~~~Levy.―No entiendo por qué tanta formalidad en esta pregunta―me mofo de ella―con solo haber enviado una nota, hubiera recibido una respuesta más detallada, en lugar de un informe oral, como si estuviera en un juicio―le indico ahora molesto.Todos creen que pueden cuestionarme.―Creí que a usted le gustaría de esta manera, mi alfa―me indica con un asentimiento de cabeza―después de todo, se ha desatado una serie de rumores con respecto a su persona y pensé que estaría bien que usted los desmintiera de una buena vez―señala y ahora yo hago un bufido.―Y ahora yo estoy curioso por saber de qué van todos estos rumores, si se puede saber, claro―la cuestiono molesto―porque creo que me merezco un poco de respeto por aquí, pero, en lugar de ello, solo recibo juicios hacia todo lo que hago―añado y mi tío ahora se ríe por lo bajo, y al lado de él, Leandra, quien respira profundo.―Se ha dicho que usted está buscando un heredero―me dice y yo ahora me río.―Pero ¿es que ese no es el deber sagra
~~~Ana.Estoy preocupada, por la manera en que se ha ido Levy de mi lado, escoltado por todos esos miembros del concejo y solo espero que no sea nada grave.Y, sin embargo, hay algo que no debería importarme tanto, pero que inunda mi cabeza como si fuera una mala canción que se repite y se repite.La manera en que la tal Leandra se ha colgado del cuello de mi Levy.Igual que si fueran amantes.Pero no tengo la menor duda.Leandra es otra de sus concubinas, así como lo soy yo.Debí haberme imaginado una cosa como esta, después de todo, él es un alfa, uno muy guapo, además.¿Acaso alguna mujer podría resistirse a sus caricias?Incluso, debe haber alguna que esté dispuesta a compartirlo, con tal de que él tome su cuerpo.Y ahora me pregunto si esa podría ser yo.Pero eso no es lo que me debería de preguntar ahora mismo, sino la manera en que se han llevado al alfa, escoltado como si fuera un criminal.Ahora supongo que mi destino aquí está en peligro, después de todo, ese es el concejo
~~~Ana.― ¿Qué se supone que estás haciendo? ―le digo al hombre que me está aprisionando entre sus brazos y yo lucho para salirme de su agarre, mientras siento mis mejillas calientes―no deberías estar con tu otra amante―le reclamo y me parece que esto lo ha tomado por sorpresa―porque supongo que ella querrá darte una gran bienvenida, a la espera de sus caricias, ¿no? ―le recuerdo y él ahora se detiene en su avance por tomar mi cuerpo.¡Ja!El piensa que soy una tonta, a la cual puede confundir con sus caricias.Pero está más que equivocado.― ¿Se puede saber de qué demonios me estás hablando? ―me responde Levy desconcertado, y ahora pareciera que estuviera cabreado.Como si me importara.Pero ahora sabrá lo que significa una mujer verdaderamente cabreada.―Es muy triste, mi alfa, que, siendo una persona tan importante, a su corta edad sufra de enfermedades que le afecten la memoria―le indico con una sonrisa, aunque en realidad estoy molesta y trato de levantarme de la cama, pero él l
~~~Ana.―Puede que aún sea inocente en algunos aspectos, mi señor―le digo, haciendo un esfuerzo inútil por luchar en contra de su agarre, ese que me ata a su pecho, mientras sus labios y su aliento me hacen cosquillas en mi cuello―pero le aseguro que no tengo un pelo de tonta―le aclaro, y él se ríe aún más de mí―y estoy hablando muy en serio, así que espero que deje de burlarse de mí, como si yo fuera su payaso personal―le digo al tiempo que me rindo, porque es por el gusto que intente salir de sus brazos.Aunque no estoy muy segura si alguna vez quisiera escapar de su fuertes y protectores brazos, a pesar de que me siento burlada y usada por él.Y para colmo, él se ríe aun más fuerte de mí, algo que me confirma lo poco que le importo, que no soy nadie para él y que a lo mejor deba olvidar que alguna vez él pueda sentir algo por mí.No, él solo busca su satisfacción personal, ofreciendo contratos, para no estar unido a ninguna pareja.Y ahora me pregunto si también le habrá ofrecido
