quiero recuperar mi relación contigo, tú eres mi reina la dueña de todo – se abalanza a mí y me da un beso en la mejilla
-En serio ¿De cuándo a acá? - te recuerdo que te descubrí tres veces siéndome infiel.
-Amanda ¡Por favor! Eso es cosa del pasado de ahora en adelante quiero que volvamos a ser el matrimonio feliz. ¿Vamos querida? – me extiende su brazo para que le tome de gancho.
Déjame me arreglo un poco Cris, querido quiero que te sientas orgulloso de salir con tu esposa.
-Para mí siempre estás perfecta, pero ve arréglate un poco
Salgo de allí a mi habitación, la hipocresía de mi esposo me causaba náuseas, además que quería morirme, él nunca va a cambiar, el jamás va a volver a amarme igual que antes. Mis ojos se llenan de lágrimas y entiendo que es hora de dar valor a lo que soy.
Regreso con un vestido negro con un gran escote, llevo unos zapatos de un tacón no tal alto, y mi pelo ahora está suelto. Mi esposo me mira y hace una fingida sonrisa, es que ni siquiera es capaz de disimular.
-Vamos esposa mía tendremos un almuerzo espectacular.
Cristopher me lleva a un restaurante sencillo de la ciudad, a decir verdad, demasiado sencillo para lo que nuestro presupuesto podía pagar. Pensé que el muy canalla me llevaría a uno reconocido, se me estaba olvidando que todo es una farsa.
Almorzamos amenamente no hubo muchas palabras, para ser ese sitio la comida no estuvo tan mal y bueno llevaba un montón de años que no salía de casa. Me había limitado a cuidar de mis hijos y de mi esposo, no tenía que trabajar, los negocios de la familia los manejaba Christopher dejando en mi la función de la crianza de mis hijos, Camille y Santiago eran mi razón de vivir, por ellos me mantenía cuerda. Ahora Camille está en la universidad y Santiago es un preadolescente, un poco más independientes así que mi tiempo lo tenía más libre, tenía empleadas en casa y realmente yo no hacía nada, no tenía amigas, no tenía nada, solo me la pasaba viendo telenovelas, por supuesto mi esposo siempre estaba por fuera.
¿Pero que había hecho mal? Si todos estos años los había dedicado a mi familia
-Vamos querida regresemos a casa, espero te haya gustado nuestra salida
-Claro amor, muchas gracias – le arrojó una sonrisa también fingida, pero él creía que yo estaba feliz.
Tenía que planear la manera de sacar mi divorcio adelante sin afectar mi patrimonio, yo tenía dinero fuera del mancomunado con él, pero no le iba a dar gusto y menos al saber sus intenciones, quería mostrarme un amor fingido para que le firmara el divorcio sin ver afectada su fortuna y dejarme en la calle ¡era un miserable!, pero me las iba a pagar.
Los siguientes días Christopher seguía mostrando un fingido arrepentimiento, me llevaba obsequios y me trataba como si fuera una reina, llevaba muchos años que no lo hacía, a pesar de que yo era mucho menor, me trataba como si yo fuera una mujer mayor que él, en ocasiones me hizo sentir fea y frustrada y las dos veces atrás que lo encontré siéndome infiel se burló de mí, y siempre puso el dinero por delante.
Esta vez estaba tratando de fingir al igual que él y lo estaba haciendo creer que me hacía feliz, pues cada detalle pequeño e insulso que me daba se lo agradecía como si hubiera recibido el más grande de los tesoros, me comportaba cariñosa con él, y las veces que el me buscaba en la intimidad estaba puesta para sus deseos, aunque yo bien sabía que solo lo simulaba mientras podía salir del problemita de la firma del divorcio.
Mi hija Camille, la que no era hija de él, siempre era una chica muy aplicada y había terminado la secundaria bastante joven, ahora iba a cumplir diecisiete años y entraba al primer año de su universidad, ella iba a estudiar derecho en una prestigiosa institución que era pagada por la fortuna de mi padre, a pesar de que Cristopher la había acogido desde que había nacido, en el no surgía un amor innato por mi hija, siempre su favorito fue Santiago, por ser hijo de su sangre y a Camille le guardaba algo de recelo, así que yo siempre era quien la cuidaba, la llevaba y la traía.
El primer día de universidad decidí acompañarla, ella siempre era tímida y le asustaba un poco la idea de estudiar con personas un poco más grandes que ella, entonces me propuse en ser su compañera todos los días, llevarla y recogerla mientras tomaba confianza.
Pasaron dos semanas en las cuales yo acompañaba a Camille, con Cristopher las cosas seguían iguales, hasta estaba empezando a creer que lo de su malévolo plan era una mentira o que simplemente se había vuelto a enamorar de mí, mis intenciones de hacer algo en contra suya estaban empezando a desaparecer.
