~~~Ana.En cuanto me recupero del asombro por todas las flores en mi habitación, voy directo a ver si encuentro alguna tarjeta. Estoy segura de quién las ha enviado, primero que nada, porque nadie se atrevería a darle a la Luna de la manada, la reina Luna, un regalo como este, sabiendo lo celoso que es Levy, y, segundo, porque él está tratando de... no sé en realidad lo que quiere, puesto a que, si estoy segura de algo, es que él no me ama, solo lo hace por posesión o porque en verdad quiere mucho a mis hijos y quizás, conquistándome, logre que aflore algún sentimiento en su pecho por mí.De todas formas, me sigue matando la curiosidad, y en cuanto veo el sobre con la tarjeta, lo abro de inmediato."Podría hablar de cuánto me enamoras,o de tu luz, más viva que las flores.Sería insuficiente mil clamores;mi voz no bastaría tantas horas.Mejor será que en versos te declarelo eterno de este amor, que no se pare."L.Me ha dejado sin palabras.Sin embargo, no permitiré que se salga co
~~~Levy.La actitud de Claudia ante Ana es desafiante y me pregunto si no conoce la fama que tiene mi temperamento, en especial, porque se aprovecha de su estatus de madre y de que hay público a nuestro alrededor. Sin embargo, hay un punto importante aquí y es que, si actúo como suelo hacerlo, Ana me verá como el mismo de siempre y no como una persona nueva, capaz de ponerla por encima de todo.A pesar de que es lo menos que se merece esta mujer, por la manera en que ha tratado a Ana, a mí Luna, una mujer que no tiene nada que ver con el rencor que ella pueda tenerme ahora, por su frustración, al darse cuenta de que ni mi tío ni ella pudieron salirse con la suya.―Sé por lo que estás pasando, Claudia, y si estuviera en tus zapatos, también blasfemaría tan altaneramente como lo estás haciendo, a sabiendas de que hay un hijo pequeño de por medio y que cualquier cosa que haga, sería tomada como un ataque hacia él, ¿no es así? ―le indicó, tratando de ser lo más paciente posible, algo que
~~~Ana.Ni siquiera estoy segura de cómo actuar ante esta situación, porque, sí, ayer me apiadé por la manera tan terrible en que estuvo durmiendo, incluso, hasta me preocupé porque no pasara frío, pero esto es otra cosa. Es una invitación a que hagamos vigilia juntos, velando por la salud de nuestros pequeños.―El rey alfa ha mandado instalar estas sillas, para que tanto él como usted estén cómodos, si es que piensan volver a pasar la noche aquí―me indica una de las enfermeras, corroborando mis sospechas.―Le informamos que usted había llegado justo cuando él se había dormido―me comenta la otra enfermera, lo cual me hace respirar profundo, porque Levy sabe exactamente lo que hice, una muestra de piedad que pudiera ser mal interpretada, porque yo solo he venido a hacer lo que mi corazón dicta.¿Acaso debería retirarme para que él se quede cuidando a nuestros bebés? ¿O quizás él debe cederme el puesto de vigilante de nuestros hijos, considerando de que yo soy su madre? ¿Tengo más dere
~~~Levy.Me levanto con los rayos de sol que están golpeándome la cara, así que decido irme a mi habitación, con cuidado de que Ana no se entere de a dónde estuve durmiendo, que no crea que lo he hecho como un desafío, sino que me pareció lo más correcto, seguir su ejemplo y vigilar el descanso forzado de mi hijo de cerca.Sin embargo, me doy cuenta de que es muy tarde, puesto a que ella ya no se encuentra junto a Levan.No importa, mejor será que me duche para tomar el desayuno. Más tarde le pediré al doctor una explicación, acerca del progreso de los niños y si habrá una manera de reanimarlos con algún medicamento, aunque estoy seguro de que no es posible.―Buenos días―me dice Ana, en cuanto me ve llegar al comedor y yo le hago un ademán desde la distancia, muriéndome de ganas por saludarla con un beso―creí que aún estarías durmiendo junto a Lennon―me indica de manera despectiva, sin embargo, estoy decidido a no prestarle atención a su mal carácter.―Pensé que lo mejor sería ir a v
