~~~Ana.Despierto entre unas sábanas de seda, las cuales me acarician la piel que, hasta hace unas horas, era recorrida por los labios de Levy, mi amante, quien se encargó de ejercer su rigor de macho, nuevamente, igual que lo ha hecho desde casi el mismo instante en que lo he conocido.Entonces, me giro para encontrarme con él y que me acune entre sus brazos, con la esperanza de que se vuelvan a despertar sus apetitos por mí.Pero, él está de pie, colocándose su pantalón y dispuesto a irse, sin siquiera despertarme."Él es un alfa y tiene deberes con la manada", me dice Ateba y yo respiro profundo, pero no le contesto.Porque sus palabras me devuelven a la realidad, una en la cual nuestra relación se sella con un contrato, sin amor o despertares de ensueño.No, yo en realidad tengo algo más que hacer, después de todo, eso ha sido el motivo de aceptar su absurdo contrato.Pero, cómo abordarlo.―He escuchado que la manada más cercana a esta es Luna Escarlata―le indico un poco dubitati
~~~Ana.―Por favor, suélteme―le pido de buena manera, sin embargo, él parece no escuchar―no he hecho nada malo, se lo aseguro―le indico, pero parece que le hubiera dicho todo lo contrario, porque él se acerca más a mí.― ¿Y qué pasa si no quiero? ―me dice muy pegado a la cara―si solo lo haré hasta que me des una de las lecciones que le das a mi primo―me señala y puedo escuchar el murmullo de algunas personas, lo cual hace que me sienta peor.― ¿Qué, Lissy? ―dice Leandra tratando de detener a su hermano― ¿Levy no te dejó claro que no debías molestar a Ana? ―le indica y él se ríe de ella―creo que papá no está dispuesto a tener que bajar nuevamente la cabeza por ti, luego de lo que pasó con el concejo ayer―le advierte y este respira profundo.Y ahora veo a su padre reírse por lo bajo, sin siquiera detener a Lissander por todo lo que está haciéndome.―Solo quiero lo que mi primo tiene, también―indica Lissander con mordacidad a su hermana―después de todo, sus clases deben ser de las mejor
~~~Levy.―He sido designado por mi tío, el alfa Casius, para estrechar los lazos entre ambas manadas―señala Calel, pero mi atención no está en él, sino en Ana, quien sigue mirando a las paredes o al bufete.Cualquier lugar, excepto en donde está la visita inesperada.―Entonces, debo entender que a tu tío no le importa mucho entablar ninguna relación con nosotros, ¿no es así? ―le digo molesto.Como si necesitara algo más para complicarme el día.―No, sin embargo, tiene las mejores intenciones―responde el tal Calel―incluso cree que su hermana, la señora Lindsay, es la mejor embajadora que esta manada puede tener allá en Luna Escarlata―asegura, y yo resoplo con fuerza.― ¿Cómo debo tomar esto? ―le espeto molesto― ¿cómo si estuviéramos haciendo una especie de intercambio de rehenes? ―le suelto y él me mira y traga en seco.―No es mi intención ofenderlo, mi alfa―me asegura esta vez con una sonrisa―tampoco creo que el alfa Casius quiera hacer eso―señala y respira profundo.En realidad, no
~~~Ana.Estoy tratando de descifrar la mirada de Calel, pero no se me ocurre nada.Lo conozco muy bien, él ha sido criado por Casius, como si fuera su propio hijo, mimándolo igual que a todos los demás, ya que es miembro de la realeza de Luna Escarlata.No, sé qué esperar de todos ellos, de la estirpe de Casius, quienes son gente cruel, que no les importa nada ni nadie.De la misma forma en que no dudaron ni un solo segundo para acabar con mi familia, gente respetable de nuestra manada, incluyendo a la familia ancestral de mi madre.Debo zafarme de él a como dé lugar.―No puedo decir lo mismo, Calel―le digo, tratando de luchar en vano con su agarre―ahora, ¿por qué no me delataste en cuanto supiste quién era yo? ―le exijo saber.Y él me suelta, tratando de ser más delicado que hace un momento.― ¿Y por qué le haría un favor a mi tío, en especial, entregándote a la persona que acabó con toda tu familia? ―me señala y yo quedo desconcertada.― ¿Qué, Calel, ahora resulta que vas a traicio