-Bueno hija, ya estamos aquí, espero tengas un lindo día- Le digo a Camille dejándola en la entrada de la universidad
-Gracias mama, ya decidí que desde la próxima semana me vendré sola en mi carro, ya me siento mejor- Camille abre la puerta para bajar del auto, pero la cierra de nuevo de un solo golpe y me mira con los ojos abiertos como platos y desconcertada.
-Mami, ¿esa que está allí no es la camioneta de papa Cristopher? Miro hacia donde ella me estaba señalando y efectivamente se trataba de la camioneta de mi “amado esposo” y por supuesto no estaba solo.
Sentí como mi rostro se palideció cuando veo que su acompañante es una chica en promedio de unos veintitrés años, a no decir que parecía de menos, era una joven rubia, delgada y hermosa y tenía un rostro realmente angelical. Mi corazón sintió como algo por dentro se destruía, yo sabía por sus conversaciones telefónicas que él me era infiel, pero era muy diferente verlo en persona, esa es cena hizo que algo dentro de mi muriera.
- ¡Mamá! ¿No vas a hacer nada?, ¿Qué esperas?, ve y a agarra a esa cualquier del cabello, se está devorando a papá, ¡por favor! – Camille golpea la parte de adelante del auto, estaba muy molesta por ver lo que aquella chica hacia con su padrastro dentro de la camioneta, no dejaba de reprocharme, yo había entrado en un estado de chok donde solo podía ver la imagen de mi hija con sus mejillas rojas por la ira, y sus manos moviéndose, reclamando el por qué yo seguía allí sentada, yo solo escuchaba un pitido en mis oídos.
De repente Camille abrió la puerta del copiloto y se levantó decidida a reclamarles, en ese momento y de manera automática entre en sí, me bote hacia la silla y antes de que su cuerpo saliera totalmente, la agarro de su saco y la empujo hacia adentro, haciéndola que trastabille contra la silla.
- ¡Mamá! ¿pero qué te pasa? Se van a largar, suéltame-
-No nena, no vamos a hacer nada en este momento, debemos ser más inteligentes que él, entra bien al auto, no dejes que te vean, vamos a observar quien es la chica, y hasta donde llegan. - le digo tratando de calmarla
-Pero mama es injusto lo que está haciendo Cristopher contigo, de verdad, él se merece un castigo por infiel. - Me dice mi hija resoplando por la ira.
-No te preocupes mi amor, ese hombre tendrá el castigo que se merece, te lo prometo, vamos a esperar un poco, luego daré la vuelta para que entres por la puerta de atrás, para que él no se dé cuenta que estas cerca – Le digo
-Mamá, pero él debe saber que estudio aquí, se dará cuenta tarde que temprano, así que sabrá que voy a estar cerca de su amante- me dice mientras pone su cabeza contra la silla, su aire ahora es de frustración
-Hijita, para Cristopher nosotras dos somos invisibles en nuestra casa, el sigue cansado conmigo solo por el dinero, nada más, si se divorcia perdería mucho dinero y un negocio que está haciendo con mi padre, las sociedades se disuelven y su emporio se viene abajo, para tu papá, solo soy una ficha de ajedrez, un peón.
-Ese hombre no es mi padre, por mí que se quede en la calle, pídele el divorcio- ella cada vez está más molesta
-Hijita todo a su tiempo, ya entenderás lo que va a pasar de ahora en adelante, por ahora necesito que mires si puedes averiguar quién es esa chica, ¿Cómo se llama? ¿Qué estudia? Todo lo que puedas, necesito saber quién es ella. – Le digo sin apartar la vista de la camioneta del infiel de mi marido, ahora estoy más nerviosa que nunca y necesitaba centrarme en el plan que tenía en contra de él.
-Lo hare mamá, hare todo lo posible porque ese hombre pague todo lo que está haciendo-
-Hija no te llenes de odio que la situación no es contigo, si de verdad quieres ayudarme solo si puedes averigua lo que puedas d la chica, del resto me encargo yo, cuando él llegue a casa tu sigue actuando con normalidad, te exijo por favor que esto no salga de las dos, confió en ti, y esto que hare, solo será para que tu hermano tú y yo seamos felices definitivamente.
- ¡Esta bien mamá! - Camille me da un abrazo que me reconforta y ahora si tuviera todas las pruebas necesarias para actuar en contra de mi marido y pedir un divorcio en donde él se quede sin nada por infiel. Mi venganza empezaba en este momento.