~~~Ana.Despierto entre unas sábanas de seda, las cuales me acarician la piel que, hasta hace unas horas, era recorrida por los labios de Levy, mi amante, quien se encargó de ejercer su rigor de macho, nuevamente, igual que lo ha hecho desde casi el mismo instante en que lo he conocido.Entonces, me giro para encontrarme con él y que me acune entre sus brazos, con la esperanza de que se vuelvan a despertar sus apetitos por mí.Pero, él está de pie, colocándose su pantalón y dispuesto a irse, sin siquiera despertarme."Él es un alfa y tiene deberes con la manada", me dice Ateba y yo respiro profundo, pero no le contesto.Porque sus palabras me devuelven a la realidad, una en la cual nuestra relación se sella con un contrato, sin amor o despertares de ensueño.No, yo en realidad tengo algo más que hacer, después de todo, eso ha sido el motivo de aceptar su absurdo contrato.Pero, cómo abordarlo.―He escuchado que la manada más cercana a esta es Luna Escarlata―le indico un poco dubitati
~~~Ana.―Por favor, suélteme―le pido de buena manera, sin embargo, él parece no escuchar―no he hecho nada malo, se lo aseguro―le indico, pero parece que le hubiera dicho todo lo contrario, porque él se acerca más a mí.― ¿Y qué pasa si no quiero? ―me dice muy pegado a la cara―si solo lo haré hasta que me des una de las lecciones que le das a mi primo―me señala y puedo escuchar el murmullo de algunas personas, lo cual hace que me sienta peor.― ¿Qué, Lissy? ―dice Leandra tratando de detener a su hermano― ¿Levy no te dejó claro que no debías molestar a Ana? ―le indica y él se ríe de ella―creo que papá no está dispuesto a tener que bajar nuevamente la cabeza por ti, luego de lo que pasó con el concejo ayer―le advierte y este respira profundo.Y ahora veo a su padre reírse por lo bajo, sin siquiera detener a Lissander por todo lo que está haciéndome.―Solo quiero lo que mi primo tiene, también―indica Lissander con mordacidad a su hermana―después de todo, sus clases deben ser de las mejor
~~~Levy.―He sido designado por mi tío, el alfa Casius, para estrechar los lazos entre ambas manadas―señala Calel, pero mi atención no está en él, sino en Ana, quien sigue mirando a las paredes o al bufete.Cualquier lugar, excepto en donde está la visita inesperada.―Entonces, debo entender que a tu tío no le importa mucho entablar ninguna relación con nosotros, ¿no es así? ―le digo molesto.Como si necesitara algo más para complicarme el día.―No, sin embargo, tiene las mejores intenciones―responde el tal Calel―incluso cree que su hermana, la señora Lindsay, es la mejor embajadora que esta manada puede tener allá en Luna Escarlata―asegura, y yo resoplo con fuerza.― ¿Cómo debo tomar esto? ―le espeto molesto― ¿cómo si estuviéramos haciendo una especie de intercambio de rehenes? ―le suelto y él me mira y traga en seco.―No es mi intención ofenderlo, mi alfa―me asegura esta vez con una sonrisa―tampoco creo que el alfa Casius quiera hacer eso―señala y respira profundo.En realidad, no
~~~Ana.Estoy tratando de descifrar la mirada de Calel, pero no se me ocurre nada.Lo conozco muy bien, él ha sido criado por Casius, como si fuera su propio hijo, mimándolo igual que a todos los demás, ya que es miembro de la realeza de Luna Escarlata.No, sé qué esperar de todos ellos, de la estirpe de Casius, quienes son gente cruel, que no les importa nada ni nadie.De la misma forma en que no dudaron ni un solo segundo para acabar con mi familia, gente respetable de nuestra manada, incluyendo a la familia ancestral de mi madre.Debo zafarme de él a como dé lugar.―No puedo decir lo mismo, Calel―le digo, tratando de luchar en vano con su agarre―ahora, ¿por qué no me delataste en cuanto supiste quién era yo? ―le exijo saber.Y él me suelta, tratando de ser más delicado que hace un momento.― ¿Y por qué le haría un favor a mi tío, en especial, entregándote a la persona que acabó con toda tu familia? ―me señala y yo quedo desconcertada.― ¿Qué, Calel, ahora resulta que vas a traicio