~~~Levy.He ido a la habitación de Ana para ver cómo se sentía, pero no la he encontrado, así que iba a preguntarle a su mucama en dónde estaba.Pero algo me llamó la atención, en cuanto he pasado por el frente de esta habitación.Y pude escuchar claramente la voz de Ana, junto con este tal Calel, como si estuvieran conversando muy tranquilos.La rabia me cegó, así que he tirado la puerta abajo, para encontrarlos infraganti.La prueba de que Ana me está engañando con este tipo que no me termina de cuadrar.―Es que me he equivocado de habitación―se excusa Ana, como si yo pudiera creerme una cosa como esa―es que las puertas son exactamente iguales y pues, he entrado como si fuera la mía propia.―No lo entiendo―le indico escéptico―creí que la mucama te había llevado a tu propia habitación―le señalo, a ver si puede sostener su mentira―entonces, no entiendo por qué tuviste que salir en primer lugar ―le reclamo y ella parece nerviosa.―Salí porque olvidé pedirle a Susana que me trajera un
~~~Ana.―Claro que no se acuerda, mi alfa, incluso, se lo reclamé cuando estuvo de vuelta en mi habitación el día siguiente―le respondo al alfa, tratando de parecer molesta al respecto―fue una suerte que no la necesitara, ya que me dormí enseguida que me acosté―le señalo y él me mira de hito en hito, como si estuviera buscando algo que me delate.―Entonces, ¿dices que ella me mintió? ―me indica ofuscado―porque, si es así, la haré azotar―me señala y ahora siento pesar por la chica.Porque será castigada si es que no cuento la verdad.―No creo que sea necesario, mi alfa―le indico y respiro profundo―quizás ella diga la verdad, aunque no puedo decirlo realmente, puesto que aquel día estaba muy impresionada por la manera en la que castigaste a tu propio primo―trato de hacerle entender―entonces, no vale la pena castigar a la chica por un simple té―le solicito y él se acerca a mí más de la cuenta, a tal punto que su nariz casi roza la mía.Y siento que me corta el aliento.Entonces, se sepa
~~~Ana.La mirada de Calel es tan intensa, que incluso me hace temblar, como si él estuviera desesperado porque le diga que sí a su petición.Pero no soy tonta.―No puedo hacer eso, Calel―le digo y él me mira de hito en hito, como si no se pudiera creer lo que le estoy respondiendo.―Pensé que estarías feliz de acabar con el alfa Casius, después de todo lo que hizo con tu familia―me señala y yo trago en seco.Porque sí, eso es muy cierto, pero hay cosas que me atan a esta manada, cosas como el contrato que me une a Levy y el cual estoy segura de que me hará cumplir lo quiera o no.Incluso, estoy segura de que me irá a buscar hasta debajo de las piedras si es necesario, con tal de encontrarme, y no, no es una cosa que me esté inventando, ya que me ha encerrado por tanto tiempo, hasta hoy que es el Festival de la Cosecha, -solamente para que no me encuentre con Calel,Hasta esos extremos llega su obsesión por mí.Pero no es una cosa que le pueda contar a mi pareja de baile, Calel.Y es
~~~Ana.―Quiero saber si entiendes bien que has firmado un contrato conmigo o si se te ha olvidado, Ana―me dice Levy, en cuanto cierra la puerta de mi habitación y me levanta la cara para que su mirada apuñale la mía, con tanta ferocidad y rabia, que, si fuera en otro momento, estuviera temblando de pie a cabeza, imaginándolo tratando de golpearme.Pero en este momento no me importa absolutamente nada.―No entiendo a qué se debe todo esto, mi alfa―le digo entre indignada y molesta, por la manera en que se ha presentado cuando estaba bailando con Calel―usted mismo ha permitido que él y yo bailáramos juntos―le recuerdo, pero tal parece que he encendido más su rabia, si es que eso es posible.―Él no solamente estaba bailando contigo―me acusa ahora―te estaba coqueteando, y hasta lo vi cómo te tocaba, algo indigno para una persona de su rango―asegura con frialdad en la voz―pero ese no es lo peor de todo, sino la manera en que tú también lo estabas mirando, así que te lo vuelvo a preguntar