~~~Levy.Hago mi recorrido por la nueva manada, supervisando todas las obras que están en ejecución, incluso, las de algunos nuevos ciudadanos que han venido a hacerse un hogar aquí, no solamente de Sombra Oscura, sino de lugares tan lejanos como Luna Creciente.Y si soy honesto, solo estoy haciendo tiempo para volver a pasar la noche junto a mis hijos y a Ana, pero tampoco puedo ser tan descarado y dejar de lado todas mis obligaciones, aunque esté más que justificado.Pronto, termino las labores más importantes, dejándole el resto a Ezra, a quien no le tengo que decir lo mucho que quiero que mis hijos se reestablezcan, y de inmediato me voy a verlos. Solo espero que el doctor esté en lo correcto y que ellos puedan recuperarse pronto.―Pensé que te demorarías un poco más―me dice Ana, en cuanto me ve entrando en el dormitorio de los niños, quien tiene una tabla en su regazo, para poder escribir sobre ella―he improvisado un escritorio para atender asuntos aquí mismo, para que esto no m
~~~Levy.― ¡Despierte, por favor, enfermera! ―le digo a una de las cuidadoras, quien se espabila de inmediato, al igual que la otra― ¡Por favor! ¿Qué les ocurre? ―le solicito saber, desesperado, pero ellas no contestan, porque están revisándolos y viendo los líquidos en los frascos de las venoclisis, a ver si ha pasado algo con la dosificación de los medicamentos.― ¡Llama al médico! ―le dice la una a la otra, aumentando la angustia de Ana, quien intenta acercarse, pero la detengo, dejando que la enfermera haga su trabajo, quien está muy diligente en la atención a los pequeños, al tiempo que la otra ya ha salido de la habitación, volviendo de inmediato.―Deme un informe de lo que está ocurriendo―dice el doctor en cuanto llega, usando su estetoscopio en uno y luego en el otro, mientras la enfermera le explica cómo han comenzado a removerse en sus camas, como si algo estuviera haciendo que se enfermen aún más.Y entonces, los escuchamos quejarse, como si estuvieran en medio de una pesa
~~~Levy.―Traeré al médico enseguida―nos dice una de las enfermeras, al tiempo que la otra verifica las pupilas de Lennon, como si quisiera corroborar que, en efecto, no está viendo.Entonces, entra el doctor, quien hace lo mismo, moviendo su cabeza de lado a lado.―Quizás esta sea una secuela de su tiempo en coma―nos dice el doctor, en cuanto le hace una revisión breve―puede que esto solo sea temporal y que en unas semanas o menos, su vista vuelva, sin ningún problema―comenta, mientras veo cómo la cara de Ana se va transformando con cada palabra.― ¿Y cómo podremos ayudarle? ―le pide saber y el médico mueve la cabeza de lado a lado, mientras respira profundo.―Le mandaré a hacer algunos análisis enseguida, si están de acuerdo, su majestades―señala y por supuesto que le damos la anuencia―también me llevaré al príncipe Levan, si están de acuerdo. Es muy importante verificar que todo esté bien con ambos, además de lo ocurrido con la visión de Lennon―comenta y de inmediato se va al lado
~~~Levy.Me siento muy confundido con este cambio de decisión por parte de Ana, y tengo miedo de que lo tome como una manera de aprovecharme de su momento de debilidad, aunque, si soy honesto, necesito de su compañía hoy más que nunca. Ella es la única persona que conoce mi dolor por la situación en la que se encuentran nuestros hijos y la incertidumbre de no saber su destino a ciencia cierta.Pero, ella está aquí, me ha tomado su mano y me ha acercado a uno de los sillones que se encuentran frente a la chimenea de su dormitorio, en donde ella se coloca en mi regazo y yo estoy moviendo sus cabellos, para consolarla.―Lo siento, Levy, si me estoy aprovechando de ti―me indica Ana, quien tiene la voz entrecortada―pero, no estoy para pasar la noche sola, rompiéndome la cabeza pensando en cómo podría yo ayudar a mis hijos a que se mejoren. Entonces, estás tú, quien eres su padre y que estoy convencida del amor que les profesas, a pesar de que los expusiste a Aradia―comenta y de alguna man