Pasan unos diez minutos y aun con la mirada puesta en la camioneta , vemos como la chica que estaba con mi marido se baja, es una mujer bastante joven, lleva una mochila a sus espaldas, una minifalda corta y un escote profundo que muestra sus atributos, y a pesar de que es muy hermosa físicamente, por su presencia se nota que es una chica básica, interesada en el dinero, ya que cuando se despide con la mano de mi esposo a través de la ventana, pone un fajo de dinero en su bolso , se pone unas gafas oscuras, y sale sonriente y triunfadora.
Increíble como mi esposo se dejó encantar por unas curvas y estaba accediendo a todos sus caprichos, pero peor aún que no fuera capaz de reconocer sus errores y tuviera la malvada intención de hacerme daño para quedarse con todo lo que me correspondía, si aquel día no hubiera escuchado esa llamada, le juro que le hubiera creído cada uno de sus falsos embelesos.
Desde ese momento mi cerebro empezó a maquinar todo lo que le haría, juraba por mis hijos que así fuera lo último que hiciera, mi esposo me pagaría lo infeliz que me hacía.
MUCHO GUSTO, SOY SAMANTHA Después del espectáculo en la universidad de mi hija, mi esposo sigue actuando como el mejor de los esposos, aunque ni siquiera se esfuerza un poco, me trae detalles baratos que encuentra pen cualquier lado, no me besa con amor, se le nota el fastidio con el que me da los besos. ¡Es un hipócrita!Yo lo tengo convencido que caí en sus redes, como todas las veces que me engaña, esta noche me invitó a una reunión con los socios de la empresa, así que decidí ir a la peluquería y arreglarme, me hice un hermoso corte, me maquillé y me hice la manicure.Me compré un hermoso vestido blanco ceñido al cuerpo, a pesar de haber tenido dos hijos, me había conservado, y aunque para el tener mi edad ya me consideraba “vieja”, yo me sentía en la flor de mi juventud. Me sentía hermosa, y sí que lo estaba. Solo quería ver la cara de mi marido.Él me recoge como lo acordamos, estaba muy elegante y realmente guapo, era un señor, era mayor que yo, pero el centro de atención de
CONOCIENDO A SAMANTHAEsa noche Cristopher llego a casa, para mi sorpresa estaba muy feliz, y me traía un ramo de flores gigante, estaba bien preparado, y olía delicioso, eran flores frescas y hermosas.Entra silbando y sonriendo, bailaba con la misma melodía que entonaba con su boca.- ¡Buenas familia! Ay, pero mi esposa, que hermosa estas el día de hoy mujer- se acerca y me da un húmedo beso en la boca, mientras que me entrega el ramo- Una flor para otra flor, ambas iguales de divinas- ¡¿Y a qué se debe tanta felicidad querido?!, le digo con un tono algo sarcástico, pero no lo suficiente para que sonara real, mientras extiendo mis brazos para recibir las flores- Están muy hermosas, muchas gracias, Cris, le devuelvo un beso en su mejilla.Mi esposo hace mucho tiempo no cenaba con nosotros, pero esa noche si lo hizo, se sentó en el comedor, mis hijos y yo estábamos feliz por un momento, aunque que no fuera verdad lo que estaba haciendo por nosotros, los falsos minutos de felicidad qu
LA VERDADERA AMANTE DE MI MARIDODespués de la reunión que tuvimos con Samantha y al descubrir que ella no era la amante de mi marido, me pongo en la tarea de averiguar quién es la verdadera amante, la duda me estaba carcomiendo y lo peor es que Cristopher actuaba como el mejor de los esposos, mi corazón dolía en realidad, me encantaría que el fuera así por amor, no por interés, yo amaba tanto a mi esposo, era mi único amor, pero el amor propio, en esta oportunidad debe prevalecer, así que tendré que aprovechar cualquier mínima oportunidad para sacar información.Últimamente he hecho un poco de dieta y ejercicio haciendo que mi figura este más marcada, mi esposo se ha dado la oportunidad de verme un poco más y según él me admira más cada día que pasa, pero es mentiras. ¡lo sé!“Querida, llevamos mucho tiempo sin intimidad, déjame tocarte un poquito esta noche, de verdad que me haces falta- estamos acostados en nuestra cama, por lo general nunca llega temprano, pero estos últimos días
