~~~Levy.Me siento muy confundido con este cambio de decisión por parte de Ana, y tengo miedo de que lo tome como una manera de aprovecharme de su momento de debilidad, aunque, si soy honesto, necesito de su compañía hoy más que nunca. Ella es la única persona que conoce mi dolor por la situación en la que se encuentran nuestros hijos y la incertidumbre de no saber su destino a ciencia cierta.Pero, ella está aquí, me ha tomado su mano y me ha acercado a uno de los sillones que se encuentran frente a la chimenea de su dormitorio, en donde ella se coloca en mi regazo y yo estoy moviendo sus cabellos, para consolarla.―Lo siento, Levy, si me estoy aprovechando de ti―me indica Ana, quien tiene la voz entrecortada―pero, no estoy para pasar la noche sola, rompiéndome la cabeza pensando en cómo podría yo ayudar a mis hijos a que se mejoren. Entonces, estás tú, quien eres su padre y que estoy convencida del amor que les profesas, a pesar de que los expusiste a Aradia―comenta y de alguna man
~~~Ana.Estoy despertando entre los brazos de Levy, quien ahora se acurruca a mi espalda, así que hago todo lo posible por no despertarlo, mientras intento levantarme de la cama, para ir a hurtadillas hasta el dormitorio de mis hijos.No estoy muy segura de qué fue lo que me ocurrió anoche, pero sí sé que esto era lo que necesitaba con urgencia.No sé desde cuando lo anhelaba, recordando una sensación que no me embargaba creo que desde la última vez que estuve con él... ¿o fue antes? Sí, creo que es así, desde mucho antes, las primeras veces que tuve entre sus brazos, cuando me sentía protegida, luego de tanto tiempo de padecer en el mundo humano, volviendo a mi propio mundo, de la mano de un alfa poderoso, aquel que dijo que no me faltaría nada, mientras estuviera con él.Aunque, sí que me faltó algo muy importante, y eso fue el amor, uno que no me prodigó en el tiempo que estuve con él, en parte por todas sus inseguridades, pero, más que nada, fueron las mías, quienes hicieron mell
~~~Levy.No es que Ana me esté poniendo en una situación difícil, pero sí que creo que me está probando, o eso asumo, hasta dónde estoy dispuesto a dar o a conceder, en especial cuando se trata de mi mejor amigo, mi beta Ezra, quien siempre ha sido mi mano derecha. Quizás aún no crea en mí, pero estoy seguro de lo que siento por ella.Todo―Desde luego, si es lo que necesitas para organizarte mejor, él podrá ayudarte sin ningún tipo de problemas. Además, te demostraré que Amadeo es una buena opción―le digo con una sonrisa, al tiempo que le guiño un ojo, algo que la pone nerviosa, así que me abstendré de hacerlo de nuevo.―Te agradezco, mi alfa―me contesta y se retira, casi que, escapando, como si yo fuera una especie de monstruo que estuviera asechándole en cada esquina.Es cuando me pregunto si todo aquello que pasó anoche en realidad solo ha servido para espantarla, y si alguna vez tendremos un nuevo avance en nuestra relación de pareja, pero creo que me quedaré con las ganas de sa
~~~Levy.En cuanto el doctor se va, ordeno en la cocina que nos envíen una gran cena a la habitación de nuestros hijos, y también mando a pedir a Ezra que venga, para que celebre con nosotros.La felicidad no cabe en mi pecho y creo que Ana está igual que yo, quien no para de reír, mientras se la pasa entre una y otra cama, besando y abrazando a nuestros hijos.― ¡Vengan, mis pequeñines! ―les digo con entusiasmo―pronto volverán a jugar en los jardines, si todo continúa de la misma manera―les señalo y ambos no pueden evitar sonreír, aunque siguen teniendo un dejo de tristeza, al igual que Ana, quien de seguro debe tener el mismo temor que me invade, y, sin embargo, hoy no es momento para abarcar en nuestros corazones otra cosa que no sea felicidad y esperanza.― ¿Quién quiere pastel? ―les dice Ana a los niños, luego de la cena, quienes vitorean con un gran "¡Yo!", que solo hace que sigamos henchidos de gozo, al tiempo que miro a Ezra, quien parece feliz, pero lo conozco demasiado bien
