~~~Ana.―Quiero saber si entiendes bien que has firmado un contrato conmigo o si se te ha olvidado, Ana―me dice Levy, en cuanto cierra la puerta de mi habitación y me levanta la cara para que su mirada apuñale la mía, con tanta ferocidad y rabia, que, si fuera en otro momento, estuviera temblando de pie a cabeza, imaginándolo tratando de golpearme.Pero en este momento no me importa absolutamente nada.―No entiendo a qué se debe todo esto, mi alfa―le digo entre indignada y molesta, por la manera en que se ha presentado cuando estaba bailando con Calel―usted mismo ha permitido que él y yo bailáramos juntos―le recuerdo, pero tal parece que he encendido más su rabia, si es que eso es posible.―Él no solamente estaba bailando contigo―me acusa ahora―te estaba coqueteando, y hasta lo vi cómo te tocaba, algo indigno para una persona de su rango―asegura con frialdad en la voz―pero ese no es lo peor de todo, sino la manera en que tú también lo estabas mirando, así que te lo vuelvo a preguntar
~~~Ana.La presencia de Calel en mi habitación solamente hace que me recorra un escalofrío por todos mis huesos, solamente de pensar de que su cercanía es la razón por la cual Levy me ha encerrado.Por sus celos enfermizos hacia mí y solo espero que se vaya pronto, porque no puedo soportar un minuto más así.―Le he escrito a mi tío que te he visto―me confiesa y yo quedo anonadada, solo de pensar que Casius venga hasta aquí para matarme―bueno, no que eres tú, en realidad, sino que he conocido a alguien y que me quiero casar―señala y yo quedo más que pasmada.― ¿Qué? ―se me escapa decir, en cuanto me recupero de la sorpresa― ¿cómo le has podido decir una cosa como esa? ―le reclamo, pero él me ignora por completo.Parece que no se ha dado cuenta de que eso es casi como si le hubiera dicho a su tío que me ha encontrado.―Le he pedido dinero, para hacer la boda aquí, en esta manada―me indica, ignorando toda mi protesta― ¿te imaginas, Ana?, piénsalo por un momento, con el dinero que nos en
~~~Ana.Las palabras de Calel me dejan pensando acerca de todo esto.Si me caso con él… si me uno a él ya no sería la única con sed de justicia por todas las atrocidades que ha hecho Casius en contra de su propia gente.Y es que a Calel y a mí nos une el mismo clamor de justicia desde las tumbas de nuestros padres, asesinados por una orden de ese alfa miserable.Sería el perfecto cómplice.Pero ¿casarnos?Esa es una unión para toda la vida, algo que me ataría a él sin ninguna posibilidad de escapar, porque estaría unida no solamente por los votos en el altar, sino también, por la marca.¿Es esto lo que quiero?¿Aceptar un trato con un hombre solamente por mi odio hacia Casius?Y de repente, mi corazón comienza a palpitar fuerte, desbocado, sin ningún tipo de control.Porque hay una imagen en mi mente, alguien por quien de verdad haría lo que fuera, sin importarme absolutamente nada.Levy.Y ahora me río para mis adentros, porque hay que ser muy masoquista como para pensar en un hombr
~~~Ana.La sola idea de que Levy encuentre a Calel en mi habitación hace que se me ponga la carne de gallina y si por un baile se ha puesto como se ha puesto, encerrándome ya por dos días, no quisiera ni pensar qué ocurriría en esta situación.Pero Calel parece inamovible, como si esperara enfrentar a Levy con sus puños a sus costados y poniendo su cuerpo delante de mí.― ¡Por favor, vete! ―le ruego, mientras lo jaloneo para que se vaya por la ventana por la que vino.No, no permitiré que esto continúe.―Si no te vas, de seguro que Levy no se lo pensará dos veces y tanto tu vida como la mía estará en peligro―le suplico nuevamente―y estaría en todo su derecho, ya que él es el alfa de la manada―le hago ver, pero parece que él no está comprendiendo nada de nada, y que quisiera abalanzarse ahora contra la puerta, esperar a que Levy entre y caerse a golpes con él.Pero, en un momento se gira para mirarme directo a los ojos, con su aliento rozando mi mejilla, al tiempo que me levanta la ba
~~~Ana.El alfa me mira de hito en hito, con su cara tan cerca de la mía, que su aliento me roza cada vez que respira, como si quisiera controlar las ganas por despedazarme justo en este momento.―Deja de hacer eso―me espeta cerca del oído y su aliento me hace temblar.―No entiendo de lo que me habla, mi alfa―le respondo, con mis palabras temblorosas saliendo por mi boca―no he hecho nada malo, porque ya conozco su ira―le señalo y él ahora me mira directo a los ojos.―Pues, eso mismo que estás haciendo ahora―me reclama, pero su voz es tan pausada, que, aunque sé que muere de la rabia, se está conteniendo para no abalanzarse sobre mí―retarme―me dice entre dientes.Pero, antes de que pueda contestarle, se retira a paso acelerado, dejándome con las piernas temblando, solamente de pensar de que lo he desafiado, porque sí, claro que lo hice.Porque puede que tenga temor a que un día se le agote la paciencia y me despedace de un solo zarpazo, sin embargo, moriré defendiéndome de sus abusos.