¡Christopher y Lucia, su amante!Han pasado ya tres días desde la última vez que hable con la amante de mi marido, no entiendo nada, Cristopher es cada vez más cariñoso, me imagino que su amante ya le dijo acerca de mis planes, y está tramando algo peor para mí, no debo bajare la guardia en ningún momento, nunca he sido una mujer que haya necesitado ser “astuta” en algún sentido, pero esta vez debía sacar lo inteligente de cualquier lado.Era claro que esa mujer no accedería a mi propuesta, así que debo buscar pruebas para demostrar la infidelidad de mi marido, no bastaban las conversaciones en su teléfono, necesitaba algo más diciente, alguna foto o algo así… es lunes, comienza la semana, él se está arreglando más de lo normal, lleva un traje oscuro bastante elegante, con una camisa blanca, se aplicó una colonia en su mentón, el fin de semana estuvo en la peluquería arreglando sus uñas y masajeando su cuerpo, mi esposo era demasiado deseable, era atractivo, para su edad, era demasiad
¡En fin, la hipocresía!Amanda…No entiendo por qué mi nivel de masoquismo me está haciendo tan mala pasada, he visto con mis propios ojos lo que mi esposo me hace y sigo sin aprender, siento que es un espejismo, la frustración me invade y no paro de llorar, en mi interior mi subconsciente me pregunta ¿Qué hago todavía con Christopher?, mis lagrimas siguen cayendo de manera involuntaria…- ¡Listo, de nuevo en su lugar de origen! - Carlos se voltea y me dice mientras me extiende un clínex para limpiar mis lágrimas y de paso sacándome de mis pensamientos.-Gracias Carlos, entonces nos veremos en dos días nuevamente- ¿Seguiremos persiguiendo a su marido? - Él imprudente pregunta- ¡Pues si ¡¿Luego qué? Usted preocúpese por recibir el dinero en su cuenta Carlos, no se impertinente-Señora Amanda, lo decía porque iba a comprar una nueva caja de pañuelos, pero está bien, no diré una sola palabra más. Lo que dijo y como le dijo me causo gracia, muchacho irreverente, ¿así era con todas sus c
La raza humana somos la peor especieEra difícil para mí ocultar lo que ya sabía, no comprendía como Cristopher era capaz de actuar sin corazón, aún seguía con su plan de dejarme en la calle para poder huir con su amante, lo peor, es que ella pensaba que se habia ganado un gran premio por tenerlo a él como su pareja, no sabía a lo que se estaba enfrentando, ¡¿qué iba a garantizar que a ella no la fuera a dejar por otra mujer?!las personas con el comportamiento como el de él, jamás cambiaran, así tengan a su alrededor los mejores seres humanos dándoles lo mejor de sí mismo. El egocentrismo y la falta de empatía por los demás ha hecho que por generaciones los seres humanos caigamos en decadencia.Cristopher seguía actuando como si fuéramos una familia feliz, estaba convencido de que estaba haciendo las cosas bien, podría seguir estándolo. Así me iba mantener hasta que me pagara cada una de las lágrimas que me habia hecho derramar.Pasaron tres días, se llegó el día en que mi marido iba
Lucia debe unirse a mí, o ese hombre va a acabar con las dosEsa noche el descarado de mi esposo llegó como si nada hubiera pasado, seguía comportándose amable y amoroso, inclusive me beso, el muy hipócrita después de haber besado a su segunda amante, estaba segura de que no existía una persona más descarada que él.- ¿Cómo estuvo tu día cariño? - Trato de no ser irónica al preguntar, él debe seguir pensando que estoy inocente de todas sus malas actuaciones.-Espectacular cariño, no te imaginas, estoy agotadísimo- Se acuesta sobre su codo mientras me mira a la cara, quisiera coger el jarrón que estaba en mi mesa de noche y estrellárselo en la cabeza “por mi mente paso la imagen de mí misma golpeándolo con tanta furia, haciendo que su cráneo se parta en dos, lo veo como se revuelca en su dolor y la sangre corre por su frente, mientras me suplica que no lo golpee más”. Pero me contengo ese miserable no valía la pena, yo solo quería que estuviera en la ruina y disfrutar de su dinero, lo
Conociendo un poco más a mi choferLlegamos al restaurante más hermoso de la ciudad, como se notaba que Carlos era el conductor de la clase alta, si es que conocía los mejores lugares, y actuaba con total etiqueta y glamur, que podría confundirse con alguien de un estrato alto sin ningún problema, aunque yo no tenía problema en absoluto con su procedencia, me agradaba como persona, y eso era lo que realmente importaba.No sentamos en una de las mesas ocultas del lugar, por no tener reserva no pudimos ajustar los mejores puestos, bien por la clase elitista, son discriminativos hasta con los que son iguales que ellos, pudimos habernos ido del lugar, pero Carlos es demasiado decente y me convenció de quedarnos allí, y pasar desapercibidos.- ¿A qué se debe la invitación señora Amanda? - pregunta Carlos extrañado-A que estoy feliz Carlos, y gracias a su ayuda he logrado muchas cosas estos días, así que bien merecido se lo tiene. Por mi puede pedir lo que desee, vendrá buenas recompensas