~~~Levy.Después que termino de hablar con Ezra, me dirijo a la habitación de los niños, tal y como le había dicho a Ana que haría, quien ahora parece dormida, aunque no creo que esté en medio de un sueño profundo, solo algo ligero, así que procuro no hacer ruido, sin embargo, no está funcionando para nada, puesto a que se está moviendo en el sillón reclinable, intranquila.― ¡Oh, ya estás aquí! ―me dice, al tiempo que la veo restregarse los ojos, espantando el poco sueño que tendría―pensé que todo esto te demoraría mucho más―me comenta y yo trago en seco.Y ahora me pregunto si será buen momento para contarle, pero, luego me digo que es la habitación de nuestros hijos, quienes ya tienen demasiados problemas, como para que yo ahora me ponga a contarle lo ocurrido gracias a Sebastián.―También lo pensé, pero pude terminarlo a tiempo...―comento, mientras trato de acomodarme en el sillón, sin poderle mirar a la cara, sabiendo la gravedad de lo que me acaba de contar Ezra―mañana tendremo
~~~Levy.Quiero matar a la Sabia, pero luego me recuerdo de que es una especie de amiga y confidente, aunque, lo que acaba de hacer es como para que se me olvide todo aquello.¿Es que no pudo esperarse un poco más para hablar conmigo? Sé que no le dije a Ana, aunque estaba pensando en hacerlo. No era el momento, eso es todo. Ahora me pregunto si todo esto solo ha servido para que me odie aún más.―La Sabia me ha pedido informarle que la reunión se ha convocado para dentro de una hora―me indica Amadeo, quien asumo llegó junto con ella desde Luna Escarlata, pero hay algo más que quiero saber.― ¿Cómo tomaron la noticia en Luna Escarlata, luego de que Ezra envío al mensajero? ―le indico y él parece respirar profundo, así que asumo que no deben ser muy buenas noticias que digamos.―Las cosas no han sido muy fáciles por allá. El concejo de esa manada no tomó muy bien la llegada de la Sabia, puesto a que lo vieron como una amenaza. Ella utilizó toda su experiencia en ayudar, lo que ha caíd
~~~Levy.La reunión convocada por la Sabia del concejo se extiende por varias horas, a pesar de que debemos tomar acciones inmediatas y, sí, pareciera que fuera algo tonto, pero me digo a mí mismo que, si vamos a apoyar a Peyton deberá ser de la mejor forma posible. Además, necesitamos organizar nuestras propias defensas, para no ser vulnerables, al tiempo que tomamos acción en Luna Escarlata.Un par de horas más tarde, se levanta la sesión, así que voy directo hasta donde se encuentra Ana, pero, justo cuando estoy a punto de tomarle del hombro, alguien más llama mi atención.―Debo hablar con usted de inmediato, mi alfa―me indica la Sabia con un ademán y yo respiro profundo―es un asunto que no podía decir en medio de la reunión, puesto a que son cuestiones de suma discreción en Luna Escarlata―me revela y yo dejo mi tema con Ana para después, recordándome que ella es leal a mí, a pesar de que nuestra relación de pareja se está yendo al caño, algo que me cabrea aún más con la Sabia, qu
~~~Levy.La actitud de Ana me tiene desconcertado.Lo sé, y ella tiene toda la razón, pero ¿por qué no me comprende?―Solo faltaba una hora más y te lo contaría, ¿o no lo ves? ―le indico, con un nudo en la garganta―estás enojada porque la Sabia se ha adelantado, eso es todo, pero, si tan solo se hubiera demorado en contarte una hora, no tendríamos este problema―le comento, sin embargo, ella no parece meditarlo ni un solo minuto.―No, Levy, eso no es cierto―me indica, aumentando mi zozobra―ya no creo en ti, ¿es que no lo notas? ―me acusa, lo que me deja con un sabor amargo en la boca.―Dejaré que te calmes y pienses mejor las cosas, mi Luna―me dice y se acerca a mí, pero lo rechazo―sé todas las razones por las cuales nunca he tenido tu confianza, sin embargo, ¿quisieras hacer un esfuerzo por nuestra familia o por nosotros, quizás? ―le ruego, colocando mis manos como si estuviera orando y ella sigue mirándome con dureza― ¿o es que tienes miedo de lo que sientes por mí y solo te estás e