~~~Ana.Y en medio del terror puro que invade todo mi cuerpo, saco las fuerzas de donde no tengo y trato de arrastrarme por el suelo como puedo, mientras él me toma por las piernas con su cámara puesta en un rincón lista para grabarme.― ¡Pobrecilla, todavía cree que puede escapar de mí! ―canturrea burlón, mientras me vuelve a patear y ahora quiere ponerse encima de mí, arrancándome la blusa, dejándola hecha girones, al tiempo que recuerdo que tengo algo en el bolsillo, un puñal, algo que me pasó Calel, mientras estaba en mi habitación hace un rato.Y cuando él está sobejándome, estrujando mi cuerpo con sus manos asquerosas, que me maltratan los senos de paso, yo aprovecho para clavarle el puñal en la pierna, dejándole un corte profundo.― ¡Maldita perra! ―me grita, mientras chilla de dolor y cuando estoy incorporándome para salir despavorida, él me toma del tobillo y me hace caer nuevamente, sin importarle que ahora está sangrando por la pierna, la cual ha manchado su pantalón.― ¡no
~~~Levy.Y en cuanto tengo la cámara de video en mis manos, siento algo de remordimiento, porque es evidente.Ana tiene la razón.No, no puedo ni siquiera tocar el aparato, solamente de pensar que he estado acusando a gente injustamente.―Toma―le digo a Calel, quien me mira extrañado, cuando le devuelvo el aparato―reproduce la cinta―le pido, como muestra de confianza en él, quien parece nervioso por un momento y al siguiente, está tomando la cámara y enciende el botón.Pero espero un instante y otro, y nada, así que me pongo como loco y abro, para ver si tiene algún dispositivo de almacenamiento.―Este aparato está vacío―le espeto a Calel cabreado, arrojándolo a la primera columna que encuentro― ¿Por qué, Ana, quiero saber? ―le digo y ahora la levanto de donde se encuentra― ¿por qué lo defiendes? ―le espeto ahora― ¿no vez cómo te ha dejado? ―insisto en reclamarle, y ella trata de contestar, pero el llanto le corta el aliento.―Todo esto ha sido una trampa, primo―grita ahora Lissander
~~~Tres días después.Levy.He estado muy ocupado todos estos días, temiendo una guerra con Luna Escarlata, por haber metido preso a su embajador, sin embargo, no me arrepiento.Él intentó vejar a Ana y no sé cómo la ha convencido para que ella lo defienda, a pesar de que estaba muy claro para mí que es un espía de su manada y ahora me pregunto si he hecho bien en entablar relaciones con ellos.Pero luego pienso en Ana y otra cosa que me ronda la cabeza es saber por qué lo defiende tanto, si se nota que es culpable, que hay un testigo, mi primo, quien podría jurar ante la Diosa que este tal Calel se ha encargado de mancillar el honor de mi querida Ana.Ana, que debe estar odiándome ahora, solamente porque la tengo encerrada en su habitación, para que no se haga daño a sí misma.¿Es esa la verdadera razón?Tengo que admitirlo, quizás he estado un poco celoso.A lo mejor esos celos han sido malos consejeros, a tal punto que he puesto la palabra de Lissander por encima de las aseveracio